Con mis ojos cerrados intenté concentrarme al máximo, una vez más. Sentí la presencia, no la sangre y vitalidad, de las chicas. Una de ellas salta hacia mí con una espada, incliné la cabeza para evitarla, aunque consiguió hacerme un corte en la mejilla. Abrí los ojos y la sujeté de la muñeca para quitarle la espada y arrinconarla contra el suelo.
Otra chica salta hacia mi espalda, lancé a la primera y rodé hacia el frente esquivando de nuevo. De repente, de todos los arbustos salen muchas de las chicas. Me enfrenté a ellas, esquivé sus flechas con Haki, que habían sido una distracción.

-¿Huh? -abrí los ojos de par en par cuando una espada amenaza mi cuello.

-Fue muy bueno, pero aún te falta desarrollarlo mejor -comentó la chica tras de mí.

-Lo puedo ver... -sonreí.

Ella me suelta y yo me di la vuelta. Pero en ese momento alguien se acerca a nosotras corriendo desesperada.

-¡_______-San! !Luffy despertó!

-¿Luffy? -abrí los ojos de par en par-. Ups... me había olvidado de eso.

-¡¿Es en serio?! -gritan todas al unísono.

-Lo siento, lo siento. Es que con los entrenamientos y las compras, y la comida... y las compras... ¡Se me pasó! -al darme cuenta salí corriendo- ¡Mi capitán va a matarme!

-¡_______-San! ¡Es para el otro lado!

-¡Maldición, pasé mucho tiempo con Zoro! -volví a correr pero del lado contrario.

-¡Espera, tus cosas!

Seguí corriendo por el bosque, habían pasado ya un par de días desde que llegamos aquí y me había emocionado de más a pesar de la advertencia de Law. Dejé de correr cuando escuché un carruaje y la voz de Boa Hancock.

-Seguramente Luffy tiene mucha hambre, espero haber traído lo suficiente -comentó ella ensoñada por él.

-¡Eso es demasiada comida! -solté asombrada pero enseguida me calmé-. No... No para Luffy.

-¿________? -ella me ve de nuevo con el ceño fruncido- ¿Qué haces por aquí? ¿No estabas entrenando... lejos de Luffy...?

Aunque haya susurrando lo último de todas formas había escuchado lo que dijo.

-Lo estaba, pero al oír que Luffy despertó decidí ir a ver -respondí.

-¿Te importa demasiado? -se veía celosa, ni siquiera lo disimulaba bien- ¿Qué relación tienes con Luffy?

-No tienes que preocuparte por mí -negué con la mano-. Él y yo nos conocemos porque me ayudó a reencontrarme con mi capitán.

El simple hecho de recordar a Law me hizo soltar un suspiro profundo mientras miraba el cielo y me parecía ver una nube con la forma de su cabeza y sombrero.

-¿No te parece que los capitanes tienen un no se qué que te atrae? -murmuré.

-Al parecer sí... -ella suspira sonrojada, tenía mi misma expresión soñadora-. Entonces, ¿no te interesa Luffy?

-Para nada, solo es mi amigo. El que me interesa es otro capitán -volví a suspirar pero entonces todo mi sueño se rompe-. Que va a matarme cuando me vea...

Boa Hancock muestra una leve sonrisa de lado, al parecer ya no me odia tanto o al menos ya no me ve como una amenaza amorosa. Mueve su cabello y hace que el carruaje vuelva a andar.

-Entonces no hagamos que tardes más -mencionó.

Sonreí y asentí estando de acuerdo con ella. Volvimos al camino, escuchaba todos sus comentarios de enamorada por Luffy pero no podía decir que es fastidiosa... a veces hago lo mismo. ¡Muy pocas veces!

-Te entiendo -comenté-. Por eso me esfuerzo en ser más fuerte, quizás así me vea como un apoyo para él y no como alguien que tenga que cuidar.

-Es verdad. Pero cuando cuidan de nosotras... -sujetó su rostro con ambas manos-...también se siente muy bien.

-No lo negaré -cubrí mi rostro con una mano sintiendo mis mejillas ardiendo.

Me di cuenta de que ya habíamos llegado a la bahía pero podía sentir a alguien poderoso con ellos y al ver de quién se trataba me sorprendí bastante hasta abrir los ojos de par en par.

-¡¿Rayleigh?! ¡Pero si es Rayleigh! -dice la abuela Nyon.

-¡Gloriosa! ¡Cuánto tiempo sin verte! _________, imaginé que estarías aquí también.

Sonreí leve pero miré a Boa Hancock quien estaba más emocionada por ver a Luffy que por ver a Rayleigh.

-Luffy, es bueno verte despierto al fin -comenté.

-Hola, ________ -saluda con una sonrisa.

-¿Huh? ¿Law y los demás dónde están? -pregunté mirando a todos lados.

-________... Ya no están -dice Jinbe sonando algo nervioso.

Me quedé en silencio mientras sentía que mi sangre comenzaba a hervir. Apreté una mano en un puño pero entonces agarré a Jinbe por la ropa.

-¡¿Cómo que no están?! ¡Ese imbécil me dejó tirada! ¡Soy su vicecapitana, Joder! Esta vez me va a escuchar.

Salí corriendo dejando un camino de fuego al pasar por lo molesta que estaba y lo rápido que corría. Saqué la Vivre card de mi bolsillo y lo miré furiosa apuntando hacia otro extremo de la isla.

-Trafalgar... D.... Water... ¡Law! -bramé con fuerza guardando la vivre card de nuevo y corrí con más ganas hasta llegar al extremo de la isla en la dirección que habían tomado, no había nada. Mi respiración era agitada, apreté los puños y bajé la cabeza maldiciendo entre dientes- ¡Mierda...!

Me senté en la orilla con resignación y abracé mis rodillas, sentía un nudo en la garganta que se había formado por la rabia que guardaba.

-Te lo dije... eres dramática.

-¡¿Huh?! -me di vuelta, solo para verlo parado tras de mí.

-Te estábamos buscando para irnos. No has aparecido en los días que llevamos aquí, te dije que no te emociona... ¡Hm!

Me aferré a él con rabia y alivio a la vez. Quería golpearlo pero a la vez quería agradecerle por no dejarme de verdad.

-Idiota... -solté en un murmullo ahogado por tener mi rostro pegado a su cuerpo para evitar que me viera al rostro-. En serio creí que te habías ido.

-¿Crees que dejaría a la vicecapitana de mi barco? -sentí su mano apoyarse en mi espalda-. A veces puedes ser muy tonta, niña.

-¡D..Déjame en paz! -solté como niña molesta-. Es tu culpa, te veo capaz de hacerlo.

-Jm. Entonces no me conoces tan bien después de todo.

Resoplé calmando mi cuerpo temblante. Finalmente me separé y aparté la mirada para limpiar mis ojos, sentía vergüenza ahora por su culpa. Pero entonces me sobresalté un poco al sentir que tocaba la herida en mi mejilla.

-También eres descuidada, estuviste entrenando cuando te dije que no te forzaras.

-Tengo mis motivos -respondí cubriendo la herida con una mano.

-Pues ten más cuidado, haces que me preocupe -soltó dejándome sorprendida al igual que a él mismo.

Lo volteé a ver notando que él ahora estaba apretando los dientes y se veía avergonzado, incluso sus mejillas se tiñeron levemente de rojo. Al verlo así, y luego de lo que había escuchado salir de él, sentí mi corazón más acelerado que antes, la sangre fluía con fuerza hacia mis mejillas aunque un poco escapaba por la herida, por lo que tuve que detener el sangrado.

-¡Capitán! -ambos nos sobresaltamos por los chicos que empezaron a llegar.

-Lo siento, capitán -estaban agitados y apenas respirando.

-No encontramos a la... -finalmente levantan la mirada y me ven- ¡¿Vicecapitana ________?!

-¡La estábamos buscando por todos lados!

-¡Casi nos dejan a todos perforados cuando nos acercamos a la aldea!

-¡¿Y estaba aquí todo el tiempo?!

-Ah, lo siento, chicos -sonreí rascando mi nuca con un poco de nervios y aún sintiéndome un poco emocionada por lo de hace un momento-. Me dijeron que ya no estaban y creí que se habían ido.

-¡¿Cómo cree?! El capitán nos tuvo buscan...

-Dejen de hablar y vámonos de una vez -sentencia Law alejándose de mí-. Y ________, cúrate rápido esa herida.

-¿Qué herida? -los chicos me miran confundidos.

-¿Hm? -Law me mira y parece sorprenderse.

-¿Qué? -cuestioné tocando mi mejilla pero igualmente me sorprendí cuando sentí que no había nada y ni siquiera tenía dolor- ¡¿Eh?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Cómo?! ¡¿Qué fue lo que hice?! ¡Tengo que saber!

Empecé a intentar recordar el momento exacto en el que la herida desapareció pero no sabía qué había influido en eso.

-¡Law, recreemos la escena desde que viste la herida! ¡Tengo que anotarlo!

-¡¿Ah?! ¡No lo haré!

-¡Vamos, hazlo por favor! ¡Vuelve a decir lo que dijiste! -pedí desesperada.

-¡Que no!

-¡Es para mi experimento!

-¡Tienes prisioneros de sobra, úsalos! -empezó a alejarse pero yo lo perseguí.

-¡Tengo que saber lo que se siente en mí! ¡Law!