Una noche inolvidable
Narra Elena.
Habíamos aparecido en la antigua casa que pertenecía a mi madre, Dreiden miro el lugar con interés, no parecía apurado, ni tampoco tímido, no creía que no supiera para que lo traje aquí, deje mis intenciones muy claras, aún que este hombre siempre a sido extraño, tanto que era demaciado atrayente para cualquiera.
Me preguntaba si, él se daba cuenta del enorme poder que tenía su atractivo y su belleza, de lo que provocaba la intensidad de su mirada.
Stragen se sentía tremendamente atraído hacia él, pero tenía miedo también de lo que conllevaría meterse con un hombre como Dreiden a diferencia mía, Stragen no estaba dispuesto a jugar con fuego y quemarse en ella, sumergirse en la oscuridad y dejarce llevar, si Dreiden insistiera en conquistar a Stragen lo lograría, lograría tener a Stragen a sus pies y dispuesto a lo que sea por permanecer a su lado, pero Dreiden tiene de orgullo, lo que tiene de belleza he inteligencia.
__ ¿ En donde estamos? .__ Pregunto, me miraba con esos hechiceros ojos del cual era portador.
__ En mi guarida, ¿ Aún no te has dado cuenta Arrembel? Te he traido aquí para torturarte.__ Dije de manera sería, él solo sonrió divertido negando con la cabeza y esa pequeña sonrisa hizo que yo cayera un poco más por él.
__ Eso explica el olor a excitación que desprendes Graham .__ Dijo, yo me reí divertida, él se quedó mirándome y admito que esa mirada me ponía nerviosa.
__ Deberías reir más a menudo, eres aún más hermosa cuando lo haces.
Sus palabras me sorprendieron, él no lo decía con dobles intenciones, él solo lo decía como una afirmación, ¿ Qué sería capaz este hombre, si se propusiera seducir a conciencia?.
Camine hasta él, acaricie su mejilla, él simplemente me observó sin inmutarse, yo sonreí, cualquiera en su lugar se inquietaria con tener una mujer como yo muy cerca de él y cualquier hombre estaría nervioso y ansioso por tenerme, pero ese era el punto, él no era cualquier hombre.
___ Confesaste que eres virgen, pero no te veo para nada tímido o nervioso como lo estaría un hombre a la expectativa de perder su virginidad.
__ ¿ Por qué lo estaría? Tal vez tendría que tener miedo de incumplir con tus expectativas, pero tampoco eso tendría sentido, me trajiste aquí ya sabiendo que no soy un experto en el sexo y no fui yo el que propuso o planeo esto, así que no tengo preocupación en cumplir las expectativas de nadie.
No esperaba menos de él, por eso mismo lo había escogido a él para perder mi viginidad, él no espera nada de nadie y no le importa lo que otros esperan de él, tal vez lo único que le importaría sería decepcionar a su familia.
___ No tengo ninguna expectativa y me alegro que tú tampoco lo tengas.
Él me miro curioso, como si con mirarme pudiera descifrar mi mente, y sabía que si quisiera me podría leer la mente, además de poseer y adueñarse de mi voluntad, pero él no lo haría, lo había observado mucho y sabía la clase de hombre excepcional que era, sería incapaz de hacer daño a otros si no se metían con él, además de que era un caballero con modales y educación perfecta.
__ Yo también soy virgen Arrembel.
Y vi el asombro en sus ojos antes de besarlo, él se quedó quieto al principio, sorprendido por mi acción, pero luego llevo una de sus mano a mi sintura y la otra a mi nuca y profundizó él beso sorprendiendome.
Empezaba a dudar que fuera su primer beso, porque lo estaba haciendo muy bien para ser la primera vez que lo hiciera, nos separamos por falta de aire, yo tenía la respiración agitada, lo observé a él, sus ojos se habían vuelto más intensos, más oscuros.
__ Vamos a mi habitación.
Él sólo asintió a mis palabras, yo lo tome de la mano y lo lleve a mi habitación y estando ahí lo volví a besar, subiendo el beso poco a poco de intensida, una de sus manos acarició mi espalda con una lentitud serena.
Yo lleve una de mis manos debajo de su remera y acaricie su piel suave y cálida, sus abdominales se sentían duro debajo de mi mano, prueba evidente de su buen fisico, el desabrocho mi vestido en la espalda y bajo lentamente el cierre, yo me aleje un poco de él para quitarme por completo el vestido, sus ojos grises relampaguearon de un brillo de puro deseó haciéndome sentir vulnerable y a la vez más excitada.
Él volvió a besarme y sentí sus manos acariciarme, decentiendo de forma lenta hasta posarse en mi trasero y me alzó obligándome con ello a envolver mis piernas alrededor de sus caderas, él camino hasta la cama, como si yo no pesará nada.
Me recosto en la cama con una suavidad que contradecia el fiero beso que me daba, el soltó mis labios y empezó a recorrer mi piel con sus labios, besando, lamiendo con lentitud como un depredador acecha a su presa, sus hábiles manos recorren mi cuerpo con suavidad, sus besos y caricias son como fuego que quema todo a su paso.
Lo sentí sonreír contra mi bajo vientre cuando yo solté un gemido necesitado, el volvió a subir basándome, luego se separó y se arrodilló entre mis piernas abiertas, se sacó su remera y me miro.
Yo lo mire fascinada, sus ojos grises más oscuros, su cabello desordenado dándole un aire salvaje, sus mejillas algo sonrojadas, yo me impulse y me sostuve de mi brazo izquierdo y con la derecha acaricie su pecho su abdomen y fui bajando más.
Sus ojos estaban fijos en mi, yo sonreí maliciosa, relamiendo luego mis labios, él siguió con su mirada mi acción, sus ojos estaban llenos de deseo y lujuria.
___ Es injusto que yo este casi desnuda y tú estés casi vestido por completo.
Él no dijo nada, sólo volvió a inclinarse obliangome a acostarme por completo otra vez, beso mi cuello y llevo su mano a mi espalda y desabrocho mi sostén con una agilidad que me hizo dudar su falta de experiencia en esas cosas, él quito por completo mi sostén dejándolo caer en la cama a lado mío.
Yo mordi mi labio con fuerza cuando lo sentí bajar sus besos de mi cuello hasta llegar a uno de mis pechos y meter en su boca mi pezón succionando con lentitud, una de sus manos acarició el otro masajeandolo y apretandolo sin hacerme daño, yo gemi extasiada, sentía mi intimidad mojada y palpitando de una manera que me estaba por volver loca.
Yo jale su cabello con fuerza cuando sentí como una de sus manos bajaba por mis muslos hasta llegar a mi intimidad, pero antes de tocarme ahí, él volvió a separarce de mi, yo gruñi molesta y lo mire con reproche.
Él sonrió divertido ante mi molestia, puso sus manos en mi tobillo y de ahí empezó a subir con lentitud, mirando con curiosidad morbosa como me arqueada y gemia mientras más subía sus manos, llegó hasta mi sintura, tomó mi ropa interior y lo deslizó fuera de mis piernas, dejándome completamente desnuda y expuesta ante su mirada intensa, yo jadeaba llena de excitación y ansiedad.
Él se levantó de la cama, yo lo mire expectante y algo temerosa de su acción, pero retuve mi respiración cuando él se quito su ropa por completo, dejando su cuerpo de tentación y pecado expuesto ante mi mirada hambrienta.
Él volvió a subir en la cama y comenzó a besarme desde los pies hasta llegar a mi intimidad y sentir ahi su cálido aliento fue como recibir una descarga eléctrica, el comenzó besar, lamer y succiónar llevándome a la locura total, toda coherencia me abandonó, el me sostuvo las piernas impidiendo que yo las cerrará en un acto reflejo y siguió chupando sin parar, sin darme un descansó, ya no podía más con tantas sensaciones y cuando sentí una leve mordida en mi intimidad, explote en un orgasmo que me hizo gritar de placer.
Sentía mis piernas temblar y mi respiración era irregular, desearía saber en donde aprendió a hacer éso, él me beso haciéndome probar mi propio sabor, era irónico que nosotras las arpias fuéramos conocidas por gustarnos la brutalidad en la cama, que aveces preferiamos de parejas a seres sadomasoquistas, pero este hombre acababa de darme el mejor orgasmo de mi vida y no había usado la violencia, ni fue un bruto o salvaje.
__ Me mentiste.
___ ¿Por qué lo dices?.__ Pregunto besando mi cuello, me estremeci por completo al sentir su miembro duro contra mi vientre.
___ Tienes demaciada experiencia para ser virgen.__ Dije como pude, sentía mi sexo palpitando y completamente mojada, estaba ansiosa por tenerlo dentro mío.
