Cap. 40
Atsuko Kagari Pov
La graduación empezara dentro de una hora y estoy lista para que mis padres me lleven junto con Aiko, baje a la planta baja donde se encuentra mi ''familia'', incluyendo a mi abuela que anteriormente en mi cumpleaños no perdió ningún segundo en decirme lo ridículo que es mi amor ''platónico'', ''aconsejándome'' que buscara a un chico y saliera de mi ''fantasía'', pero como siempre, la ignore y no recibí ningún regalo de cumpleaños, ni siquiera unas felicitaciones, mi abuela lo hizo hoy y cumplí años ayer, así que...creo que cuenta o... ¿Tal vez no?.
Miu fue la única que me dio un regalo, ella hizo un pequeño comic para mí tratándose de mi ídolo cuando era una niña, a lo último la dibujo a ella junto conmigo y Diana en nuestra versión niña. Adore ese hermoso detalle y lo tengo guardado en mi gaveta con mis objectos de Shinny Chariot, ya que hace dos días atrás mi padre me amenazó con quemarlos si hacia otro ''berrinche'' por cada una de sus órdenes. Aiko no me apoyado en nada, además ella causo todo ese desastre en mi Institución, no puede guardar secretos y es normal que algunas personas sean así; odio eso. Prefiero no buscar problemas y quedarme encerrada en mi habitación con mi celular jugando cualquier juego, así no tengo que hablar con nadie en esta casa.
En el día de cumpleaños mis padres no se molestaron en comprarme un dulce o una vela al menos, sin embargo, en el cumpleaños de mi hermana hicieron una gran fiesta donde mi abuela asistió y llevo obsequios, en ese día, Aiko, presento a su nueva pareja que es un hombre y no es millonario, pero vive bien y ellos están muy felices de que van a recibir dinero o regalos de parte de ese hombre; pobrecito, por esta razón no quiero que mi relación se hiciera publica antes de los dieciocho, aunque mi progenitores y la mayoría de las otras personas, no creen en mi relación y gracias a eso, me he gano muchas burlas en mi propio ''hogar''.
Al llegar abajo mire los hermosos vestidos de mi madre y hermana. Aiko siempre ha pensado que es muy bonita y en realidad lo es, pero hay algunos colores que no le sientan bien y debería cambiarlos, pero mis opiniones no cuentan y nunca lo hicieron, ya que no valgo absolutamente nada y como le dije a Miu, solo seré el papel de sobra o el plato de segunda mesa, no tengo ni una pizca de emoción en asistir a mi graduación y espero que este día pase rápido; tolerar las sonrisas y risas de esas personas me crean dolor en mi corazón y pensamientos negativos que trato de evitar. Mirare el lado positivo, habrá comida y dulces.
—Veo que ya estas lista—dijo mi madre.
—Asiento con mi cabeza—
Mi vestido es largo de color rojo y un poco ajustado a mi cintura, tiene encajes en la parte de arriba y deja al descubierto mis hombros y brazos al ser de tirantes, abajo es suelto y la tela es suave y ligera, no estorba para caminar y no es transparente. Aplique un poco de maquillaje en mi rostro y un labial rojo en mis labios, mi cabello está amarrado en una coleta, pero pienso soltarlo cuando me encuentre en el colegio.
—Tenemos media hora y saldremos ahora mismo, pero—saca un dinero de su cartera—necesito que hagas unas compras antes y lastimosamente tendrás que ir en bus hasta el instituto—deja el dinero en la mesa.
¿Que? Si quería que saliera a comprar unos alimentos faltantes, lo hubiera dicho antes y no ahora que tengo el vestido puesto.
— ¿Lo puedo hacer mañana? —pregunto con un poco de miedo.
—Me mira extrañada—claro que no, te levantaras tarde y no hay nada para hacer el desayuno.
Claro que sí, soy la que prepara la comida, posiblemente solo sea una excusa para que no los acompañe.
—Madre, juro levantarme temprano e ir a comprar lo que necesites, pero—enseño mi vestido—no quiero salir con esta nieve así.
—Entonces, cambiante y ponte algo más cómodo para que vayas al supermercado.
—Llegare tarde a la graduación—aclaro.
—Seré claro—habla mi padre—no queremos llegar contigo.
Sabía que era una excusa ridícula.
—Y no te acerques a nosotros cuando estemos en el salón, solo ignóranos—sonríe—eres muy buena en eso—arregla su traje—nos vamos—mira a Aiko—tus tíos están esperando en la entrada.
—Lo siento, cariño—dice mi madre—pero, tu hermana menciono las cosas que te han estado haciendo durante estos meses y no queremos ser el centro de las burlas por tener a una hija que cree en un amor platónico.
