Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12

Deuteros se sentía extraño estar en el castillo, gracias a ese bello joven de cabellos rubios no fué llevado a la celda, sin embargo su preocupación no era esa, lo que más le importaba era saber como Kardia tomaría esa noticia ahora que tenga que cuidar de él, si hace unas cuantas horas atrás lo odiaba solo por el hecho de que estaba con Degel.

Cuando llegaron a la habitación de Kardia, lentamente recostó al joven rey en su cama, Asmita pasó su mano sobre su frente para poder medir su temperatura.

- Esto es extraño- Susurró el gemelo menor notando la temperatura de su cuerpo normal.

- ¿Qué es extraño?

Asmita levantó su mirada al moreno - Ustedes dijeron que su temperatura se había elevado pero lo noto normal.

Deuteros no sabía que decir, si hablaba de más podría meter en serios problemas a Degel y eso es lo que menos desea para el joven hechicero, le había prometido que jamás lo delataría.

- Bueno quizá solo fué algo momentáneo ¿No? - El moreno no supo que más decir, simplemente alzó los hombros.

Para el rubio eso bastó, quizá estaba en lo cierto, de todas formas esperaría a que regrese Albafica con Degel para que puedan revisar detalladamente a Kardia...









Sasha, líder de los hechiceros, fué la joven que lanzó la maldición a la familia real de Caristeas.
No tuvo opción, justo cuando el padre de Kardia y Calvera les negó una vida próspera en sus dominios, solo por considerarlos unos fenómenos.
Ella en realidad no quería acabar con sus vidas, por ello conjuró esa poderosa maldición como un escarmiento para el rey, simplemente esperaba poder negociar con el Rey, más nunca deseó su muerte como muchos rumoran por ahí.

Se había enterado que los suyos fueron atacados por órdenes de la realeza, fué en busca de los cuerpos de los hechiceros abatidos que se encontraban en los alrededores del castillo.
Con su gran poder se los llevó muy lejos de ese lugar, ya estaba trabajando en un fuerte conjuro para traerlos de nuevo a la vida. Sabía que le llevaría tiempo pero era necesario.

Le declararía la guerra al Reino de Caristeas, por su gran falta en contra de ellos...









Degel y Albafica caminaban rumbo a la habitación de Kardia, llevaban consigo un balde de agua fría y algunas plantas medicinales que quizá puedan ser de ayuda para el rey.

- A ver Degel, déjame ver si entendí... ¿Kardia fué al pueblo solo para ir por tí? - Cuestionó el joven de cabellos cobaltos, no podía creer que su majestad fuera capaz de hacer algo así, sobre todo porqué siempre ha sido de las personas que se preocupan por si mismos.

El joven aprendiz asintió - Ya no pude hablar muy bien con Deuteros.

-Es raro que haya actuado de esa forma, nunca lo vimos así... Ni siquiera cuando sus padres vivían ¿Sabes lo que pienso? - Cuestionó Albafica.

Degel asintió para que su mentor pudiera proseguir en su plática.

- Quizá tenga celos y la verdad desde que llegaste aquí no te ha quitado los ojos de encima. No tolerará verte con alguien más y seguramente hará hasta lo imposible por tenerte cerca.

El joven hechicero comenzó a sentirse más nervioso cuando escuchó eso, había llegado al castillo por simple protección más nunca se imaginó tener al mismísimo rey detrás de él.

- Imagina que termine tomándote como su pareja, sería hermoso - Albafica comenzaba a imaginarse a ellos dos juntos.

- No puedo hacer eso - Degel se detuvo en seco, Albafica se dio cuenta de ello y se acercó a su joven aprendiz.

- ¿Porqué?

No sería lo correcto decir la verdad, mentiría con algo más creíble - El y yo somos muy distintos.

- Pero no tienen nada de distintos, salvo fueras algo que Kardia odie mucho, como los hechiceros o las cosas rutinarias, eso si lo detesta.

Ese era el gran detalle, él es un joven hechicero y no cambiaría por nada su pasado. Si mencionaba algo quizá Kardia lo termine mandando al calabozo.

Trató de controlar sus emociones después de ese interrogatorio incómodo de Albafica, hizo una sonrisa forzada y respondió - Ha sido mucha plática agradable Albafica pero necesitamos apresurarnos Kardia necesita que lo revises.

A los dos jóvenes herbolarios les quedaba poco trayecto para llegar a la recámara de Kardia, ninguno de ellos siguió hablando.

Albafica no entendía porqué su raro comportamiento, si hace poco tenía otro semblante, después comenzó a imaginar...

Pero así como Kardia se interesa en él, también lo hace Deuteros... Entonces pasa por una mala jugada con sus sentimientos, luchando por lo que cree correcto.

Albafica abrió la puerta de la recámara de Kardia, detrás de él venía Degel.

El herbolario de cabellos cobaltos se quedó asombrado de ver a Deuteros en el castillo.

- ¿Deuteros? ¿Qué haces aquí - Cuestionó con asombro Albafica.

- Es una larga historia, te la contaremos más adelante, lo que nos interesa en estos momentos es que despertemos a Kardia - Contestó Degel tratando de desviar el tema.

El joven herbolario, comenzó a revisar a Kardia... Por fortuna no encontró algo malo en su temperatura, todo parecía estar en orden después de todo.

- Degel... ¿Le diste algo para controlar su temperatura? - Cuestionó Albafica.

- No.

- Esto es extraño, porqué no tan fácil cede su temperatura en su cuerpo.

Todos se miraban unos a otros, Asmita estaba por decir algo cuando notó que Kardia comenzaría a despertar.








Los rumores en el pueblo no se hacían esperar, muchos de ellos decían que el rey Kardia tenía consorte, otras que no daban crédito que se interesara en alguien más y no en ellas, varias chicas morirían por tener el lugar de Degel.

❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄











Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro