Hannah:

Los gritos de mi querido hermano mayor me despiertan el lunes a primera hora, es mi último semestre en la preparatoria.

—¡HANNAH, SE TE HACE TARDE! —dice desde el primer piso.

Suelto un suspiro frustrado. 

—¡PUDRETE JOSHUA! —le respondo molesta.

Me levanto de la cama y miro la hora: 07:30.

«Mierda voy a llegar tarde, puta alarma no la escuche».

Me dirijo al baño lo más rápido posible, me doy una ducha corta y cepillo mi largo cabello castaño. Me pongo un jean rasgado, un suéter de punto blanco sin hombros y unas zapatillas del mismo color. Tomo mi mochila y mi móvil para bajar las escaleras.

Al llegar a la cocina veo a mi hermano desayunando tranquilamente.

—Buenos días, pesado —beso su mejilla.

—Buenos días, hermanita —bebe un sorbo de café— ¿Lista para tus últimos meses en el instituto?

—Supongo que sí —me encojo de hombros—. Todos los años es lo mismo.

Comienzo a comer mi ensalada de frutas rápidamente.

—¿Te vas con Mason o conmigo? —pregunta luego de un rato.

—Mason vendrá por mí como siempre —miro la hora en mi móvil.

—Deberías conducir tu auto y no usar a tu mejor amigo de chofer personal —me regaña—. Si no te gusta manejar podemos contratar un chofer —besa mi cabeza.

Hay una razón por la cual no me gusta ser yo la que va al volante y él la sabe a la perfección, pero aun así insiste en que lo haga.

—Solo vete a la universidad y deja de molestarme, Josh.

—Igual me amas —dice desde la puerta de la cocina—. Yo que tú le llamo o llegaras tarde.

Luego de unos minutos escucho un par de bocinazos, dejo el cuenco de la fruta en el fregadero y salgo hecha un rayo. Al salir veo el jeep negro de mi mejor amigo y corro hacia él.

—Pensé que te habías olvidado de mí —dejo un beso en su mejilla.

—Nunca me olvidaría de ti, mariposa —arranca el auto.

En eso me llega un mensaje.

Lily💣: Los estoy esperando, apúrense o los mato a ambos.

Lily💣: Estoy sola con el idiota Zed.

Yo: Cálmate vamos de camino, Zed no es tan insoportable.

—Tendrás que manejar más rápido o llegaremos tarde —lo miro de reojo—. Y Lily nos matará.

—Adivino —finge pensar—. ¿Está sola con Zed?

Murmuro una afirmación en respuesta.

Nuestra conversación termina ahí, solo se escucha la música de la radio, pero los silencios entre nosotros siempre son cómodos.

Mason es mi mejor amigo desde que tengo memoria al igual que Lilith, Zed se nos unió hace unos años. Son las personas en las que más confío y las que mejor me conocen.

Somos populares gracias a que mi padre y el de Mason tienen una compañía de hoteles famosa a nivel mundial y muchas veces hemos asistido a eventos importantes.

Mi mejor amigo es un chico muy guapo, su cabello es marrón claro y sus ojos color miel. Es el capitán del equipo de futbol así que su físico es privilegiado, varias chicas antes detrás de él por eso, pero no es de esos que se acuestan con una y con otra, aunque tampoco es un santo.

Lilith es un poco más baja que yo, su cabello es de color negro oscuro hasta un poco más abajo de los hombros y unos hermosos ojos color café. Ella es más enamoradiza, tiene novio nuevo cada mes y cabe destacar que no soporta a nuestro querido Zed. Ambas somos parte del equipo de animadoras, pero ella es la capitana.

Es de esas amigas que encuentras solo una vez en la vida. La conexión es inexplicable, al punto de decir cosas al mismo tiempo, pensar lo mismo o hacer las mismas cosas.

Zed es un buen chico y chistoso, alto de pelo rubio y ojos de un color azul intenso que hipnotizan a cualquiera. Él si anda de chica en chica, no me sorprendería que un día me diga que voy a ser tía. También está en el equipo de fútbol.

Conmigo es muy sobreprotector y celoso al igual que Mason.

Yo por mi parte soy castaña de ojos color verde como los de mi difunta madre, cuerpo esbelto ya que paso harto tiempo en el gimnasio junto con Lily, pero igual tengo mis rollitos. No es por ser egocéntrica, pero por lo general los chicos andan detrás de mí, yo no busco relaciones así que en alguna que otra fiesta me involucro con alguno, pero nada serio.

A decir verdad soy bien fría e indiferente con respecto a la idea del amor.

Llegamos en tiempo record al instituto y estoy casi segura que mi amigo se pasó unos cuantos semáforos. Luego de estacionar entramos al instituto, como siempre las miradas están puestas sobre nosotros mientras caminamos rumbo a los casilleros.

Cuando vamos llegando al mío veo a una irritada Lily y a un sonriente Zed en mi casillero. Mi mejor amiga se percata de mi llegada y se lanza a mis brazos como si no nos hubiéramos visto en siglos.

—Gracias al cielo que llegaste —dice en cuanto me suelta—. Estaba a punto de estampar su cara contra tu casillero.

Zed le da una mirada fulminante antes de besar mi mejilla.

—Dicen que del amor al odio hay un solo paso, Lilith —le guiña un ojo.

Mi mejor amiga odia que le digan Lilith y él lo sabe.

—Los dinosaurios volverían a la Tierra antes de que Lily te ame —dice Mason burlón.

—Estoy de acuerdo —decimos a la vez.

Cambio un par de cuadernos en mi taquilla antes de caminar rumbo a nuestra aula, al entrar todos se nos quedan viendo. Vamos a nuestros asientos habituales en la parte de atrás.

Para desgracia de Lily esta mañana Mason se quiso sentar junto a mí.

—Muévete de ahí, Mason —chilla—. No me quiero sentar con el loco —señala al rubio mientras hace una mueca.

Todos estallamos en carcajadas, Lily puede ser muy dramática cuando se lo propone.

—¡No es gracioso!

«Oh, créeme que para nosotros si lo es».

—Solo es una clase, además puede que nos cambien de lugar ya que estos dos no saben mantener la boca cerrada —señalo a los chicos.

Se sienta de mala gana junto al rubio quien sonríe inocentemente.

Una parte de mi piensa que estos dos terminaran juntos, pero luego pensándolo bien ambos terminarían matándose.

Cuando estoy sacando las cosas de mi mochila siento una mirada sobre mí, levanto la cabeza y me encuentro con un par de ojos azul grisáceos mirándome fijamente.

Reconozco de inmediato al dueño de esos ojos, Noah Evans. Uno de los chicos populares por ser todo un mujeriego, nunca se le ha visto con novia y a decir verdad no nos llevamos muy bien.

Está sentado junto a su mejor amigo Trevor, él único que me cae bien de ese grupo. Frente a ellos esta Chloe, famosa por acostarse con medio instituto en lo personal no tengo nada en contra de eso ya que es su cuerpo y ella verá lo que hace, pero la gente tiende a juzgar ese tipo de vida de inmediato.

Los tres me miran fijamente y yo frunzo el ceño.

Nunca hemos cruzado más de diez palabras, y me siento un poco incómoda al ser observada.

—¿Se les perdió algo? —Espeta Zed—. ¿O su nuevo pasatiempo es acosarnos?

Ante eso los tres se voltean y siguen con su plática.

Que extraño ¿Qué querrían? Supongo que nunca lo sabré.

—Bien clase hoy hablaremos sobre algo que ya todos conocen: La célula —dice el profesor al entrar al salón y todos guardan silencio.

La clase comienza de inmediato, mientras explica distintas cosas respecto a la célula mis dos amigos no paran de charlas sobre el partido del viernes.

Lily y yo estamos que les cortamos la lengua, si hay algo que odio es que hablen cuando el profesor explica. La mayoría de las veces dicen cosas relevantes para los exámenes.

—Y bien señor Scott —mira fijamente a mi mejor amigo—. Responda mi pregunta.

Mi amigo se remueve en su asiento antes de hablar.

—Yo… ¿Podría repetir la pregunta, por favor?

Zed reprime una risa y el señor Miller suspira frustrado. Mason no está ni cerca de ser el mejor en biología, no sé cómo no reprueba.

Ah ya se, estudia conmigo un par de días antes del examen y logra salvar el ramo o simplemente me pide las respuestas en mitad de clase.

—Es algo simple —hace una pausa dramática—. Dígame cual es la célula eucariota y su estructura.

Toda la clase mira a mi mejor amigo, odio cuando hacen eso.

Estoy más que segura que Mason con suerte sabe la definición de célula, así que como buena amiga le voy a salvar el trasero.

—Son aquellas células que tienen material genético hereditario fundamental encerrado dentro de una doble membrana que lo delimita del resto de la célula —hago una pausa—. Y su estructura está compuesta por: un núcleo donde se almacena el ADN, una pared celular que le da forma a la célula y la protege, una membrana citoplasmática que funciona como barrera de permeabilidad, ribosomas que producen proteínas…

Mason me mira agradecido, el señor Miller me mira sin expresión ya que soy la mejor de la clase desde hace un par de años.

—¿Sigo? —sonrío inocentemente.

—Muy bien señorita Campbell, pero para la otra deje que su mejor amigo se hunda solo.

Se me escapa una risa sin humor.

—No haría eso nunca porque él tampoco lo haría conmigo —me encojo de hombros—. Además para eso estamos los mejores amigos.

Me mira fijamente, ignora mi defensa a Mason para hacer una pregunta.

—¿Qué es la apoptosis?

Todas las clases ocurre lo mismo, el hace preguntas y yo las respondo.

—Es el proceso de muerte celular programada, tiene lugar durante las primeras etapas de desarrollo para eliminar las células innecesarias —golpeo mi lápiz contra la mesa mientras respondo.

Asiente satisfecho.

—Meiosis —apoya su cuerpo en su escritorio.

—Proceso de división celular en el que se reduce a la mitad el número de cromosomas, es propio de las células reproductivas. Sin la meiosis el número de cromosomas del cigoto sería el doble que el de sus progenitores.

—Una diferencia con la mitosis —se cruza de brazos y mira al resto de la clase.

Esta es mi clase favorita y profesor favorito, es muy guapo debe tener treinta años a lo mucho. Pero nunca me involucraría con un profesor, me gustan mayores aunque no tanto.

Como nadie responde lo hare yo.

—El objetivo de la mitosis es el crecimiento celular en pluricelulares y reproducción asexual en unicelulares —remojo mis labios inconscientemente—. En cambio el de la meiosis es la producción de gametos en la reproducción sexual.

—Muy bien Hannah, como siempre la mejor de la clase.

Mason revuelve mi cabello y se gana una mirada asesina de mi parte.

—¿Y el resto de la clase no escucha nada de lo que yo hablo? —suena medio frustrado—. Deben esforzarse ya que son sus últimos meses aquí.

—Eres una genio, gracias por salvar mi trasero —susurra Mason en mi oído—. Como siempre.

—Para eso vivo, cariño —digo en el mismo tono de voz—. Ahora presta atención y deja de distraerte.

—Como ordenes, mamá osa —dice y yo reprimo una risa.

La clase transcurre con normalidad, hasta el final cuando el profesor dice que tenemos que hacer un informe obligatorio en parejas sobre el uso de alcohol y drogas.

Pero esa no es la peor parte, el problema es que él va formar los dúos.

—El alcohol lo conozco al revés y al derecho —dice Zed—. Pero las drogas, no gracias.

—Idiota, cierra la boca de una vez y déjame escuchar con quien hare pareja —Lily le da un manotazo en la cabeza.

—No hay necesitad de ser tan agresiva, Lilith —pone su mano en la cabeza.

El destino se puso de acuerdo para jodernos la existencia a cada uno de nosotros por distintos motivos.

—Lilith junto a Zed —dice.

Mi mejor amiga protesta pero él la ignora campalmente. Mientras el rubio sonríe con picardía.

—Trevor con Mason —anota en su computadora.

Mi mejor amigo rueda los ojos y suelta un bufido.

—Hannah con Noah —juro que en ese instante odie al profesor.

—Odio esto —decimos con Lily mientras él sigue armando parejas.

Al final de la clase todos agarramos nuestras y nos dirigimos a la salida con un humor de mierda. Frenemos en seco al llegar a la puerta cuando oímos unas voces.

—Mason —reconozco la voz de Trevor.

—Hannah —dice la odiosa voz de Noah.

Con mi mejor amigo nos giramos frustrados.

«Estúpido trabajo, estúpido Noah y estúpida yo».

Noah:
La alarma me despierta a las 07:00 am, me levanto de mala gana para apagarla. Me doy una ducha rápida y me pongo unos jeans con una camiseta negra.

Al salir de mi cuarto me encuentro a mi querida melliza en el pasillo.

—Buenos días, pesado —pasa por mi lado.

—Buenos días, Penélope.

No le gusta que la llamen por su nombre completo, y a mí me gusta molestarla.

La sigo hasta la cocina donde está nuestra madre terminando el desayuno.

—Buenos días, madre hermosa —le da un sonoro beso en la mejilla.

Ruedo los ojos, seguro le quiere pedir algo ya que nunca es así de cariñosa.
Mamá ignora la rara demostración de Penny y sirve nuestros desayunos.

—Buenos días, hijos.

—Hola, mamá —digo luego de comer un pedazo de tostada.

Somos una familia unida, pero no somos demostrativos. Es rara la vez que nos abrazamos o que nos decimos “te quiero”.

—Mamá, ¿te puedo pedir algo? —mi hermana suena dudosa.

—Si es dinero sabes que no tengo, nos alcanza justo para pagar las cuentas —responde apenada.

