Le pago al taxista y me bajo del auto, quedando de pie frente al gran edificio blanco.

Mi celular suena repetidas veces, cortando mi inspección a la apariencia del lugar, y me veo obligada a ver de quien se trata. Es mi papá, por lo que le contesto.

—¿Has llegado?

—Si, el lugar parece más siniestro de lo que me imaginaba.

—Te recogere cuando salgas. Si sucede algo, no dudes en llamar.

—Esta bien.—digo y cuelgo.

Entro al lugar, paso por el cartel de bienvenida en el cual aparecía el nombre del instituto psiquiátrico en el que estaba, y espero que suene el timbre con el que avisan que la puerta ha sido abierta.

Una vez adentro, observo el lugar. No es diferente a lo que decían de estos lugares, parece un hospital común con paredes y pisos blancas, toda la decoración e incluso la ropa de las enfermeras es blanca. Todo es muy monótono.

El sonido de mis pasos hace eco en cada rincón, agradecí haber traído zapatillas y no tacones porque seguramente se escucharía desde afuera.

Me acerco a la recepción y pregunto por la persona que vine a ver. La chica me dio unos papeles para firmar, donde constaba de mi visita. Luego salió de su asiento, sin apuro alguno, y se dispuso a guiarme.

—¿Este lugar es así todos los días?—pregunto.

—Asi es.—supira.

Habla como si no tuviera ganas de estar ahí y la comprendo, ese trabajo debe ser más que aburrido, sobretodo para alguien tan joven como ella.

Para poder entrar al instituto, debes estar vestida con colores claros, como los pasteles, o blanco de preferencia, ya que los colores fuertes podían desestabilizar la mente de los pacientes.

Imagino que si trabaja aquí, no puede teñirse el pelo ni pintarse las uñas. Definitivamente, no trabajaría en un lugar como éste, sería demasiado aburrido.

Llegamos a un 'punto de control', como el de los videojuegos, donde nos inspeccionaron a ambas y me dieron un cesto dónde debía dejar todo lo de metal, mi bolso, mi abrigo y mi celular también.

—Tranquila, solo es por seguridad.—dijo la chica de cabello castaño, yo asiento y comienzo a dejar mis pertenencias en el cesto.

El guardia nos deja pasar y la chica me dice que aún hay dos puntos de control más. Me parece algo tedioso y extraño que haya tanta seguridad, pero eso quiere decir que los pacientes pueden ser peligrosos.

—¿Cómo es ella normalmente?—pregunto cuando la curiosidad me supera— ¿Se porta bien?

—Tiene sus días buenos y sus días malos, pero usualmente está tranquila.—dice, medita sus palabras un poco y luego prosigue—Hay días en los que la vemos hablar sola, aunque ella dice que está con alguien... En este lugar es algo normal pero es bueno que sus familiares lo sepan.

—Gracias, por contestar.

Pasamos los puntos de control y entramos a un pasillo largo, mucho más largo que los anteriores. Ese lugar parecía un laberinto blanco, sino fuera buena recordando por donde vinimos ya me hubiera perdido.

—Es allí—dice, señalando el final del pasillo.

Me apresuro a llegar, evitando las miradas curiosas de los otros pacientes.

Me paro frente a la puerta, en la cual hay un pequeño cartel que dice 'Pauline Reyers', y espero a que la chica le informe de mí llegada.

La puerta se abre y siento un par de ojos clavarse en mi, intenta intimidarme pero no lo consigue.  Tomo aire y me dispongo a saludarla.

—Hola... Abuela.

***

—¿Cómo te fue?—pregunta mi papá a penas subo a su auto.

—Bien. No es tan mala como ustedes lo mencionaron o quizás sea porque toma medicación, pero parecía una abuela normal...—suelto mientras me encojo de hombros—Ya sabes... Se me pegoteó, me besuqueó y me abrazó, como si no me hubiera visto en años.

—Cassie te llevó a conocerla cuando eras una bebé, pero ellas no se llevan bien y la ignoró. No quiso verte por mucho tiempo y solo se quedó en silencio.—dice sin despegar la vista del volante— Al final, optó por no llevarte más.

—Que raro... No me pareció tan mala.

—Dicen que los nietos transforman a sus abuelos...—dice con su típica sonrisa—No le digas a tu madre que accedí a dejarte venir sola o se enojara.

—No lo haré, no quiero que me castiguen y me obliguen a perderme la fiesta.—digo cruzandome de brazos.—¿Tío Chris y tío Charly vendrán?

—Claro, tu madre los invitó.

—Genial, eso quiere decir que tía Lenna vendrá y podré pedirle que diseñe un vestido de graduación para mí...

—Que interesada eres, Sol.

—Asi me hicieron ustedes—digo sonriente—. ¿Ya tienes el regalo para mamá?

—Lo tengo desde hace rato, ¿Por quién me tomas?—dice con aires de superioridad, yo río.

—Yo le prepare el mio con la ayuda de tía Diana. Espero que le guste...

—Eres su hija, cualquier cosa, por más fea que sea, le va a gustar.—dice y lo miro fijo, logrando que se ria de mí.

—¡Papá!—gruño, él estalla a carcajadas y yo termino contagiandome.

Prendí el estéreo y una canción de mamá comenzó a sonar. Sabía que papá solía grabarla pero no imagine que había hecho un CD con esas canciones. Debí esperarlo ya que él es un productor musical y ella es su cantante favorita.

Llegamos a casa, donde se haría la fiesta de cumpleaños de mi mamá, y todo era un caos. Fue divertido ver como mi mamá intentaba colgar los adornos mientras mi pequeño hermano, Zack, corría a su alrededor. Al menos lo fue hasta que nos vio en el umbral de la puerta.

—¡Lu! ¡Sol! ¡No se queden ahí parados y ayúdenme!—gruñó y ambos nos exaltamos.

—¡Mamá! ¡Necesito ayuda con mi tarea!—dijo mi otra hermana, Lisa.

—Ahora, no puedo cariño...

—Yo la ayudaré, tu ayuda a tu madre.— dice papá, yo asiento.

La fiesta sería en unas horas y tenía que estar todo listo.

Mi familia siempre era ruidosa, pero la amaba. Siempre apoyándonos el uno al otro, en las buenas y en las malas. Como se supone que debe ser.

—¡Sol!

—¡Ya voy!—digo y corro a ayudarla.

***

N/A

Finalmente ha terminado.

Si llegaron hasta aquí, déjenme agradecerles. Espero que les haya gustado la historia de Cassie.

Como dato curioso, tuve ideas macabras xD quería hacer de ésta una historia más oscura, con un final oscuro, pero me contuve porque sino la historia hubiera cambiado drásticamente y esa no era la idea.

Quiero agradecer también a esas personas que me apoyaron a seguirla, me ayudaron mucho y eso vale.

Próximamente estaré publicando algún otro proyecto y espero le puedan dar una oportunidad también.

Un abrazo y hasta la próxima. :3