Estaba feliz por Luffy por finalmente saber el camino para encontrar el que los llevaría a la última isla, Raftel y así convertirse en el Rey de los Piratas, se lo veía tan emocionado que quería ir a por Sanji de inmediato. Pero es bueno recordar que él estaba en manos de Big Mom, la cual... no es un enemigo agradable. Y peor aún al descubrir que ella tenía uno de los cuatro Road Poneglyph y que Kaido tenía otro, sin embargo, no parecía ser un gran problema para los chicos.

-Como si fuera tan fácil -suspiré.

Incluso conseguir una copia sería complicado. Siguen estando en manos de dos emperadores y es Luffy... Él quiere pelear para conseguir las copias, no hacerlo en silencio. Que problema para ellos. Pero de todas formas parecía divertirles, a algunos, la idea.

-Por cierto, ¿cómo saben tanto sobre los Poneglyphs? -pregunta Robin al perro y al gato.

-Todo empezó con nuestro amo, Kozuki Oden-sama, que estaba interesado en las piedras -responde Nekomamushi pero a la vez estaba dudoso de decirles el porqué al igual que Inuarashi.

-Adelante. No tienen que ocultarles nada -sentencia Momonosuke-. Pueden decirles todos.

-¿Cómo que "adelante"? ¿Te crees el jefe? -Luffy le pica la mejilla con el dedo.

-¡Soy el jefe, insolente!

-¿Quién es Kozuki Oden? -pregunté interesada.

-La familia Kozuki y la tierra de Wano son un clan de canteros que extraen y procesan rocas desde hace generaciones. Son muy hábiles -empieza Nekomamushi.

Escuchamos su explicación de cómo el clan Kozuki había creado los famosos Poneglyphs, dejándonos sorprendidos de verdad. Pero, sin embargo, los que sabían leer los Poneglyphs solo llegaron hasta el padre de Momonosuke, pero el niño ya no pudo aprender... queriendo decir que el padre de Momonosuke había fallecido. Ellos se veían realmente deprimidos por los recuerdos, el ambiente se sintió tenso y decaído. Ellos derramaba lágrimas y apretaban los puños con fuerza. Sentenciando que había sido ejecutado el Shogun de Wano y Kaido, quienes siguen en aquel lugar.

Pero lo más sorprendente fue saber que Oden Kozuki estuvo en Raftel junto a Gold D. Roger, el Rey de los Piratas.

-¿Tu papá estuvo con el Rey de los Piratas? -Luffy aún no se lo creía.

-¿El papá de Momo?

El niño seguía limpiando las lágrimas que caían de sus ojos al recordar a su padre, me causaba tanta lástima que un niño tan pequeño pasara por algo así, aunque no supiera qué fue lo que vio exactamente.

-¡Oye, Momo! -Luffy insiste en que hable.

-¡Luffy! -lo regaña Nami.

-Así es -responde Momonosuke finalmente.

-Ya veo -todos miramos a Zoro en ese momento-. Doflamingo y Caesar, que estaban atados a Kaido, intentaban atrapar a los sirvientes para descubrir el secreto del mundo.

Kanjuro y Kin'emon afirman que es verdad, haciéndome pensar en eso. Recuerdo que Kanjuro fue prisionero de Doflamingo, al parecer por esa misma razón. Pero después de todo, ellos no lo saben, no conocen el secreto del mundo ya que Oden no quería que cargaran con eso. Aunque, aún así, los persiguen, lo sepan o no.

-La tierra de Wano está bajo el completo control del shogun y Kaido. Nuestros amigos intentan reunir disidentes, pero el gran ejército del enemigo aún los supera por mucho. No tenemos oportunidad -sentencia Kin'emon.

Vi a Nami sentir lástima por Momonosuke quien seguía llorando apartado, pero antes de ir hacia él, Luffy la detiene sin decir nada. Kin'emon sigue hablando sobre su búsqueda en el mar por aliados que puedan pelear junto a ellos. Los minks, por ejemplo, que tienen un lazo especial con el clan Kozuki. Kin'emon, Kanjuro y Raizo se miran entre sí asintiendo con la cabeza.

-Debo pedirte un favor, Luffy-dono. Y también a Law-dono -comenta Kin mirándolos a ambos.

-Esto se pone interesante -murmuré para mí misma.

-Sé que es presuntuoso pedirle un favor a quien nos salvó, pero su fuerza nos ha impresionado. Como compartimos el mismo propósito, ¿pueden ayudarnos a matar al shogun de la tierra de Wano y al emperador Kaido?

-¡Por favor, te lo ruego, Luffy-dono!

-Yo también.

Los tres bajan la cabeza mientras que Momo sigue llorando en silencio. Los demás se ven emocionados y seguros de que los ayudarán. Miré a Luffy quien se mantenía en silencio por el momento.

-¡Por favor, ayúdenos!

-No quiero.

Todos se ven tan sorprendidos por la respuesta de Luffy que repite una y otra vez consiguiendo que su tripulación se le lance encima a golpearlo. Y Nami piensa que es un buen momento para negociar.

-¿Solo eres un adorno, Momo? -suelta Luffy de golpe.

-¡Detente, es un niño! -lo regaña Usopp.

-¡Dilo tú! ¿No eres importante? ¡Eres el líder de estos hombres, ¿no?! ¡¿Solo vas a llorar?!

-Eh... Ya veo -sonreí al comprender el pensamiento de Luffy, realmente interesante.

Momo finalmente lo mira, aún derramando lágrimas. Nami le da golpes a Luffy mientras Usopp lo sujeta. Pero noté que el rostro de Momo había cambiado, apretó los puños y caminó decidido hacia Luffy, ignorando a Nami quien buscaba abrazarlo.

