Capítulo 44
Calidez, era todo lo que sentía... y el suelo que estaba duro. Pero aquella calidez que me rodeaba era tan abrazadora y tranquila que me hizo olvidarme de todo. Empecé a abrir los ojos siendo Law lo primero que vi al hacerlo, dormía usando su katana como almohada mientras me dejaba usar su brazo como tal. Se veía mucho más tranquilo y eso me agradaba. Lo hace verse lindo.
Dejándome llevar me acomodé a su lado pero no conté con el detalle de que mi cuerpo entero se sentiría como si hubiera sido aplastado por treinta elefantes a la vez.
-¡J..Joder...!
-¿Eh? -llamé la atención de todos los demás que estaban despiertos- ¡_____...!
-¡Shh..! -pedí llevando mi dedo sobre mis labios pero ya era tarde.
-¿Despertaste? -Law se levanta tallando su rostro y volteando para verme aún tendida en el suelo.
-Por desgracia... Ahora soy consciente de mi dolor -lloriqueé llevándome una mano al pecho por sentirme horrible en todo el cuerpo- ¿Huh?
Miré que en mi mano tenía vías conectadas a bolsas de sangre colgadas a un lado.
-Perdiste demasiada sangre, fue imprudente usar esa técnica -me regaña Law.
-Oye, espera. Tú me dijiste que... ¡Mhg...! -me quejé al intentar levantarme pero volví a caer al suelo-. Duele...
-Claro que te iba a doler, tonta. No te muevas más.
-Pero tengo hambre -me quejé.
-Te aguantarás que ni siquiera hay comida aparte de carne seca.
-Jodeer... -infle las mejillas y bufé apartandon la mirada hacia los demás. Algunos nos miraban con una sonrisa divertida que me hizo sonrojar y volver la mirada a Law-. No podré moverme por un buen tiempo...
-Lo sé. Eres una idiota.
-¡Ya párale, ¿no?!
Él rueda los ojos pero en ese momento aparece Kyros con mucha comida que dejó en la mesa y advirtiendo que la Marina llegará en cualquier momento. Luffy, que aún estaba durmiendo, se sienta en la mesa y come dormido. Me quería ir a comer pero el dolor de cuerpo y Law no me dejaron. Me crucé de brazos pero recibí gustosa la comida que Law me acercó.
-Siento que no he comido en años -comenté-. Esto está muy bueno.
Luffy concuerda conmigo aunque esté dormido. Seguí comiendo antes de que Luffy se acabara toda la comida mientras se enfada porque Kyros finge ante el público que no es el padre de Rebecca por su historial criminal para no traerle problemas, lo cual, a mi parecer ¡es ridículo!
-Quiero que corte lazos con alguien como yo y viva feliz en la luz. Solo así puedo compensarle como padre. Pensaba dejar el país cuando ustedes se fueran. Ella aún es una niña, no quiero que arruine su oportunidad de ser feliz por algo del momento. También convencí al rey Riku
Miré a Luffy y suspiré profundo a la par que dejaba caer mi cabeza sobre el hombro de Law, quien se sobresaltó pero tampoco me apartó. Sabía que Luffy no aceptaba para nada esa idea y que haría algo para arreglarlo. Pero antes de que alguien diga algo, el Den Den Mushi comenzó a sonar, era Leo; a su vez, apareció... am... creo que se llamaba ¿Gallo? No tengo idea.
-¡Luffy-senpai, despertaste! ¡Buenos días! -pareciera que iba a llorar, ¿es alguna clase de fan boy?-. Si todos se reúnen, me derretiré.
-¡Di para qué viniste, rápido! -se desespera Zoro.
-Ah, sí. Hay mucha conmoción en el campamento de la Marina. Llegarán en cualquier momento. La gran Consejera Tsuru y el exalmirante de la flota Sengoku llegaron.
Levanté la cabeza al escuchar aquel nombre. Miré a Law, se veía igual de interesado por ese hombre. Leo, en la otra línea, advierte de que la Marina actuaría.
-¿Je~?... a mí todavía me duele todo, ¿no pueden actuar mañana? -murmuré.
-No seas tonta, hay que irnos -Law se levanta y yo lo miré con molestia, ¿cómo esperaba que lo haga si apenas me muevo un poco y siento que me voy a morir?
-Sí, bueno... Vayan, vayan... me quedaré de carnada -rodé los ojos. Escuché a Law chasquear la lengua y de repente me cargó en brazos- ¡¿Ehh?! ¡E..Espera! ¡E..Esto e..es...! ¡No necesitas cargarme! ¡Bájame! ¡También estás herido! ¡Oye, Law!
Cubrí mi rostro con ambas manos para ocultarme y que no se viera mi sonrojo hasta las orejas o incluso hasta los hombros.
-Vámonos -Law me ignora.
Quería quejarme, pero apenas lo miré de nuevo sentí mi corazón apunto de estallar; que todo mi cuerpo se volvía rojo ardiente y volví a cubrirme para escapar de su mirada.
Mi corazón no lo soporta. ¿Esto es un sueño? ¡No quiero despertarme! ¡Joder, estoy en los brazos de Law! ¡¿Cómo hago para nunca bajarme de aquí?!
-Lo está disfrutando -comenta Zoro confundido. Pues sí, lo disfruto pero de todas formas quiero que me baje.
-¡Claro que no, idiota! -me defendí igualmente. Suspiré para finalmente calmarme, agarré su katana pues al menos debería llevarla para que no lo moleste-. Aunque Mansherry intentara usar su curación en mí, solo funcionó para las heridas externas. El dolor de la "renovación total" es algo más complejo. Lo siento, Law. Me hubiera gustado estar perfectamente en este momento.
-No tienes que disculparte, idiota.
-¡Deja de llamarme idiota! -chasqueé la lengua y resoplé aceptando que no me hará caso.
-Trafalgar, -escuchamos a Bellamy- ¿por qué no me dejaste a mi suerte? Se suponía que muriera allí.
-Sombrero de Paja-ya insistió en que eras su amigo, así que te llevé por si acaso. Puedes morir aquí si quieres -respondió Law desinteresado.
-Me recuperé por completo gracias a esa persona pequeña. ¿Cómo voy a morir peleando contra la Marina?
-Busca alguna forma de morirte, idiota.
-¿Qué dijiste?
-Ni siquiera lo agradeces -se queja Law dejando sin palabras a Bellamy.
Escuchamos los gritos de la Marina afuera, se estaban acercando. Todos salimos corriendo y siendo recibidos por balazos que se detuvieron por una barrera de Gallo. Corrimos todos juntos hasta que Luffy decidió separarse para hacer algo. Fuimos por la ciudad hasta el puerto del este.
-¡Sigan corriendo! ¡Ya casi llegamos!
Pero al estar viendo hacia un lado me encontré con Songoku, toqué el hombro de Law y lo señalé. Asentí con la cabeza dándole a entender de que estaba bien si iba allí.
-Desde aquí puedo correr, no te preocupes, ve -comenté. Él estaba dudoso y en lugar de hacerme caso me dejó a manos de Zoro- ¡¿Eh?! ... No es lo mismo.
Me crucé de brazos e hice un puchero. A Zoro pareciera que le iba a reventar una vena.
-¡Corre entonces!
-¡Eso dije que haría!
-¡¿Y por qué no lo haces?!
-¡Porque mi capitán es un idiota! ¡Y te estás desviando otra vez!
Zoro frunce el ceño y regresa con los demás. Resoplé cansada y cerré los ojos, llegamos hasta el puerto donde nos reunimos con otras personas. Zoro me deja en el suelo a petición mía y yo usé la sangre de un Marino en el suelo para hacerme una silla de ruedas.
-Ahora sí -sonreí.
-¡¿Pudiste hacer eso todo este tiempo?! -se queja Zoro.
-¡¿Cuánta energía crees que tengo?!
Nos interrumpe Fujitora, acercándose rápidamente en un pedazo de roca. Zoro sonríe y se prepara para atacarlo, destroza la roca en la que venía y él se acerca a nosotros pero son gallo y los demás los que dicen que se encargarán de él. Fujitora se acerca y usa su habilidad para atraer demasiados escombros y edificios destruidos sobre nosotros.
-Vaya, miren eso... -murmuré sorprendida-. Si morimos me quedo con la sangre de todos.
-¡No es momento para eso __________! -me reprenden Usopp y Zoro.
-Solo aviso.
No podíamos dejar de ver la esfera gigante de escombros que se había formado, hasta que unos pasos apresurados llaman mi atención.
-¡Oigan! -Law aparece frente a nosotros- ¡Todos estamos en riesgo aquí! ¡Vayan al puerto y zarpen!
-De acuerdo, Trafal... ¡Law! ¡Te estábamos esperando! ¡¿Dónde estabas?! -se queja repollo.
Todos los demás se van a sus barcos pero nosotros nos quedamos y observamos a Fujitora.
-¡Ahí! ¡Ahí está! ¡Luffy!
Miramos a un lado cuando Luffy aparece corriendo rápidamente y se concentra en Fujitora y va directo a él para atacarlo.
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