Diana Cavendish Pov

— ¿Ca-casarnos?... —pregunto impactada y desconcertada.

Creo que utilice las palabras incorrectas, pero es algo parecido a un casamiento lo que pasara en estos pocos días, eso si ella está dispuesta a asumir la responsabilidad.

—Hago una mueca insegura—puedo explicarlo—acaricio sus manos con mis dedos pulgares—, los libros están destinados a ser usados de manera diferente y en caso de emergencia, para poder realizar un hechizo proveniente de ellos y de tal magnitud como para revertir otro, debe hacerse por la persona más cercana a mí, esa eres tú—la miro—. Lo malo es...que no eres una Cavendish para ejecutarlos.

—Aparta sus manos con delicadeza—aún estoy confundida...

—Suspiro—los hechizos en los libros solo pueden funcionar con los Cavendish, seguirás siendo una Kagari, legalmente. Pero...en el mundo de la magia, tendrás mi apellido. Mi madre hizo lo mismo con mi padre antes de su fallecimiento—explique.

Era algo que tenía que suceder, no ahora...pensaba que, en unos años más adelante después de comprometernos públicamente, explicarle con especificaciones ese suceso, pero nunca pensé adelantarlo, creí que...no sucedería nada malo conmigo. La mire dudosa esperando pacientemente su respuesta, ella parece procesar mis palabras manteniendo su mirada fija en nuestras manos. Mi corazón late algo rápido y desea escuchar su contestación lo antes posible, sin embargo, no quiero aprisionarla a hacer esto...entiendo perfectamente que es algo apresurado. Apenas cumplió sus dieciocho años y acaba de graduarse, en comparación a lo mío es igual, pero soy un año mayor, ¿Hay diferencia en eso? Igualmente me siento nerviosa y-

—Diana.

—Parpadeo dos veces— ¿Qu-que sucede?

—Sonríe de manera juguetona—estaba llamándote hace tres minutos y no contestabas, ¿En qué pensabas? —se pone de pies y toma asiento a mi lado.

—Na-nada—aclaro mi garganta—, lo siento ¿Que querías decir?

—Sobre lo que di-

El celular comenzó a sonar interrumpiéndola, exhale cansada y mande que contestara mientras me daba una ducha caliente. Ella acepto y camine a pasos lentos ingresando al baño, me mire en el espejo unos segundos examinando mis facciones. Me siento normal... ¿Está en realidad soy yo? No lo creo...no puedo después de lo que paso, recuerdo mis acciones cometidas, sin embargo, no tenía control de mi cuerpo...eso es extraño y confuso, ¿Que desea esa personalidad de mí?

Quite mi mirada del espejo y me dispuse a bajar el cierre de mi vestido, seguidamente despoje mis botas y cuando observe mi reflejo nuevamente grite...y retrocedí bruscamente golpeando mi espalda con la pared. Una persona...parecida a mi tenía los ojos negros, cuernos, dientes afilados, escamas como de...dragón en los brazos y poseía...una sonrisa orgullosa. Tape mi boca asustada, me senté en el suelo y coloque mi mano en mi pecho tratando de calmar los latidos apresurados de mi corazón.

—Diana—toca la puerta—, ¿Estas bien?

No le preste atención, e ignorándola por completo me levante temerosa y contemple nuevamente mi reflejo en el gran espejo, este no muestra a la persona que vi hace unos segundos, me enseña a mí, sin imperfecciones. Deslicé mis dedos inconscientemente en el vidrio, entrecerré mis ojos y súbitamente en un parpadeo apareció ese ser asustándome nuevamente, pero sin gritar y solamente exaltarme un poco, situé la palma de mi mano en el espejo, del otro lado ella me imito.

— ¿Qu-quién eres? —pregunte, tímidamente.

—Ladea su cabeza confundida teniendo un semblante serio—

Tengo ganas de golpear algo... ¿De dónde salió este sentir? Hace un momento me sentía normal, ¿¡Por qué ahora deseo lastimarme!? ¡No lo comprendo! ¿¡Como puedo perder el control de mis emociones y sentimientos de esta manera!?, Retrocedí agarrando mi cabeza, cerrando mis ojos y soltando pequeños quejidos de dolor y enojo, la puerta del baño abrió rápidamente y unas manos sujetaron mis hombros con firmeza, seguidamente caricias fueron depositadas en mi mejilla, percatándome de los húmedas que están.

Abrí mis parpados confundidas y mire la expresión preocupada de Akko, pero...no la puedo escuchar, ella mueve sus labios desesperadamente, sin embargo, no logro entenderle...el pitido sordo en mis oídos me aturde... ¿Qué me está pasando?, Recogí mis piernas y las abrace ocultando mi rostro, las manos que anteriormente me habían tocado dejaron de hacerlo. Siento que me ahogo... ¿Estoy bajo el agua? No... empecé a toser e instintivamente cubrí mi boca con mis dos manos, al detenerme, recosté mi espalda en la pared y abrí mis ojos un poco, observando con dificultad a la silueta frente a mí, mientras mi respiración se vuelve pesada y el latir de mi corazón es lento.

Sus manos acariciaron mis mejillas y su dedo pulgar se deslizo en mi labio inferior, no la comprendí y seguí mirándola con una expresión de cansancio. Mi cuerpo pesa... ¿Me estoy hundiendo?

—Has parado de sangrar—dijo pasando un paño húmedo por mis labios.

¿Que? La pude oír claramente, ¿Mis sentidos están volviendo? ¿Cuándo se levantó?, Mi vista borrosa comenzó a normalizarse, baje mi cabeza contemplando las palmas de mis manos manchadas de sangre, levante una ceja confundida y el paño deslizarse frente a mí me tomo por sorpresa exaltándome un poco. El líquido rojo en mis palmas fue limpiado con delicadeza para después posarse unos dedos en mi barbilla obligándome a verla y seguidamente unos tres besos cortos fueron depositados en mis labios. Ella me abrazo ocultando su rostro en mi cuello. Desconcertada y extrañada por esas acciones repentinas correspondí sintiendo el ritmo de mi respiración y corazón estabilizarse. No he muerto...por un momento creí que pasaría.

— ¿No te duele nada?

—Niego ligeramente con la cabeza— ¿Quién llamo? —pregunte volviendo en sí.

—Las chicas, preguntando en cuando apareceríamos—ríe levemente—, al parecer no están enteradas de lo que ocurrió.

—Y mejor que no lo hagan—concluí dejando suaves caricias en su espalda.

No quiero arruinar su día y espero, Akko no haya dicho nada de mi bienestar. Aun estando sentada en el piso del baño junto a ella, pedí amablemente que llenara la bañera con agua tibia. Tal vez, Akko...quisiera salir y divertirse con las demás, pero no puede por estar estancada conmigo, eso me hace sentir un poco mal, no deseo ser una carga para nadie y me gustaría que fuera a verlas, sin embargo, conociéndola se negara. Estaré solamente este día en Japón y mañana agarraremos el vuelo de regreso.

Con la tina preparada me levante apoyando mis manos en la pared, me siento un poco mareada y aturdida. Akko sujeto mi brazo izquierdo ayudándome y cuando pude mantenerme de pies agradecí. Me gustaría hablar con ella respecto a este día, pero este lugar es inadecuado para comenzar una conversación. Mire a Akko y me acerque besando su mejilla con sutileza, ella se sonrojo llevando su mano en donde fue depositado el beso para después salir del baño sin antes decir que, si necesitaba algo, la llamara.

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Me encuentro sentada en la cama con mis piernas cruzadas, suspire mirando nerviosamente a Akko frente a mí, jugué con mis dedos inquieta y baje la mirada. Hace unas horas le propuse comprometerse conmigo y anteriormente en su mirada pude notar sus dudas respecto a la situación. Después de bañarme y relajar mis músculos, cambie mi vestimenta por una más cómoda, consiste en una bata corta hasta mis rodillas con un hilo que ajusta mi cintura, el cuello es en forma de uve y el color es un blanco claro, nada transparente. Akko, posee un estilo de ropa común y confortable, camisa manga larga gris con capucha y pantalones largos negros. Se cambio mientras estaba dándome una ducha.

— ¿Por dónde quieres comenzar? —pregunte subiendo la mirada.

— ¿Quieres que yo le cuente a tu tía? o ¿Lo haces...

—Niego con mi mano derecha—lo hare por mi cuenta después de concluir esta conversación, me tomare unos minutos para llamarla.

—Entiendo—suspira profundamente—, tal vez este tema no lo quieras tocar, pero...tengo curiosidad. Cuando estuviste con mis padres, ¿Que sucedió?

—Los amenacé—dije con simpleza dándole la menor importancia.

— ¿¡Que!? —pregunto alarmada.

—Frunzo el ceño—Akko, no quiero que te sientas ofendida con mis palabras dirigidas a su familia.

—Asiente nerviosa desviando la mirada y rascando su mejilla nerviosa— ¿Que dijo él?

—Exhalo pesadamente—ellos no volverán acercarse—asegure poniéndole fin al tema.

—E-está bien—me mira—, ¿Como te sientes?

—Normal—conteste entrelazando mis dedos—, ¿Qué piensas de la familia Cavendish?

—Arquea una ceja extrañada, quedándose en silencio unos cinco segundos—nada malo, me agrada, aunque tu tía aún está acostumbrando a mi—sonríe de lado.

—Sonrió ligeramente y admiro mi alrededor—me gustaría visitar, otra vez este país, lastimosamente no tuve la oportunidad de explorarlo—la miro nuevamente—, pero, deseo que cuando volvamos hagamos un recorrido—agarro sus manos—juntas.

—Se ruboriza—me encantaría.

—Asiento complacida—Akko, no quiero ser una car-

—No—interrumpe frunciendo el ceño—, sabía que dirías algo como eso, no eres una carga, Diana—aclaro.

—Aprieto mi mandíbula mirándola insegura—

Eso parezco.

—Me gusta pasar tiempo contigo después de estar separadas un año entero y-

—Akko...—interrumpo—no quiero que te comprometas conmigo por obligación—aparto nuestras manos y me abrazo a mí misma—, todo lo que ha pasado y lo que ocurre ahora es mi culpa, debí ser más cuidadosa ese día en el bosque.

—No es tu culpa, estarías bien si las profesoras no hubieran incrementando más magia blanca en ti, pero, no quiero andar culpando a nadie, es mejor ver las cosas de otra manera—sujeta mis brazos—. ¿Podrías pensar positivo? —me mira con imploración.

¿Eso es una petición o pregunta?

—A veces mis pensamientos no están cuerdos, no puedo responderte.

—Cierto—se aleja cruzando sus brazos—, entonces seguiremos con el plan.

—Podríamos buscar otra manera, si no estas de acuerd...

Su sonrisa de felicidad y sonrojes me desconcertó, ¿Por qué está feliz?, Mi espalda lentamente fue depositada en el suave colchón de la cama, estando ella arriba mío sonriéndome de esa manera causaron un sonrojo leve en mis mejillas, aparte la mirada rememorando indonesiamente esos sucesos en la noche anterior, agarre sus hombros arrugando el entrecejo extrañada y voltee a verla nerviosa e insegura.

— ¿Qué piensas, Diana? —pregunto con una mirada orgullosa.

—Na-nada.

¿Qué está haciendo?

—Sonríe de manera traviesa—

—La miro sorprendida—

—Ríe ante mi expresión—me encantaría—dijo quitándose de arriba.

— ¿Qué cosa? —pregunte desorientada sentándome nuevamente.

Hace un momento... ¿Qué intensiones tenía?

—Agarra mi mano derecha— ¿Como funciona? Lo del casamiento.

¿Acepto? Estoy confundida, aun no comprendo, necesito una respuesta directa.

—Cu-cuando las estrellas se alineen y-

—Después de eso.

—O-oh...bueno—situó una de mis manos en mi barbilla—, te presentare ante la bruja Beatrix y ella asegurara el intercambio.

—Espera un segundo...cuando las estrellas se alineen y Venun se oculte encima de la luna por un momento...—murmura para sí misma—, ¿No es la ceremonia para ser la líder de los Cavendish?

Exactamente.

—Sonrió—veo que lo recuerdas.

—Anna me conto antes de entrar por ti...—balbuceo jugando con sus dedos.

—Suspiro—sucederá en tres días, por esa razón y otras mi tía no me dio tanto tiempo para quedarme en este país.

—Está bien. Luego de eso... —hace una pausa pequeña mirándome directamente— ¿Te gustaría casarte en forma civil?

Abrí mis ojos asombrada ante la pregunta, ella se ruborizo y abrazo a si misma nerviosa, tarde unos segundos pensando sus palabras para después ocultar mi risa con una de mis manos y sonrojarme completamente. No puedo creer que haya tenido esa idea, es tan tierna. Me levante y cuidadosamente recosté su cuerpo en la cama, acerque mis labios a los suyos y los uní sin prisa, moviéndolos suavemente, Akko correspondió llevando sus manos a mi cintura. A medida que los movimientos comenzaron aumentar me senté en su regazo y tomé su rostro con mis dos manos presionando nuestros labios.

Solté un gemido pequeño al sentir un apretón en mis caderas, me separé desviando la mirada avergonzada por aun no estar acostumbrada a ese tipo de cosas. Ella sonrió quitando algunos mechones de mi rostro.

— ¿Eso es sí?

Voltee a verla posicionando mis manos en su pecho mientras me mantengo aun arriba, acaricie el centro de su pecho y trague pesadamente. ¿Eso quiero? Aun siento que es apresurado pensar en compromisos públicamente y mágicos, pero si lo haría, no ahora, tal vez en unos años más adelante.

—Me encantaría—respondí usando sus mismas palabras.

Volví a acercarme a sus labios y antes de juntarlos unos toques en la puerta interrumpieron mi propósito. Mire confundida hacia donde provino el sonido, ¿Las chicas habrán llegado? ¿Tan rápido? No lo creo, debe ser otra cosa.

— ¿Pediste servicio a la habitación? —pregunte extrañada por la repentina visita, apartándome de encima.

—No, tal vez son las demás.

Akko se puso de pies y camino a pasos lentos a la puerta, aproveche para levantarme y ponerme mis pantuflas blancas, me acerque a una mesa cerca del gran ventanal y agarre cuatro de los libros que se encuentran. ¿El caballo de Lord Byron? ¿Cosmos de Carl Sagan? ¿La selección? ¿Amigos imaginarios?, Creo que me quedare con Cosmos de Carl Sagan, suena mas interesante para mi gust-

—Hola.

Esa voz...la reconozco.

—Volteo a ver sorprendida—

¿Natsuki?

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Fin del Cap. 51