31
LUCIAN
Tras oír la conversación me quedé sin palabras. Entre a la habitación y me senté al lado de Scott, quien no dejaba de ver a Cassie.
—¿Has visto a Chris?—preguntó, asentí.
—Está afuera, hablando con un amigo.
—No le digas nada de lo que oiste.
—No tenía pensado hacerlo.
Scott seguía sin agradarme del todo, sabía que le gustaba Cassie y me provocaba celos. No queria que estuviera cerca suyo, no queria que intentara robarla de mí lado. Miré a Cassie en busca de alguna mejora, pero no había nada distinto.
De pronto, el celular de Scott comenzó a sonar y se fue de la habitación para hablar tranquilo, dejándonos a Cassie y a mi solos.
—Daría lo que fuera porque despertaras—digo, sostengo su mano con fuerza.
Entonces siento como aprieta el agarre levemente. Mi corazón comienza a latir fuerte y me siento ansioso. La veo con detenimiento, esperando que sea algo bueno. Y, finalmente, lo es.
Poco a poco sus ojos se van abriendo y me siento desfallecer. Me pellizco la mano y duele. Se ha despertado. Cassie está de regreso.
—Cassie...—siento que la emoción va a matarme—Cassie...
Ella me mira y luego mira a su alrededor. Parece darse cuenta de dónde está porque su mirada viaja a la aguja incrustada en su brazo a través de la cual le ponían el suero.
Lo primero que quería hacer era abrazarla pero tuve que contenerme y llamar al médico. Tras unos segundos ya se encontraban allí los doctores junto a las enfermeras. Salí de la habitación por orden de una de ellas. Estaba conmocionado, no podía creer que ya había despertado.
—Oye, ¿Estás bien?—Scott había vuelto, me había llamado y lo había oído, pero no podía reaccionar—¿Lucian?
—Ella despertó.—solté.
Al principio no me creyó, pero luego salieron un par de enfermeras hablando sobre lo bueno que era que otro paciente del coma se despierte, y ahí supo que no mentía.
Cuando Chris volvió, nos encontró a los dos en silencio, aún conmocionados. Y la historia volvió a repetirse.
—Ya pueden pasar a verla, dentro de un rato volveremos a seguir con los exámenes.—dijo el doctor y los tres nos miramos—Los tres pueden.
No hizo falta decir más nada.
—Hola...—saluda ella, ya sentada en la camilla.
—¿Cómo te encuentras?—dijo Chris.
La verdad es que se veía un poco mejor que antes. Ya no tenía las ojeras y su piel tenía más color, pero no podíamos estar seguros.
—Podría estar mejor—dijo.
Oírla hablar de nuevo me llenaba de felicidad. Realmente había vuelto. Miré hacia la puerta y vi que se encontraba el señor Reyers indeciso, no sabía si entrar o no, así que le di un empujoncito.
—Creo que deberíamos dejarlos solos un momento...—dice Scott. Chris y yo asentimos.
Salimos del cuarto, rumbo a la sala de espera.
—Le avisaré a Diana—dijo Chris.
—Yo lo hago.—intervino Scott.
—No se si le guste oír tu emoción.—dijo Chris.
—¿Hm? ¿Por qué lo dices?—preguntó con inocencia.
Para ser psicólogo era bastante despistado. Aún así estaba seguro de que Diana se pondría feliz. Creo que Cassie no podría haber encontrado mejor persona para ser su amiga.
***
CASSIE
Veo a mi padre sentarse a mi lado. Casi no recordaba su rostro. Noto como ha envejecido unos cuantos años, ya no luce juvenil y lleno de energía como en las fotos.
—Hola—dice con voz temerosa—, me alegro de verte despierta Cassie.
—Me gustaría poder decir lo mismo.—digo, me mira con asombro— Yo no estoy feliz de verte, al igual que no estuve feliz de ver a mi madre.
—Yo entiendo...
—No creo que realmente lo hagas.—su mirada decae sobre sus manos y yo hago una mueca—¿Lo que dijiste es cierto?—pregunto, él asiente.
Él volvió a relatar los hechos mientras respondía a mis preguntas. Había dicho que había intentado saber de mí pero me resulta algo difícil creerle. Si hubiera querido me habría contactado antes, al igual que Lu pudo encontrarme.
—No lo sé, me cuesta creerte.
—¿Por qué no me creerías? Soy tu padre, Cassie.
—Después de que te fuiste, el ambiente solo empeoró, mamá comenzó a beber y a fumar a menudo. Supuse que era su forma de lidiar con el divorcio y la pérdida, pero eso no era todo. Yo me volví el blanco de sus burlas, de su odio. ¿Sabes lo duro que es que tu propia madre te desprecie, te maltrate y se lamente de haberte tenido? ¿Lo sabes? ¿Sabes lo que es que te hechen la culpa durante tanto tiempo que te lo termines creyendo? ¿Sabes lo que es que tu padre se dealigue de todas las obligaciones y te deje a tu suerte? ¿Lo sabes?—gruñí, él estaba estupefacto—Claro que no lo vas a saber. Siempre gozaste de tu vida perfecta y cuando las cosas no resultaron te deshiciste de todo. Apuesto a que tienes otra familia... Moriría por conocer a mis medios hermanos.
—¡Cassie! ¡No me hables así!—ordenó.
Sentía el ardor en mis ojos y el nudo en mi garganta, tenía tanto guardado, tanto odio reprimido, que ahora sentía que iba a explotar. Todos los sentimientos de los que había huido ahora estaban a flor de piel y cada vez era más intenso.
—Tu ya no tienes poder sobre mí. ¡Me abandonaste! ¡Nos abandonaste! ¿Cómo se supone que deba hablarte ahora?—mi voz se quebró en la última parte.
—Lo siento...—dijo mientras se cubría la cara con sus manos—se que he sido un mal padre, nunca tuve un buen ejemplo a seguir y no supe lidiar con muchas cosas, pero tienes que saber que no los abandone, no los abandonaría nunca y menos para deshacerme de ustedes.
—Si realmente hubieras querido vernos, encontrarnos... Lo hubieras hecho.
Pude sentir su mirada en mí pero no quería verlo, no queria perdonarlo, porque estuvo ausente cuando más lo necesité.
—Realmente, lo lamento hija. Déjame contarte como fue todo... Y lo que pasó después también. Solo escuchame y si luego no quieres saber más de mí, apoyaré tu decisión.
Sonaba como alguien que estaba dejando su última carta sobre la mesa. Su última oportunidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro