29
SCOTT
Estaba en la habitación donde se encontraba Cass, junto a Chris y su padre, quien acababa de llegar. Era un hombre de unos cuarenta y tantos años, llevaba su cabello negro con algunas hebras blancas y sus ojos eran iguales a los de Cassie. Iba vestido con un traje gris, camisa blanca y la corbata la llevaba en la mano junto a su saco.
—Papá, él es Scott Green un psicólogo amigo de Cassie—dijo a modo de presentación—, Scott él es Alexander Reyers, mi padre.
—No sabía que ella tuviera un amigo psicólogo...—dijo en lo que me extendía la mano—un gusto.
—El gusto es mío—le estreché la mano y pude sentir como me estudiaba con la mirada—, señor.
Cassie no solía hablar de su padre, prefería mantener el tema de su familia lejos de cualquier conversación. Sin embargo, supe que sus padres se ha habían divorciado cuando ella era pequeña.
El señor Reyers se acercó a la camilla y observó a Cassie por un momento.
—Ha crecido mucho...—se podía notar la nostalgia en su voz—ella nunca me dejó verla, incluso después de que supe que se había mudado. Siempre le mandaba mensajes, cada noche, cada mañana...
—Esos mensajes nunca le llegaron.—soltó Chris y el señor lo miró de reojo—Mamá le quitó el móvil después del primer mensaje, yo estaba presente.
—Eso lo explicaría todo... Debe haber creído que no quise saber más nada de ella.—se masajeó la cien, intentando alivianar el mal estar que le había producido oír esa declaración—Lamento haberlos dejado en manos de Pauline, creí que ella los cuidaría bien... Creí que sólo estaba enojada conmigo.
—¿Con usted?—pregunté con cautela. No queria meterme en su conversación pero la curiosidad me podía.
—Papá, ¿Recuerdas que dijiste que nos contarías cuando fuéramos grandes?— dijo, él asintió—Creo que ya es hora...
—Lo sé, lo supe desde que me contaste la situación pero... ¿Estás seguro que esto puede ayudarla?— todos miramos a Cassie.
—Quiero creer que sí.—susurró.
Los tres nos sentamos al lado de la camilla. Le habíamos pedido permiso a los doctores para estar allí ya que solo podíamos ingresar de a dos. Diana estaba en el trabajo y no había podido asistir, y Lucian aun no había llegado.
Sinceramente no me molestaba en absoluto que él no estuviera allí, ya tenía demasiada ventaja sobre mí.
—Se que esto no será agradable para tí ni mucho menos para ella.—soltó, salí de mis pensamientos para prestarle atención.
—Adelante...
—Pauline siempre había sido una persona muy agradable y bondadosa, solía ayudar a sus compañeros y también era popular. Ella era perfecta y todos lo sabían. Acercarme a ella no fue fácil, pasé muchos momentos difíciles, pero ella valía cada intento. Después de un año, comenzamos a salir, nuestros sentimientos estaban a tope y éramos jóvenes, podíamos darnos el lujo de vivir la vida al máximo...eramos inmaduros y no pusimos cuidado—hizo una pausa mientras tomaba la mano de Cassie—. Pauline quedó embarazada de Cassie.
—Y no estaban listos...
—Tienes toda la razón, Chris. Ni ella ni yo estábamos listos para ser padres, pero no iba a dejarla pasar por eso sola. Le propuse matrimonio y le prometí que nunca la iba a dejar.—dijo nostálgico.
—Pero lo hiciste... Al final.
—Despues de que Cassie naciera, nuestras vidas cambiaron, teníamos más responsabilidades y una pequeña que cuidar, pero éramos felices. Luego llegaron tú y Clara, un par de mellizos hermosos. Se parecían mucho a su madre y ella estaba fascinada con ello. Creíamos que todo iba a ir bien pero no fue así. Dos hijos más implicaba más gastos y no éramos necesariamente ricos. Tuve que buscar otro trabajo y eso me quitó tiempo para la familia.—suspiró al recordar lo que iba contando—Pauline estaba estresada y solía descargarse conmigo lo que nos llevaba a discutir a veces. Siempre solíamos arreglarlo y dormiamos felices de nuevo.
—¿Cómo fue que...?—Chris no supo como terminar la oración.
—Yo no era de salir a beber, pero mis compañeros de trabajo insistieron demasiado. Acepté creyendo que no sería malo despejarse de vez en cuando y eso mismo le dije a Pauline para calmar su ansiedad.—tragó saliva, seguramente para alivianar el nudo en su garganta. No era fácil hablar de temas tan difíciles como ese-Ese fue mi error. Creer que nada malo iba a pasar. Desperté al día siguiente, en un motel sin ropa al lado de la que se autonombraba mi amiga, mi compañera de trabajo, Tania.
—¿Engañaste a mamá?—dijo Chris con el ceño fruncido.
—Fue un error. El peor de todos. No me había imaginado que se iban a complotar para ayudar a Tania a conseguir su objetivo. No había imaginado que ella, teniendo a su esposo y una hija de la misma edad de Chris, iba a ser así.—la frustración se podía notar de lejos no sólo en su rostro sino también en su voz—Cuando llegué a casa al otro día, Pauline me estaba esperando en el sillón. Ella sabía que algo había pasado, sabía que no iba a ser bueno escucharlo y aun así quizo saber.
—¿Y se lo contaste?—Chris lo miró exasperado y Alexander negó.
—No pude decírselo en ese momento, me sentía avergonzado, tanto como para no poder verla a la cara. Pauline se enteró después, cuando fue a mi trabajo a llevarme unos papeles que había olvidado en casa y me escuchó discutir con Tania. Desde esa vez, ella comenzó a cambiar, ya no sonreía y siempre estaba histérica. Las discusiones se volvieron algo habitual, cada vez peores. Quizá tu no lo recuerdes, pero seguramente Cassie si. Ella era la única que se despertaba en la noche debido a los gritos de tu madre.
—Y luego vino el accidente.—soltó Chris pensativo.
—Luego del accidente, Pauline comenzó a hecharle toda la culpa a Cassie. Lo siento...—dijo cubriéndose los ojos con una mano—les he fallado como padre.
Dicho eso, Chris salió de la habitación excusandose de que necesitaba tiempo para asimilar todo lo que había oído.
N/A
Aun no dijo todo lo que tenía que decir, todavía guarda más historia para contar peeero.... Será en el próximo capi.
Espero les haya gustado.
Un abrazo.
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