Nuestra casa es pequeña, vivimos los tres solos, mi padre se fue un día y no volvió más, pero es mejor así ya que era un alcohólico que no aportaba en nada. Desde ese entonces mamá ha trabajado muy duro para que nada nos falte.

—No, tranquila no es eso —hace un gesto con la mano—. ¿Puedo conseguir un trabajo?

Dejo de beber mi jugo y la miro como si estuviera loca.

—Noah trabaja algunos días a la semana, yo también quiero aportar.
Hace aproximadamente dos años trabajo en un restaurant de mesero, pero no sé hasta cuando dura eso ya que avisaron que lo vendieron a una empresa familiar y no se sabe si van a conservar al personal.

A veces para ganar dinero mis “amigos” me ofrecen tratos o apuestas, él único al que considero un amigo de verdad es a Trevor, nuestro vecino.

—No lo sé, tienes que preocuparte por tus estudios —responde mamá—. Pero lo pensaré y lo hablamos en la noche, ahora debo irme que tengan lindo día.

Desaparece por la puerta antes de que podamos decir algo, su horario es muy ocupado ya que trabaja como secretaria en una de las empresas más importantes del lugar.

Comemos el desayuno en completo silencio, la bocina del auto de Trevor nos hace saber que debemos irnos.

Cierro la puerta con llave y me subo en el asiento del copiloto, charlamos durante todo el camino hasta llegar al instituto. Trevor estaciona su auto, mi hermana se despide de inmediato ya que no tenemos la misma clase.

—Mira quienes vienen llegando —dice mi amigo embobado.

Me giro para ver quien es al ver que sacude mi brazo con insistencia.

Lo primero que veo es un jeep negro que reconozco como el de Mason Scott, capitán del equipo de fútbol y mejor amigo de Hannah una de las chicas más lindas que he visto.

Ambos se bajan del vehículo y todo el mundo se les queda viendo, pero ellos no se inmutan ya que van sumergidos en una amistosa charla.

Siempre andan juntos, donde esta Hannah ten por seguro que Mason también estará. Algunos dicen que son pareja y que lo mantienen en secreto, otros dicen que solo se acuestan, incluso dicen que son familiares.

La gente inventa cada chisme sobre ella, pero Hannah nunca les toma importancia. Es como si fuera imperturbable.

El único chisme que se encargó de desmentir fue hace un año, cuando dijeron que se había hecho un aborto y por eso había faltado un par de meses cuando teníamos quince años.
Sus amigos también salieron en su defensa, desde ese entonces nadie habla sobre ellos cuando alguno está presente.

—Mejor vamos a clase —arrastro a Trevor quien sigue embobado.

—Aguafiestas —rueda los ojos.

Aunque no lo culpo, Hannah tiene una belleza distinta a otras chicas, lo más impresionante son sus hermosos ojos verdes con tonalidades ámbar.

Llegamos al salón y nos sentamos en los mismos lugares de siempre. Chloe, una chica con la cual me he acostado un par de veces se acerca a nosotros y comienza a platicar con Trevor.

En ese instante me llega un mensaje de Harry, uno de los chicos del grupo.

Harry: Te tengo un trato, Evans.

Harry: Si aceptas y ganas podrás obtener seiscientos dólares…

Me explica el trato por texto, al principio pensé en negarme pero luego recordé que estamos escasos de dinero así que termine aceptando, pero con la condición de que nadie se entere.

Mi amigo y mi familia no me volverían a hablar si se enteran, y no lo culparía ya que tampoco me siento orgulloso de hacer esto.

El profesor entra a la sala y se pone se explicar cosas que ya hemos pasado en años anteriores, pero siempre es lo mismo los primeros días. No presto mucha atención a lo que pasa a mi alrededor porque me se esta materia.

Antes de irnos nos informa sobre un trabajo en parejas sobre no sé qué cosa, ya que estaba distraído hablando con Chloe.

—Hannah junto a Noah —dice ganándose mi atención.

Dirijo mi vista a la castaña y veo como hace una mueca de desagrado mientras dice algo que no lo logro escuchar.
No es mi fan número uno.

Al parecer hoy el universo está de mi lado, será más fácil obtener el dinero de Harry.

Luego de nombras a todas las parejas el grupo inseparable se dispone a salir sin siquiera hablarnos sobre el trabajo. Tal vez ellos tengan todo el dinero del mundo para darse el lujo de sacar malas notas, pero nosotros no.

—Mason —habla Trevor.

—Hannah —esta vez hablo yo.

—Nos vemos luego, chicos —dice Zed arrastrando a la pelinegra con él.

—¿Qué pasa? —Hannah se cruza de brazos.

—Tenemos que hacer un trabajo junto —digo lo obvio.

La veo rodar los ojos y su mejor amigo reprime una risa.

—Ya lo sé, no soy sorda —responde mi querida y amable compañera—. Escuche al profesor Miller cuando desgraciadamente te nombre mi compañero.

Me dedica una mirada asesina, y no sé porque si soy un amor de persona.

—¿Cuándo tienes tiempo, Mason? —dice Trevor intento alivianar el ambiente.

El nombrado hace una mueca fingiendo pensar.

—Creo que nunca —se gana un codazo de su mejor amiga—. ¡Auch! Era una broma, mariposa.

¿Mariposa? Que apodo más extraño.

—Tengo tiempo mañana por la tarde, hoy entreno —dice finalmente y Trev asiente.

—¿Y tú, Hannah? —pregunto al ver que no dice nada.

—Tal vez esta tarde luego del entrenamiento —responde—. Tengo toda la tarde libre luego de eso.

Mason la fulmina con la mirada.

—Hoy no puedes, mariposa.

Ella frunce el ceño y él le susurra algo al oído mientras que con mi amigo nos miramos confundidos.

—Mierda lo olvide —dice para luego mirarme—. Mañana estoy libre o eso creo, ¿qué me dices tú agenda personal? —bromea.

Su mejor amigo rueda los ojos y la abraza por la cintura de forma posesiva.

—Nos vemos en la hora de almuerzo para acordar la hora.

Me llevo a Trevor de ahí sin esperar respuesta, o Mason nos terminará golpeando por hablar con Hannah.

«Será un trabajo muy divertido» pienso mientras me dirijo a mi siguiente clase.

Hannah:

Luego de que Noah se llevara a Trevor como si nosotros fuéramos una especie de plaga me dirijo a mi siguiente clase que es francés.

En el camino pienso en la cena que había olvidado por completo de no ser por Mason.

Ninguno de nosotros sabe el motivo, nuestros padres siempre han sido amigos y socios así que no me extraña. Solo le pido al cielo que no piensen en matrimonios arreglados o cosas así. Porque amo a mi mejor amigo, enserio lo amo, pero no de esa forma y sé que él opina lo mismo.

Llego al salón justo a tiempo y me siento como siempre junto a Drake, es un chico del equipo de fútbol y se lleva muy bien con mis amigos. Se podría decir que es lo más cercano a un amigo luego de los otros tres terremotos.

—Tu arrives juste à temps —besa mi mejilla.

—Pour peu —respondo antes de que la profesora empiece la clase.

El francés es un idioma que conozco desde que tengo memoria ya que mi bisabuela era francesa y traspaso sus conocimientos a mi madre.

Ella me enseño todo lo que sé sobre el idioma, y si estoy en esta clase es para mejorar.

                            ❄️  ❄️  ❄️
                                  
Al terminar la clase recojo mis coas y me dirijo a la cafetería con la compañía de Drake.

—Hann.

—¿Si? —respondo distraída.

—Me quieres explicar porque tienes esa cara de enfadada —dice—. O como yo la llamo, tu cara de querer asesinar a quien se te acerque.

Suelto una risa ante ese último comentario. Parte de mí odia que me conozca a ese grado, no me gusta que la gente vea mi rostro y pueda leer mis emociones.

Pero sé que si lo pregunta es porque en verdad le preocupo, no como otras personas que solo lo hacen por educación.

Suelto un suspiro frustrado.

—En biología tengo que hacer un trabajo con Noah Evans.

—Te compadezco, puede llegar a ser muy molesto —pone una mano en mi hombro en forma de consuelo—. Si te hace algo nos dice y le partimos la cara.

Niego con la cabeza divertida.

—La violencia no es la solución, Drake Martin.

—Lo dice la chica que la otra vez se mechoneo con una desconocida —se burla.

—En mi defensa ella me llamo perra barata.

—Te vio besándote con su novio —enfatiza.

—¡Él me dijo que estaba soltero! —exclamo indignada—. La culpa fue del idiota, no mía ni de la chica.

—Eres incorregible.

La conversación muere en cuanto entramos a la cafetería, no me pasan desapercibidas las miradas, pero las ignoro.

La mayoría busca algún defecto o algo de lo que hablar sobre nosotros, ya sea bueno o malo. Generalmente lo que se dice de mis amigos o de mí son solos chismes, los cuales nos aburrimos de desmentir porque siempre inventan uno nuevo y peor que el anterior.

La preparatoria en si ya da asco, pero los alumnos solo la hacen peor con sus comentarios hirientes.

Saco una bandeja, escojo una ensalada de pollo con una botella de agua y me pongo en la fila para pagar seguida de Drake. Luego de pagar nos dirigimos a nuestra mesa habitual, donde están los chicos.

Me siento en el espacio libre al lado de Zed y Drake se sienta en el otro lado, dejándome a mí al medio de ellos dos. Y en lo personal odio ir al medio, pero no hare en escándalo por eso.

—Mason ya me conto sobre su famosa cena —Lily da un sorbo a su jugo—. ¿Qué vestido vas a usar? Podemos ir a comprar uno si es que no tienes.

Me encojo de hombros antes de hablar.

—Ni siquiera pensaba en ponerme un vestido —hago una pausa—. ¿O es una cena formal?

El chico frente a mí se encoje de hombros despreocupadamente.
Somos un completo desastre.

—Son un caso perdido —dice Lily devastada y yo alzo las cejas indignada.

Lily es la drama queen del grupo y todos lo saben, pero la amamos tal y como es.

—Hann es todo lo contrario a un caso perdido —dice el rubio—. Lamentablemente no puedo decir lo mismo de ti Mason.

El nombrado lo fulmina con la mirada, antes de echarnos a reír.

Pude haber tenido una mañana aburrida, pero pasar tiempo con mis amigos siempre me alegra el día, incluso la vida. No sé qué sería de mi si ellos.

«Probablemente ya no estaría en este mundo…»

Miles de recuerdos llegan a mi mente, pero los alejo de inmediato.

No hay que desenterrar el pasado, si lo hago las heridas nunca cicatrizaran y siendo sinceros necesito que cicatricen lo antes posible.

Luego de charlar un rato sobre cosas sin sentido, me levanto a botar mi basura en el basurero más cercano, que para mí desgracia está al lado de la mesa donde están los Evans y sus amigos.

Tiro rápidamente la basura en el tarro, lo que menos quiero es tener una charla amigable con alguno de ellos.
Pero el destino hoy no está de mi lado.

—Hannah, ¿cómo estás? —escucho la voz de Chloe.

Yo no tengo nada en contra de ella aunque no puedo decir lo mismo de ella, cada vez que me mira lo hace como si quisiera arrancarme la cabeza.
Nunca le he hecho nada, pero creo que es porque un tiempo anduvo detrás del culo de Mason y mi mejor amigo no la tomo en cuenta.

Mason es así, no le gustan las chicas superficiales como Chloe, siempre ha dicho que prefiere a alguien con los pies en la tierra.

—Estoy como me vez, querida —señalo mis curvas—. Bien sexy y deseable —bromeo.

Todos en la mesa ríen menos la rubia.

—Puedo confirmar eso, si me dejas —habla Harry, otro imbécil al cual no soporto.

—Gracias, pero prefiero quedarme sola por el resto de mi vida a tener que involucrarme contigo —sonrío—. Además tampoco estas tan bueno, he visto mejores.

Sé que no soy nadie para decir que es lindo o feo, ya que al fin al cabo todos somos carne y hueso, pero Harry tiene la costumbre de sacarme de mis casillas. Además intento acercarse a Lily luego de que no le funciono conmigo.

Tiene el cartel de mujeriego pegado en la frente.

—Al fin alguien se digna a decirle la verdad —resopla Penny, melliza de mi compañero de biología.

Hago una reverencia burlona.

—Fue un placer —le guiño un ojo.

Soy bien perra cuando me lo propongo, y soy peor que eso cuando se meten con mis amigos.

—Sobre el trabajo —Noah carraspea—. Me das tu número para ponernos de acuerdo.

Lo que menos quiero en la vida es que Noah Evans tengo mi número de teléfono, pero supongo que no tengo opción.

—Dame tu móvil —respondo neutra.

Tecleo rápidamente mi número y le devuelvo el aparato.

—Listo, ahora si me disculpas tengo cosas mejores que hacer.

No espero respuesta y me devuelvo a mi mesa, mis amigos me miran con clara confusión.

—¿Qué demonios paso allá? —Cuestiona Lily—. Si esa perra de Chloe te molesto…

—Tranquila tengo todo bajo control —le corto—. Sabes que puedo ser una perra sin sentimientos cuando me lo propongo.

—Eres una perra sin corazón desde que te conozco —dice Zed y yo lo fulmino con la mirada—. Pero aun así te amo.

Me da un abrazo por los hombros.

Generalmente intento ser amable con todas las personas, pero eso grupo gasta la poca paciencia que poseo.

Me he vuelto fría con los años y los únicos que saben cómo soy en realidad están en esta mesa. No soy te esas chicas que andan abrazando a sus amigos o familiares cada un segundo, nunca he sido de piel y los que me conocen me aceptan así.

Tienes que ser muy especial para que acepte un abrazo tuyo.

Y sin duda Zed es alguien especial en mi vida, por esa razón no lo rechace.

Luego de unos minutos nos dirigimos a nuestra última clase antes del entrenamiento.

Noah:

Luego de salir de mi última clase con Trevor nos dirigimos al estacionamiento donde nos encontramos con mi hermana, su semblante angustiado me preocupa.

—¿Qué ocurre, Penny? —pregunta mi amigo.

—Necesito puntos extras en una asignatura y me dijeron que si me unía a las animadoras me los darían.

Suelto una carcajada sin poder evitarlo, no me imagino a Penn vestida de porrista y moviendo esos raros pompones.

—Además tengo examen de biología el viernes y no se absolutamente nada, saben que no puedo reprobar.

—Pues anda y únete, no creo que hagan drama —Trevor la alienta—. Y con respecto a biología, sé de alguien que puede ayudarte.

Ambos lo miramos con el ceño fruncido.

—Sí, claro —resopla mi hermana—. Ustedes con suerte aprueban esa clase.

—Hannah Campbell —responde mi amigo.

—¡¿Qué?! —exclamamos.
Rueda los ojos.

—Noah, sabes que es una genio en biología y conmigo ha sido simpática —se encoje de hombros—. Si se lo pides con amabilidad puede que acepte, está en el equipo puedes preguntarle ahora.

—Si me manda a la mierda tú sufrirás las consecuencias, Trevor —dice Penn.
La veo caminar hacia el campo de futbol sin si quiera despedirse.

—Supongo que tendremos que esperar a que termine la práctica para ir a casa.

—Vamos a ver qué tal le va —respondo.

Al llegar al campo veo a los del equipo entrenando en medio mientras que las chicas usan una esquina. Mi mirada busca a mi hermana y la veo charlando con Hannah, luego de unos segundos aparece la mejor amiga de la castaña.

Decido enviarle un mensaje para molestarla.

Yo: Te ves increíble con ese uniforme, dulzura. Espero que te veas igual de bien mañana cuando hagamos el trabajo. 
                     
                                          —Noah Evans                                                                                                                    

Su cara al leer el mensaje es todo un cuadro, si pudiera matarme estoy seguro de que lo haría.

Su respuesta no tarda en llegar y me hace reír, me voy a divertir mucho con esto.

Chica hielo❄️: No he pedido tu maldita opinión con respecto a mi vestimenta, así que ahórratelo.

Chica hielo❄️: No me llames dulzura, porque soy de todo menos una persona dulce.

Chica hielo❄️: Y por último, yo me visto para complacerme a mí no para complacerte a ti, así que no me digas como quieres que me vista.

Guardo mi móvil y veo a Trevor con expresión divertida.

—¿Qué es lo gracioso? —sueno irritado.
—Que esa chica —señala a la castaña—. Algún día te va a hacer pagar cada una de tus bromas y yo estaré ahí para reírme.

—Eres un idiota.

—Y el único amigo de verdad que tienes —palmea mi espalda.

En eso tiene razón, es el único en quien confío. Se podría decir que los demás son amigos de fiesta y para divertirse un rato.

                         ❄️  ❄️  ❄️

Luego de lo que me parece una eternidad mi hermana llega al auto sonriente, estoy por subir cuando su voz me detiene.

—Esperen…

—¿Qué ocurre ahora, Penélope? —ruedo los ojos.

—Invite a Hannah a tomar algo y para mi sorpresa acepto, creo que le caí bien.

Me quedo inmóvil en mi lugar.
Hannah la chica popular que solo considera amigos a su grupo acepto salir a tomar algo con Penny, eso es imposible.

—Eso es excelente —dice Trevor.

—¿Cómo dices que dijiste? —pregunto confundido.

Mi hermana suelta un suspiro dramático.

—Hannah Campbell acepto salir a tomar algo conmigo ahora —me explica como si fuera idiota—. Y le dije que yo tenía un auto en el cual ir, sabes que necesito aprobar biología.

—¿Y con auto te refieres al de Trevor?

Asiente sonriente.

—¿Eso significa que nosotros igual tenemos que ir? —cuestiona mi amigo.
—Por favor —mi hermana junta sus manos—. Yo pagare los gastos, lo prometo.

Nos damos una mirada con mi mejor amigo antes de asentir.

—¡Son los mejores! —chilla antes de abrazarnos.

Parte de mí cree que a Trevor le gusta mi hermana, pero nunca ha dicho nada al respecto y si lo hiciera yo lo ayudaría. Mi hermana merece a alguien bueno como Trevor.

Luego de otro rato de espera Hannah aparece en nuestro campo de visión, luce tan hermosa como siempre.

Hannah:

Luego de nuestra última clase nos dirigimos al enteramiento.

Al llegar a los camerinos me hago una cola de caballo y me pongo mi uniforme de porrista, es de color azul con amarrillo con el nombre del equipo e insignia del instituto. Favorece nuestro cuerpo considerablemente ya que hace resaltar nuestras curvas, pero no se podía esperar menos viniendo de Lilith Wilson.

Al salir al campo de fútbol veo a mis amigos entrenando y les hago un saludo con la mano, me posiciono en la misma esquina de siempre y comienzo a elongar.

—Hola —dice una voz conocida.

Levanto mi vista para encontrarme con Penélope Evans, no oculto mi cara de sorpresa ya que no es parte del equipo y los entrenamientos son privados por eso los hacemos después de clase.

—Hola, ¿te puedo ayudar en algo? —Bebo un sorbo de agua de mi botella—. Son entrenamientos privados.

—Bu-busco a la capitana —el nerviosismo en su voz es evidente.

¿Será por mí? ¿Acaso cree que la voy a mandar a la mierda como lo hice con Chloe?

—Déjame hablarle —respondo con una sonrisa.

Giro mi cabeza y busco a mi mejor amiga con la mirada, una vez que la encuentro decido llamarla.

—¡¡Lily, mueve tu trasero hasta aquí!!

Murmura algo a las demás y viene hasta acá con una de sus características sonrisas.

No sé cómo puede sonreír a diario, es una tarea que a mí se me dificulta un montón. Porque las sonrisas de Lily siempre son reales, las mías la mayor parte del tiempo son falsas.

—¿Qué pasa, cariño? —cuestiona al llegar.

—Penny quiere hablar contigo —señalo a la chica.

En sonido de una notificación en mi teléfono me distrae y decido revisar quien es.

Desearía no haberlo hecho.

Número desconocido: Te ves increíble con ese uniforme, dulzura. Espero que te veas igual de bien mañana cuando hagamos el trabajo.

                                           —Noah Evans                                                                                                   

Yo: No he pedido tu maldita opinión con respecto a mi vestimenta, así que ahórratelo.

Yo: No me llames dulzura, porque soy de todo menos una persona dulce.

Yo: Y por último, yo me visto para complacerme a mí no para complacerte a ti, así que no me digas como quieres que me vista.

Si hay algo que odio es a los chicos como Noah, creen que con un cumplido todas caen rendidas a sus pies, pero para eso estoy yo, le enseñare que no soy de esas chicas que babean por él.

Guardo el móvil irritada, ni siquiera he prestado la mínima atención a la conversaciones de las chicas frente a mí.

—Hann puede hacerlo —dice Lily—. ¿No es así, amiga?

No tengo ni puta idea de que es lo que está hablando.

—Sí, claro —doy una sonrisa de boca cerrada.

—Tenemos uniformes extras en los camerinos, ve a cambiarte para que empieces a practicar.

Penélope murmura una afirmación antes de irse.

—No tienes ni idea de que fue lo que aceptaste hacer ¿o me equivoco, Hann?

Sonrió inocentemente.

—Estaba revisando mis mensajes —me excuso—. No te preste atención, lo siento capitana.

—Mensaje de algún chico sexy, follable y desechable.

Niego de inmediato.

—Era de Noah Evans, mi compañero de trabajo en biología —hago una mueca.

—Debe ser un asco trabajar con él —suspira—. Agradezco que me haya tocado con Zed y no con él.

—Aun no entiendo tu rechazo hacia Zed —digo confusa—. Es un amor de persona.

—Aja —responde—. Cambiando de tema.

—Lilith, no cambies el tema…

No sé por qué se empeña en “odiar” a Zed, estoy segura que hay algo de fondo que ninguno quiere decir, pero lo descubriré tarde o temprano.

—Te ofrecí para que le enseñes los pasos y esas mierdas a Penn —me corta.

Ruedo los ojos.

—Se ve buena chica así que no hay problema, pero a la otra diré que no —sueno seria—. Sabes que no me gusta socializar con chicas, la mayoría son hipócritas o me odian.

—Si lo sé, ahora ve a hacer un buen trabajo, no quiero que me revoquen del puesto —me lanza un beso antes de volver al grupo.

Lily es la única amiga mujer que tengo por el hecho de que las demás son falsas, se acercaban a mí por mi popularidad o para saber si los chismes sobre mi eran ciertos.

La gente ve mi vida como un cuento de hadas, pero la realidad es otra.

Mi vida es desastrosa, desde que mamá murió yo deje de ser la misma.

Una parte de mi murió con ella y dudo que la vieja Hannah regrese.

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Traducción del francés:

Drake: —Llegas justo a tiempo

Hannah: —Por poco

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Muack💋