-Luffy, yo... ¡Quiero acabar con Kaido! -exclama- ¡Era enemigo de mis padres! ¡También mató a mi madre! ¡Quiero crecer y ser fuerte pronto vengar a mis padres! ¡También quiero proteger a mis sirvientes!

-¡Momonosuke-sama! -los otros tres iban a llorar de nuevo por conmoverse por las palabras del niño.

-Pero como soy pequeño, no puedo hacerlo. ¡Por eso quiero que pelees a mi lado! -Momo se tira al suelo de rodillas- ¡Te lo ruego! Por favor...

Luffy se apresura a evitar que baje la cabeza, pues ya consiguió lo que quería y no necesitaba más.

-Entiendo -habla Luffy y le tiende la mano-. Unamos las manos. Somos aliados... Pero la cabeza de Kaido es mía.

Momonosuke no sabía qué más hacer más que sujetar la mano de Luffy u agradecer, este otro quería que la agarrara no que agradeciera, pero Momo seguía agradeciendo de todas formas.

-Sombrero de Paja-ya -Law se le acerca- ¿No tienes que preguntármelo primero?

-Está bien, ¿no? -dice Luffy.

-Sí, pero...

Me empecé a reír a escondidas aunque Law me fulminó con la mirada. Me disculpé con señas y él resopló resignado.

-¡Somos la Alianza Ninja-Pirata-Mink-Samurái!

-¡Que largo!

-¿Hace falta lo de "ninja"? -cuestiona Nami.

-¡Por supuesto que sí!

-Sí, sí...

Volví a reír antes de acercarme a Law y molestarlo un poco al abrazarlo por detrás.

-Bien, ahora no será imposible -comenté. Law me mira y asiente estando de acuerdo.

-Nuestro enemigo es Kaido. Inuarashi, Nekomamushi, Momo, Kin'emon, Kanjuro y el ninja, Torao y _________. Todos nos unimos para vencer a Kaido. ¡Por eso nos aliamos! -comenta Luffy sonriendo ampliamente-. No inclinen la cabeza, ni se pongan de rodillas. Una alianza significa amistad.

-¡No! -replica Law mientras yo lo retenía.

-Ya somos aliados, pero tengo una condición -dice Luffy haciendo sorprender a los otros-. Uno de los nuestros no nos acompaña.

-Ah, Sanji, ¿verdad? -cuestiona Nekomamushi.

-¿Sanji?

-¿Qué le pasó? -murmuré recordando que hasta ahora no lo he visto, ellos mencionan que se había ido con Big Mom pues pasaron muchas cosas para que eso sucediera-. Ya decía yo que no había un cocinero rubio coqueteando con nosotras.

-Iré por él, así que no peleen hasta entonces -pide Luffy. No es nada que no se pueda conseguir, creo yo. Estaba bien la condición.

Finalmente decidimos salir pero al ver las escaleras hacia arriba negué con la cabeza y salté a la melena de Nekomamushi.

-Entonces, Oden-sama era un gran hombre -mencioné para hacerle platica.

-¡El mejor! ¡Ñan-ñan! -sonríe ampliamente mientras sube las escaleras. Me rehúso a subir tantas y sé que molestar a Law para que me cargue sería una misión imposible. Además, Nekomamushi es más suave.

-Necesito tu shampoo -murmuré acariciando su melena y haciéndolo reír.

-¿Shampoo? No lo necesito. Mis baños son con la lengua y deja mi pelo reluciente.

Salté enseguida al ser consciente de ese detalle que se me ha olvidado. Eso explica el olor a pescado.

-Y yo que no quería subir tantas escaleras -resoplé caminando junto a Nami quién se ríe de mí pero también me da la razón- ¡¿Huh?!

-Deprisa, caminas muy lento -comenta Law luego de haberme levantado en su hombro tan repentinamente.

-¡¿Pero qué...?! Espera, ¿que camino lento dices? -me indigné. Él no responde pero pude escuchar las risillas de Nami y Robin, quienes nos miraban mientras se reían- ¿Y ustedes qué? Al menos yo ya no tengo que caminar.

-Que mala, _________-chan. No vale, nosotras no tenemos una parej... ¡Oye!

Se queja luego de haberle disparado una bala de sangre que cruzó junto a su cabeza.

-Atrévete a terminar esa frase, Nami. Adelante... -sonreí apoyando mi barbilla en mi mano.

-No, no, así está bien, tú ya me entendiste -ella sonríe nerviosa pero también me fulmina con la mirada.

Suspiré y aparté la mirada hacia Law, agarré su sombrero de sorpresa y me lo puse. Él no se quejó, solo chasqueó la lengua.

-Entonces... según tú, me queda bien -comenté.

-Sigue con eso me retractaré -mencionó.

-Bueno, bueno... Tampoco hace falta que te pongas así, capitán -sonreí-. Pero de todas formas, aunque te retractes no te voy a creer. Ya admitiste lo que piensas.

-Tsk. Que molesta -comentó.

-Que cruel, me hieres -bromeé.

-Los humanos tienen una forma de cortejo muy extraña -comenta Nekomamushi sobresaltándonos a Law y a mí.

-¿"Cortejo"? -murmuramos a la vez.

-Es verdad, normalmente no es tan complejo -le sigue Inuarashi.

-¿"Complejo"?

-Ya ven... Es que ambos son unos idiotas -comenta Nami con un suspiro.

-¿"Idiotas"?

Me oculté con el sombrero de Law quien empezó a caminar algo más rápido. Esto se tornaba vergonzoso frente a los demás. ¿Qué es eso de "cortejo"? N..Nadie está haciendo tal cosa. Que tonterías dicen.