Cap. 22
Atsuko Kagari Pov
¿Es ella en verdad? Tal vez estoy soñando, las profesoras me dijeron que esta muerta ¿Sera que nuevamente la volvieron a la vida? Pero, tienes sus ojos azules y su cabellos ya no es blanco con negro, creo que me estoy volviendo loca.
—Akko, ¿estas bien?—se acerca.
¡Aun no puedo creer que es ella! ¡No quiero ilusionarme!
—Pone su mano en mi mejilla— ¿porque lloras?
¿Estoy llorando? No me he percatado de eso, ¿sera por felicidad? o ¿tristeza? o ¿miedo?...de que desaparezca otra vez.
—E-en verdad... ¿e-eres tu?—dije con temor.
—Arquea una ceja—si...—responde confundida.
Puse mi mano encima de la suya comprobando, luego la solté y acaricie sus hombros, bajando lentamente hasta su abdomen, la expresión de su rostro cambio y sus mejillas se sonrojaron.
— ¿Q-que esta haciendo Akko? —dice alejándose un poco de mi.
Si...es ella. La mire directamente a los ojos, comencé a sonreír y llorar a la vez, Diana me mira confusa y preocupada, teniendo sus mejillas sonrojadas, me acerque y la abrace con fuerza.
— ¡Estas viva! N-no lo puedo creer—arrugo su uniforme—D-diana—escondo mi rostro en su pecho.
—Akko...podrías ¿contarme lo que paso?
¿No recuerda?
—Me separo un poco— ¿no lo recuerdas?
—Limpia mis lagrimas con su dedo pulgar—solo recuerdo como me atacaron, mi mente saca conclusiones de como es posible, que siga con vida, pero, quiero saber la verdad y el porque estaba encerrada en mi habitación.
Las profesoras posiblemente creyeron que ella no regresaría y tal vez por eso la encerraron aquí, pienso...que no querían que viera como asesinaban a Diana.
—Escondo mi rostro en su pecho otra vez—ahorita.
—A-akko.
Puedo escuchar su corazón latir rápidamente, se sienta tan...agradable...el aroma de su cuerpo y el calor que posee, me tranquiliza, lo logre...si pude traerla de vuelta, no soy una inútil como pensé.
— ¿Que pasa? —me separo y la miro.
Se ve avergonzada y sus mejillas se volvieron mas rojas.
—L-las profesoras están.
¿Que? Voltee mi cabeza y justamente se encuentran paradas mirándonos con asombro, sonreí al verlas y antes que se acercaran a abrazarla, menos la profesora Finnelan, me separe.
—Estas de vuelta—susurra la profesora Chariot.
—Diana.
—La mira—
—Me alegra que estés aquí—dijo la profesora Finnelan.
—G-gracias.
Después del conmovedor momento, nos sentamos todas en los sillones, le hicieron preguntas a Diana sobre si recuerda lo que sucedió ayer, ella se los negó y todas quedaron pensativas.
—Sabia que habían mas consecuencias—dijo la profesora Chariot.
— ¿De que hablas?
—La bruja que nos ayudo con el ritual, salto algunas palabras importantes y creo que fueron estas—hace una pausa pequeña—los recuerdos de Diana, cuando estuvo en este mundo sin vida, literalmente, no volverán, pero, creo que lo harán a su tiempo.
—No lo veo muy grave—digo.
—Lo es, podemos explicarle un poco de lo sucedido, pero, no tenemos tiempo para contárselo todo, la barrera se romperá en dos horas y necesitamos prepararnos—dice preocupada.
Es cierto...
—Señorita Kagari y señorita Diana, volverán a sus hogares.
¿Que? ¿aunque Diana haya vuelto me mandaran a casa?
—Puedo quedarme a luchar, se los mencione antes.
—Akko, ya hiciste mucho y necesitas descansar, tu heridas no han sanado completamente.
—Pone su mano en su mentón y cruza las piernas— ¿tienes heridas?
—La miro nerviosa—s-solo un poco.
—Suspira y se levanta—tienen una hora y media para irse de la academia, Akko—me mira—te encargaras de explicarle a Diana con detalles lo que paso—se da la vuelta—con permiso.
La profesora Chariot, Nelson y Finnelan se retiraron de la habitación, dejándonos a Diana y a mi solas, la sala quedo en total silencio, siento la mirada de Diana sobre mi; ¿por donde debería comenzar?
—Empacare mis cosas—se levanta—te quedaras conmigo en la mansión hasta que regresemos a Luna Nova.
—E-espera—agarro la punta de su falda deteniéndola—h-hablemos primero.
—Se vuelve a sentar—esta bien—cruza sus brazos.
—B-bueno, en verdad si moriste y las profesoras hicieron un ritual con una bruja de magia negra para traerte de vuelta.
—Me mira sorprendida— ¿Que?
—Desvió la mirada—cuando volviste a la vida, muchas cosas se quedaron, como tus emociones, tu recuerdo antes de morir, no sentías el dolor, tristeza—pongo mi mano en mi pecho—ni el amor, me dejaste una vez que te enteraste sobre el plan de las profesoras, pero, no me rendí. Cada vez que me acercaba a ti, te dolía, no podía abrazarte.
No le contare esas veces que estuvo a punto de matarme, lo dejare aun lado por ahora.
—La miro—el vino a buscarme, la forma con la cual pudo entrar a la academia, fue copiando tu cuerpo, pero, cuando estuvo a punto de quitarme la vida, me salvaste, no importa las cosas malas que me decías o lo apartada que te encontrabas, viniste por mi—sonrió—, y ahí note que aunque no sintieras tu corazón latir, aun me amabas. Entramos dos veces al bosque, una fue porque te atrapo, la otra para conseguir un poco de su sangre, en la primera te salve por unos segundos cortos y en la otra, tu fuiste la que me salvaste, esa barrera de la que hablan las profesoras, la pusiste tu, para que el no saliera.
— ¿Saben quien es?
¿Debería decirle eso?...
—B-bueno—rasco mi mejilla nerviosa—al p-parecer tienes un tío, se llama Freddie Cavendish, el quiere matarte, para así ser el siguiente líder de los Cavendish, también planea deshacerse de la magia y que solo la pueda controlar el, su magia es morada. En la enfermería hablaste con tu tía sobre dos libros que fueron robados. La profesora Croix, tiene la sangre que conseguimos y esta haciendo unos experimentos para poder lograr vencerlo, otra cosa importante, seria que las estudiantes fueron regresadas a sus hogares, hasta nuevo aviso, somos las únicas que quedamos, al igual que Amanda, Sucy, Hannah, Barbara y Lotte, deben estar en mi habitación esperándome.
Sus ojos me miraron directamente, mi cuerpo se puso nervioso, su mirada demuestra molestia, pero a la vez preocupación, con su mano derecha sostuvo mi mentón y sus labios se posaron en los míos, regalándome un beso corto.
— ¿Te dolió mucho? —acaricia mi mejilla.
— ¿D-de que hablas? —digo sonrojada y sorprendida.
—Coloca su mano izquierda en mi espada—no recuerdo exactamente lo que hiciste, pero, tengo conocimiento de como funciona ese ritual—sonríe—gracias Akko.
Me pregunto...que pasaría si se entera que una vez estuvimos a punto de... ¡no! ¡estamos aun en la academia! ¡no es relevante ahora mismo!
— ¿H-hay algo que quieras saber? —pregunto nerviosa teniendo su mano aun en mi mejilla.
—Niega con la cabeza—por ahora no, tenemos que irnos.
—E-esta bien.
Ayude a Diana con sus libros metiendolos en la maleta, luego me mando a mi habitación para que empacara mis cosas, la obedecí y antes de salir del cuarto le di otro abrazo cargado de alegría; estoy tan feliz.
Camine directo a mi habitación con una sonrisa en mi rostro, no siento las heridas en mi espalda, sera, tal vez por el medicamento que me dieron en la enfermería, cuando estuve inconsciente. Por estar metida en mis pensamiento no me percate que llegue a mi habitación, hasta que Amanda me golpeo.
