05
Las vacasiones habían comenzado y yo estaba contenta con eso. Me gustaba dormir hasta tarde y disfrutar de mi tiempo libre, pero lo que más me gustaba era que no tendría que soportar las miradas y el cuchicheo de las personas. De lo único que no fui capas de librarme fue de Scott, que insistía en sacarme de casa para ir a divertirnos. Me pregunté si era un mantenido por sus padres por todo el tiempo libre que tenía, pero nunca se sabe, con él todo es una sorpresa.
—¿Realmente no tienes nada mejor que hacer?—dije al verlo parado en mi puerta.
—Pasar tiempo contigo es lo mejor que tengo para hacer—dijo sonriente—¿Vamos?
—Eres pesado...—bufé.
—Y tu una gruñona—dijo desafiante.
Lo miré con odio y se rió, era un tonto, pero era el único amigo que tenía. Me senté en el sillón y me crucé de brazos.
—No quiero salir hoy.
—Entonces veamos una película—dijo—, tengo tiempo para ti.
No tenía ganas de discutirle así que fui a preparar palomitas y algo de beber. Entré en la cocina y puse música baja para entretenerme de mientras. Al cabo de un rato, volví con el aperitivo y Scott silvó.
—Ese pijama te sienta muy bien... Tu look natural es sexy.—bromeó.
—Callate idiota—dije golpeandolo en el hombro—, no eres alguien que amerite que me arregle, "amigo"—gruñí y él se puso la mano en el corazón haciéndose el dolido.
—¿Debería convertirme en alguien que sí?—me guiñó el ojo y se rió.
—No juegues conmigo—gruñí—,agradece que te permití ser mi amigo.
El me abrazó y me agradeció, y yo morí por dentro. Sentí todo tipo de emociones. Se que es tonto, pero era el primer abrazo que me daban en más de 10 años y me desconcertó demasiado.
Scott me vio en mi mini estado de shock y volvió a abrazarme.
—Si pones esa cara, te verás demasiado vulnerable, Cassie no llores...—me acarició la espalda.
No fue hasta que él lo dijo que note como caían las lágrimas por mis mejillas. Era un gesto demasiado grande para alguien como yo, al menos eso creía. Tardé unos minutos en componerme y ni bien pude safarme de Scott me fui al baño y me encerré allí.
—Cassie... ¿Estás bien?—dijo golpeando la puerta.
—Saldré en un momento.
No podía creer la facilidad con la que Scott rompió mi muro. Soy demasiado débil ante él y eso no es bueno. No debo bajar la guardia, no debo dejar que se siga acercando.
Salí del baño y Scott ya me estaba esperando con la película en pausa. Me miró atentamente pero no dijo nada, lo que agradecí bastante. Supongo que él sabía que no era normal, pero me entendía y me esperaba.
Cuando terminó la película, platicamos un rato hasta que sonó el celular de Scott y se excusó para hablar. Al cabo de un rato regresó, su cara estaba algo triste.
—Lo siento, Cass... Tengo que regresar al trabajo. Nos vemos luego.—dijo mientras tomaba su chaqueta y se iba.
Yo me quedé atónita nuevamente, el señor tenía trabajo. ¿Acaso era parte de la mafia o algo así? Me quedé un rato ahí parada, intentando asimilar aquello y tratando de adivinar su oficio. Definitivamente tengo que averiguar más sobre él. Es divertido que sea una caja de sorpresas, pero peligroso a la vez.
Cuando quise darme cuenta ya era de noche y tenía que preparar la cena. Tuve que salir a comprar lo que faltaba, algo que raramente ocurría. La tienda de conveniencia no estaba lejos así que no tarde en llegar. Recorrí las pequeñas góndolas hasta encontrar el puré de tomate. Fui a tomar uno cuando chocó mi mano con otra más grande.
—Lo siento—dije volteando a ver a la persona a mi lado.
Algo que no hubiera esperado era encontrarme a alguien de mi pasado allí, pero así fue. Ante mis ojos estaba un morocho de ojos claros, los años le habían favorecido convirtiéndolo en un hombre muy apuesto. Llevaba una camiseta negra y unos jeans azules. Su mirada se clavó en mí y me puse nerviosa, quería huir al igual que lo había hecho antes. Conocí a Lucian cuando era más chica, él fue mi primer amor. Me gustaba, me atraía, sentía que todo podría cambiar con él cerca mío, creía que sería diferente. Sin embargo, se enteró de mi pasado gracias a mi hermano y yo no quise ver como me rechazaba, como me miraba con odio, como me despreciaba, así que huí. Me alejé de él y luego no lo volví a ver, hasta ahora.
Al principio me pregunté qué pensaba él y que hubiera pasado si me quedaba en vez de huir, pero ya era tarde, ya había perdido todo. No esperaba volverlo a ver aquí y es por eso que mis piernas estaban temblando, los nervios me provocaron un nudo en la garganta y no fue hasta que dirigió su vista a nuestras manos juntas que pude respirar.
Corrí mi mano inconscientemente y me voltee para irme, no quería estar más tiempo allí. Soy muy cobarde para afrontarlo.
—Ha pasado tiempo—su voz era mucho más gruesa e iba mejor con su apariencia—, Cassie...
Sus palabras me detuvieron en seco. Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo en cuestión de segundos.
Mi mente volaba frenéticamente, pensando todo tipo de situaciones posibles, formas de huir, respuestas, todo. Aún así, él logró espantar todas mis ideas en un segundo. Apoyó sus manos en mis hombros y me giró lentamente.
—Cuando una persona te habla, debes verla a los ojos—dijo en tono serio—, no pensar mil formas de huir de ella.
Me exalté al oírlo, y recordé que siempre fue bueno para adivinar lo que pensaba. Podía llegar a ser incómodo, pero él se encargaba de solucionarlo siempre. Era muy buen chico, si bien no era el más popular ni el más lindo, él tenía una personalidad muy agradable y eso me gustaba. La primera vez que me habló me sentí en las nubes, no podía creer que el sol brillara para mí pero lo hizo, aunque no por mucho tiempo. Soñaba con vivir un hermoso romance con él, pero no resultó como yo quería. Yo sabía que iba a llegar el momento en que todo termine, mi pasado es demasiado oscuro, yo no soy una buena persona como todos creen, y él terminó enterandose.
—Baja a la tierra—dijo y reaccioné. Aún así no podía decir nada, estaba paralizada.
Entonces, Lucian me tomó de la mano y me sacó de allí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro