🖤 Capítulo 10 🖤

Any

Abro suavemente la puerta para salir de mi edificio. Poso mi mano en la boca para callar un bostezo. No pude dormir bien anoche, desde que regresé de casa de Nick mi cabeza está hecha un asco. La velada fue muy bonita, y hasta, no estoy orgullosa de eso, casi nos besamos; pero todo se fué al carajo cuando volví a abrir los ojos y me dí cuenta de que él es un mafioso, que debo entregar a la policía. Solo debo hacer que pierda la apuesta y así obtendré un cargo más alto del que ya tengo. Será más fácil darle Jaque Mate a su imperio.

Levanto la vista y veo que Joshua me espera como siempre, lo que como de costumbre hay un auto detrás de su camioneta. Pues sí señores, desde que el supuesto desconocido "odio a los Murray" hizo sus amenaza, cada vez que me recogen o me traen, voy custodiada. Sin embargo Nick siempre anda solo, no le gusta tener garrapatas como suele llamar a sus guardaespaldas. Muchas veces he escuchado a Jonh, el encargado de su seguridad, recriminarle por eso; y el ojos grises siempre le saca el dedo del medio como respuesta.

- Buenos días, señorita Any. –saluda con una reverencia muy graciosa

- Buon giorno signore Joshua (Buenos días señor Joshua) –sonrío

- Tienes un acento muy bueno. –abre la puerta del copiloto para mí aunque sabe que no me gusta

- Gracias

El trayecto lo pasamos como siempre, conversando sobre cosas triviales.

- Doy las gracias por no tener que usar más esa estúpida venda. –junto mis manos como si estuviera rezando

- Nick te tiene cariño. Mira, hasta te puso escoltas. –Joshua sonríe pero parece más una mueca

- Si hablas de los idiotas de allá atrás, yo soy mucho más peligrosa que ellos. –digo mirando por el retrovisor el auto que hay detrás de nosotros

Y entonces recuerdo:

"...Mis hombres solo piensan con el pene y para mí eso es lo mejor, o sino ya se me hubieran revelado. Por eso te tengo a tí, para que pienses, para que uses ese gran cerebro que tienes. Porque si en verdad solo fueras un culo y tetas no te necesitaría, mujeres hay un montón pero a tu altura, no lo creo."

Increíble cómo pudo desmantelarme por unos minutos con solo palabras, y como pudo hacer que casi quisiera darle un tiro en menos de diez segundos.

- La policía hizo un gran trabajo con lo de los almacenes. De seguro se ha creado tremenda discordia entre los jefes por lo sucedido. –sonríe triunfante

Ahora debo tener cuidado. Cuando cosas así pasan es cuando empiezan a buscar un posible "sapo", como suelen llamarle a los soplones, espías o traidores. Y aunque tenga a mí querido "jefecito" en la palma de la mano estoy segura que más de una persona dudará de mí. ¡Arg, por eso no me gustan este tipo de misiones!

"- Pero ustedes van a arreglar lo que pasó. Sobornen a quienes tengan que sobornar, maten a quienes tengan que matar. Es más, –se lo piensa– no quiero testigos. Así que me le cierran la boca a todos los que cogieron presos. Y yo después me encargo de darles una buena indemnización a las familias."

Cada vez que me acuerdo de esas palabras me dan deseos de vomitar. Esta mañana no sé cuanto tiempo me pasé lavándome la boca; estuve apunto de compartir saliva, como llama mi mamá, con Nick. Pero no les puedo negar que quedé un poco decepcionada. Sé que leí su expediente y todas las cosas que hizo, pero por un momento me pareció vunerable.

"- Cuando niño quería ser arquitecto y construir edificios que llegarán al cielo. Ese sueño duró hasta que con solo 8 años mi padre me mandó a presenciar sus ventas de drogas. Ni hablar de la cantidad de chivatos que lo ví asecinar. Todo delante de mí. Cada vez que quería mencionar lo de mi sueño él venía y me decía que me olvidara de esa mierda, que mi único sueño debe ser mantener el honor de la familia en alto."

- ¿Está todo bien? –una voz me saca de mis pensamientos

Miro a Joshua y por su cara la mía debe ser preocupante.

- Todo está bien. –respondo tratando que mi voz suene segura

Él pone una de sus manos sobre la mía, me mira y me sonríe unos segundos antes de volver a poner su concentración en la carretera. Su celular suena y lo veo leer un mensaje. Su rostro cambia y antes de que pueda decir algo cambia el rumbo.

- ¿Por qué nos desviamos? –pregunto

- Erick organizó una reunión a última hora con todos los funcionarios de altos cargos, eso te incluye. Además eres la mano derecha de Nick, debes estar ahí. Él ya te está esperando. –suspiro y miro por la ventana

Veo como pequeñas gotas ruedan por el cristal anunciando que está empezando a llover.

- ¿Estás segura que todo está bien? –pregunta

- Tutto bene Joshua, tutto bene (Todo bien Joshua, todo bien)

***

Quedé asombrada con el lugar donde se haría la reunión. Era en una casa bastante grande parecida a una mansión. Era de madera y el blanco adornaba todo el lugar. Después que pasamos el portón principal avanzamos hasta llegar por fin a la casa. Habíamos tenido que caminar a partir del inicio del portón, aunque estaba lloviznando. Por seguridad los autos no pueden entrar, para que no pasen cosas como la bomba en el auto de Nick.

Ibamos a entrar ya en la casa pero me detuvieron unos guardias.

- Revisión. No puede entrar con su bolso señorita –dijo uno de ellos

Bufé y les dí mi bolso, pero primero saqué los papeles del trabajo (registros de las cuentas, finanzas, negocios y comercios de Nick). Por supuesto, también los revisaron. Luego revisaron mi cuerpo, debo decir que más de lo normal, hasta que estuvieron convencidos que no llevaba armas. A Joshua no le hicieron nada de eso, solo tuvo que entregar una pequeña identificación parecida a un carnet de identidad al igual que los demás hombres que venían conmigo. Debería pedirle a Nick uno, así haber si me ahorro que los hombres se detengan a toquetear mi cuerpecito.

A nuestro lado apareció una joven muy bien vestida.

- Buenos días señores, ya saben cuál es el camino. Señorita, –se dirige a mí– sígame por favor.

Joshua me guiña un ojo y sigue a los demás hombres. Me dejo guiar por la joven por los pasillos de la casa. No eran tan largos como en la mansión de Nick pero si anchos. Se detiene en una puerta y da tres toques como si estuviera contando. Otra joven abrió la puerta y me hizo un ademán con la cabeza para que entrara. Era un gran salón con una mesa extrafamilar, imagino que esta sea la sala de reuniones. Habían como promedio diez sillas. Las amplias ventanas de cristales, que a simple vista pude ver que eran blindados, reflejaban la lluvia. Nick se me acerca con una sonrisa. Vestía un traje negro sin corbata (al parecer no le gustan) y tenía su hermosa cabellera rubia castaña bien peinada. Como usualmente para trabajar visto bien elegante no me avergüenzo al ver a todos a mi alrededor desfilando trajes super costosos. No me doy cuenta que me he quedado como boba mirando a Nick hasta que habla.

- ¿Te gusta lo que ves? –sonríe pícaramente

- ¿Puedo ser sincera señor Murray? –él asiente– Usted se vé bien como sea pero le queda mejor el gris o el azul claro. Combinan mejor con sus ojos.

Se acerca más a mí, tanto que me tomo el atrevimiento de poner mis manos en su pecho. No quito la vista de sus ojos.

- Para la próxima lo tendré en cuenta. –se inclina hasta que su boca queda a la altura de mi oído– Gracias

Muerdo mis labios con fuerza casi sacándome sangre de ellos ¡Maldición!

«Este hombre habla bien, huele bien, se ve bien y está más que bien.»

¿¡Qué estoy pensando!?

Un carraspeo me devuelve a la realidad y me recuerda que no estamos solos. Me separo de Nick para observar a la persona que llamó nuestra atención. Y ahí, delante de mí, está el poderoso Erik Murray. Nick era la copia exacta de su padre: guapos, de ojos grises fríos y pelo rubio, lo que el de Nick es con tonos castaños que me imagino que sea por su madre. Hasta vestían igual, la única diferencia era que Murray si está usando corbata.

Saco mi mejor sonrisa y miro a Erik con la cabeza en alto. Espero para que Nick sea el que me presente.

- Papá ella es.....

- Any River. –termina por su hijo– Mucho gusto, Erik Murray.

Me tiende la mano y la acepto. Su agarre es suave pero decidido y me da a pensar de que me está examinando, sus ojos no dejan de mirarme y su expresión es neutral. Se inclina para dejar un pequeño y corto beso en el dorso de mi mano, y ahora sí sonríe.

- Es una mujer muy bonita.

- Muchas gracias, usted no se queda atrás. –devuelvo el halago

- Y veo que mi hijo no pierde el tiempo contigo. –arrugo las cejas por su comentario

Miro al susodicho y este se rasca la nuca, ¿está nervioso?

- La señorita River y yo solo somos....

- Jefe y subordinada. –lo corto de manera fría, seria y brusca, encarando a su padre– Me gusta ser profesional en todo momento.

Erik mira a su hijo pero vuelve a fijar su atención en mí. Él es el jefe superior y yo siendo una simple trabajadora le he hablado como si fuera la presidenta del país. Se acerca a mí hasta que se posiciona a un costado.

- Bienvenida y encantado de conocerte. Hace mucho tiempo no veía a mujeres como tú, fuertes. Mi hijo hizo una buena elección al contratarte. –da unas palmaditas en mi hombro y sigue su camino

No me doy cuenta que había dejado de respirar hasta que no siento su presencia. Nick me sonríe y ahueca una de mis mejillas.

- Relájate, de verdad le caíste bien al viejo. –dice

- Eso espero. –susurro

Una persona más entra en la sala que por su vestimenta debe ser otro jefe. Todos los hombres no paran de mirarme, no sé si es porque de verdad soy muy bonita, aunque eso lo sé, y porque soy nueva. El señor Murray da unos golpecitos al vaso llamando la atención de todos los presentes.

- Ocupen sus puestos. Es hora de empezar la sesión.

¿Qué será lo que pasará en la reunión? Espero que les haya gustado el capítulo. Y Recuerden: si les gustó voten y comenten. Ciao👋