Narra Brutacio

Al día siguiente, luego de que ocurrieran los supuestos relámpagos que yo no oí, pero que mi odiosa hermana y los demás afirman que habían ocurrido, me levanté de la cama tras un largo y profundo sueño, para seguidamente dirigirme a la cocina de la casa, donde encontré una nota de Brutilda que decía que tenía que ir al Gran Salón, ya que Estoico quería hablar con urgencia de nosotros. Por lo que luego de tomarme mi tiempo para comer y vestirme, salí de la casa y corrí hasta llegar al Gran Salón, al cual entre, di unos cuantos pasos y tropecé, causando la risa de muchos de los que estaban allí, excepto de Estoico, quien a lo lejos, en una de las mesas más apartadas de la librería mostraba una expresión seria, a quien a medida que me iba acercando le escuché preguntar por el dragón de Hipo, al cual Patapez le dijo, que después de la incursión que habían hecho a sus espaldas y sin permiso, había regresado solo al Claro, de donde no se quería mover, puesto que se encontraba muy triste.

Finalmente llegue y me senté al lado de mi hermana, quien me dio un codazo muy fuerte en el estómago, por el cual casi suelto un grito, de no ser porque ella reaccionó y alcanzó a tapar mi boca con sus sucias manos, las cuales retire rápidamente.

--Y dicen que Chimuelo no ha intentado huir o salir volando de aquí para buscar a Hipo...??---Pregunto Estoico, al cual Patapez le respondió que no podía, para seguidamente explicarle que este había perdido una parte de su cola, tiempo atrás que se lo impedía, a menos de que alguien hiciera algo, en este caso Hipo, quien le había armado una especie de cola para su parte restante.

--Entiendo...---fue lo que dijo Estoico

--Y durante su salida no encontraron alguna pista...??---Pregunto Bocón

--No, aunque fuimos a la Isla de los Dragones...---dice mi torpe hermana

--Y que pasó..???---Pregunto Estoico

--Nada...---dice Astrid

--Para cuando llegamos, encontramos el lugar hecho ruinas...---dice Patapez

--Mas el hecho de que habían matado varias docenas de dragones...---añadió Patán

--!!Vaya...!! Eso sí es extraño... bastante extraño...---dice Bocón

--Para ser el lugar en el que habitaba...---fue interrumpida por Astrid, quien decidió contarles que Hipo le había contado que desde el momento en el que atraparon a Drago,  ocurrieron cosas que llevaron a los Dragones sufrir por las decisiones que este había tomando en el pasado, incluyendo a sus amigos Dagur y Heather, quienes estaban muertos.

--Por eso vino a Berk...---dedujo Estoico

--Estaba huyendo de quien fuera que lo estaba persiguiendo...--

--Me temo que así es...---dice Astrid

Narra Brutilda

Segundos después de que Astrid nos dijera eso, el silencio reino la mesa en la que nos encontrábamos sentados, incluso había tocado a Estoico quien ahora se encontraba sentado, con sus manos cubriendo su rostro, mientras decía en voz baja "Definitivamente todo es mi culpa, Valka. Metí a nuestro hijo en un problema que no debería estar enfrentando..." para que no lo escucháramos, pero claramente yo sí lo escuché, ya que era la que estaba sentada más cerca de el, por lo que me dio algo de tristeza ver como le rompía el alma, saber que su hijo estaba allí afuera sufriendo más de la cuenta, por lo que luego de unos minutos, decidí levantarme de la mesa, y salir del Gran Salón

Narra Patapez

A penas ví que Brutilda se marchaba, hice lo mismo, al igual que el resto de los chicos quienes decidieron no quedarse más tiempo allí, pues sabían que la tristeza era algo contagiosa, por lo que salimos de allí y dejamos salir nuestras tensiones a nuestra manera

⚡ CONTINUARÁ ⚡