
Cap. 50
Atsuko Kagari Pov
Esto es malo, muy malo, no puede estar volviendo, no quiero creerlo, debe haber una explicación lógica de lo que está pasando, no poder soportar perderla, no otra vez, por favor.... Después de lo tanto que he sufrido en poder traerla, no deseo pasar por eso nuevamente, de tan solo pensarlo se me eriza la piel.
—Akko, deja de caminar—dice mirándome frustrada.
¡Cierto! He estado caminando en circulo en espera de la llamada de la profesora Chariot, le mande un mensaje a través del celular de Diana, pero menciono que unos minutos volvería con ayuda y ese tiempo, me parece eterno.
— ¿No te duele nada? —la miro inquieta.
—Por séptima vez, no—suspira irritada—. Estoy bien, Akko—aclara estando sentada en el borde de la cama.
—Frunzo el ceño—Diana, me gustaría creerte, pero no es fácil.
Piensa... ¿Qué pudo ocasionarlo?
—Entiendo—se levanta—, ¿Por qué no vemos algo en la televisión mientras esperamos a la profesora?
No quiero que escuche las noticias o algo parecido con lo ocurrido hace tres horas. Posiblemente estén hablando del accidente y no quiero hacerla sentir mal, ya que apuesto que ahora mismo debe sentirse culpable por casi matar a dos personas, sin embargo, cuando el auto empezó a dar vueltas y después de que me percatara de sus ojos, ella actuó poniéndose unos lentes oscuros de los escoltas y curo con magia a los agredidos por el choque. Todos los presentes comenzaron a grabarla a la vez que realizaba el hechizo, unas miraron sorprendidas y otras aterradas, pero el alivio llego a todos cuando los heridos estuvieron estables y fueron llevados al hospital inmediatamente. No obstante, la culpa del colisiona miento los tuvieron ellos, por pasarse el semáforo rojo y las cámaras colocadas en los postes de luces grabaron lo sucedido, dando más seguridad a nuestras palabras explicadas frente a los oficiales, lo malo, fue que el proceso demoro mucho.
—Estas indagando, otra vez—agarra mis hombros—. Akko...no creo que sea algo malo, probablemente sean secuencias de la magia negra que utilizaron en mí.
—Hago una mueca insegura poniendo mi mano en el mentón—
Puede ser posible...
—Acaricia mis hombros—tranquila...no me iré de tu lado.
Comprendo que intente calmarme, pero no es posible, no ahora como me encuentro, creo que tengo un pequeño trauma de ese acontecimiento en especial, todo estaba bien antes de...su tío. ¡Eso es! ¡Tiene que ver algo con eso! ¿Pero que puede ser? Él está muerto, no creo que resucite de la nada, ¡Es imposible!
—Agacho la cabeza—esperaremos esa llamada—sujeto sus manos con delicadeza, despojándolas de ese lugar.
—Está bien...—coloca dos de sus dedos en mi barbilla obligándome a verla.
Sus ojos...siguen negros y ella aun no lo sabe, cree que ha vuelto a la normalidad.
—Promete que no harás ninguna locura—dijo apegando nuestros cuerpos sutilmente y al mismo tiempo que sitúa su mano en mi mejilla.
—N-no lo hare...—susurro—hasta averiguar lo que sucede.
Ella sonrió agradecida y enternecida, acerco sus labios lentamente a mi rostro, depositando besos suaves en mi mejilla, frente y nariz, sonreí ligeramente apegando nuestras frentes. Nos miramos un par de segundos admirando a la otra y cuando nuestros labios rozaron, empezamos a besarnos con lentitud, deleitándome de la suavidad y carnosidad de los suyos, sin embargo, ese momento no duro mucho, cuando unos filosos colmillos petrificaron mi labio inferior haciéndome sangrar de inmediato. ¿¡Me mordió!? ¡Duele!, Trate con mis manos separarla, pero ella no cedió y con más fuerza me apretó, soltó mi labio para pasar su lengua saboreando el líquido rojo que aún no para en salir. Al lograr zafarme de sus brazos mi labio fue roto, creándome una gran brecha. ¿Acaba de? .... N-no...Diana es incapaz de lastimarme, entonces... ¿Por qué lo hizo?