—Eso dolió—me sobo la cabeza.
—Resopla—no me escuchabas.
—Lo siento—camino hacia mi cama y saco mi maleta debajo.
— ¿Y porque esa sonrisa? ¿Te sientes mejor?
— ¡Mucho mejor! —digo con ánimos comenzando a meter algunas prendas de ropa.
—Sonríe—me alegro mucho—dice Lotte.
—Entonces nos iremos a empacar nuestras cosas—dijo Amanda dándose la vuelta—por cierto, ¿Ya decidiste donde te quedaras?—me mira de reojo.
—Si—la miro—estaré en la mansión de Diana.
— ¿Que? —dijeron todas sorprendidas.
—Desvió la mirada y me subo arriba de la cama, despegando el póster de Shinny Chariot—
— ¿Pero, como? —dice desconcertada Hannah.
— ¿La tía de Diana te dio per-
—Akko—da unos toques leves en el marco de la puerta y entra—lamento la interrupción.
Mis amigas se quedaron sorprendidas al verla, yo le sonreí y ella miro a todas confundida por la expresión en sus rostros. Cerré mi maleta y me acerque, pero Hannah y Barbara se adelantaron dándole un fuerte abrazo a Diana, para después comenzar a llorar.
— ¡Estas viva! —gritaron las dos.
Diana soltó su equipaje y correspondió el abrazo, Lotte se acerco también y la abrazo, Sucy y Amanda se quedaron quietas, me hice aun lado de Diana esperando que se separen. Después de unos minutos llenos de preguntas y lagrimas de felicidad, camine junto a Diana hacia la dirección, dijo que quiere hablar con la directora Holbrook, pero, al llegar y entrar no encontramos a nadie, solo unas cartas encima de su escritorio.
Me acerque cautelosamente mirándolas por encima, mis intenciones no son tocarlas y abrir una, pero, tres tienen mi nombre escrito y no pude evitar tomarlas. Agarre las tres que dicen mi nombre en una esquina y la voltee, para así saber de donde vienen, mientras Diana mira la estantería de la directora.
Japón, Yasahiro Kagari.
¿Padre? Abrí la carta y la comencé a leer.
Esto de enviar cartas y no poder enviarte un mensaje por el celular, es molesto Atsuko. Se que te sorprende que te escribe una carta, pero, me entere por medio de tu abuela, que todas las ''brujas'' de esa academia salieron de ahí, te envié dinero para que regreses a Japón y podamos matricularte en una escuela de verdad.
Cambio de carta.
Japón, Eri Kagari
Madre...
Acabo de ver tus notas y tuviste un tiempo donde las bajaste, Akko, no estoy pagando esa academia por gusto, te inscribir ahí porque tu abuela nos convenció, aunque ahora ella esta en total desacuerdo de que sigas en esa escuela, no te están enseñando nada productivo y cuando regreses a Japón, estarás con tu hermana estudiando una buena carrera que te de, de comer.
N-no pueden h-hacerme esto...después de tanto que hice, p-para estar c-con Diana, no quiero que me alejen de ella. Mis ojos se humedecieron un poco, aguantando las ganas de llorar, voltee la ultima carta.
Japón, Emma Kagari
Hermana.
Me parece divertido escribir una carta, mas rápido es usar un celular, bueno, iré a punto, mis padres están gritando en la casa por lo que esta pasando en esa academia tuya, desconocemos la razón del porque tu escuela esta devolviendo a todas esas niñas, que juegan a ser ''brujas'' a sus hogares, nuestra madre dijo que te inscribirán en la misma academia que estoy, te voy a enseñar muchas cosas y te presentare a un chico que te gustara, ya le hable sobre ti y esta de acuerdo en conocerte. Mi abuela me contó que te gusta una chica, mis padres no lo saben aun, tu secreto esta guardado, pero, pienso que sera mejor que te ayude antes que te rematen a golpes acá, haré que ellos se sientan orgullosos de ti, te cambiare, no te preocupes, confía en mi.
Que hipócrita...ninguno piensa en lo que yo quiero y cual es mi felicidad, todos quieren lo ''mejor'' para mi, cuando eso que planean no me gusta. Lagrimas se desbordaron de mis ojos, arrugue las cartas y unos brazos me rodearon dándome un cálido abrazo, mire sorprendida a Diana, ella no dijo ni una sola palabra y lentamente me quito las cartas con cuidado, para después guardarlas en su uniforme y darme caricias.
Pienso...en como seria su reacción si se enteran que tengo una novia millonaria, aunque no me gusta presumir ese tipo de cosas, porque para mi el dinero no lo es todo, el corazón de la persona, es lo que vale mas, pero, ¿me dejaran de molestar si se los digo?
—Diana—me separe limpiando mis lagrimas.
Debo tener mis ojos hinchados de tanto de llorar el día de hoy.
— ¿Como te sientes?
—Mejor—miro sus manos y las tomo entrelazando nuestros dedos—gracias—la miro—Diana—hago una pausa— ¿Puedo presumirte?
—Parpadea tres veces— ¿perdón? —dice confundida.
—Q-quiero d-decir, sabes que a mi no me interesa mucho tu economía, ni el d-dinero que posees—desvió la mirada nerviosa—olvídalo, s-solo son mis p-padres, l-lamento hacerte esa pregunta, buscare otra s-solución.
Eso sonó muy feo.
—Suelta una de mis manos y la pone en su mentón— ¿quieres escribirle una carta?
Debo hacerlo.
—Si, pero, aun no se que contestar.
— ¿Puedes hacerlo cuando lleguemos a la mansión? quiero pensar en tu pregunta y también tendrás que pedirles permiso para quedarte.
Rayos, se me olvido que soy menor de edad aun, Diana es un año mayor que yo, eso quiere decir que mis padres pueden hacer lo que quieran conmigo y aun me falta un año para cumplir mi mayoría de edad.
—E-esta bien.
— ¿Puedes explicarme que fue lo que dijeron esta vez?
—Agacho la cabeza—me sacaran de la academia cuando regrese a japón.
— ¿Quieres que afronte a tu familia?
¿Que? ¡No! ¡Solo la metería en problemas!
— ¡Por supuesto que no! ¡Eso solo te crearían problemas!
—Pero, no quiero que te al-
Un rugido interrumpieron las palabras de Diana, miramos por la ventana de la dirección y lo que vimos, nos tomo por sorpresa; un dragón muy grande y de color negro, esta rompiendo la barrera.
—Tenemos que irnos—dijo Diana jalandome fuera de la dirección con nuestras maletas.
En el camino nos topamos a nuestras amigas y las profesoras se acercaron corriendo.
— ¡Tienen que irse! ¡Ahora!—grita la profesora Chariot.
Asentimos con la cabeza y comenzamos a correr, al llegar al lugar de las escobas, cada una tomo la suya, Diana no me permitió tomar la mía, porque mi vuelo aun no esta del todo controlado, salimos de la academia y vimos como una barrera color morada rodeo completamente el lugar; no podemos salir.
—Esto es muy malo—dice Amanda con miedo.
— ¡Ahora que hacemos! —grita Hannah asustada.
Un sonido de unos vidrios rompiéndose llamo nuestra atención, la barrera del bosque se esta rompiendo.
—Quédense juntas, encontraremos un-
Una mano echa de neblina agarro el cuerpo de Diana, alejándola bruscamente de nosotras y soltando sus pertenencias, hasta dejarla en el patio de luna nova.
— ¡Diana! —gritamos todas.
Antes de poder llegar a donde se encuentra, una pared del mismo color de la barrera que cubre la academia se interpuso, impidiéndonos el paso, para después una voz grave y fuerte se escuchara.
¡Se acabaron los juegos Cavendish!
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Fin del Cap. 22
(Recuerden leer las conversaciones que publico uwu. Para los que no están informados, acabo de publicar unas sinopsis de los siguientes one shot, espero les den su apoyo nwn)
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