Mi madre acaricio mi brazo y se dio la vuelta, dejándome con un sentimiento de enojo e impotencia. Aprete mis puños aguantando las ganas de llorar por la rabia y sentí en un desliz una lagrima salir de mi ojo derecho, rápidamente la limpie y mire como mi madre salió junto a mi padre y abuela, dejándome con Aiko a solas dentro de la casa.
—Espero llegues a tiempo.
—La observo con enojo y cruzo mis brazos—
—Tranquila, sé que te las arreglaras.
Aparte la mirada y cerré mis ojos escuchando los pasos retirarse y como la puerta fue cerrada, para después oír el motor del auto encenderse y retirarse. Trague pesado y saque mi celular, llame a Miu y al tercer tono contesto.
— ¿Hola?
— ¿Miu? Hola, ¿Como estas? —camino hasta la mesa y agarro el dinero.
—Algo fría, esta nieve me congela hasta los dedos de los pies, ¿Sucedió algo?
—Bueno...mi madre me mando de compras y me dejaron en casa.
— ¿Con esta nieve?, espera ¿Estas lista?
—Subo las escaleras—sí, tengo el vestido puesto ahora mismo y me tendré que cambiar y luego volvérmelo a poner para así moverme mejor estando en la nieve y no estropear lo que compre con mis ahorros.
— ¿Ellos ya se fueron? ¿O aun no salen?
—No están—aclare.
—Bien, deja las compras a un lado y pasare a buscarte en el auto de mi padre, mi tío lo conducirá y podrá llevarnos.
—Si me ven en el salón tan temprano, creerán que no hice las compras.
— ¿Te digo algo, Akko?
— ¿Sí?... —entro a mi habitación.
—Me vale una mierda, no se ocurra quitarte ese vestido e iré a buscarte, espérame y guarda el dinero que te dieron para comprar...lo que sea que querían.
—Rio—gracias, estaré esperándote.
Al menos, llegare temprano y agradezco tener a una amiga como ella, me ha salvado de perderme la entrega de mi diploma. Me toma veinte minutos en llegar a la Institución y si incluyo el tiempo de las compras, más que me tenía que cambiar de vestimenta, no llegaría...espero que Diana haya tenido una hermosa y tranquila graduación, me siento del asco teniendo una vida con padres tan desconsiderados.
Diana Cavendish Pov
Nunca pensé que hacer un discurso se me dificultaría tanto y me costara decirlo frente a muchas personas; antes no sucedía. Esa fue la primera vez que me puse nerviosa y casi un error al hablar, trataba de que no se notara mi inquietud y me mantenía firme mientras recordaba lo que había aprendido con anterioridad, pero, admito que fue dificultoso y esas emociones nuevas que experimente, me dieron... ¿Miedo? o ¿Confusión? No lo sé.
Las chicas recibieron sus diplomas y siguieron entregando los otros en orden alfabético, agradecí a la directora por haber comenzado con puntualidad, así pude contar bien el tiempo que permanecí sentada y los minutos que teníamos para llegar al aeropuerto, pero algunas madres de familia requirieron un poco de mi tiempo para hablar y hacerme preguntas, otras se tomaron fotos conmigo y sus familias.
— ¿Ya llegamos? —pregunta Amanda desesperada.
—Faltan unos diez minutos—dije en un tono cansado.
Durante todo el trayecto tuve que decirle los minutos faltantes y es molesto, Lotte se mantiene cayada admirando la gran ciudad al igual que Hannah, Barbara y Sucy; agradezco su silencio. Me encuentro agotada de todo el viaje, estar doce horas sentada no es cómodo y eso que mi tía compro los boletos de primera clase, pero no sabía que los asientos podían inclinarse hacia atrás para recostarse; nunca había viajado en avión antes.
Mire por la ventana y contemple los grandes edificios. La abundancia de autos y el tráfico que se llega a formar es algo totalmente nuevo para mí y me sorprende ver este hecho en persona. Akko me lo menciono con anterioridad, pero es diferente ver y vivir ese momento que, escuchar e imaginártelo. Suspire y aprecie a unos asiáticos cantando cerca de un centro comercial, luego mire a una mujer vestida con un uniforme de enfermera repartiendo volantes, ¿Se tienen que vestir de esa manera para hacer eso?
—No es por molestarte, Diana—habla Amanda—pero a Akko no le gustaría que vieras a otras mujeres de su misma raza.
—Exhalo fuertemente—aclarando tu malentendido, se me hace extraño que vistan de esa forma para hacer ese tipo de trabajo.
—Sonríe—pero están bonitas ¿Verdad?, creo que matarías por ver a Akko vestida con uno de esos trajes.
