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Cap. 52

Atsuko Kagari Pov

—Nat...suki—pronuncie sorprendida.

¿Qué está haciendo ella aquí?...

—Buenas tardes, Akko—guiña.

—Es un gusto verte otra vez—sonríe nervioso ¿Ren?

Voltee a verlo atónica percatándome de las otras presencias frente a mí. Ren...Kokoro y Takeru. ¿Qué están haciendo aquí?, Sacudí mi cabeza ligeramente saliendo de mi trance y fruncí el ceño mirándolos con enfado. No es momento para reconciliaciones y, Diana, no se encuentra en buen estado, no debo provocar sus emociones con personas conocidas que causaron estragos y decepciones en mi vida, no siempre Diana, tiene que encargarse de mis problemas. Cruce mis brazos dispuesta a pedir amablemente que se retiraran, hasta que, un suspiro profundo y cansado proveniente de la habitación me detuvo, girando enseguida mi cabeza para verla.

—Habla con ellos. Hare una llamada—aviso acercándose a la mesita en donde se encuentra el celular.

¿Es enserio? No puede ser... Es cierto que, Natsuki, no detendrá sus ganas de hablar conmigo hasta que lo haga y extrañada mente trajo consigo a los demás, posiblemente los está usando de señuelos o excusa para hacer esta visita inesperada, ya que, si hubiera venido sola, Diana personalmente se encargaría. Espera un momento ¿Como sabían en que hotel estamos? ¿Los medios de comunicación son tan fuertes para darle la dirección a cualquiera? No importa, ya están aquí. No teniendo otro remedio hice caso, agarré mi abrigo antes de abandonar la habitación y ser seguida por mis antiguos compañeros.

El silencio en los pasillos y ascensor fue realmente incomodo, pero me limite a no comenzar una conversación aún, pienso charlar cuando estemos en un lugar más cómodo. Los observe de reojo notando los nervios de Kokoro, Ren y Takeru, sin embargo, Natsuki está tranquila mirando la pantalla del ascensor. Sus vestimentas de invierno abrigan muy bien sus cuerpos y las bufandas ocultan la mitad de sus rostros, la ex presidenta del consejo estudiantil es la única que porta botas oscuras que, combinan perfectamente con su atuendo blanco y rosado. ¿Acaso la mayoría de los niños ricos saben vestirse bien? No es que tenga envidia o algo parecido, muchas personas pueden hacerlo mejor, solamente me da curiosidad.

Diana, me conto anteriormente sobre su rutina en la mansión cuando era una niña y los estudios que conllevo a pasar de los años, aparte de, las enseñanzas de su sirvienta Anna y una maestra más que contrato su tía. También, nunca dejo de lado sus entrenamientos mágicos, aunque no tuviera a su madre consigo, prometió superarse y esas cosas son las que más empecé a admirar con el tiempo.

Llegamos a la planta baja ubicándonos en unos muebles cerca de la recepcionista del lugar, nos sentamos al mismo tiempo descansando nuestros cuerpos en la suavidad de los cojines. Natsuki llamo a un personal del hotel y ordeno unos capuchinos para todos, para luego mirarme con detenimiento apoyando sus codos en los brazos del sillón. Me moví un poco en el sofá sintiéndome incomoda ante su mirada, pero no lo demostré abiertamente manteniendo mi semblante enojado y esperando impacientemente sus palabras.

—Primero, queremos pedirte disculpas—hablo Kokoro rompiendo el silencio.

¿Otra vez?

—Lamentamos no haberte creído y apartarnos de tu lado—siguió Takeru.

—Sabemos que anteriormente te dijimos lo mismo y, aun así, estuvimos distantes—rasca su cuello de forma angustiada, Ren—. Lo sentimos, Akko.

Me quedé observando unos minutos cortos sus rostros de arrepentimiento, no respondí y dirigí mi mirada a Natsuki, quien no ha dejado de verme, cruzo sus piernas y relajo sus hombros.

— ¿Que necesitas? —pregunte enojada.

—Sonríe apartando su mirada a las paredes del hotel—es un hermoso lugar.

—Tenso mi mandíbula empezando a irritarme—

No vengas con juegos. Estando a punto de responderle y obligarla a ir al grano de una vez. Un camarero interrumpió con una bandeja en sus manos pidiendo permiso, deposito las tazas en la mesa de vidrio frente a nosotros. Mis ex amigos del instituto no dudaron en tomarlas de inmediato, comenzando a soplar antes de beber, seguidamente, Natsuki, agarro la suya con delicadeza y acerco la taza a sus labios inhalando el aroma que este posee.

—Totalmente relajante para un día de invierno—dijo bebiendo un poco.

Mire mi capuchino y nuevamente suspire sin querer tomarlo, entrelace mis dedos en mis piernas y recosté mi espalda en el cómodo mueble, cerré mis ojos tratando de calmar mi reciente enojo por sus presencias repentinas. No me molesta el hecho que, Kokoro, Takeru y Ren estén aquí, pero ¿Ella? No la quiero ver y menos estando con Diana, no obstante, admito que me causa un poco de nostalgia y remordimiento tenerla cerca de mí, otra vez. Está pasando por un mal momento y quizás desea mi ayuda. Suavice mi semblante y abrí mis parpados topándome con sus esferas de color amarillento, levante una ceja extrañada y ella hizo lo mismo sosteniendo su taza.

—Pareces más calmada—dice con una sonrisa satisfecha.

Estaba esperando que me tranquilizara. Bien pensado, no conseguiría nada teniéndome en ese estado.

— ¿Como te va con Diana? —pregunto Kokoro sonriente.

—Volteo a verla—bien—descanso mi codo izquierdo en el brazo del sofá, utilizando mi mano como apoyo para mi cabeza—, mañana me iré a Gran Bretaña en el primer vuelo.

—Eso es genial, ¿Tus padres están de acuerdo? —dijo, Ren.

—Preferiría no hablar de eso—respondí con cierta molestia.

Ellos quedaran atrás una vez que agarre ese avión.

—Asiente intimidado, desviando la mirada—

—Me llamaron—soltó Natsuki mirando el líquido en su recipiente—y me entere del choque que ocurrió hace unas horas—ríe levemente—. Algunos especulan ver una barrera que cubrió y protegió al automóvil al momento de colisionar—sonríe agradecida—. Cavendish actuó rápido y me alegra verte en buen estado—da un sorbo.

— ¿Que te dijeron? —pregunte sin darle tanta importancia a lo otro.

—Me mira con ternura—acudieron a mi cuando, Cavendish, abandono su hogar dejándoles en claro que no los quiere cerca de ti—hace una pausa pequeña—. No entiendo lo que desean que haga, no tengo poderes—ríe de manera divertida—. Los derechos de la empresa fueron heredados a mi hermano después de tener una charla no muy...—observa el techo—amigable que incluye la relación con mis padres—concluyo borrando la sonrisa de sus labios—. Como castigo trabajare el doble por tres años en el nuevo contrato que firme con la empresa Rioku—dirige su mirada a mis ojos, haciendo contacto de nuevo—. Quiero recordarte que nada de esto es tu culpa, me sobrepase cometiendo esa acción tan imprudente y ahora, estoy pagando por ello.

—Aprieto mis manos mirándola con preocupación—

Tres años... Rayos, eso es mucho tiempo.

—Diana, parece tener demasiado poder en sus manos—hablo Takeru, cambiando de tema mientras observa las personas caminar por la ventana de vidrio.

Si... Espera ¿Qué? ¿¡Se dio cuenta!?

— ¿D-de qu-que hablas? —pregunte nerviosa.

¿¡Acaso en ese accidente lo vieron!? ¿¡Alguien grabo ese momento!? ¡Es imposible! Estábamos dentro del auto, nadie pudo habernos visto.

—Su dinero, las futuras empresas y personalidad que, demuestran el gran estatus que posee—aclaro con una sonrisa en su rostro—. Tengo envidia, una chica hermosa y encantadora, multi millonaria y con un físico...

—Silencio—amenace.

Nadie habla del cuerpo de mi novia y agradezco que no fuera lo que estaba pensando, no sabría que responderles y seguramente trataría de no tocar ese tema con profundidad.

—Aclara su voz—lo siento, me deje llevar—bebe su capuchino.

—Conseguiste una joya muy valiosa—dijo, Kokoro.

—Diana, no es un premio, ni un objecto—digo un poco molesta.

—En eso tienes razón, pero muchos la consideran de esa manera—dice Natsuki mirando la ventana—. Hay personas de su mismo estatus interesadas en conocer más de la grandiosa, Diana Cavendish. Aunque, tenga pareja ellos usaran el dinero para tratar de cambiar sus pensamientos y dejarte a ti mal parada—acabo, tomando todo el contenido de su taza.

Son cosas de las cuales enfrentare con el pasar del tiempo, sin embargo, no creo que me abandone, Diana y yo hemos demostrado lo fuerte que son nuestros sentimientos. Suspire recargando mi cuerpo completo en mi asiento y nuevamente al intentar preguntarle sobre sus verdaderos motivos, la puerta del edificio se abrió súbitamente, mostrando a mis amigas recién llegadas charlando animadamente y note que está comenzando a oscurecer.

Miu fue la primera en voltear a mi dirección, eliminando su sonrisa y frunciendo el entrecejo de inmediato al reconocer a las otras personas que están conmigo. Amanda, noto su cambio de comportamiento y la abrazo de repente, provocando que sus mejillas se sonrojaran y la expresión de su rostro se convirtiera en una de sorpresa.

— ¿Que te sucede? Niña que ama el arte—susurro coquetamente cerca de su oreja.

—Exhala frustrada, apartándose un poco—eres muy pegajosa cuando estas pasada en alcohol.

—Acostúmbrate—dijo Hannah cruzando sus brazos.

—Hola, Akko—saludo Lotte acercándose y contemplando a las personas sentadas en los sillones—. ¿Kon'nichiwa? —dice insegura.

—Kon'nichiwa—saludaron todos, menos Natsuki que, solamente asintió con la cabeza.

— ¿Donde esta Diana? —pregunto Barbara aproximándose.

—En la habitación haciendo una llamar—conteste haciendo una seña con mis manos invitándolas a sentarse.

Mis amigas aceptaron tomando su tiempo para preguntar los nombres de mis ex amigos. Presencie la mirada molesta de Miu, causando que encogiera en mis hombros, sintiéndome aprisionada.

— ¿Que hacen aquí? —pregunto molesta mi compañera de lentes.

—Vinimos a disculparnos—respondió Ren.

—Arquea una ceja observándolos con sus brazos cruzados— ¿Otra vez? —suspira irritada— Daiana to akko o mitanode, kōdō suru koto o kimemashita ka? —chasquea su lengua— Akko ga sorera o hitsuyō to shita toki, karera wa doko ni imashita ka?

¿Ahora que vieron a Diana junto a Akko decidieron actuar? ¿Dónde estuvieron cuando Akko los necesito?

Natsuki carcajeo ligeramente llamando la atención de todos, se disculpó y llamo al camarero ordenando unas galletas. Lotte, Barbara y Hannah observaron un confundidas la situación. Amanda y Sucy demostraron su desinterés y Miu apretó su mandíbula esperando la contestación de ellos, pero ninguno respondió agachando la cabeza en arrepentimiento. Eso causo que mi amiga apartara la mirada furiosa y se recostara en el hombro de Amanda, quitando sus lentes.

—Este es un buen momento para que hagas esos cariñitos antes que explote y suelte palabras ofensivas—dijo frustrada cerrando sus ojos y acariciando el puente de su nariz.

Amanda la miro entrecerrando sus ojos y acaricio su cabeza con sutileza, para después abrazarla y apoyar su barbilla en el hombro de la contraria.

—Lamento aprovecharme, pero lo necesito—aclaro disfrutando de la cercanía de mi amiga.

Eso parece... Mejor no pienso nada.

B—No te preocupes, le agrada—sonríe.

L—Junta sus manos—cierto, la estábamos esperando, ¿Por qué no fueron?

—Hablare con ustedes en privado sobre eso.

H— ¿Ocurrió algo malo? —consulto, preocupada.

—Tal vez—rasco mi mejilla nerviosa.

No es el momento para haberlo, Miu, Natsuki y los demás no están enterados de lo sucedido en la academia y es mejor que eso se mantenga entre nosotras. El celular de mi amiga empezó a sonar, ella se disculpó leyendo el nombre del contacto para después apartarse de Amanda avisando que, debe volver a su hogar. La están esperando.

