Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap. 14

Atsuko Kagari Pov

«Cinco días...» Y aún tenía prohibido acercarme. Las profesoras estaban la mayoría de su tiempo en el laboratorio de Croix, y me preguntaba si habían descubierto algo en el vómito de Diana que examinaron anteriormente, pero, si ese fuera el caso, no debían descuidarla.

Ella necesitaba atención y no que pensara que no la requería en mi vida. Lloraba en silencio cada noche que no estaba a su lado, e incluyendo ser una completa inútil en haber ofrecido mi ayuda. A la vez mi mente pensaba que Diana nunca volvería a amarme y eso ardía más que las fuertes brisas de los mares.

«Sólo cinco días y la perderé de nuevo...» No lo quería. Deseaba estar con ella por lo que restaban de mis días en este mundo. Lo que había ocurrido en ese día fue por su totalidad mi culpa. «Si no hubiera insistido tanto en hacer ese hechizo, aún seguiría a su lado».

—Akko, ¿Estás bien?

—¿E-eh? S-sí... No te preocupes, Lotte —dije y le sonreí.

Todos esos días que no había podido estar con Diana fingía mi estado emocional. Mis amigas creían que de tanto dolor causado por mi ex novia la dejé de amar, y que ahora la superé para ser feliz por otro lado, pero, eso no es verdad. La amaba demasiado y nunca podría olvidar todos los recuerdos bonitos que me había regalado.

Deseaba revivir y crear nuevos; deseaba causarle felicidad con tan sólo mi presencia. Había prometido sacarle una sonrisa y eso haría.

En esa noche iría a su habitación para intentar animarla. Los días anteriores la había visto igual que siempre; sin emociones. Pero, lastimosamente para ella, la conocía mejor que mis amigas; aunque, debía admitir que ocultaba bastante bien sus sentimientos. Me recordaba a la Diana fría y arrogante que llegué a conocer al comienzo.

—Vamos a clase —ofreció y me extendió su mano.

Acepté su ayuda y me levanté de la cama.

Honestamente, esos días, habían estado muy aburridos y tranquilos. Lo que sucedido en el salón cuando salí de ultima y Diana trató de atacarme otra vez, me pareció tan confuso, pero a la vez entendible. Ella me había dicho que no volviera a acercarme.

Sin embargo, después una figura idéntica a Diana se puso al frente de mi persona y creía que intentó protegerme; no obstante, me equivoqué cuando el hechizo impactó contra mi vientre. Perdí la consciencia, pero antes, logré ver como una trataba de protegerme y la otra intentaba matarme.

Si no había sido un sueño lo que pasó. ¿Cuál de las dos era la verdadera? Amanda me contó que, en el momento que llegaron al salón sólo vieron a una Diana queriendo hacerme daño otra vez. Pero, que antes de que ocurriera había llegado a tiempo y... «¿Me salvó?»

Las clases de la mañana pasaron con normalidad, Diana no apareció en ninguna hora y eso me preocupó. Mi mente no podía estar tranquila por las preguntas que se amontonaban. Me daba miedo y disgusto que hubiera comenzado a lastimarse otra vez. «¿Si no está comiendo?» Tampoco la había visto mucho en la cafetería. «Rayos... En verdad quiero ver si está bien».

—Akko —llamó Amanda a mi costado—. ¿Qué pasa? Te vez muy distraída —dijo y acarició mi cabeza.

—Sólo estoy pensando —respondí y quité con delicadeza su mano—. Lo siento.

—¿En?

—Los exámenes que se aproximan —mentí.

Ella se acercó animada y envolvió su brazo izquierdo en mi cuello.

—¡Saldrás bien! —aseguró—. Si quieres ayuda sólo tienes que pedirlo.

Sonreí débilmente y le asentí.

—Gracias.

«Cinco días... Cinco días...» Faltaba demasiado poco.

—Akko.

Levanté la cabeza para verla.

—Bébelo —dijo Sucy entregándome una poción.

Fruncí mi ceño y la miré con seriedad.

—Me niego.

Ella suspiró.

—Entonces, dinos que es lo qué te pasa.

—Estoy bien.

—No me mientas, ¿Has estado pensando en Diana últimamente verdad?

—No.

—Se nota desde lejos que la extrañas. Puedes seguir con tu show de ''estoy bien''. —Hizo comillas con sus dedos—. Pero a mí no puedes engañarme.

Exhalé y me dejé caer en césped con mis ojos cerrados. Estaba debajo de un árbol con todas mis amigas, e incluyendo a Hannah y Barbara. Lastimosamente, Constanze, no se encontraba por estar trabajando en el laboratorio con la profesora Croix.

Las clases habían acabado hace dos horas y el sol no tardaría en esconderse. Sinceramente, no tenía nada que hacer. «Si fuera Diana estaría estudiando». Y así, tal vez, me convertiría en la mejor estudiante de Luna Nova, pero, eso no me importaba. La que poseía el primer puesto, acabaría sin vida otra vez si no hacía algo al respecto. Y, para el colmo, no tenía alguna noticia nueva.

—Estoy preocupada y me molesta que no pueda acercarme —admití.

—¿Acaso quieres morir? —preguntó Amanda.

Abrí mis parpados y la miré indignada.

—Claro que no.

—Diana no es segura como antes, Akko. Hay que tener mucho cuidado con ella —dijo Barbara.

Exhalé con frustración.

—Lo sé, pero también sé que me necesita.

—Si fuera así estaría aquí, ¿no? —habló Amanda.

—Eso es cierto, pero hay que entender que Diana ha sido traída de la muerte, y era obvio que no iba a hacer la misma chica simpática y cariñosa que antes —dijo Lotte.

—Te faltó gruñona y mandona. —Sonrió Hannah.

—Aparte de su carácter de superioridad —agregó Sucy.

—Es una Cavendish —recordó Jasmika—. Dejando eso a un lado no sabemos si su economía ha bajado o subido, pero con sólo tener en cuenta que es millonaria, es suficiente.

Sonreí y tomé otra vez asiento.

—Quiero verla.

—Te acompañaremos. Nuestra magia no será tan fuerte, pero si lo suficiente como para detenerla si llega a atacarnos.

Ellas se levantaron y sacudieron su uniforme. Las imité y me acerqué para abrazarlas.

—Gracias, chicas.

«Es bonito tener amigas así».

—¿A quién irás a ver?

Todas volteamos a ver la persona que hizo la pregunta. Nos quedamos asombradas viendo a Diana parada frente a nosotras mirándonos con su rostro neutral.

—D-Diana... —Hice una pequeña pausa para examinarla—. ¿Estás bien?

—No vengo a tener una charla amistosa. —Despojó su varita y me apunta—. Quiero terminar lo que empecé, Kagari.

«¿Piensa atacarme otra vez?»

—¡Oye! ¡Sólo está preocupándose por ti! —dijo Amanda poniéndose frente mío.

—No me interesa.

—Esto no es bueno —dijo Sucy y destapó la botella que cargaba, para después derramarla.

Una barrera con picos nos rodeó y el hechizo que dijo fue un simple "Murowa" que deshizo nuestra protección en segundos. Quedé impactada. «Eso no debía pasar...», pensé. «El "Murowa" no es lo suficientemente fuerte como para deshacer una barrera mágica».

—Me impresionas, ¿De qué hiciste la poción? ¿Alas de hadas? ¿Luciérnagas? ¿Qué clase de hongo usaste? —preguntó Diana golpeando ligeramente la varita contra su palma.

— Alguien tiene que llamar a las profesoras —susurré sacando mi varita.

—Yo lo haré —ofreció Jasmika.

—Ten cuidado —dijeron al mismo tiempo Hannah y Barbara.

—Te cubriremos —aseguró Amanda.

—No tengo más pociones —declaró—. Sólo el de "La verdad" que quería usar contigo, Akko.

«¿Qué?» La volteé a ver con molestia.

—Después discutiré eso contigo —dije y señalé a Diana con mi varita.

—¿Crees que habrá un después? —soltó divertida Sucy—. Ella nos matará a todas antes de que lleguen las profesoras.

—N-no quiero m-morir. M-mañana se estrenará el nuevo tomo de Nightfall —declaró Lotte apretando su varita con fuerza.

—¡¿Es mañana?! ¡Pensé que era el lunes! —exclamó Barbara.

—¡No es momento para hablar de eso! —gritó Amanda.

—Amanda tiene razón, tenemos a Diana completamente loca frente a nosotras —recordó Hannah.

—Son realmente aburridas. ¿Han acabado? Eso será rápido. —Sonrió—. Prometo que les dolerá.

«¿Acaba de sonreír...?» El mismo hechizo que dijo previamente lo repitió. Contraatacamos con uno igual pero no hizo el efecto esperado. El color de su magia era igual al de nosotras, pero, ¿Por qué era tan fuerte? No veía que estuviera usando magia negra.

Lotte y las demás miraron sorprendida el potencial y la fuerza de la magia de Diana. Y, antes que nos alcanzara apunté con mi varita otra vez exclamando uno de los hechizos explosivos que me enseñó Diana antes de que falleciera y la trajeran de vuelta.

¡Exterminium!

¡Exterminium!

«¿Qué...?» Observé confundida de reojo por encima de mi hombro derecho, viendo el rostro serio y enojado de... «¿Diana...?»

***

Diana Cavendish Pov

«He llegado a tiempo». Tenía suerte de que ese "Murowa" no impactara contra su cuerpo. Si hubiera ocurrido, el daño sería diferente, pero más intenso que el que recibió anteriormente. «Otra vez está aquí», pensé con molestia.

Había percibido su magia y no dudé en seguirla. Además, me había con anterioridad la libertad de aprender a cómo mejorar y controlar la magia que poseía. Ahora, era capaz de aumentar la protección de la barrea para que no volviera a ocurrir algo como lo que pasaba en ese momento. Practicar mi magia negra había sido más difícil de lo que pensé; me llevó dos días sin descanso.

—¿Qué tratabas de hacer? —dije y miré a Akko bajar su varita. mirando a Akko bajando su varita.

—¿D-dos Diana? ¿Eres la verdadera...? —consultó y colocó una de sus manos en mi hombro.

Solté un quejido y me separé.

—No hagas eso. —Desvié la mirada—. Por favor...

—Lo sentiste, ¿verdad?

—Por supuesto —respondí y me alejé de las demás.

—Que extraño, usé un hechizo en mi persona para que no presintieras mi magia.

—Fallaste —aseguré con ligera burla.

¡Recta mortem!

Con mi varita en mano contraataqué con un hechizo igual de fuerte que detuvo el suyo. Me sentí orgullosa de inmediato por mi gran logro de aprendizaje en mi magia negra. «No soy una persona que desperdicia sus días». Estaba segura que volvería y me encontraba preparada para enfrentarlo como era debido.

—Te vez muy sorprendido.

—¿Qué hiciste...? —consultó con una mirada nerviosa.

—Nada nuevo.

Él sonrió con orgullo.

—Ven al bosque Diana y acabemos esto de una vez.

Fruncí mi ceño y lo observé desaparecer en forma de humo. «Ir al bosque...» No sonaba como una mala idea.

—¡Diana!

Volteé hacia atrás y vi a las profesoras correr a mi dirección con las chicas. Cuando llegaron miré fijamente a Akko sintiendo leve tranquilidad y alivio. «Ella está bien». Todas estaban bien.

—Diana, Jasmika nos dijo que estabas intentando dañar a tus compañeras —dijo Finnelan muy enojada.

Tensé mi mandíbula y apreté mi varita. No dejaría que me volvieran a lastimar.

—¡Espere! No fue Diana —habló Akko tomando un poco por sorpresa—. Hace un momento había dos. Debió ser esa Diana quien me atacó en el salón, y la otra fue quien me protegió. —Ella me miró y me sonrió—. Gracias.

—Eso es cierto, vimos a dos Diana —aseguró Hannah.

—Las cosas acabarán este día —aseguré captando la atención de todas.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Ursula.

—Entraré al bosque y lo derrotaré.

—Te niego la entrada a ese lugar, Diana —dijo con firmeza la directora.

La miré de reojo con indiferencia.

—Dentro de cuatro días me matarán. —Ella tragó pesado—. Estoy al tanto de las consecuencias tomadas para mi regreso, pero antes de morir deseo asegurar la protección de todas las personas en esta academia.

—Eso es muy generoso de tu parte. —Sonrió—. Parece que algunas de tus emociones han vuelto, pero no puedes morir. Croix terminará con una prueba mañana que tiene unas probabilidades altas para que te ayude a volver como eras antes. —Se dio la vuelta—. Además, eres la siguiente líder de la familia Cavendish. Si tu tía Daryl se entera que regresaste a fallecer, no le agradará.

—¿Mi tía sabe sobre esto?

Ella afirmó con la cabeza.

—Vamos a dentro y hablemos sobre este tema con más tranquilidad —ofreció.

«Tía...» ¿Qué estaría haciendo en ese momento?

Suspiré resignada y caminé junto a las profesoras y compañeras, pero, a punto de entrar por la puerta principal, algo agarró mi brazo derecho e izquierdo, e incluyendo mi cintura, que me tiró bruscamente hacia atrás. Coloqué presión en mis pies y empecé a hacer fuerza, sin embargo, empezaba a deslizarse.

«¡Rayos!» Trataba de llevarme al bosque utilizando métodos anticuados, pero fortalecidos. Eso, me parecía el colmo.

—¡Diana! —exclamó mi ex pareja.

Las profesoras se voltearon confundidas por su grito y, cuando me vieron se acercaron e intentaron de ayudarme, sin embargo, lo que me sostenía no podía verse. Era invisible.

—¡¿Que sientes?! —preguntó alarmada Ursula.

—E-está en mis brazos y c-cintura —dije con dificultad.

«Mucha presión...» Miré mis brazos y poco a poco con mi magia negra hice que se viera lo que me estaba tirando con fuerza.

Eran cadenas, pero muy ligeras y tenía magia de resistencia. Exclamé un hechizo, sin embargo, había sido inútil. Las chicas y las profesoras conjuraron otros, pero nada ocurrió. «¿Qué clase de magia es esta...? ¡Maldición!» ¿Cómo había podido caer en una trampa como esa?

«¡¡¡Mucha presión!!!» Mis músculos no daban más, no obstante, poseía un hechizo que era posible que diera resultado; sin embargo, a punto de hacer una especie de soga envolvió mi cuerpo lentamente llegando a mi boca, y observé como un hilo delgado, pero visible sólo ante mis ojos se aproximaba a Atsuko.

«¿Quieres esto...?», escuché como eco en mi mente. Abrí mis parpados en grande y luego los cerré. «No». Dejé de oponer fuerza y mi cuerpo fue tirado y llevado a las oscuridades del bosque.

Lo último que alcancé a ver antes de pasar la barrera, fue el rostro de horror de Atsuko.

---------------

Fin del Cap. 14 (Cinco días)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro