Rose nuevamente se sentó sobre una de las piedras, mientras esperaba que los guardias se fueran.
También ya tenía hambre pero lo que menos quería en esos momentos era encontrarse con alguno de ellos y comenzaran a interrogarla.

- Te soy sincera Hawk - Dejó escapar un suspiro mientras miraba al pequeño escorpión en su mano como se acomodaba - No sé ni por donde empezar a buscar. Si mis padres están vivos seguramente me matarían al ver que conmigo estás tu.

Tal pareciera que aquel pequeño bichito le prestaba atención ya que se colocó en una posición como si estuviera mirando de frente a Rose aún sosteniéndolo en su mano.

- Por lo tanto sería mala idea buscarlos ahora... Aunque muy en el fondo si quiero verlos - Esto último lo susurró en un tono con tristeza.

Mientras tanto en el castillo, Cyrus y sus hombres habían dado la noticia de la desaparición de Hawk.
Cualquier aldeano que tuviera información sobre su paradero tenían que darle aviso a él, además de darles una buena recompensa, unas quince monedas de oro era el pago por aquel que revelara su ubicación.

- ¡Tenemos que buscar urgentemente a Rose! - Exclamó Ling Ling muy impaciente. Desde que Shawn les mencionó todo lo que pasaba y el peligro que Hawk corría si se presentaba al castillo, ha estado muy preocupada por su joven aprendiz.
Si los guardias se enteraban de la verdadera identidad de Rose también acabarían con ella.

- No podemos ir al bosque detrás de ellos... Los delataríamos con nuestras acciones. Ambos corren peligro - Susurró Astoria mirando en todo su alrededor esperando que no la escuchara alguien ajeno a la plática.

- ¿Les parece si nosotros vamos en su búsqueda? - Se acercó también a esa plática Travis junto a lado de Joy.
Ellos aún seguían en el castillo, después de todo el disturbio ocasionado en la noche seguían apoyando en lo que pudieran.

- Quizá eso pueda servir... Además ustedes no trabajan aquí. Eso es una ventaja a nuestro favor - Respondió Shawn cruzando los brazos - Aquí estaremos al pendiente de cualquier movimiento que hagan los guardias y ustedes podrán ir a buscarlos para ayudarlos por cualquier situación que pueda pasar.

- ¿Para donde tomó rumbo Rose? - Cuestionó Travis mirando a su primo.

- Hacia el este... Dijo que necesitaba buscar a sus padres ó por lo menos una reliquia, una que guarda un poder extraordinario para aquel que lo tome. Si lo llega a encontrar, con ese poder Rose puede regresar a Hawk a la normalidad.

- De acuerdo, entonces en marcha... No podemos dejar pasar más tiempo de lo contrario Cyrus se saldría con la suya. Aquí nosotros haremos de cuenta que no pasa nada.

Joy y Travis tomaron sus pertenencias y Astoria les entregó a cada uno una pequeña bolsa de cuero donde llevaba algunos alimentos y agua para que puedan tomar su camino.

- Espero que esto sea suficiente.

- Con esto está bien, ahora hay que irnos... Ustedes también cuídense de ellos.

Entre todos ellos se despidieron con un amistoso abrazo a excepción de Travis quien besó el dorso de la mano de Ling Ling y también con un guiño coqueto.

Rose tuvo que esperar alrededor de una hora para salir de esa cueva donde se resguardaba, ahora nuevamente se encontraba caminando entre el inmenso bosque que no tenía fin.

Unos pasos más adelante y llegó hasta un pequeño arroyo, a lado de ese lugar estaba un árbol de manzanas.
Rápidamente el pequeño bichito que Rose llevaba sobre su hombro saltó al suelo y comenzó a caminar con sus pequeñas patitas hasta el frondoso árbol donde se encontraba su fruto favorito.

- Esto será muy extraño Hawk... Un pequeño escorpión comiendo manzanas - Se acercó al pequeño bichito y lo llevo entre sus manos para llegar bajo ese árbol y así poder descansar después de una larga caminata.

- Un descanso no nos caería nada mal.

Al llegar Rose dejó al pequeño bichito en el suelo para poder bajar algunas manzanas.
Cuando tomó varias en sus manos las dejó en el suelo para que Hawk pudiera comer algo, ese fruto en especial sabía que era su delirio.

- Regularmente los escorpiones comen insectos pero tú ahora te ves adorable intentando comerte las manzanas - Le susurró al pequeño bichito quien no desperdició tiempo para pobra de ese fruto.

Rose lentamente se acercó a la orilla del río, después nuevamente dirigió su mirada al pequeño escorpión y le gritó;

- ¡Estaré unos momentos en el agua... No se te vaya a ocurrir escapar!

Entre más se acercaba a ese caudal poco a poco se retiraba varias de sus prendas que llevaba puestas, después de aquella noche tan desastrosa lo que más anhelaba Rose era poder meterse al agua.
El clima era perfecto después de caminar era ya casi medio día, el sol reflejaba sus rayos perfectamente en esa parte del bosque y aunque el agua estuviera fría, tanto Rose como los suyos estaban acostumbrados a darse un baño relajante en los ríos o lagos cercanos.

Hawk aunque fuera un simple bichito podía escuchar perfectamente, dejó por unos momentos aquella manzana mordisqueada por todos lados y se acercó lentamente para observar mejor a Rose pero la desventaja que el tenía era que al ser un diminuto bichito, la maleza del lugar no era su mejor aliado.
Entre ramas y varias plantas no pudo ver nada, tan solo en un pequeño espacio donde algunas hierbas comenzaban a brotar pudo alcanzar a ver como esa larga cabellera de tonalidad rubia cubría totalmente su espalda.

Ahora con mayor razón odiaba más ser un simple bicho.
Las ganas de seguir admirando a Rose desde la lejanía se esfumaron cuando notó que a lo lejos se escuchaba el sonido de los caballos galopar.

Rápidamente como pudo movió sus patitas y corrió hasta donde estaba el montón de manzanas que Rose le había dejado.
Eran algunos de los guardias de su castillo, ahora lo que menos deseaba era que se le acercaran a Rose, estar  convertido en esa forma no ayudaba en mucho.

Los guardias se acercaron con sigilo a la joven que se encontraba disfrutando del agua que recorría ese lugar, bajaron de sus caballos y caminaron hasta donde estaba ella.

- Vaya Rose... Estás muy lejos del castillo y sobre todo ¿Porqué tan solita? - Le dijo uno de ellos mientras se acercaba a la orilla.

La joven hechicera no se esperaba la presencia de ellos justamente a sus espaldas, al menos agradecía que la mayor parte de su cuerpo se encontraba dentro del agua.

- Estoy emprendiendo una búsqueda para encontrar a mi familia y también para buscar pistas sobre el paradero de Hawk, desapareció como por arte de magia.

Esto último lo dijo Rose con tal de ver la reacción de los guardias entrometidos, no era el tipo de personas que se doblegan ante el enemigo, eso lo había aprendido bien de sus padres, vivir siempre moviéndose de un lado a otro le enseñaba a ser más independiente y a cuidarse por si misma.

- Ya que mencionas eso de la magia... Es muy buena suposición - Dijo el otro acercándose de manera peligrosa a la orilla del río.

Rose no era tonta, estaba a la expectativa de lo que pudiera ocurrir.
Cerró sus ojos y sin ayuda de su varita esperó una corriente de aire y en un ligero susurro invocó un poco de escarcha cayendo lentamente como si de épocas de invierno se tratara.

- Esto es muy extraño - Dijo uno de ellos tocando un pequeño copo que caía en sus manos.

- ¿Sabes qué? Hay que regresar y avisar de una vez sobre este incidente...

Los dos guardias salieron corriendo, tomaron sus respectivos caballos y tomaron su camino nuevamente para el castillo.

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos Rose comenzó a reírse, no se imaginaba que con un simple truco salieran corriendo como si su vida dependiera de ello.

Lentamente salió del agua y tomó lo larga cabellera para poder retirarle el exceso de agua. No tenía alguna toalla o frazada para secarse, así que esperó un poco que el suave viento se encargara de ello.

- Espero que ya hayas terminado tus manzanas Hawk... Tenemos que seguir caminando, este lugar ya no es seguro - Le habló a su pequeño bichito quien pudo verlo a lo lejos que se encontraba sobre el montón de manzanas.

Rápidamente tomó sus prendas y se vistió, se acomodó sus zapatos y tomó al pequeño bichito en sus manos para colocárselo en el hombro nuevamente.

- Son tu debilidad... Para un simple escorpión haberse comido cinco manzanas es algo que no se ve a diario.

Rose tomó algunas otras más para ella y también para Hawk, seguramente en el camino se le pueda antojar su fruta favorita.

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