Luego de haber dicho eso, Raven salió del cuarto dando pequeños saltitos, al igual que una niña pequeña. Se acostó en el sillón y esperó a que llegara para despedirse.

—Nos veremos pronto, Lucian.—soltó con una sonrisa maliciosa.

Cerró los ojos, como si fuera a dormirse y cuando los volvió a abrir supe que Cassie había vuelto.

Estaba confundida, no recordaba nada de lo que había pasado. Se veía muy cansada y eso me preocupaba.

—Hola...—dije con una sonrisa triste.

—Lu, ¿Qué haces aquí? ¿Cuando llegaste?—miró a su alrededor y se exaltó—¿Qué día es hoy?—preguntó con prisa.

—Vine a verte y la puerta estaba abierta.—solté, ella parecía algo inquieta—Hoy es miércoles...

—Ella estuvo libre por casi un día...—dijo pensativa—La viste, ¿cierto?

No sabía si contarle lo que había ocurrido o no, no queria que ella se preocupara más de lo que ya estaba. Comenzó a morderse las uñas, estaba en un estado de ansiedad que jamás había visto antes en ella. No me gustaba verla así, tan mal física y mentalmente.

—Cassie—me senté a su lado y la tomé por los hombros para que me viera—, debes hacerte exámenes. No puedes seguir así.

—No necesito esos exámenes. Yo tengo que ganarle por mis propios medios...

—¿Ganarle? ¿A quién?—la miré confundido, no entendía lo que quería decir con eso.

—¡A Raven!—exclamó y yo me sobresalté.

Ella estaba luchando contra su otra parte, lo estaba haciendo sola y eso la estaba destruyendo. No podía dejar que eso siguiera por más tiempo, ya no más.

—Tengo que... Tengo que...—parecia perdida. La abracé sin esperar a que terminara la frase.

—No tienes que afrontarlo sola, dejanos ayudarte...—susurré en su oído, ella se estremeció ante el contacto y yo sonreí débilmente—Déjame ayudarte...—dije buscando su boca.

Sabía que no estaba bien, era como aprovecharse de ella, pero quería sentir su calidez otra vez. Quería que volviera a ser la de antes.

—Lu...—dijo cuando la solté—¿Sabes? Siempre me has gustado...— dijo en un susurro.

Sus ojos estaban cristalinos, sonreía débilmente pero se notaba que se había tranquilizado un poco. Dio un largo suspiro mientras acariciaba mi mejilla y luego pasó lo que más temía...

Ella colapsó.

***

—¿Cómo está Cassie?—preguntó Chris quien parecía haber corrido al hospital al igual que Diana.

—Aun no ha salido el doctor, pero no creo que sea muy bueno.—solté sin dejar de ver como Diana caminaba de un lado a otro impaciente.

—¿Scott lo sabe?—le pregunté a Diana, quien en un corto tiempo había establecido una especie rara de amistad con él— Porque yo no pienso decírselo.

—Si, le he mandado un mensaje mientras venía hasta aquí.

Entonces salió el doctor de la habitación y todos nos acercamos rápidamente a él, sorprendiendolo un poco.

—¿Cómo está mi hermana?—Chris fue el primero en preguntar.

—Tranquilos, solo ha sufrido un colapso debido al extremo cansancio físico y mental. Le haremos exámenes para ver si hay algo más. Por favor, sean pacientes.— dijo reprendiendonos con la mirada.

Los tres suspiramos un poco aliviados, nos habíamos asustado bastante. Volvimos a la sala de espera y nos sentamos.

—¿Qué le pasó a Cass?—soltó Scott a duras penas. Otro que había corrido al hospital.

Cassie tenía amigos que realmente se preocupaban por ella. Todos corrimos al hospital, dejando lo que estábamos haciendo, sin importar más nada. Todos estamos aquí a la espera de que nos den buenas noticias sobre ella. Esperando que se recupere pronto. Me pregunto si ella lo sabe, si ella se dio cuenta de lo importante que es para cada uno de nosotros.

Las horas pasaron y con ellas llegaron las noticias. Cassie estaba bien físicamente, no tenía nada fuera de lo normal, pero no se pudo decir lo mismo de su estado mental. Ella estaba en una especie de coma y no sabían por qué. Solo había que esperar a que despertara mientras le hacían más exámenes.

Ellos no sabían pero yo sí. Ella me lo había dicho y el doctor Müller lo confirmó luego.

—Es probable que Cassie haya estado luchando por el control de su cuerpo. Hacerlo durante un tiempo limitado no es nada grave, el problema es cuando la presión es constante. Si Raven no dejaba de querer tomar el control, Cassie se veía obligada a tratar de contenerla constantemente. Eso debió consumirla.

Era difícil oír esas palabras sin sentir culpa. Nosotros vimos cuando comenzó a luchar cada vez con más frecuencia y no supimos hacer nada, solo observar como todo empeoraba. Si tanto la queríamos, ¿Por qué no hicimos nada antes? ¿Por qué no evitamos que colapsara?

Se me estrujaba el corazón de solo pensar en todo el dolor que ella había sentido. Le habíamos fallado en el momento más crucial.

—Ella va a despertar... ¿Cierto?—la voz de Diana resonó en mi cabeza.

¿Ella despertaría? ¿Cuando lo haría?

Nadie podía responder a esas preguntas.

—Esperemos que sí.—dijo Chris.

El doctor Müller se había quedado en silencio, no quiso seguir hablando sobre el tema. Estaba seguro de que sabía algo pero no quería decirlo. Quizá quería esperar que sus sospechas no se confirmaran.

Llegó la noche y yo seguía allí junto a Chris. Diana y Scott habían regresado a sus casas a preparar algo para comer, mientras que nosotros hacíamos guardia.

—Creo que voy a dejar el colegio.—soltó.

Habíamos salido a tomar aire fresco y a estirar las piernas. No me esperaba esa declaración y mucho menos a un par de días de terminar su año escolar.

—¿Cómo que vas a dejar el colegio?—pregunté confundido.

—Me gustaría estar aquí y apoyar a Cassie hasta que despierte.

—Pero puedes hacerlo después del colegio, además pronto tendrás vacaciones.—dije mientras veía el cielo.

—No asistiré el último día. Es algo que venía pensando desde que Cassie empezó a decaer... Lo deje pasar porque ella decía que estaba bien pero...—hizo una pausa y luego continuó—Ahora que ella está aquí, quiero conseguir otro trabajo para poder pagar las rentas, quiero cuidar de su hogar y también pagar mi lugar. También están las cuentas del hospital...

—No deberías preocuparte por eso, nosotros nos haremos cargo de ella.—dije sin dudar—Podemos ayudarte a...

—No, no quiero depender de ustedes. Depender de Cassie me resulta algo difícil y más ahora. Por eso quiero ahorrar dinero para sustentarme solo... Si no lo hiciera tendría que volver a casa y no podría apoyarla...

—Entiendo tu punto.

—Gracias. Por escucharme.

—Como no iba a escuchar a mi futuro cuñado—solté, Chris se sobresaltó y me miró con el ceño fruncido—, sería un crimen...

Ambos reímos, aliviando un poco nuestro estrés. A lo lejos venía Diana con una bolsa y Scott con unas bebidas. La comida había llegado.