No lo había pensado...y ahora que lo hago, me sonrojé fuertemente y dirigí mi vista al frente ignorando la risa de Amanda. El conductor de la limousine Aurus Senat es uno de los escoltas, este auto de color blanco con tres puertas en los costados y un amplio y lujoso espacio dentro, fue escogido por mi tía al enterarse que llevo conmigo compañía y así cupiéramos todas sin estar apretadas; que mejor que estar en un auto costoso y poder llamar más la atención, claro...
Después de unos diez minutos llegamos al hotel, observe a mi alrededor unos pocos segundos y camine a la recepcionista presentándome; hablando japones, claramente. Ella busco en su computador mi nombre y me entrego unas tarjetas que serían nuestras llaves, luego camine donde se encuentran mis amigas y le entregue una a Lotte que compartirá cuarto con Sucy y Barbara, después a Hannah que permanecerá con Amanda. El personal del lugar se encargó de mover nuestras maletas y mire de reojo la expresión de felicidad de mis amigas mientras hablan entre sí, eso me causo tranquilidad.
Al estar frente a la puerta de mi estancia, voltee a verlas una vez más notando que sus habitaciones están cerca a la mía, luego suspire llamando su atención.
—Tenemos treinta minutos para alistarnos—observo a uno de mis protectores—si llego a irme antes te quedaras con ellas y las guiaras al Instituto, te enviare las coordenadas a través de mi celular—las miro—estarán con él y llegarán sin problema.
Mis amigas asintieron y entre a mi cuarto usando la tarjeta. Anteriormente la profesora Croix me ayudo a usar nuevos dispositivos, pero aún no me acostumbro del todo a las llamadas de mi tía y mensajes que se me olvidan responder. Compre un celular antes de irme de Gran Betraña y el vestido que usare para esta noche...estoy nerviosa y ansiosa, quiero llegar rápido y abrazarla, ella no sabe que me encuentro en su país ahora mismo y no sé muy bien como se lo tome cuando me vea, espero no... ¿Decepcionarla? ¿Porque pienso esto justo ahora? ¿Serán las inseguridades? Rayos, ojalá tuviera un buen conocimiento sobre estas sensaciones, pero son tonta descubriendo lo que me ocurre; no me entiendo.
Traje conmigo el obsequio de la directora Finnelan y no lo he abierto, afuera tenía una nota que decía que no lo hiciera hasta que estuviera con Akko. Lo dejare en la habitación porque es algo grande y no pienso llevar eso en mis manos a la Institución, podremos abrirlo después. Mis cosas fueron dejaba aun lado de la puerta dentro de mi cuarto, me acerque a mi maleta y saque mi vestido bien doblado y guardado en una bolsa transparente con un gancho, Anna menciono que así no se arrugaría. Mi vestimenta consistirá en un vestido color azul marino abierto un poco en mi pierna derecha, llevare unas plataformas bajas, una pulsera gris de hojuelas y aretes redondos chicos de plata que hará juego con los demás.
Deje el vestido en mi cama y despoje de mi maleta mi toalla, jabón y cepillo de diente, para después entrar al baño y comenzar a darme una ducha rápida con agua caliente, tengo la suerte de haber llegado cuando la tormenta de nieve se calmó, espera...está nevando...y había una chica repartiendo volantes con un traje de enfermera descubierto, ¿No tenía frio? El bienestar de las otras personas es importante para mí; como doctora, pero, si la gente no sigue las reglas de precauciones para prevenir una enfermedad, no estaré al tanto de ello, porque cuando les pase algo malo irán a un hospital.
Termine de bañarme y agarre mi vestido, pronto oscurecerá y la noche se volverá más fría, tengo que ponerme un abrigo que combine con mi vestimenta. Me puse mi vestido y caminé hacia mi maleta sacando mi maquillaje, luego fui al tocador y empecé a aplicar un poco de polvo y bálsamo labial. Llame a uno de mis cuidadores y el contesto detrás de la puerta.
—Consigue un auto, dejaremos el Aurus para mis amigas y estaré lista en ocho minutos—digo levantando un poco la voz para que me escuche.
—A sus órdenes ¿Qué tipo de automóvil desea?
—Lo dejare a tu gusto.
Ese transporte solo será un alquiler de una noche. Me dirigí a donde se encuentra mi maleta nuevamente y la tome y puse encima de una mesa, retire mi varita, el pequeño regalo, los tacones, mi cepillo para peinarme y la hoja con el permiso autorizado del consejo mágico.
Estoy lista y espero que no se me quede nada, le pediré a un personal que decore la habitación antes que llegue, Necesito explicarle con detalles como debe quedar y las cosas que comprara para el ambiente ¿Cumpleañero? No soy muy buena en esto.
En unos minutos...la veré y quiero causar una buena impresión, estoy en Japón y las cosas son totalmente diferentes, pero...por fin me encuentro aquí.
------------
Fin del Cap. 40
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro