Esa voz tan demandante, hizo que comenzara a sentirse nerviosa.
Apenas le dijeron que entrara a la biblioteca y ya estaba en problemas, por instinto soltó el libro cayendo al suelo.

-¡Te hice una pregunta! ¿Qué haces aquí?- Gritó Hawk al ver que esa joven no lo miraba de frente, seguía de espaldas.

Lentamente la joven hechicera se giró- La señorita Ling Ling me pidió que la esperara aquí- Respondió con la voz tranquila, admitía  que aquel hombre que tenía enfrente se veía muy bien.

-¡Ah con que Ling Ling te pidió esperarla aquí!- Contestó sorprendido sin quitar la vista de esa joven de cabellos rubios y una cinta rosa- Creo que no sabes al parecer quien son yo ¿Verdad?- Preguntó mientras caminaba hasta donde estaba la joven hechicera.

-No la verdad no...- Respondió mientras retrocedía lentamente cuando se dio cuenta que ese hombre comenzaba acercarse.

De pronto una tercera voz se oyó en la biblioteca interrumpiendo el momento:

-¡Rose! Ahí estás- Llamó Ling Ling entrando también y caminó hasta donde estaba la chica de cabellos rubios.

-Una disculpa su majestad, espero que no haya causado inconvenientes mi aprendiz, justamente estaba por presentarla ante usted pero me llamó Astoria para auxiliar a los heridos- Respondió haciendo una leve reverencia.

-Bien... Estoy esperando entonces- Hawk se alejó un poco de ambas para que se pudiera presentar como debía  esa joven misteriosa, admitía que tenía ansias por saber su nombre, sobre todo porque tenía una mirada muy enigmática.

Ling Ling le hizo una seña a Rose para que pudiera presentarse ante él.
La joven hechicera entendió lo que trataba de decirle, respiró hondo y caminó hasta quedar frente a él, aunque los nervios la traicionaban.

-Mi nombre es Rose, para servirle- Lentamente hizo una leve reverencia tratando de no mirarlo de frente.

Hawk solo se le quedó mirando, analizando cada rasgo y detalle de esa nueva joven. Jamás en su vida se había topado con una persona así que deslumbrara por su belleza.

-Muy bien Rose, me alegra que formes parte de este castillo... Debo agregar que no me gusta que me llamen a cada rato, y sobre todo que no me cuestionen, mis reglas se cumplen. Aquí se hace lo que yo digo... Porque simple y sencillamente soy el rey de este lugar- Respondió haciendo una leve sonrisa de lado.

Rose se quedó sin palabras, de algo era seguro... Era un hombre de buen ver, pero sus modales eran pésimos, independientemente que fuera el rey, sus actitudes dejaban mucho que desear.

-Y agrego otra cosa más... Aquí no se toca el tema de la magia ¡Oíste!- Esto último lo gritó en un tono autoritario, después de todo él es el rey.

Al oír eso no pudo evitar Rose ponerse más  nerviosa de lo que ya estaba, solo se concretó mover su cabeza en modo de aceptación, mientras lo observaba salir de la biblioteca.

-¡Ah y otra cosa más!- Nuevamente dirigió su mirada a ambos- Ling Ling quiero que le avises a Astoria que quiero que me acompañe Rose esta noche para cenar-

-Pero...- Ling Ling titubeó nerviosa- A usted le gusta cenar solo- Respondió en un susurro.

-Lo sé y lo vuelvo a repetir... Mi orden es esa, no quiero que me contradigan ,esta noche cena conmigo Rose- Después de decir esto, salió sin decir otra palabra más.

-Rose- Susurró la chica herbolaria al ver que su nueva aprendiz no decía alguna palabra- Siento mucho esto, pero... Sus órdenes son absolutas y me temo que tendrás que acompañarlo en la cena- Tomó a la joven hechicera del brazo.

-Descuida, yo creo que es hora de irme adaptando a este lugar- Respondió con una sonrisa.

-Me gustan tus ánimos, solo te pido de favor que no lo vayas a estar cuestionando de su vida... Es algo reservado, también egocéntrico pero jamás le preguntes que le pasó a su familia. Verás...  a manos de los hechiceros el perdió a sus padres y no es muy de su agrado hablar de eso- Ling Ling se llevó a Rose de la mano para salir de la biblioteca.

Claro que era algo que Rose jamás diría, porque el simple hecho de ser una hechicera la tendría al borde del peligro, no se imaginaba que le podrían hacer si se dieran cuenta de ello. Justo en esos momentos mientras caminaba a la par de Ling Ling recordaba las las palabras de Shawn, cuando se despidieron:

Flashback:

Justamente en el momento que se despidieron de aquellas amables personas de la cabaña, Shawn le pidió a Rose hablar en privado. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos, ambos pudieron hablar sin problema.

-Rose, si en dado caso no te sientes bien en ese lugar, usa tu magia para avisarme y yo iré por ti, no tengo problema-

-¿Y como te avisaré?- Cuestionó la joven hechicera, no tenía la mínima idea de como lo haría, después se le vino una idea brillante- ¡Ya sé!- Rose volteó para asegurarse que no la vieran, afortunadamente estaban muy ocupados los demás hablando, tomó la mano de Shawn y caminaron un poco más lejos de donde estaban.
Después colocó sus manos enfrente de él- ¡Mira esto!- De pronto una luz brillante comenzó destellar entre sus manos y poco a poco aparecía una paloma blanca.

-¡Vaya!- Respondió Shawn sorprendido mientras miraba los alcances de la magia que podía tener Rose.

-Yo puedo ordenarle lo que necesite- Después  de aparecer a esa adorable paloma, la tomó y dijo- ¡Eres libre!- Después de esto la blanca paloma salió volando de sus manos.

-Esto es increíble Rose-

-Es la única forma en la que puedo avisarte si llego a estar en peligro algún día, solo basta con que a mi creación le de la orden llegar contigo- Rose sonrió después esto, era hora de partir al castillo.

Fin flashback

El atardecer había llegado, Ling Ling se llevó todo el día mostrándole el castillo, su trabajo y lo que le tocaría hacer. Después lo llevó a su nueva habitación y le avisó que se prepara para la cena con Hawk. También Astoria se había encargado de conseguirle algunos vestidos ya que no traía alguna vestimenta formal para esta noche.

Se dispuso a darse un baño en la tina, después comenzó arreglarse colocándose una cinta en el cabello que amarró con delicadeza.

Después de estar lista, trataba de verse lo mejor posible frente al espejo, mientras pensaba en la suma paciencia que necesitaría en la noche.
Dio un suspiro y cerró los ojos, porque esta noche no sería fácil, estaría frente al hombre que dio la orden de acabar con los suyos y tenía que ser cautelosa si no quería ser descubierta.

Sus pensamientos fueron interrumpido por Astoria quien tocó la puerta de su habitación.

-¿Rose estás lista? Hawk me envió por ti- Llamaron desde el otro lado de la puerta.

-¡Ah si claro ya estoy lista!- Rose se alejó del espejo, y camino hasta la puerta para poder abrir.

-Muy bien, vámonos a Hawk no le gusta esperar- Astoria le hizo una señal para que la siguiera y Rose asintió.

Ambas fueron caminando por los largos pasillos hasta llegar a una habitación muy grande donde se podían apreciar varias pinturas, esculturas y más al fondo una mesa grande donde estaba servida la cena lista.

-Toma asiento Rose, Hawk ya no tarda en venir- Astoria se dio la vuelta dejando a Rose sola, tomó su lugar en una silla que estaba lejos de la grande principal, pero aquella voz que se aproximaba cada vez más no la dejó.

-Esa silla no... Tu tomarás la que está a mi derecha- Respondió Hawk muy cerca de ella, porque precisamente lo tenía justamente detrás de sus espaldas...

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