Atsuko Kagari Pov

Segundo día...y Diana parece calmada, no ha demostrado ningún signo de ¿Enojo? O ¿Enloquecimiento?, Me encuentro en una habitación lleno de libros y un escritorio. Almorcé hace dos horas en el comedor acompañada de Diana y sus primas. Es necesario que este a su lado para evitar que suceda algo malo, y por ese motivo discutimos en la mañana. Se siente mal que me encuentre a cada momento detrás de sus pasos como un cachorrito abandonado que le dan amor por primera vez después de mucho tiempo. Sin embargo, lo hago para el beneficio de muchas personas e, incluyéndonos. Entiendo perfectamente que se haya en un estado emocional poco inclinado, pero, eso cambiara mañana.

—He estado pensado en la petición que me hiciste —sostiene un libro.

—Inclino mi espalda, mirándola curiosa— ¿Cuál?

—Terminar el año restante en Luna Nova.

Oh... Recuerdo decirlo en el baile de mi graduación y, me encantaría convertirme en una bruja oficialmente.

—Exhala suavemente y voltea a verme—después de acabar con mis responsabilidades pendientes, podremos comenzar a matricularte este verano.

—Levanto mis cejas asombrada— ¿Enserio?

—Asiente ligeramente, dirigiendo su mirada a la estantería—podremos vernos los fine-

La abrace fuertemente, interrumpiendo sus palabras y siguiente acción, sentí su cuerpo tensarse de la sorpresa, pero poco me importo y oculte mi rostro en su cuello, emocionada y feliz. Podre ser una bruja... cumplir ese sueño que había dejado aun lado en mis pensamientos cuando abandone la academia, y que fluyo a pocos años de mi edad... ¡Que emoción! ¿¡Chariot será mi profesora otra vez!? ¡No puedo esperar para averiguarlo!

—Gracias... —susurre, aferrándome más a su cuerpo.

—Acaricia mi cabeza—de nada, Akko. Nuevamente aclaro que primero debo terminar mis actividades pendientes.

—¡Cierto! —me separo un poco, observando con más interés el sitio en donde me encuentro—. ¿Qué hacemos aquí?

—Vine en buscar de un libro que tratase sobre las culturas pasadas de los Cavendish. Desafortunadamente no se haya en ningún lugar de la biblioteca, y creí encontrarlo en esta habitación de libros prósperos que pasaran hacer historias en algunos museos del país.

¿Se llevarán los libros? ¿No contienen conocimiento mágico?

—¿Estás de acuerdo con eso?

—Coloca el libro sujetado en el lugar tomado y voltea a verme—al principio no. Las reliquias Cavendish conservadas durante muchos años no deben exponerse ante las demás personas que puedan cometer un robo o algo parecido. Sin embargo, he cambiado de parecer debido a una conversación respeto al tema con mi tía, que involucro un par de objectos más que serán exhibidos.

—La miro no muy convencida— ¿Le pondrán un hechizo antes de entregarlos? ¿Verdad?

—Sonríe ligeramente—por supuesto, la seguridad es lo primero —sitúa sutilmente una mano en mi cintura—. ¿Qué piensas de salir esta noche?

¿Qué? E-ese cambio de tema fue repentino...

—¿Co-como una cita? —consulte, un tanto nerviosa.

—Se ruboriza levemente—s-si... podría tomarse de esa manera.

—Sonrió y me sonrojo igualmente—me encantaría.

—Deposita un beso tierno en la punta de mi nariz y se aparta, revisando el cuarto. —Daryl, hará una celebración en la mansión el día siguiente de la ceremonia que me convertirá oficialmente en la líder de los Cavendish. Una fecha que cae exactamente en la festividad de año nuevo.

¿Año nuevo?, espera ¿¡Ya paso navidad!?

—¿Que paso con navidad?

—Me mira de reojo—eso fue hace tres días, Akko.

¿¡Un día antes de viajar a Inglaterra!? ¡No puede ser! ¡Me salte la navidad!, pero... recibí muchos dulces y regalos... sin embargo, me hubiera gustado celebrarlo; será el otro año.

—Anteriormente en nuestro almuerzo en la mesa. Específicamente cuando estabas concentrada con el postre y tu mente únicamente le prestaba atención a eso. Anna me hablo de un pequeño festival de año nuevo en la ciudad. No estoy enterada de que cosas pueden hallarse o haber en la plaza, pero posiblemente sea de tu agrado.

Dulces... quiero dulces.

—Suspira cansada, apoyando las manos en el escritorio—creo saber en dónde se encuentra el libro que busco. ¿Recuerdas el lugar que fue usado como hospital secreto desde la edad media hasta el iluminismo en la mansión?

La ves que sano mis heridas de mordidas causadas por las serpientes de su tía y trate de convencerla en volver a Luna Nova. Fue hace cuatros años.

—Asiento en afirmación— ¿Bajaremos?

—No ahora —se da la vuelta y camina hacia la otra estantería—, lo haremos en la ceremonia.

No recuerdo haber visto libros en ese sitio, solamente pociones, pero cuando desperté la quinta palabra de Arcturus al aprender el sueño de, Diana de preservar el legado desinteresado de la familia Cavendish sin renunciar a Luna Nova; persuadiéndola a creer en su corazón. Había libros bajo el agua y estanterías gigantes sujetadas por las raíces del gran árbol. ¿Sera que hablara de ese sitio?

Me acerque al escritorio e, instintivamente empecé a revisarlo para no aburrirme y matar el tiempo mientras Diana se encarga de buscar... lo que sea que esté buscando; ya que el libro que quiere, no se encuentra aquí. Abrí uno de los cajones y mire extrañada una hoja dentro de un vidrio... ¿Por qué un pedazo de papel estaría en un cuadro?

Lo tomé entre mis manos y empecé a leerlo mentalmente, sorprendiéndome de quien la escribió. ¿La madre Diana le dejo una carta antes de fallecer? ¿Diana sabe de es-

Flashback

—Necesita cambios.

—Levanta una ceja— ¿Qué crees que requiera?

—¿Cosas electrónicas?, Ya sabes modernidad.

—Junta sus manos detrás de su espalda— ¿Mi hogar no es de tu gusto?

—Me sobresalto— ¡N-no quise decir eso! ¡Me encanta la mansión! ¡Es grande y....espaciosa! ¡Y-

—Ríe levemente, interrumpiendo mi palabrerío—tranquila, entiendo lo que tratas de decir —mira el techo—. Mi tía es la dueña por ahora, y no tengo el derecho de mover algunas cosas en mi hogar.

—¡La convenceré! —exclame con seguridad.

—Sonríe divertidamente—sería un deleite verte intentándolo.

.

.

—¿Que significa? —pregunte dudosa mirando con enojo las páginas del libro.

—Me observa de reojo, sosteniendo un libro más grueso, pero ligero que el mío—creí que la invitación dada esta tarde era para hacer un acuerdo entre nosotras sobre el posible castigo que tendrás por motivos que has cometido en la noche. Robar tartas es una de las cosas que debes dejar de hacer si quieres evitar ser atrapada por mi persona, y luego ser llamada por la directora.

—Hago un puchero y recuesto mi barbilla en la mesa—lo sé, pero el examen de la profesora Piscis es mañana y no entiendo nada.

—Suspira ligeramente y cierra su libro—no me molesta enseñarte lo necesario para que pases con una buena calificación, pero me gustaría conocer primero la propuesta que mencionaste con anterioridad si llegaba a disminuir las horas de tu castigo. Llevamos exactamente treinta minutos en la biblioteca, y desconsideradamente no has dicho ninguna simple palabra respecto al tema primordial. Aparte que intentas comprender la lectura del libro que se encuentra bajo tu cabeza.

—Inflo mis mejillas—lo siento...

.

.

—¡Diana! ¿Porque me ignoras?

—Detiene sus pasos y voltea a verme con sus mejillas ligeramente ruborizadas—lo lamento, Akko... ¿Deseas hablar de algo?

—Si, me encuentro confundida —visualizo mi entorno, asegurando que no se encuentre nadie cerca—. Hace una semana me pediste ser tu pareja...y has estado evitándome estos días. ¿Te arrepientes? —la miro con un semblante dolido.

—Aprieta su mano derecha—n-no... —hace una pausa corta, mirando a otro lado unos segundos para luego, observarme otra vez—. Pido disculpas nuevamente por mi comportamiento, he estado ocupada con algunos...asuntos...

—Levanto una ceja y coloco mis manos en la cintura— ¿Enserio? —pregunte no muy persuadida.

—Se muerde el labio inferior, disculpándose con la mirada—

Suspire resignada y me acerque tomando sus manos, ella se tensó ante el contacto y el sonrojo inevitablemente aumento. Sonreí complacida y situé una mano en su mejilla, acercando mi rostro y deteniéndome cerca de sus labios. Percibí en sus ojos nervios, ansias y miedo. Finalmente, le plante un beso cerca de su comisura. No quería que alguien apareciera de repente en los pasillos y nos descubriera. Después de acabar mi almuerzo en la cafetería, pude alcanzarla y aclarar mejor las cosas entre las dos.

.

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—Metamorphie Faciesse! —exclame, transformando mi cuerpo en un ratón.

—¿Es la única transformación que logras hacer correctamente? —pregunto, examinándome con dos dedos en su mentón.

—Si —contesto, felizmente por mi cometido.

—Inclina su espalda, contemplándome más de cerca—creo que tendremos mucho trabajo que realizar y obligatoriamente deveras aprender a pronunciar mejor cada uno de los hechizos. Comenzando con lo básico de la lingüística.

—Inflo mis mejillas de ratoncito—¿No te gusta?

—Levanta sus cejas, y recompone su postura—no me malinterpretes, me sorprende el hecho que puedas conseguirlo, teniendo en cuenta la baja experiencia que posees de magia en este momento.

—Ladeo mi cabeza hacia la derecha—apenas llevo un mes de haber recuperado mi magia.

—Sonríe sutilmente—concordemos la hora del día de hoy para que vayas a la biblioteca y te entregue unos libros que podrán ayudarte en tu aprendizaje. ¿Estas dispuesta a no dormirte comenzando la lectura y poner de tu parte para mejorar?

—Alzo mi patita derecha—¡Si!

—Asiente levemente—¿Te parece vernos antes de la cena?

—Vuelvo a mi forma normal, quedando sentada en la mesa—está bien —me bajo de un salto.

—Desliza con delicadeza sus dedos por sus mejillas—bien, nos vemos dentro de unas horas —retrocede y se da vuelta, encaminándose a la salida del salón.

—Oye... —juego con la punta de la varita.

—Detiene sus pasos—¿Sí? —me mira de reojo.

Me sonroje ligeramente y avance despaciosamente. Estando a una distinción cerca, aproxime mis manos a su cuerpo, pasando primero por su cintura y subiendo hasta su espalda, para después, enrollar completamente mis brazos, atrayéndola a mí en un cálido abrazo. Ella no reacciono, pero pude sentir su cuerpo tensarse y ojear un poco su expresión de asombro e impacto ante mi acción realizada.

—Gracias... —susurre.

Me separé luego de unos segundos y me despedí alegremente, conteniendo el palpitar acelerado de mi corazón y tratando de ocultar mi sonrojo que, se volvió más notable.

Fin del Flashback

Parpadee muchas veces, saliendo de mi trance y tropezándome con mis piernas, cayendo de trasero en el suelo con el cuadro en mi mano que, por suerte, no se rompió. Escuche el llamado confundido y sorprendido de Diana, acercándose rápidamente. ¿Qué ocurrió? ¿Porque de repente recordé esos pequeños momentos convividos con Diana? Todo me da vueltas...

—¿Estas bien? ¿Qué sucedió? —pregunto, hincando sus rodillas para estar a mi altura.

—Eso quisiera saber —sobo mi cabeza y le extiendo el cuadro—. ¿Tiene magia?, o ¿Alguna especie de hechizo?

Diana lo agarro, tomándose su tiempo para leer lo contenido y averiguar lo que provoco mí, ahora malestar. Me duele la cabeza.

—¿Dónde lo encontraste?

—En una de las gavetas, lamento si no fu-

—No te preocupes, de-debo hablar con mi tía —pestañea dos veces y deja el cuadro encima del escritorio—. ¿Estás bien? —pregunto nuevamente, mirándome con preocupación y tomando sutilmente mis brazos.

—Cr-creo que si... ¿Tenía un hechizo?

—Siento magia provenir de la hoja, pero no puedo despojarla hasta descubrir que tipo es.

—Cierro mis ojos y recuesto mi cabeza en la pared tras de mi—

Gira...gira...

—¿Segura estas bien? ¿Quieres que-

—So-solamente —arrugo el entrecejo—, me encuentro mareada.

—¿Que ocurrió cuando lo tomaste? —coloca una mano en mi mejilla, acariciándola con el pulgar

—Empecé a recordar... cosas de nosotras, no eran malas —aclaré—. La primera vez que me invitaste a pasar la navidad contigo y hable sobre los cambios en la mansión. Luego, cuando acudí a ti por uno de mis castigos, pero terminamos estudiando. Después, la vez que me ignoraste una semana tras haberme pedido ser tu novia. Y por último, el comienzo...de mis practicas...y—bostezo—...estudios en la ma...gia....

—Akko —palmea suavemente mi mejilla—. Te llevare con Daryl y descubriremos lo que sucede.

¿Me estoy durmiendo?, quiero descansar ahora mismo... Sentí una mano pasar debajo de mis piernas y otra en mi espalda. Seguidamente, mi cuerpo fue cargado y sacado de esa habitación. Abrí un poco mis ojos con pesadez y coloqué una mano en la hermosa mujer que me lleva como una princesa a....quien sabe dónde.

—Eres preciosa... —sonrió torpemente, soltando una pequeña risa para luego acurrucarme en su pecho y hacer círculos imaginarios en este.

—Akko.

—Diana... llévame a tu habitación —dije...en un tono sensual.

Empecé a deslizar mis manos por sus hombros, subiéndolo despaciosamente a su cabellera, hundiendo mis dedos en su...suave, sedosa, larga, ondulada y hermosa cabellera. Deleitándome con cada mechón; enredando algunos en mis dedos índice y medio. Luego de unos... ¿Minutos? ¿Horas? ¿Segundos? No lo sé. Mi espalda sintió la comodidad y suavidad de los cojines de un... ¿Sofá? No importa, podemos hacerlo aquí, espera ¿Qué?

—Anna, llama a Daryl.

—Hace una reverencia—enseguida, señorita Cavendish.

—Pone su mano derecha en mi frente—tienes fiebre, tu temperatura aumenta.

¿Así?, Ahora tengo ganas de vomitar.

—Sujeto mi estómago, cambiando mi posición a una fetal—es tu cu-culpa, me embarazaste —acuse, cerrando mis ojos.

—¿Perdón? —pregunto indignada y asombrada.

—La miro con molestia— ¿Porque me siento mal?

—Sacude ligeramente su cabeza, ignorando mis palabras anteriores—n-no lo sé, Akko. En unos minutos lo averiguaremos.

Recuerdo lo que leí en ese papel, era una carta de despedida de su madre, ¿Por qué no le sorprendió?, o ¿Se sintió emotiva?, Mis emociones se encuentran a flote en este instante que creo que...empezare a enloquecer. Todo me da vueltas y trato de no delirar tanto o dejar que cosas tontas salgan de mi boca e, inclusos pensamientos pervertidos que, aparecen súbitamente en mi mente como bolas de nieves golpeando mi rostro. Un momento...esa no es una buena comparación. No sé ni lo que pienso, pero aún me encuentro cuerda, un poco, creo.

—Be-bernadette, escribió unas últimas palabras para ti... pensé que te sentirías feliz.

—Levanta una ceja—Akko, el papel que me entregaste estaba en blanco —aclaro, observándome con extrañes.

¿Que?

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Fin del Cap. 56