Cap. 33
Diana Cavendish Pov
Pasar tiempo con Andrew después de un tiempo largo, es extraño pero confortable, creo, no obstante, tener la atención de otras personas que sostienen unas cámaras me hace sentir incomoda con sus presencias constante. A cada lugar me siguen y toman fotos, le pregunte a Andrew el porqué de este hecho y menciono que es por mi gran logro en la cadena de hospitales que poseo a mi nombre; supongo que tendré que acostumbrarme.
—Entonces ¿A dónde te gustaría ir?
— ¿Levantaría muchas sospechas si vamos a almorzar?
—Probablemente, pero estaremos en ''privado'' para hablar de ese tema.
—Asiento—está bien, andando.
El motivo por el cual acudió a mí a través de una carta, la desconozco y estoy al tanto de que la persona que tengo a mi lado, se le declaro a mi novia, sin embargo, no guardo ningún rencor, porque lo conozco como para asegurar que el no tendrá intenciones negativas y evitara meterse en mi relación. Llegamos a uno de los mejores restaurantes en Londres y lo único pedido de mi parte, fue una ensalada de brócoli agridulce para esta tarde calurosa. Hoy es domingo y espero con ansias la carta de Akko. Hannah y Barbara son las únicas enteradas de mi reunión con el joven Andrew.
Agarramos unos asientos apartado de las personas que se encuentran en el lugar para hablar con más comodidad de ese ''tema'', la comida no demoro en llegar y lo único requerido de Andrew fue una ensalada de pollo troceado, lima y salsa picante''Sri racha'', al parecer a los dos nos gustan los almuerzos balanceados. Antes de venir a este lugar recorrimos la ciudad unos minutos y conversamos de otras cosas.
—Entonces, ¿De qué quieres hablarme? —tomo los cubiertos.
—Saldré del país para asistir a un concurso de piano, gane la competencia el año pasado y quería que estuvieras enterada de ese logro.
¿Esto es lo importante que tenía que decirme?
—Comprendo, felicidades Andrew, pero creo que debe haber otra razón importante para que me pidieras venir.
—Queda en silencio unos segundos cortos— ¿Iras a la graduación de la joven Kagari? —agarra una servilleta y las pone en sus piernas.
—Lo miro confusa—
¿Como él sabe que Akko no está en la academia?
— ¿Como te enteraste?
—Le pregunte a una de las profesoras, quería hablar con ella y hablar un poco, como lo hago contigo—sonríe—eres una de mis amigas de la infancia y recuerdo que discutíamos cada verano sobre la magia en la edad moderna, porque la vida avanza ¿Has pensado sobre eso?
—Si, mi tía me explico los detalles y aclaro que la magia será de gran utilidad para el futuro—clavo la punta de mi tenedor delicadamente en el brócoli—contestando tu otra pregunta, no he planeado en asistir a la graduación de mi pareja.
—Levanta una ceja y agarra sus cubiertos— ¿Por qué?
—Es personal—acerco el vegetal a mis labios, comiéndolo de un bocado.
—Entiendo, pero sería un bonito detalle que lo hicieras, su cumpleaños es un día antes.
Akko me pidió personalmente que no me entrometiera entre su familia, sin embargo, me gustaría ir, espera ¿Como sabe que la graduación es un día después de su cumpleaños?
—Al parecer la has investigado muy bien—dije en un tono molesto y desconcertada.
—No me malentiendas, no tengo intenciones de arruinar esa hermosa relación, solo me sorprende el hecho de que ahora estén distancias.
—Lo entiendo, pero no es un tema relevante.
—Asiente—siempre has sido muy reservada—sonríe—no has cambiado en mucho Diana.
—Arqueo una ceja— ¿Qué quieres decir?
—Desde que éramos unos niños tu comportamiento siempre ha sido conservador y tengo en claro los motivos, pero me gustaría que formemos una buena amistad entre nosotros.
Tal vez tome en cuenta esas palabras.
—Podremos intentarlo—digo demostrando un poco de desinterés.
— ¿Crees que Akko este sufriendo de maltrato?
Otra vez saco a relucir ese tema.
—Suspiro—no lo sé.
— ¿No te preocupa?
—Si lo hago, pero no puedo hacer nada al respecto.
— ¿Por qué? —pregunta confundido.
—Es personal—repito lo anterior.
.
.
.
Terminamos de comer en silencio y caminamos por las calles de la ciudad, mire muchas cosas que le podrían gustar a Akko y recordé las veces que salí con ella a estos lugares poniéndome un poco nostálgica con tales recuerdos, sin embargo, cuando este a su lado, la consentiré en lo que desee y de tan solo pensar que viviré con su presencia me pone ansiosa y nerviosa.
Me despedí de Andrew agradeciendo por la invitación y volvimos a quedar otro día, regrese a la academia siendo recibida con un abrazo de mis mejores amigas y espere a que un duende o hada se acercara para entregarme la carta de Akko, pero sorprendente nunca llego y pensé en las posibilidades de que habría pasado para que esta no llegara.
— ¿Qué pasa? ¿Estás bien? —pregunta Hannah.
—Volteo a verla—sí.
— ¿Recibiste la carta de Akko?
—Niego con la cabeza—
—Me mira asombrada—es la primera vez que no envía una ¿Crees que este bien?
—Si, iré a mi habitación, estoy cansada.
Camine a pasos lentos siendo consumida por mis pensamientos, ¿Y si le paso algo? ¿Porque no escribió la carta? Tener este sentimiento de preocupación es agobiante y seguramente no pueda descansar adecuadamente tratando de autoconvencerme que ella está bien y nada le ha pasado. Suspire y levante la cabeza fijándome en mi camino directo a los pasillos del equipo azul, pero al pasar alado de la chica que anteriormente ayude a estudiar, me detuvo sosteniendo mi brazo.
—L-lo siento—me suelta—te llame y no me escuchaste ¿Pu-puedo hablar contigo?
—Que sea rápido.
—Traga pesadamente— ¿Qu-quieres almorzar conmigo mañana?
Tal vez pueda entretener mi mente un poco.
—Pongo mi mano en el mentón—lo pensare.
Me despedí amablemente y seguí mi camino, note la mirada de felicidad en su rostro y una extraña sensación de molestia se apodero de mi pecho y al saber la razón, me maldije. Está bien que quiera ver la sonrisa de Akko, pero no puedo enojarme por ver la sonrisa de alguien más, es envidia solamente y es tonto sentir algo como eso.
Llegue a mi habitación y camine a la parte de mi alcoba, exhale y mire a mi alrededor llenándome de esa soledad que me consume gracias a la falta de su presencia, extraño cada vez que venía a mi habitación y jugábamos cualquiera tontería que se le ocurriera, siempre me animaba con sus relatos y caricias, tranquiliza mi ajetreo con los mandatos de las profesoras y lo que más me complacía apreciar era su sonrisa y me molesta imaginar que posiblemente sus padres la haya echo llorar, una persona con un hermoso corazón no debe derramar lágrimas.
La cuidare y protegeré como pueda, ella lo hizo conmigo y me salvo, apartando eso, estoy enamorada de esa niña imperativa, la amo mucho y no poder descansar hasta saber que este bien. Pienso en un hechizo de vigía, tengo que concentrar mis pensamientos en la persona que deseo observar y un agujero en la pared me dejara ver lo que está haciendo en ese momento. Suspire y revise que en la habitación no se encuentre nadie, camine posicionando frente a una pared despejada y cerré mis ojos sacando mi varita, dije el hechizo con fluidez y este dio resultado a la primera.
Abrí mis parpados contemplando a Akko en uno de esos transportes públicos, esta dormida recostando su cabeza en la ventana, con mis dedos moví la imagen aun lado observando a todos los compañeros de ella, incluyendo a esa tal Natsuki que la mirando y Akko no se percata de eso. Me gusta que mi pareja sea distraída en no notar los sentimientos de las demás personas, pero esto me provoca...lo que se llama: Celos.
— ¿Crees que este bien? —le pregunta una niña a Natsuki.
—La vi un poco decaída, pero espero se divierta en este viaje.
— ¿Que harás?
—La invitare a cenar y tratare de subirle los ánimos.
—Eso es ser una buena amiga.
—No trato de serlo, quiero decir, me gusta, pero sabes lo que quiero llegar con ella.
—Eres bonita, tienes una buena personalidad, incluyendo que eres la estudiante estrella en el instituto, podrás conseguirla.
—No estoy segura...la he visto leyendo y escribiendo unas cartas. Dudo que sea una amiga de su antigua academia, posiblemente me mintió respecto a eso—suspira—no sé qué hacer.
—Coloca la mano en su hombro—ánimos, trata de hablar con ella en el atardecer y hazle preguntas, así se te quitaran esas dudas.
—Sonríe—gracias.
Miré la situación contemplando el rostro de tristeza de esa chica, luego con mis dedos moví nuevamente la imagen, observando a Akko levantarse y bostezar, sonreí inconscientemente por este hecho, dándome ciertos recuerdos hermosos y llenando de ternura mi corazón. Quede unos segundos más mirando su estado y note que el emocional esta decaído, luego saco de su maleta un sobre que reconocí de inmediato.
— ¿No se la pudiste enviar? ¿Cierto? —pregunta la chica llamada Kokoro.
—Mi padre me tiene vigilada, hubiera querido que la leyera y se enterara de lo que está pasando.
—Puedo hacerlo por ti, cuando regresemos me das el dinero e iré al correo, añádele a la carta por qué le llegara con mi nombre de ahora en adelante.
—Sonríe—gracias, en verdad...me has salvado—la mira con nostalgia.
—No te preocupes, no es nada, espero que ese amor a distancia que tienes no llegue a romperse.
—No pasara, la quiero mucho y deseo que los días pasen rápido para verla—acaricia el sobre con sus dedos pulgares—falta poco.
Dos toques en la puerta hicieron que quitara el hechizo, guarde mi varita y camine a la parte de mi habitación.
—Diana ¿Estás aquí? —pregunta Amanda.
¿Qué está haciendo ella aquí?
—Si, ¿Que te se ofrece? —respondo estando detrás del librero.
—Es una carta para Akko—abre la puerta.
—Exhalo suavemente—déjala en la mesa.
—Está bien, cuidado se pierde—dice para después salir del cuarto.
Tengo mucho que pensar, primero descubrí que Natsuki es una de las mejores en esa institución, posiblemente millonaria por su vestimenta, ella destacaba mucho ante las demás, sin embargo, se reconocer con facilidad a las personas que poseen una cantidad de dinero en sus manos. Segundo, ella gusta de mi novia y piensa invitarla a cenar, pero dudo que Akko acepte, aunque si se trata de comida probablemente vaya. Tercero, la carta no fue enviada por problemas del hogar, sus padres no la dejan comunicarse conmigo y aun no se la razón de eso, pero el otro domingo lo descubriré.
Ahora debo calmar mis celos y concentrarme en el estado emocional decaído de ella, se animó un poco cuando su amiga le dio una solución a su problema, sin embargo, no es suficiente, si pudiera estar a su lado, la ayudaría, se perfectamente las cosas que la animan y me hacen apreciar en cada momento esa sonrisa deslumbrante dibujada en sus labios. Esperare pacientemente su carta y tal vez piense en asistir a esa graduación, no tendría nada de malo, ella cumplirá sus dieciocho años y me permitirá llevarle un regalo, corrección, serian dos, cumpleaños y de graduando.
Mi culminación en esta academia se hará antes y tendré que averiguar qué vuelo tomar para llegar a tiempo y en que estadía quedarme, por fortuna se hablar perfectamente el japones, tener a una novia asiática y que a veces me gritara o hablara en ese idioma, me hizo aprenderlo y aún recuerdo cuando me grito ''baka'' y yo le respondí ''Baka wa anatadesu'' significado de: La tonta es usted. Su expresión de asombro y vergüenza me hicieron reír de ternura, besé su mejilla y le dije ''ya no podrás ocultarme nada, Miss Kagari.'' Y después de ese día, Akko me obligo a hablarle en japones, sin embargo, me negué a sus peticiones al comienzo, luego de insistir tanto, no tuve otra opción que aceptar.
Aún tengo tiempo de pensarlo, el día de mi graduación no puedo faltar, como la mejor bruja de este lugar es mi responsabilidad representar a la academia y las demás estudiantes, no obstante, que me vaya después de que me entreguen el título y saltarme la fiesta, no creo que haya problema. Suspire y me senté en la cama volviendo mis pensamientos atrás de todo lo que observe y escuche. Hablare con mi tía para organizar bien ese viaje.
----------------
Fin del Cap. 33
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro