Diana Cavendish Pov

Su cuerpo sin vida esta tirado en el suelo, pero, esto es muy malo, ahora esta dentro de mi, por su sangre que recorre en mis venas y porque no fui yo la que derramo la poción sobre el, solo un Cavendish puede deshacerse de otro Cavendish. Todas me miran con cara de confusión y algunas con enojo, mi cuerpo tiembla y los susurros no paran, trato de mantener el control y la dificultad aumenta cada segundo que el permanece dentro. 

Saque mi varita y la apunte a mi pecho, sosteniéndola con mis dos manos; lo tengo que sacar por las malas, repetiré un sin fin de hechizos, hasta tomar los que funcionaron y combinarlos, no dejare que nadie se acerque, si lo hacen podre hacerles daño, siento que esta es mi lucha, no la de ellas.

— ¡MUROWA! 

— ¡Diana! ¿¡que haces!? —grita Akko espanta.

Una barrera color verde rodeo mi cuerpo haciendo un sonido de un golpe en la tierra, sacudí mi cabeza sorprendida; el no dejara que lastime mi cuerpo y evitara a toda costa salir.

— ¡CREPITUS! 

Nuevamente la barrera evito que me hiciera daño.

— ¡Para ya Cavendish! ¿¡Acaso tratas de suicidarte!? —grita Amanda.

— ¡CORPUS EXIRE! 

Otra vez...el resultado es el mismo, mis manos comenzaron a sudar y temblar, ellas no se han percatado de lo que esta sucediendo, unas de las profesoras se acerco pero comencé a retroceder sin bajar la varita.

—Diana, entregame la varita—dijo con un tono muy calmado.

— ¡APAGE HINC! 

¡No cambia! ¡Me estoy cansando! 

— ¡Aléjate! —grite haciendo eco en sus oídos.

La profesora se aparto dejándome a la vista de todas otras vez, suspire tratando de calmar mis nervios, cerré mis ojos y recite dos hechizo a la vez.

— ¡CREPITUS! ¡CORPUS EXIRE! 

Este dio resultado, haciendo que escupa sangre color morada por mi boca, un grito fuerte retumbo en mi cabeza, me sujete fuertemente evitando en caerme, volví a suspirar y con mis manos temblorosas seguí, notando como las personas que están a unos pasos alejados, se dieron cuenta de lo que sucedía.

— ¡APAGE HINC! ¡MUROWA!

Caí de rodillas y vomite sangre, roja con morada, soy consiente de que estoy haciéndome daño, pero no viviré con alguien estando en mi cuerpo y menos si quiere controlarme. 

Si sigues, no tendré otra opción Diana.

—Sonrió con mis dientes manchados de sangre— ¿y-y que piensas hacer? ¿M-matarme desde dentro? 

Es una posibilidad, pero necesito deshacerme de esas brujas que nos están mirando y para eso, quiero tu cuerpo y tu fuerza.

—T-tendrás que matarme si quieres llegar a e-ellas—escupo la sangre y limpio mi boca con la manga de mi uniforme.

Mire a Akko que trato de acercarse pero la profesora Croix la detuvo.

—No podemos hacer nada, Diana tiene que encargarse de esto sola, el es un Cavendish, ella también, esta lucha no nos incumbe.

— ¡Podemos ayudar! 

—No Akko, no eres un Cavendish—dice Lotte poniendo su mano en el hombro—ya hiciste mucho—murmura.

Tome nuevamente la varita y de rodillas la coloque en mi pecho nuevamente con mi respiración agitada.

— ¡C-CREPITUS! ¡APAGE H-HINC!

¡IUNGENDORUM!

Solté un grito de dolor apoyando mis brazos en el suelo; tres hechizos a la vez...si vuelve a pasar, moriré...mi cuerpo no es tan resistente, mas sangre salio de mi boca, pero unas heridas de cortadas aparecieron en mis brazos, creándome mas dolor y ardor, las observe y un humo de color morado salen de esos lugares. Me levante una vez que recupere un poco de mi fuerza, mi cuerpo se tambaleo de lado en lado, mis piernas las siento muy débil, con miedo y debilidad subí la varita, poniéndola en mi pecho nuevamente, inhale y exhale varias veces. 

— ¡Murowa! ¡Corpus exire! 

Mi cuerpo fue empujado por la magia hacia el lado izquierdo sepandome de alguien o algo, caí al suelo tratando de regularizar mi respiración, una sombra tapo la poca luz que hay, mire hacia arriba viendo una silueta oscura con mi forma, fruncí el ceño mirándolo con enojo, el tomo mis mejillas con sus manos y me beso...hice un gesto de asco y dolor, poco a poco entraba a mi, trate de empujarlo pero mis manos traspasan su cuerpo, con mi varita recite un hechizo ahogado por el beso, dándole un choque eléctrico, causando un dolor en mi también.

— ¿¡Q-que haces!? —dice enojado limpiando su labio por la saliva creada.

— ¿¡T-tu que estas haciendo!? —contesto con agresividad sin bajar la varita.

¿¡Mi tío me acaba de besar!? o ¿¡yo misma lo acabo de hacer!? 

— ¡Volviendo a entrar! ¿¡No es obvio!? 

—Un pequeño rubor se creo en mis mejillas— ¡No me vuelvas a tocar! —dije entredientes.

—Suspira—si me haces daño, tu cuerpo recibirá el mismo dolor, soy tu, ¿lo entiendes?

Ahora que esta afuera... ¿Como hago que desaparezca? no queda otra poción, esto es malo, si queda tanto tiempo en ese estado ¿que pasara?, el volteo a ver su cuerpo tirado en el suelo, se acerco y luego miro a las profesoras.

—Fallaron—dice con burla.

— ¿Que quieres decir? —pregunta la profesora Croix enojada.

—Sonríe enseñando los dientes—solo un Cavendish puede derrotar a otro Cavendish—mira a Akko—admito que me sorprendiste al usar esa magia, pero, tenia que ser Diana quien derramara la poción sobre mi.

Voltee a ver a Akko y nuestros ojos se toparon, ella agacho la cabeza triste; debe sentirse culpable, pero, yo también tengo la culpa, no fui capaz de ayudarlas, después de que todas hicieron mucho por mi, supongo que es tiempo de cumplir con el destino que tengo preparado.  

Suspire levantando mi cuerpo del suelo, el me miro y traspaso su mano en el pecho, agarro algo que no pude identificar, pero al apretarlo supe de inmediato que es mi corazón, puse mis manos en mi pecho tratando de disminuir el dolor, pero, el siguió estrujándolo con fuerza; detente... 

— ¿Quieres que pare? 

No respondí y seguí aguantando el dolor.

—Obedeceme y lo haré, con tu ayuda podre reconstruir mi cuerpo y separarme del tuyo, no tolero estar aquí—aprieta mas fuerte— ¿¡sabes porque!?

— ¡AH! —grito.

— ¡Porque eres igual a ella! 

—Cierro mis ojos y muerdo mis labios—

—Tu cabello, tu cuerpo, tus ojos... ¡Todo! ¡No sabes cuanto lo odio! 

— ¡Detente! —grite desesperada para que el dolor cesara.

El se detuvo y soltó el agarre, nuevamente caí de rodillas con mi respiración descontrolada, mire de reojo la varita que esta en el suelo y la tome rápidamente, el lo noto y antes que dijera un hechizo, tomo mi corazón y lo apretó, creando otro grito de mi parte.

—Eres terca, no me sorprende.

Las profesoras me miran con terror, sin saber que hacer, no puedo lastimarlo porque me causaría daño a mi, tengo que hacerme cargo de mis responsabilidades y esta, es una de ellas. 

—Sonrió— s-si para quitarte la vida, n-necesito quitarme la mía, e-entonces ¡te iras conmigo!

—Levanta una ceja y se acerca a pasos rápidos—ni se te ocurra.

— ¡Diana no lo hagas! —dice la profesora Finnelan.

Apreté con fuerza la varita y la puse en mi pecho, un hechizo que haga que tu corazón explote. . . lo recuerdo, claramente. Con lagrimas en mis ojos lo dije...sentí un extraño cosquilleo en mi pecho, pero, lentamente fui cerrando los ojos, pude ver como el desapareció y después todo se fue desvaneciendo...sonreí satisfecha, teniendo en mente que...con mi vida las salve.

Atsuko Kagari Pov

El hechizo que lance antes que dijera el suyo, la cubrió o eso creo, pero, si se desmayo...significa ¿que no lo hizo?, me acerque corriendo una vez que su otra forma desapareció, al llegar me arrodille poniendo su cabeza en mis piernas, sus heridas aun están abiertas y tiene sangre algo seca saliendo de boca.

Acerque mi oreja a su corazón y este sigue latiendo pero demasiado lento, mis ojos se inundaron de lagrimas y quite un mechón de su cabello; n-no me dejes o-otra vez...p-por favor...Diana, quédate c-conmigo. Las profesoras y mis amigas se acercaron, Amanda puso su mano en mi hombro, arrugue el uniforme de Diana sin dejar de llorar, la abrace con fuerza y tome mi varita recostándola en su pecho con cuidado.

Cuando tuve la oportunidad derramar la poción sobre el, obtuve ayuda de la bruja Woodward, ella me salvo y luego se fue, no entiendo por que su repentina aparición, pero, cuanto deseo no haberlo echo, debí dejar que Diana fuera quien lo hiciera, no soy una Cavendish y me odio tanto por no poder salvarla, soy una inútil, siempre lo he sido.

—G-gracias por llenar mis d-días de esperanzas—la abrazo con mas fuerza—l-lo siento m-mucho.

Este sera la ultima vez que podre verte, quiero irme a tu lado y al no poder, duele mucho. Me separe con la varita aun en su pecho, luego acerque mis labios a los suyos, depositando un cálido beso; no me importa mancharme de su sangre, Diana siempre ha sido parte de mi.

Al separarme una luz alumbro su pecho, mire sorprendida este echo, mis amigas y las profesoras se apartaron dándonos espacio, voltee a ver el rostro de Diana y este hizo un gesto leve de dolor; sera posible...mi corazón late muy rápido y tengo los nervios de punta. Su mano se movió un poco, llamando la atención de todas, la sujete rápidamente esperando que un milagro suceda, de repente la luz se apago y su cuerpo se dejo de mover. 

Mis esperanzas se fueron cayendo, pero, al pasar unos pocos segundos...lentamente abrió sus ojos mientras levanta su cuerpo despacio, para quedar sentada en el suelo con una mano en su cabeza, sonreí en grande cuando me miro; ¡esta viva! ¡el hechizo funciono! ¡no puedo creerlo!, su expresión demuestra confusión, observo sus manos y en un salto que di, la abrace con fuerza, ella sin entender lo que esta pasando correspondió el abrazo.

— ¿Como es posible? 

—N-no lo se—me separo— ¡estoy tan feliz! —sonrió.

—Akko...—limpia mis lagrimas—gracias—sonríe.

Escuche unos sollozos provenir de las personas que se encuentran viéndonos, voltee a ver de quien se trata y para mi sorpresa es de la profesora Chariot; ella también esta bien y tiene sus heridas curadas, debió ser la magia de Finnelan.

—Es tiempo de que se vayan, este desastre sera arreglado antes que regresen a la academia.

—Tienes agallas Cavendish—dijo Sucy.

Diana y yo nos levantamos del suelo con cuidado, las chicas fueron a recoger sus maletas, mire las heridas de mi pareja y han dejado de sangrar, solo hay que desinfectar y limpiar la sangre seca.

— ¿Iras conmigo a la mansión?

—Tomo su mano—si, nuestros planes no han cambiando.

—Voltea a verme—esta bien.

—Diana—pongo mi mano en su mejillas—no vuelvas a dejarme.

—Sonríe—no lo haré.

Acerque mi rostro hasta llegar a rosar nuestros labios con delicadeza, nos miramos con un pequeño rubor en nuestras mejillas y cerramos la distancia que nos separa, convirtiendo el beso en uno necesitado y deseado, sin quitar los sentimientos aun lado, mi corazón palpita de felicidad y alivio, al pensar que todo esto acabo.

Cuando nos separamos sonreímos mutuamente y sin soltar el agarre de nuestras manos, caminamos donde se encuentran las demás esperándonos. Quiero llegar a su hogar y darme un buen baño, quitarme esta suciedad para después descansar en su cómoda cama, no es la primera vez que voy a su mansión, Anna tiene un cariño guardado por mi, muy poco lo demuestra porque mis modales no son los mas adecuados, pero se que por dentro me quiere.

En las veces que dormí en la mansión Cavendish, siempre duermo con Diana y la hora de comida son muy estrictas, tengo mi propio caballo, lo considere mio la primera vez que lo monte y dos días después Diana me lo regalo, cuando no era necesario. 

—Akko—dijo Diana extendiendo su mano para subir a la escoba.

Sonreí y la sujete, una vez arriba abrace su cintura, para después comenzar a volar, mire el cielo, el hechizo que use en Diana fue el de protección, pero, sentí que algo mas se unió en ese hechizo—pongo mi mano en el pecho—como si fuera...

El amor es la magia mas poderosa

¿Quien dijo eso? ¿fui yo? no importa, pero, posiblemente eso debió ser...pero ¿como? el amor que siento por Diana fue trasmitido a través de ese ¿hechizo?, ¿es posible? luego le preguntare a Diana, ella conoce mas sobre la magia, por ahora disfrutare su compañía y mi corazón por fin descansara de ese dolor.

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Fin del Cap. 25