Diana Cavendish Pov

¿Qué es este lugar? ¿Estoy sumergida en agua? ¿Porque es de color negro? No recuerdo haber pasado por esto anteriormente.... No comprendo. Giré mi cabeza observando luces pequeñas de color amarillo sumergiéndose conmigo. Registré mi cuerpo examinándolo para encontrar algo respecto a lo que sucede, pero no encontré nada. Drásticamente, todo cambio y ahora me encuentro de pies en un charco que, oculta mis pies y a lo lejos se puede apreciar un árbol iluminado por una bella luz atrayente.

Extendí mi mano por sinergia y comencé a dar pasos pesados acercándome cada vez más. Me cuesta caminar, siento que tengo unos ladrillos amarrados a mis tobillos. Cuando estuve cerca, el árbol desapareció y todo quedo totalmente oscuro, pero, aun así, pude ver con claridad mi entorno. Todo está vació, no hay absolutamente nadie. Caí en cuenta de que se trataba de un sueño cuando recordé mi estadía en la noche anterior.

Cada pesadilla que tenía antes no se compara a nada de esto. Al dar un paso más, me hundí y mi cuerpo empezó a descender lentamente...dejándome llevar por esa carga que me sumerge cada vez más. Cerré mis ojos y muchos recuerdos de lo hice en el pasado se presentaron en mi mente como tomas de fotografías seguidas. Siento mi mano derecha muy pesada, mi cuerpo parece una pluma que desciende despaciosamente en las profundidades de ese lago. Cuando mi espalda choca contra la arena, esta se esparció y abrí mis parpados apreciando una luz pequeña en la superficie.

Pocas burbujas salieron de mi boca, extendí mi mano queriendo alcanzar esa iluminación, pero al permanecer en el fondo, comencé a sentirme más débil.... ¿Como puedo seguir con vida estando bajo el agua? ¿Como es posible que pueda respirar? Espera ¿Lo estoy haciendo?

— ¿Diana?

... ¿Akko?

—Diana, despierta.

Cerré mis ojos con fuerza y repentinamente comencé ahogarme, coloqué mis manos en el cuello tratando de agarrar aire, pero era imposible estando en la profundidad de estas aguas. Mas bolas de aire escaparon de mi boca y mis mejillas se inflaron. Abrí mis parpados y mi vista se volvió borrosa...lentamente se fueron cerrando y mis manos soltaron mi cuello.... Deje de luchar en ese momento y acepte mi destino. Ahogando en el fondo del lago.

. . .

Me desperté imprevistamente tomando grandes bocadas de aire. Rápidamente me senté en la cama y comencé a respirar agitadamente, sujeté la sabana tapando mi cuerpo al sentir una corriente de frio. Luego, unas manos que se posaron en mis hombros llamaron mi atención, voltee a verla cansada e intentando calmar mi respiración.

— ¿E-estas bien? —se sienta a mi lado— ¿Qu-que soñaste Diana? —pregunto nerviosa colando sus manos en mi mejilla.

Esta temblando.... Posiblemente, la asuste. Lleve una de mis manos a mi frente y observe mi entorno, notando que me encuentro en la habitación que, rente en Japón. Un suspiro de alivio se escapó de mis labios, seguidamente me percate de la vestimenta de Akko y de la desnudez en mi cuerpo. Avergonzada y un poco más calmada, me cubrí con las mantas hasta el cuello.

— ¿Qu-que hora es? —pregunte nerviosa.

—Ocho de la mañana, ¿Estas mejor? ¿Qué ocurrió? No respondías y me alarme cuando dejaste de respirar.

¿Deje de respirar? ¿Eso en realidad ocurrió? Creí que solo había sucedido en ese sueño...extraño. Miré su expresión preocupada y temerosa, sonreí en intento de calmar su alterado corazón, ella me miro ahora confundida y bajo sus manos a mis hombros.

—Fue un sueño sin importancia, estoy bien.

— ¿Segura? ¿No quieres llamar a las profesora par-

—No es necesario—interrumpo examinándola de arriba abajo— ¿Saldrás?

—O-oh...—se aleja un poco—, pensaba que podríamos desayunar temprano, ya que debo comprarle unas cosas a mi madre. Me quede con el dinero que me entrego ayer.

—Asiento ligeramente—está bien. Iré a prepararme.

En el momento de levantarme recordé mi desnudismo, agarrando las sabanas con fuerza observándola avergonzada. Akko, entendió mi inquietud y rápidamente se levantó y rebusco entre mi ropa guardada en la maleta, una toalla.

Estando en el baño abrí la pluma de la bañera, mientras eso se comenzó a llenar, me miré en el espejo apreciando unas marcas de chupetes en mis senos. Tense mi mandíbula y tape mi rostro con mis manos rememorando esos sucesos en la noche. Mis mejillas se sonrojaron fuertemente y un cosquilleo agradable y placentero acaricio mi abdomen muchas veces. Negué con mi cabeza quitando esos pensamientos y suspiré pesadamente calmándome, para después entrar a la tina con cuidado.

El pequeño dolor que sentía en mis piernas por la posición en la cual estuve en ese acto, desapareció al tocar el agua tibia. Mi cuerpo lentamente se relajó, dejándome llevar.... Y sin darme cuenta, comencé a hundirme...estando mi rostro bajo el agua, cerré mis parpados disfrutando esa...extraña sensación de satisfacción.

Cuando el aire me hizo falta, salí respirando con tranquilidad, e inconscientemente sonreí de lado. Agarre el jabón en forma de balón y lo deje caer a la bañera, creando que el agua cambiara de color y una espuma comenzara a esparcirse. Me siento feliz.... Algo calmada, no tanto, pero muy satisfecha. Abrazo mis piernas. Compartir de esa manera nuestro amor, me encanto.... Entregue mi cuerpo a la persona que amo y aprecio con todo mi corazón...y se siente muy bien.

.

.

Cuando terminé, salí del baño con mi vestido manga larga de color blanco. El estilo de su cuello es alto dándole un tono casual y apariencia cómoda. El largo es un poco más arriba de mis rodillas y combina perfectamente con mi abrigo Camel marrón. Llevo también unas botas sin plataformas del mismo color que el vestido, haciendo un hermoso juego.

Me acerque a la mesita ignorando la mirada de Akko, agarre mi celular y revise los mensajes de mi tía. Mañana debemos tomar ese vuelo temprano, ella se encargó de contratar a más seguridad cuando llegue al aeropuerto, aclarando que, habrá muchos entrevistadores por el vídeo publicado en esa graduación. Después de leer el párrafo enviado, entre en el contacto de Andrew, leyendo sus palabras de felicitaciones por lo revelado en las redes.

—Sonrió—Andrew, te manda saludos y espera verte pronto para hablar de un tema importante.

De cómo conquistar a una chica de la academia. Por lo que tengo entendido, ella no se graduó, faltándole un año para la culminación de sus estudios.

—Está bien—se levanta de la cama— ¿Estas lista?

—Eso creo...—susurro.

Mire mi alrededor asegurando que no me falte nada. Agarre mi cartera y una pregunta repentina llego a mi mente. ¿Dónde están las chicas?

—Akko, ¿Las demás nos acompañaran?

—Siguen dormidas y creo que se levantaran en dos horas, podríamos dejarles una nota.

Asentí ligeramente y busqué entre los cajones un papel y una pluma. Escribí la carta y decidí dejárselas a uno de los escoltas, e incluí la tarjeta de plata para que puedan hacer sus compras, quedándome con la de oro. Dos de ellos permanecieron a nuestro lado cuando salimos de la habitación. El hombre llamado, Angus, trajo el auto, dejando la limousine para mis amigas. Al estar dentro, mi mano fue tomada delicadamente, sonreí complacida por el suave tacto e instintivamente me acerqué, depositando un beso tierno en su frente. Causando que, ella riera levemente y abrazar mi cintura.

Atsuko Kagari Pov

Enserio me altere cuando no respondía mi llamado, entre en pánico y casi salgo corriendo a buscar a una de las chicas para que me ayudara, pero me arrepentí cuando me acorde que estaba desnuda, e intente despertarla por mi cuenta. Exhale aliviada en el momento que abrió sus ojos, pero mi corazón seguía preocupado y angustiado. Cuando entro al baño me puse a pensar sobre lo que ocurrió y una inquietud se apodero de mi pecho. ¿Qué pasa si un día esta durmiendo y no despierta? ¡Dejo de respirar por unos segundos! ¡Eso no es normal!

Definitivamente es necesario hablar con la profesora Chariot sobre eso. Fui la primera en levantarme y alistarme para el día de hoy, sin embargo, antes de alejarme de su lado contemplé su hermosa figura encima de la manta. Recordé lo hecho en la noche anterior y sonreí ligeramente sintiendo un cosquilleo en mi parte baja. Ella es perfecta y hermosa, tiene el cuerpo de modelo y me encanta. En ese instante no pude creer lo que estaba teniendo en mis brazos, seguía pareciendo un sueño y uno muy bueno.

— ¿Que vas a pedir? —pregunta mirando el menú.

Estamos en uno de los restaurantes cercanos a mi hogar; a dos calles específicamente. Se llama: February Cafe. En otras palabras, es una cafetería pequeña, pero muy cómoda, el ambiente es tranquilo y el olor a capuchino es agradable, refrescante y acogedor. El lugar está un poco vació; cinco mesas faltantes de quince.

—Una tostada y un café—respondí, dejando mi menú aun lado.

—Está bien, ¿Hay que llamar o.?.

—Tengo que pedirlos—me levanto de la silla—, ¿Sabes lo que ordenaras?

—Lleva una mano en su barbilla y mira el menú—una ensalada de frutas y sopa de miso.

Asentí sonriente y me acerqué a la caja registradora, pedí nuestro desayuno y volví a la mesa en espera de la comida. Tengo entendido que, Diana, está acostumbrado a que venga personalmente a solicitar por su alimento; cosa de ricos. Pero esto es diferente, a veces cambiar algunas cosas es bueno.

— ¿Iras a un supermercado después?

—Si, comprare las cosas e iré a la casa de mis padres.

—Frunce el ceño— ¿Segura que no quieres compañía?

—Muy segura, estaré bien—sonrió levemente.

Diana me miro no muy convencida de mis palabras, desvié mi mirada nerviosa y me puse de pies cuando mi nombre fue mencionado. Ella me entrego su tarjeta diciendo los dígitos; para pagar. Llevé en una bandeja el desayuno y devolví la tarjeta. Agradecimos por la comida y empezamos a degustar en silencio.

La cafetería tiene una pequeña melodía instrumental que combina perfectamente con el clima de afuera. La nieve dejo de caer hace unos minutos, pero el frio aún se conserva, no obstante, la calidez de este lugar mantiene nuestra temperatura estable. La tostada que he pedido es realmente "pan blanco", con un sabor puro y simple que realmente resalta perfectamente el sabor del trigo. Su textura es crujiente (no una crujiente dura), cuando la atraje a mi boca y le di un suave mordisco, pude apreciar esas sabrosa y placentera combinación. Mi capuchino tiene un corazón dibujado con espuma, el arte se llama ''Latte'' y tiene un sabor tan suave...pero rico y amargo. Una perfecta armonía y una excelente técnica de espuma. Me sorprende que Diana no pidiera uno, ella normalmente bebe té por las mañanas.

Para este clima mi vestimenta es normal, jeans azules rasgados en las rodillas, camisa marrón con un dibujo de un reno, abrigo negro con botas del mismo color y una bufanda gris.

—Estaré cerca, Akko.

—Lo sé.... ¿Utilizaras el hechizo?

—Por supuesto—clava su tenedor en un pedazo de manzana—. Cuando termines de alistar tus cosas, regresaremos al hotel y con suerte, las chicas deberán estar despiertas—dirige el cubierto a sus labios.

—Está bien, ¿Puedo ir sola? Ya sabes a lo que me refiero—miro de reojos a los escoltas comiendo de su desayuno.

—Niega con la cabeza e ingiere—Cedric te llevará y estará esperándote afuera en el auto.

—Hago un puchero—Diana, mis padres no me harán daño.

—Levanta una ceja—no quiero profundizar el tema, Akko. Pero, tomando en cuenta las circunstancias ahora, aclarare una parte—juega con su tenedor en sus dedos—. Ellos, lo han hecho antes y no creo que mi presencia dada en la graduación evite que lo hagan otra vez—baja la mirada—. Tal vez haya empeorado las cosas.

—No digas eso, no creo que ellos te odien.

—Me mira nuevamente—no lo digo por mí.

—Agacho mi cabeza—todo estará bien.

—Suspira—eso espero.

Sonreí ligeramente conmovida por su preocupación, extendí mi mano agarrando la suya. Ella me observo y me devolvió la sonrisa levemente. Entrelacé nuestros dedos y le dije un cumplido, tomándola desprevenida.

—N-no digas esas cosas en público—dijo avergonzada.

— ¿Por qué no? Ayer me llamaste cariño muchas veces frente a mis compañeros.

—Aparta la mirada sonrojada—e-es diferente.

—Rio—Diana.

—Voltea a verme insegura—

—Exhalo suavemente contemplando sus ojos y cada parte de su rostro—enserio, eres hermosa—haga una pausa pequeña—. En todos los aspectos—aclaro, rememorando lo de la noche anterior.

—Desvía la mirada ruborizada con una sonrisa en sus labios, pasando un mechón de su cabello detrás de la oreja—

—Sonrió complacida—

Un hermoso y tranquilo desayuno juntas, en una mañana de invierno.

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Fin del Cap. 47