LUCIAN

Después de ese día, Cassie no fue la misma de antes. 

Parecía normal pero de a ratos se ausentaba, se quedaba mirando un punto fijo sin hablar, sin moverse. Era extraño.

Las primeras semanas solo la observamos. Su aspecto fue deteriorándose poco a poco, llevaba bolsas oscuras bajo sus ojos, su cabello siempre despeinado, su atuendo variaba entre blanco y negro.

Hable con Chris, Diana e incluso con Scott y el doctor Müller, esperando que alguno supiera que ocurría con Cassie, pero no podían saberlo a simple vista. El doctor especulaba que podía tratarse de Raven pero no quería asegurar nada hasta hacerle pruebas. El problema fue que ella no quizo hacerselas y ninguno la podía obligar. Ella objetada que se encontraba bien, pero era más que claro que algo pasaba.

—Intentaré convencerla—dijo Diana pensativa—, quizá con un poco de paciencia acepta.

—No creo que lo haga, está muy reticente a los exámenes.—soltó Scott.

Ambos se miraron por unos segundos, como si fueran a refutar sus opiniones, pero desistieron tan rápido que me sorprendió. El profesor Müller estaba leyendo nuevamente su expediente para ver si encontraba algo que nos pudiera ayudar.

—Dices que comenzó a agravarse luego del encuentro con su madre...—pronunció en tono bajo, más para si mismo. Asentí y él siguió pensando.

—¿Cómo es la señora Reyers?—preguntó Diana a Chris.

Éste último levantó la vista de su celular mientras se debatía entre hablar o no. Si contarles o no sobre el infierno. Sabíamos que no era algo fácil de tratar, para los dos había sido duro tener que vivir algo así todos los días durante su niñez, pero necesitábamos toda la información posible si queríamos ayudar a Cassie.

—Mi padre me contó que solía ser alguien agradable, solía sonreír siempre y tenía un corazón bondadoso, por eso se enamoró de ella.—dijo sin despegar la vista del florero que estaba sobre le mesa pequeña— Todo era maravilloso a su lado, hasta un par de años después que nacieramos nosotros. Ella se volvió fría, peleaban mucho, ya no sonreía y no tenía ni un ápice de bondad en ella. Todo se había extinguido. Ella cambio drásticamente según él. Yo la conocí siendo como es ahora, una mujer cruel con el único objetivo de lastimar a sus hijos.

—¿Qué le habrá ocurrido?—preguntó Diana con inocencia.

—Mi padre dijo que nos lo diría cuando fuéramos grandes, quizá debería contactarlo.

La plática continuó por un rato más hasta que decidimos que no resolveriamos nada solo estando allí. Volví a casa y de camino pasé por el departamento de Cassie.

Golpee la puerta dos veces y noté que estaba abierta. Por un momento me preocupe, pensé que habían entrado a robar y me tensé. Entré, tratando de no hacer ruido para no llamar la atención, todo el lugar estaba hecho un desastre. Escuché ruidos en la habitación de Cassie y no dudé en acercarme.

Una vez allí, abrí la puerta y me encontré a Cassie en el suelo viendo fotos mientras hacía anotaciones en un cuaderno negro con la silueta de un pájaro en blanco. Sentí un alivio enorme al verla sana y salva, suspiré y llamé su atención.

—No deberías dejar la puerta abierta, me has asustado.

Ella me miró sorprendida, como si la hubiera descubierto haciendo algo que no debía, cerró rápidamente el cuaderno y lo guardó en una caja que metió bajo la cama.

—¿Está todo bien?— pregunté y ella asintió.

—Todo bien.

Su voz sonaba algo diferente y eso me alertó. No estaba tratando con Cassie, frente a mí estaba Raven.

—Eres listo, Lucian. —dijo mientras se ponía de pie—Quizá por eso le gustas a ella, quizá por eso me gustas a mí.

Se acercó a mí y no supe como reaccionar, no sabía qué haría ella porque era muy impredecible. Tenía la guardia alta por si acaso quería atacarme, aunque después de oír esas palabras no sabría si lo haría o no.

—Eres tan lindo...—susurró, llevó su mano a mi mejilla y comenzó a acariciarla—¿Por qué ella tiene todo lo bueno? Ella es una inútil, nunca pudo cuidarse sola, nunca afronta sus miedos y siempre huye del dolor. Siempre tengo que cargar con todo el peso.

Pude notar como se abria a mí y me dejaba ver la oscuridad que la rodeaba. Esa era la primera vez que ella hablaba con alguien sobre su dolor.

—Tu eres parte de ella, sus cosas también son tuyas.

—Lo único que recibo de ella es su dolor. Lo único que he aprendido es a sentir su dolor. —dijo con un dejo de rencor en su voz—¿Debería quitarle las cosas buenas que tiene?

—¿A qué te refieres con eso?

—Quiero robarle toda su felicidad, quiero que ella sufra como yo lo hago.—dijo con los ojos llenos de odio.

Raven no había sido capaz de sentir la calidez de un abrazo ni la suavidad de un beso. Las muestras de afecto no las sentía y eso era lo que más añoraba. Ser feliz aunque sea por un instante.

Y yo quise concederselo.

La atraje hacía mí, sin darle tiempo a reaccionar, y la besé.

Sus ojos se encontraron con los míos, estaban llenos de confusión y sorpresa, no se lo había esperado. Le tomó unos segundos asimilar lo que estaba ocurriendo e intentó safarse de mi agarre, pero no estaba dispuesto a soltarla. La besé con suavidad y delicadeza, queria que ella sintiera la calidez, que ella viera un poco de luz. Poco a poco, su resistencia fue desapareciendo hasta que se dejó llevar.

Al cabo de unos minutos, cuando la liberé, parecía anonada. Sus mejillas estaban coloreadas como un tomate y no quería verme a los ojos. Se veía muy vulnerable y eso me descolocó un poco, no esperaba que le afectara tanto.

—¿Cómo te sientes?—pregunté.

—Bien, supongo. No ha estado mal.

Su semblante poco a poco fue regresando a la normalidad, pero a diferencia de antes ahora llevaba una sonrisa llena de malicia.

—Podria hacerme adicta a esto...—susurró—Si, definitivamente tengo que quitarselo todo.

Quizás no estuvo del todo bien mostrarle la luz a Raven. Ahora ella quería tenerla para siempre sin importarle nada y la culpa era totalmente mía.

***

N/A

Lucian es el ejemplo de esos que aman a una persona tal cual es, con todos sus defectos y dobles personalidades incluidas. Jjsjsjs

Me gustaría terminar esta novela pronto y traerles alguna otra, o actualizar Lets go que la dejé en espera. Por si no sabían, ésta novela empieza un año antes de lets go y quería concluirla primero ya que Cassie y Chris son hermanos. Ya saben, para no spoilear.

Me despido hasta mañana seguramente, un beso. ;3