Diana Cavendish Pov

Me encuentro nerviosa y mucho. Creí que no haríamos llegaríamos a esto...esta noche y lo dejaríamos para después, pero, al parecer...ella al igual que yo, tenemos esa necesidad extraña en nuestros cuerpos. Tal vez, Akko, tenga más conocimiento de estas cosas, pero jamás en mi vida alguien me ha tocado; íntimamente. Y no me molesta experimentar esta nueva sensación con la persona que me gusta y amo con todo con mi corazón, sin embargo... ¿Qué ocurre si no le gusta mi físico? o ¿Encuentra algo desagradable en él? Tengo muchas dudas y eso es lo que me mantiene inquieta.

Por unos minutos no tuve control de mis acciones, pero me mantuve consiente de cada caricia que sus manos me proporcionaron. Me sonroje y me quede quieta correspondiendo el beso que poco a poco se volvía a uno más...apasionado, tome sus hombros y los apreté levemente soltando un pequeño sonido gutural. Me avergoncé y me separé de sus labios para mirar su rostro sonrojado, percatándome de la intensidad y anhelo de su mirada.

Levante mi ceja confundida tratando de calmar mi temperatura y respiración algo agitada. Gire mi cabeza hacia otro lado ruborizada y ella pareció reaccionar ante mi acción realizada, alejándose completamente, a la vez, que pidió disculpas por su atrevimiento causando que, al hacer ese movimiento brusco callera de la cama y provocando un sonido alto al estampar contra el suelo.

— ¡Akko! —me levanto sobresaltada— ¿Estas bien? —pregunte observándola desde arriba y sosteniendo la sabana que cubre la mitad de mi cintura.

—Soba su cabeza—e-estoy bi-bien.

—Exhalo aliviada—de-debes tener más cuidado—dije sonrojada.

—Desvía la mirada y asiente nerviosa—

Suspire y me acomode nuevamente en el lado de mi cama. Ella obedeció después de unos segundos acostándose boca arriba, para luego, quedar en un silencio incomodo, sin saber que decir o como volver a lo que estábamos haciendo antes...y dentro de mí, ansia, volver a intentarlo. Lleve una de mis manos a mi cabeza exhalando suavemente, cerré mis ojos y espere pacientemente unas palabras de su parte, pero, al pasar los minutos y no recibir nada, mordí mi labio inferior y maldije a mis adentros por este sentir tan...excitante.

Nuevamente la calentura de mi cuerpo ascendió al recordar un momento en específico donde estuvimos compartiendo esa cercanía de nuestras intimidades. Recordé el roce y las sensaciones que me llenaron de un placer que desconocía, hasta ahora. Oculte mi rostro con mis manos muriéndome de vergüenza, sintiendo, la sangre subir a mi cabeza y una poca humedad en mi entrepierna. Mordí con más fuerza mi labio y crucé mis piernas inconscientemente sintiendo un mínimo palpitar en esa zona.

Quite mis manos de mi rostro y voltee a verla de reojo, encontrándome con su espalda. ¿Cuándo se movió?, por estar metida en mi pensamiento no me percate. Suspire y me levante lentamente queriendo no llamar mucho la atención, estire mi mano despacio y trague pesado antes de apoyarla en su hombro. Deseo...explorar con más profundidad este sentir que no me deja tranquila.

Akko, se giró despacio y me miro curiosa, aleje de mi mano acercándola a mi pecho, desvié la mirada sonrojada y cuando tome el valor suficiente, note como volvió a su posición anterior; estando boca arriba. Y sin pensarlo otro segundo, me senté en sus caderas con delicadeza y aun sin mirarla, esperé con vergüenza y paciencia una mínima correspondencia que me incitara a pensar que, mis acciones no la incomodaron.

Sus manos se movieron y su cuerpo se levantó teniendo aun arriba, acaricio las curvas de mi cintura con sus dedos creándome un pequeño cosquilleo que recorrió mi abdomen, luego, llevo unos a mi mentón, obligándome a verla.

— ¿Estas segura de hacerlo?

Rayos...mi cara arde, ¡Demasiado!, mi corazón late muy rápido y mi cuerpo pide a gritos que sus manos toquen cada una de mis extremidades, ¡Siento que me estoy volviendo loca!

—Asiento nerviosa manteniendo aun, un poco de control—

Sus ojos color carmesí bajaron a mi escote, examinándolo con detenimiento y curiosidad, súbitamente su lengua se deslizo por su labio inferior, sorprendiéndome y creándome un nuevo sentir de... ¿Felicidad? ¿Excitación? ¿Deseo? ¿Anhelo?, no tengo conocimiento de estas cosas y como me dije anteriormente, nadie ha intentado estos actos íntimos conmigo, todo lo que está sucediendo, me confunde. Posicione mi mano en sus hombros con sutileza y lentamente los enrolle su cuello, haciendo que nuestros cuerpos volvieran a unirse.

Sus labios se acercaron a mi cuello despacio y al hallarse cerca, su respiración golpeo contra mi piel creándome un escalofrió y estremecimiento que provoco que, un jadeo leve se escapara de mi boca. Sus labios comenzaron a besarme en el lado izquierdo de mi garganta, acompañados con la punta de su lengua húmeda deslizándose con suavidad. Incline mi cabeza dándole más acceso a esa zona que causa el descontrol de mis sentidos y acciones, sin embargo, soy consciente de como enredo mis manos en su cabello y de unos sonidos que comencé a retener.

Ella se separó y baje un poco la cabeza mirándola con pasión, sus labios se acercaron atrapando los míos y moviéndolos de una manera...deliciosa y deseosa. Sus manos ascendieron hasta mi espalda y se encaminaron a mis pechos. Cuando los agarro y apretó encima de la ropa e hizo movimientos circulares, gemido tras gemidos fueron ahogados entre el beso y eso la incito a deshacerse del nudo de mi bata y meter sus manos bajo mi vestimenta, llegando a el broche de mi sujetador y soltarlo con un movimiento rápido, pero, delicado.

Las tiras de mi brasier cayeron por mis brazos y ella los retiro con mi ayuda, para después dejar mis pechos descubiertos y unir nuestros labios desesperadamente. Mi cuerpo se calentó aún más y sus manos frías volvieron a tomar mis senos, apretándolos y manoseándolos. Lleve mis manos a su espalda clavando un poco mis uñas en su piel, mis caderas se movieron en un vaivén por la excitación creada y el deseo requerido.

Estando a este punto, mi auto control desapareció por completo, dejándome llevar de las diferentes sensaciones placenteras que comenzaron atacarme sin piedad. Me separe del beso y junte nuestras frentes agarrando con mis manos sus mejillas conjuntando nuestra respiración acelerada y manteniendo mis ojos cerrados.

—Tócame más...por favor...—pedí en un susurro audible.

Abrí mis parpados sutilmente e hice contacto con sus ojos, mirándola con deseo y pasión, ladee mi cabeza y me acerque a sus labios, atacándola sin piedad.

Atsuko Kagari Pov

Siento...nuestros cuerpos arder...y puedo escuchar perfectamente el latir de su corazón hacer juego con el mío, e incluyendo la aspiración de complacer esa necesidad que se hace cada vez más grande en nuestros cuerpos. El menear de sus caderas y gemidos enloquecieron y nublaron completamente mis sentidos, dejando de luchar internamente sin continuar o no, sin embargo, lo que encendió más mi chispa, fue su petición...la dijo con un tono lleno de lujuria e imploración que, me fue muy difícil resistirme.

Seguí el beso y dejé sus pechos, para proceder a acostarla en la cama. Sin dejar de besarla me posicione arriba, para luego abandonar sus labios y no demorar ningún otro segundo en acercar mi boca a sus pezones y comenzar a lamerlos y chuparlos, deleitándome con mi lengua y mano de su tamaño y sabor. Con mi mano libre manoseé su otro seno e inconscientemente moví mis caderas, estimulando ese punto delicado en las dos. Me separe después de dejar unas marcas notables en sus pechos y aproveche para despojar mi camisa y tomar unos segundos para apreciar el hermoso cuerpo de mi novia...un jadeo cargado de deseo se escapó de mis labios e instintivamente relamí mis labios, mirándola con hambre.

Miré su expresión de sorpresa por unos momentos y continué con mi trabajo. Baje sus pantalones cortos de tela fina y observe su intimidad totalmente húmeda, mire de reojo como tapo su rostro en señal de vergüenza. Sonreí de ternura y solté mi brasier a la vez que ascendí y quite sus manos delicadamente e hice que me viera directamente a los ojos, manteniendo aun mi sonrisa para trasmitirle seguridad. Deslice mis dedos por su plano abdomen y cuando estuve a punto de tocarla, me detuve esperando un permiso para proceder con mi siguiente intención y cuando lo obtuve con un ligero asentimiento de cabeza, pase mis dedos por su punto y antes que reaccionara o arrepintiera, bese sus labios mordiendo con fuerza el inferior y causando un gemido más alto fuera exclamado e incluyendo que, unos gestos expresivos se comenzaran a mostrar en su bello rostro por los movimientos dados con dos de mis dedos justo en su punto delicado.

Con mi mano libre me quite el brasier y posicione arriba de ella nuevamente, junte nuestros senos y sonreí con malicia al ver las expresiones de su rostro. Lentamente despoje su prenda húmeda y al querer tocarla, su mano me detuvo sacándome de mi trance y haciéndome volver al mundo real; otra vez. Los nervios y pena no demoraron en hacerse presente, dejándome insegura y comenzando nuevamente una pelea interna de continuar o no.

—E-espera...—murmuro con su respiración acelerada y mirada apartada.

— ¿Su-su-su—aclaro mi garganta— ¿Sucede algo?

—Voltea a verme—

—Trago pesado—

¡Que nervios! ¡Cálmate y concéntrate! ¡No la dañes!

—Y-yo...

—La miro confundida—

Espere sus palabras pacientemente, pero nada salió de sus labios después de esa última, en cambio, la mano que sujeta la mía cerca de su entrepierna comenzó a soltar lentamente. Mire extrañada esa acción y observe su rostro avergonzado, mi corazón dio un vuelco cuando asintió nerviosa, dándome el permiso para proseguir.

Continúe con mi labor algo inquieta acariciando nuevamente ese punto, pero sin ninguna prenda que estorbe. Pude sentir con mas profundidad el humedecimiento de su zona, ocasionado que, mis mejillas ardieran y una acolara sensación comenzara a torturar mi entrepierna, implorando querer aliviar y unir ambas partes.

—A-akko...—gimió.

— ¿Sí?... —susurre acercándome a su cuello e introduciendo uno de mis dedos.

—A-ah...t-te amo...—se aferra a mi espalda.

—Yo también.

Besé el lado derecho de su cuello y moví despacio mi dedo sintiendo su interior muy suave y algo apretado. Adentre otro de mis dedos con cuidado recibiendo un apretón fuerte y que sus uñas se clavaran más en mi piel. Me ruboricé y sentí un escalofrió y ardor en mi columna, mordí su cuello recibiendo como respuesta un gemido y lentamente comencé a mover mis dedos de arriba hacia abajo y de afuera hacia dentro.

Anteriormente, nunca imagine un momento como este, pero, supuse que algún día tendría que pasar y yo tendría que enseñarle, porque dudo que la gran ''Diana Cavendish'' se haya hecho algo intimo antes y estas acciones lo comprueban.

Me levante sin dejar de mover mis dedos y baje mi pantalón, quitándolo por completo y admirando por unos segundos sus hermosos gestos y buen físico. Procedí a aumentar el movimiento de mis dedos para apreciar con más detenimiento sus expresiones.

— ¡Akko! —grito ocultando su rostro con sus manos, pero rápidamente las poso en la cama, arrugando con fuerza las sabanas y arqueando un poco su espalda.

Me quede atónica admirando sus facciones sin dejar de complacerla; su cabello un poco despeinado, las marcas rojas dejadas en sus senos, su pecho subiendo y bajando y esos gemidos que alocan mis sentidos, le dan un toque más especial. Mordí mis labios y quité la última prenda de mi cuerpo, quedando completamente desnuda y dejando mi zona acalorada expuesta, también, creando más seguridad en ambas. Me acerque peligrosamente a su intimidad y acomode pasando una de mis piernas sobra la suya, retire mi mano dejándola a medias, pero, gracias a mi posición, forme un entrelace que unió perfectamente nuestras partes.

Ella abrió un poco sus ojos y me dedico una mirada confundida, sonreí de lado dándole confianza y comencé a moverme restregando nuestros fluidos y creando una sensación placentera en las dos. No pude evitar que uno u otro gemido se escaparan de mis labios y pude sentir como empezó a mover su cintura inconscientemente, ocasionando que chocara contra la mía y creara unos sonidos que hicieron juego con los nuestros.

Cuando un escalofrió y ganas de más me segaron, cerré mis ojos con fuerza y presentí que llegaría a mi culminación. Y cuando estaba a punto de lograrlo, sentí una humedad mayor lubricar mi parte acompañado de un grito que pronunció mi nombre y que, instintivamente expulsara la mía...exclamando también su nombre. Situé una mano en mi cabeza y recosté mi espalda lentamente en la cama tratando de recuperar el aire perdido por mi boca y sintiendo unas pequeñas corrientes.

Me levanté teniendo aun la respiración un poco rápida y me acosté al lado de Diana que, mantiene su brazo izquierdo tapando sus ojos mientras intenta recomponer todo el aliento abandonado. Agarre las sabanas y nos arrope. Pasaron los minutos en silencio hasta que una acción de su parte llamo mi atención. Ella, trago pesado y tendiendo su respiración más controlada, volteo a verme un poco aturdida y cansada. Sin emitir una sola palabra, me abrazo ocultando su rostro en mi pecho, mi corazón... correspondió a su gesto tierno y amoroso, sintiéndose cálido y tranquilo.

Jugué con los mechones de su cabello recordando con detalles lo sucedido y añorando que vuelva a suceder algún otro día. Una sonrisa de satisfacción y felicidad se dibujaron en mis labios acompañado de un sentimiento agradable y acogedor, hasta que mis ojos se cerraron despaciosamente y mi cuerpo se sintió pesado, cayendo rendida en la cama y teniendo a mi dulce novia descansando en mis brazos.

-------------------

Fin del Cap. 46