La mire sorprendida y confundida sin poder entender con exactitud lo sucedido, lleve una de mis manos a mi boca tratando de detener el sangrado y sus ojos aun de color de negro me miraron con lujuria e incluyendo una pequeña sonrisa traviesa que dibujo sus labios, dándome la vista de la poca sangre que, sobresale en su comisura. Paso dos de sus dedos riendo de manera... ¿Divertida? Como si lo ocurrido le pareciera gracioso.
—Tienes un deleite sabor—dice empezando acercarse.
—Retrocedo aturdida y asustada—
No puede ser...
—Lo adoro...por favor...déjame probar más—dijo en imploro avanzando con más entusiasmo.
— ¡No! —grite aterrada.
Salte la cama esquivándola, me aproxime a la puerta, pero al poner mi mano en la perilla, su magia fue utilizada enseguida impidiéndome la salida, maldecí a lo bajo y la mire con molestia.
—Akko, no corras de mí, no te hare daño.
Esto está muy mal.... El celular comenzó a sonar estando en la mesita cerca del mueble, nuevamente murmure una maldición y en un intento de acércame sus brazos agarraron con fuerza los míos, golpeando fuertemente mi espalda contra la pared y creando un dolor en mi cabeza, arrugue mi frente por el repentino golpe.
—Lo siento—sonríe deslizando sus dedos en mi mentón sutilmente—, no era mi intención, pero no me diste otra opción.
Su mano diestra acaricio mi mejilla derecha, mientras la otra sujeta mi muñeca que se mantiene pegada al muro, me observo con adoración y nuevamente rio, pero esta vez... ¿Encantada?, Trate de mover mi mano libre, pero ella me detuvo diciendo un hechizo, nuevamente. Trague pesado encontrándome acorralada y sin escape alguno.
—No, no, no...—niega con su dedo índice frente a mis ojos.
—Diana...de-detente—pedí nerviosa.
No quiero ser aruñada o que haga salir más sangre de mi cuerpo, no aguantare eso, otra vez. Deseo mucho a las chicas en este instante.
—Ese esquicito líquido que posees...me salvo—baja su dedo índice, deslizando por mis labios por mis labios.
—Levanto una ceja confundida—
¿De qué está hablando?
—Anhelo probarte—acaricia mi mejilla nuevamente mirando mis labios y soltando un suspiro cargado de aspiración.
Su mano libre paso en mi rostro curando la herida en mi labio y quitando el dolor en mi cabeza. La mire aturdida por lo que acaba de hacer. ¿Porque me curo? ¿No deseaba mi sangre?, La magia que mantiene prisionera mi mano izquierda fue perdiendo fuerza y su cabeza lentamente bajo. ¿Qué está sucediendo?
—Retrocede sosteniendo su cabeza—
— ¿Diana? —llame insegura observándola.
Un aura negra la rodeo y de repente desapareció, cayendo al suelo y golpeando su frente al impactar. ¡Rayos!, Me exalte y rápidamente me acerque para levantarla, el celular otra vez empezó a sonar y con mis fuerzas la cargue en peso hasta el sillón en donde recosté su cuerpo boca arriba. Seguidamente, agarre el móvil contestando la llamada.
—Lamento hacerte esperar, leí el párrafo que me enviaste sobre lo que ocurrió e hice un viaje rápido en escoba, ahora estoy en luna nova y pude contactarme con ella.
— ¿Quien? —pregunte confundida mirando el cuerpo inconsciente de Diana.
—La bruja de magia negra que coopero en el hechizo, está aquí.
—Ese tipo de comunicación ¿No es muy antiguo?, —dijo con desagrado otra persona.
¿Antiguo? Abrí mis ojos sorprendida admirando como un agujero se presentó ante mí, mostrando a la profesora Chariot con el celular en su oreja y la otra bruja a su lado.
—Lo ves—sonríe orgullosa—, sencillo.
—Cierra la llamada y guarda el móvil—y-ya veo.... Hola, Akko—levanta su mano en forma de saludo.
—Hola...—examino los bordes del circulo.
—Entonces, ¿Por qué me llamaron? No tengo mucho tiempo—dijo agitando sus manos que contienen magia de color negro.
La misma que puede hacer Diana, pero de manera diferente.
—Parpadeo dos veces—cierto.... Ha-hace unos minutos, ella empezó actuar de una manera... ¿Loca? Por mi sangre y primero me hirió y después me curo, di-dijo cosas sobre que, ¿Mi sangre la salvo?
—Oh...—ladea un poco su cabeza— ¿Hicieron una combinación de magia negra con blanca luego del hechizo que hicimos?
—Antes.... Intentamos traerla de vuelta usando ese método—explico la profesora.
Silencio.... Mire impaciente a la bruja que mantiene su rostro serio, pero súbitamente sus mejillas se inflaron y tapo con una de las manos su labio, dejando salir un pequeño colmillo de ellos, para después explotar de risa, rompiendo el silencio con sus escandalosas carcajadas.
— ¡No puedo creer lo estúpida que son! ¿¡Todas las brujas son así!?
—Frunzo el ceño cruzando mis brazos—
—Me mira limpiando una pequeña lagrima que escapo de su ojo izquierdo—lo siento.
—Entonces... ¿Qué le sucede a Diana? —dijo Chariot.
—Suspira recuperando el aliento perdido y centrándose en el tema nuevamente—Ella volvió en sí. Lo hizo—aclaro—, pero, su magia negra no desapareció en ese momento porque ustedes cometieron un error muy ridículo—dice con una sonrisa burlona.
Error...rayos.
— ¿E-eso significa que morirá? —pregunte temerosa.
—No—niega con su mano derecha—, claro que no—hace una pausa pequeña—. Creo—concluyo.
¿Cree? Eso no me ayuda.
—Exhalo enojada—quiero los detalles.
—Tengo dos suposiciones—dice enseñando su dedo índice y central izquierdo—, primero, la muerte puede estar atrayéndola, en otras palabras, es capaz de matarse o como lo llaman ustedes... ¿Suicidarse?, como dije la muerte la atrae y es normal que suceda, luego de estar ¿Muerta?
—Aruño mis brazos— ¿Cuál es la otra?
Espero sea mejor.
—Al utilizar magia blanca contra magia negra posteriormente, causo que su magia negra cobrara más vida en su cuerpo, ósea, su parte demonio—ríe nerviosa—. Ahora que lo pienso...tal vez debí advertirle sobre eso.
—Sabía que ocultabas ciertos detalles—murmuro con enojo, Chariot.
—Voltea a verla—no puedes culparme no creí que volvieran a repetirlo, era algo obvio—vuelve a mirarme—. Mira el lado el lado positivo—me apunta con su dedo índice derecho—, por lo que me contaste hace unos minutos, implica que, enamoraste su parte muerta, lo que significa que su Corazón muerto en realidad volvió amarte, ¡Felicidades niña! —aplaude— ¡Ella no te matara! ¡Pero a nosotras si! ¡Bravo! —aplaude con más fuerza.
No me ayuda.
—Cierro mis ojos frustrada— ¿Como podemos evitarlo? —pregunte entre dientes, conteniendo mi enojo.
—No lo sé—dijo deteniendo sus acciones.
—La miro sorprendida— ¿Qué? —susurre.
—Por lo asegurado en esa combinación de magia, ella ya obtuvo su forma demonio, entonces...—alarga la ese moviendo su cabeza de un lado a otro—estamos muertos, han condenado al mundo, gracias—sonríe enseñando sus blanquecidos dientes.
Esto no me puede estar pasando.... Recosté mi espalda en el sillón y abracé mis piernas, ocultando mi rostro. Primero mis padres, el choque y ahora esto...al parecer la vida no me dejara tener una tranquila.
— ¿Ella se ha hecho daño antes? —pregunto la bruja.
Sus cortadas...ese día en su habitación.
—Asiento ligeramente—
— ¡Oh! —exclama sorprendida—, entonces podemos controlarla.
—Levanto la cabeza— ¿Como?... —digo débilmente.
—Hace parecer un libro con un movimiento de manos—ella se causará daño a sí misma, no lo evites y deja que esa sangre negra desaparezca por completo de su cuerpo, pero no dejes que muera desangrada y en ninguna circunstancia, bebas de ese líquido.
—Arrugo el entrecejo—no haría eso.
—Pasa varias páginas—ella te pedirá que lo hagas para que seas igual. Posiblemente su lado oscuro este obsesionado contigo—explico con un semblante serio observando con detenimiento las hojas de su libro—e impedirás que utilice magia en ti para controlarte—rasga un papel y lo hace bola, seguidamente soplo apareciendo una pequeña llama morada que creo un collar—. Utiliza esto—lo lanza y hace desaparecer el libro con un chasquido.
—Lo atrapo mirando confundida el objecto—antes ella estaba bien, ¿Por-
—Rememorando toda la información que me dieron y sacando una pequeña conclusión ahora mismo—sitúa una mano en su barbilla—. Para que su lado sombrío reluciera debió haberse expuesto a algo que le causara mucho enojo, de esos que sobrepasan los límites, pero que instintivamente tu mente y cuerpo, lo retiene.
Mis padres...
—Eso sería todo, cancelare el hechizo y te deseare suerte.
— ¿No olvidas nada? —pregunto Chariot insegura.
—Mira el techo unos segundos y baja la mirada—linda habitación, adiós—cierra el círculo.
Tengo que contarle esto a su tía...y a las chicas, ellas deben estar informada de lo sucede. Me coloque el collar en mi cuello que posee un dije de un cuervo, me levante del suelo y observe a Diana descansando plácidamente en el mueble e inconscientemente una sonrisa ligera apareció en mis labios y repentinamente desapareció, recordando las palabras de esa bruja, agarre mi collar examinando detalladamente.
Diana...esto no es su culpa, las profesoras cometieron un error al incrementar más magia blanca en su cuerpo. Esto es muy confuso y quisiera haber tenido un poco más de información para ayudarla, debe haber otra manera para expulsar esa sangre negra de su cuerpo.
Un llanto pequeño llamo mi atención sacándome de mis pensamientos instantáneamente, observe a Diana que está en una posición fetal cubriendo su rostro con la almohada ¿Cuándo se movió?, Me acerque rápidamente y me senté en el suelo, acerque mi mano derecha tomando la suya, provocando que se tensara ante mi tacto. Quedamos en silencio hasta que su sollozo dejo de escucharse, seguí agarrando su mano acariciándola con mi dedo pulgar.
— ¿So-soy peligrosa? —pregunto con la voz rota ocultando aun su rostro con la almohada.
—Aprieto mi mandíbula—
No respondí, temiendo lastimarla con mis palabras, no obstante, al pasar los minutos sin decir una sola palabra, unas lágrimas pequeñas abandonaron mis ojos que, con rapidez las limpié. Quite la almohada con delicadeza contemplando sus esferas azules que se encuentran un poco de color rojo por el llanto reciente, aproxime mis manos limpiando sus mejillas mojadas.
—Estarás bien...—susurre.
—Cierra sus parpados—A-akko...n-no quiero la-lastimarte.
—Muerdo mi labio inferior reteniendo las lágrimas que imploran salir—n-no lo harás—trago pesadamente.
—Y-yo...e-escuche, lo que di-dijeron—suspira calmándose un poco—. Ha-hay dos libros...—abre sus ojos—en la mansión Cavendish, el rojo y azul desapareciendo junto con mi tío—explica tomando asiento en el mueble.
— ¿Crees que podamos encontrar una solución en ellos? —pregunte poniéndome de rodillas, agarrando sus dos manos.
—Si...—sonríe ligeramente admirando mis ojos—tendremos que buscarlos, pero para realizar un hechizo proveniente de ellos tiene que ser una Cavendish y no puedes...siendo una Kagari.
¿Que?
—Parpadeo dos veces—no entiendo... ¿Tu tía...no puede hacerlo?
—Niega con la cabeza—los últimos libros poseen magias que son utilizados de manera diferentes—aprieta mis manos—. Akko...oficialmente no eres una bruja—aclara—, pero puedo convertirte en una Cavendish.
— ¿Que? ¿Co-como?
—Sonríe levemente situando su mano derecha en mi mejilla—Akko, cuando las estrellas se alineen y Venun se oculte encima de la luna por un momento... ¿Aceptarías...casarte conmigo?
—La miro asombrada—
... ¿Que?
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Fin del Cap. 50
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