—Espero regresen bien a su destino, la pase muy bien hoy y agradezco que me hayan aceptado como su compañía—sonríe—. Akko, probablemente haga viajes en diferentes países e iré a visitarte—voltea a ver a mis amigas—. A todas ustedes.

A—No te...vayas...—imploro agarrando sus manos—a-aun no me has dado tu número—la mira con cariño haciendo un puchero.

Que tierno...

—Lo tienes—aclaro soltándose del agarre para después mirarme con una sonrisa complacida—. Akko, mucha suerte—muestra su celular suspendido con un colgante de Gutedama—. Seguiremos en contacto—guiña. 

—Sonrió complacida y me pongo de pies dándole un fuerte abrazo—gracias por estar conmigo. Gracias por ser mi amiga.

—Esto no es una despedida—palmea mi espalda—. Volveremos a encontrarnos, mándale mi despedida y agradecimiento a Cavendish—se separa—. No cometas tonterías y pórtate bien, estaré para regañarte por llamada cuando sea necesario.

—Rio—no creo que suceda.

—Conociéndote ocurrirán cosas nuevas, llevas contigo maravillas. Por cierto—mira a Natsuki— Bīchi e no go shōtai arigatōgozaimasu.

Gracias por la invitación a la playa, me gusto el lugar.

—Asiente sutilmente con una sonrisa en sus labios—dōitashimashite.

De nada.

—Miu—llamo Takeru.

—Sayōnara—dijo para luego abandonar el edificio.

Las galletas pedidas por Natsuki anteriormente llegaron y todas empezaron a degustarlas, menos yo. No deseo ingerir algo en estos momentos y estoy empezando a enojarme un poco al notar la mirada de la ex presidenta encima mío, de nuevo. ¿Acaso no tiene otro situó el cual mirar? Me hace sentir incomoda, le prometí a Diana que no saldría o hablaría con ella, pero estando mis amigos presentes no tuvo otra opción que aceptarlo y me enoja que lo hiciera. Mi capuchino que mantenía aun intacto en la mesa, fue agarrado y bebido sin permiso por Sucy. Típico de ella.

—Bien, Akko. Iré al punto. Como sabrás mi empresa tuvo una baja grande dinero y ha sido cerrada temporalmente. Necesito un préstamo para recuperar lo perdido y luego pagarlo con mi nuevo empleo. La única persona que puede brindarme una cantidad grande, es Cavendish y entiendo que me odie por eso acudo a ti—suspira pesadamente—. Eres su pareja, supongo que podrás conversarla, prometo pagar el pie de la letra y los intereses correspondientes.

¿Un préstamo?, No puedo.

—No controlo su dinero.

—Lo sé, pero puedes platicar con ella para llegar a un acuerdo—abandona la taza en la mesa y agarra una galleta—. Créeme que me gustaría hacerlo por mi cuenta, sin embargo, dudo que quiera hablar conmigo.

Es cierto, pero no lo aprobara.

—Lo siento Natsuki, no cre-

—Inténtalo y dime el resultado, tienes mi número—se pone de pies—. Me tengo que ir, me están esperando para una junta y-

—No tengo celular y no creo que pu-

El sonido del ascensor interrumpió mis palabras. Natsuki observo con enojo a la persona que salió y empezó a caminar a nuestra dirección.

—Entendido, iré enseguida y mandare los archivos.

¿Diana?, Me levante del sillón un poco asustada y voltee a verla extrañada y sorprendida ante su aparición, mire de reojo las expresiones de asombro de Takeru, Kokoro y Ren, mientras Lotte, Hannah, Barbaba, Amanda y Sucy permanecieron sentadas. La vestimenta de Diana es diferente, ¿Saldrá?

A— ¡Cavendish-kun! —exclamando poniéndose de pies para luego envolverla en sus brazos.

— ¿O'neill? —dijo desorientada manteniendo sus brazos abajo.

A— ¡Se mi sempai! ¡Cavendish-kun!

Sorprendente... Miu debió enseñarle los honorifico, sin embargo, en su estado es probable que sus sentidos estén dispersados o sencillamente, no los tienes. Amanda soltó el peso de cuerpo en los brazos de Diana, obligándola a sujetarla rápidamente y haciendo un gesto de molestia al sentir el olor de alcohol emanante de ella. Hannah actuó sin pensar, apartándola y sentándola nuevamente en los muebles.

B—Lo siento, Diana. Esta...un poco ebria.

—Suspira—no te preocupes—me mira—. Saldré unos minutos—extiende la tarjeta de la habitación—, tengo que encargarme de algo.

¿Qué cosa? ¿A dónde? ¿Estará bien? La acompañare, no quiero que vuelva a tener esos ataques de magia negra o que le suceda algo.

—La agarro—iré co-

—Quédate, por favor—apoya su mano en mi hombro—. No demorare y estaré bien—deposita un corto beso en mi frente—. Conversa con las chicas—susurro.

No estoy segura de dejarla ir... ¿Y si no regresa? La muerte esta persiguiéndola y su negra no tiene control. Rayos...muchos pensamientos preocupantes y no creo que pueda tranquilizarlos una vez que salga por esa puerta. Diana miro a sus escoltas, mandando dos a traer el vehículo y el otro a quedarse conmigo, le explico a mis amigas que ocuparan la tarjeta si deseo o ellas desean unos aperitivos o cosas que queramos, para después fruncir el ceño al percatarse de la presencia de Natsuki.

—Cruza sus brazos—Cavendish—saludo con arrogancia.

—Shima—contesto usando el mismo tono, pero con más autoridad.

Volteo a verme cambiando su semblante a uno sereno, poso sus labios en mi mejilla izquierda despidiéndose al notar el auto frente a la entrada. Me ruborice mirándola dudosa, recibiendo una media sonrisa de su parte y sintiendo como deslizo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. Desapareció de mi vista saliendo del edificio y entrando en el vehículo, suspire observando la calle casi desierta e inesperadamente empezó a nevar.

—Lo vez, no creo que me conceda cinco minutos de su tiempo—dijo Natsuki molesta.

¿Que? La saludo de una manera engreída, es obvio que no cederá a nadie con esa actitud.

H—Bueno...conociendo a Diana necesitas ser más formal a la hora de dirigirte a ella—respondió cargando a Amanda con ayuda de Barbara.

S—En otras palabras—la mira sin expresión alguna—, niña ex rica, compórtate.

— ¡Es difícil! Ella es... ¡Ash! —dice irritada apretando con fuerza sus manos.

—Cuan las cosas se calmen hablare con ella respecto a lo que necesitas.

—Exhala resignada sacando una tarjeta—Akko, antes de irme, quiero disculparme—acerca la pequeña ficha—. Lamento lo que sucedió con tus padres, no sabía que pasaba en ese hogar y créeme—ríe un poco—, si fuera Cavendish, hubiera actuado de la misma manera.

—Tomo la tarjeta entre mis manos, mirándola curiosamente—

Shima Natsuki...los dígitos son fijos, nada personal. Tengo muchas que pensar y me encuentro intranquila sin Diana a mi lado, hablare con mis amigas de su estado y espero me aconsejen, ya que, siento que necesito un descanso de todo lo que me ha pasado en mi vida y mis decisiones están claras, pero se dispersan cuando recuerdo el pasado y tengo miedo... Tengo miedo. Quiero dormir con armonía y levantarme sin preocupaciones en las mañanas, mirar el rostro de mi pareja y pensar... Lo bella que es, pero...supongo que, eso aun no sucederá.

—Ten un lindo viaje, Akko. Lamento todos los problemas que cree con esa decisión, deseaba acercarme y estaba un poco desesperada al percatarme que no lograba nada—sonríe con nostalgia—. Lo siento, de nuevo.

Mire a Natsuki insegura pensando que decirle, e inevitablemente actuó enrollando sus brazos en mi cintura, para luego subirlas y ponerlas en mi espalda, tomándome por sorpresa. No correspondí al instante, pero instintivamente después de unos segundos lo hice. No demoramos mucho y seguidamente salió del lugar sin antes despedirse de mis amigas y ex amigos que aún permanecen mirando lo sucedido. La mire a través de la ventana caminar en la cera fría bajo la nieve.

Adiós, Natsuki.

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Fin del Cap. 52

  

   








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