___ No mentí, sólo sigo mis instintos.
Volvió a besarme de manera apasionada, sus caricias se volvieron más intensas, más bruscas, más salvajes, sus besos se volvieron más fieros, sus acciones me estában haciendo sentir el doble de excitada.
Gemi como loca al sentí sus dedos entrar en mi y moverse con lentitud y suavidad, esa mezcla de delicadeza y salvajismo me estában llevando a experimentar un placer sin límites insospechados, mis gritos de placer y ruegos por más deberían avergonzarme, pero estaba lejos de sentir vergüenza en mi estado de excitación.
Un segundo orgasmo me golpeó de manera intensa, haciéndome arquear la espalda, mis pechos se pegaron al suyo y él me beso el cuello succiónando con fuerza mi piel, donde era seguro que dejaría marcas, él no dejó que yo descansará, se posicionó mejor entre mis piernas, yo jadee contra sus labios al sentirlo rozar su miembro contra mi entrada mojada y palpitante, completamente lista para recibirlo, el empujó y volvió a retroceder, volvió a empujar entrando con lentitud, abriéndose pasó con suavidad, llenandome por completo yo me arquee contra él, gimiendo de placer y dolor, lo sentí entrar por completo haciéndome jadear y arañar su espalda.
Sentir su aliento en mi oído, oírlo respirar agitado, jadeando, era un potente afrodisíaco para mi, él empezó a moverse primero lento y luego más y más rápido, más profundo, manejaba mi cuerpo con una maestría que era enloquecedor, gemia en su oído pidiéndole más, más rapido, más profundo, más duro y él me complasia, vaya que lo hacía.
Era como una bestia insaciable y sedienta, sentía su pene palpitar, duro y caliente, rozando mis pareces sensibles sin parar, oía el ruido de pieles chocando de una manera obscena y excitante, él paraba, salía de mi y cambiaba nuestra posición para volver a entrar y arremeter contra mi sin piedad, esa mezcla de dolor y placer era exquisito.
Para cuando el se corrió, yo ya había tenido más de dos orgasmos más, él se dejó caer encima mío sin aplastarme, y aún sin salir de mi, respiraba agitado, al igual que yo, yo acaricie su espalda mojada por el sudor y sangre que brotaba por las heridas que yo le había hecho con mis largas uñas, en unos minutos más sanarian sin dejar rastro alguno, el levantó su cabeza para mirarme, varios mechones de su cabello estaban pegados a su frente, yo los quite con mis dedos, acaricie su rostro con delicadeza.
___ ¿ No te lastime?.__ Pregunto, yo negué con la cabeza, él salió de mi despacio y se acostó a mi lado, nos miramos unos segundos antes de que yo desviara la mirada atacada por una súbita timidez causada por su mirada tan intensa.
___ ¿Podrías buscar una sábana para cubrirnos por favor?.__ Él se rió divertido, pero se levantó a buscar en el armario las sábanas, yo evite mirar su cuerpo desnudo.
___ Deberamos cambiar la sabana que está debajo de ti.___Dijo.
Yo lo mire sin entender sus palabras, él camino hasta la cama y me tendió una sábana yo lo tome y me cubri con ella, quice levantarme pero un calambre me lo impidió, ahora que había pasado la excitación me sentía adolorida, el puso una mano bajo mi rodilla y la otra en mi espalda, y me alzó, yo puse mis manos en su cuello.
__ Te llevaré al baño para que te bañes.__ Dijo.
Yo asenti de acuerdo, él chasqueo los dedos y la tina se lleno de agua, me bajo con cuidado en el piso, yo me quite la sabana y entre a la tina, evite mirarlo a los ojos, aveces sentía estos ataques de inseguridad que me llenaban de timidez y nerviosismo.
___ Iré a cambiar las sábanas y luego vendré a bañarme.__ Dijo saliendo.
Yo me puse roja de vergüenza al por fin entender sus palabras, al ser mi primera vez seguro las sabanas tenían sangre, era normal, pero seguía siendo vergonzoso, él volvió después de un rato y se metió a la ducha.
___ Quién diría que después del sexo serias tan tímida.__ Dijo mirándome, no era una burla, solo un hecho.
___ Quien diría que serías toda una bestia en la cama.___ Dije.
___ No te escuche quejándose.
___ En verdad Arrembel, eres un príncipe caballeroso fuera de la cama pero en ella ere una bestia insaciable.
___ ¿ En verdad seguiremos llamándonos por nuestros apellidos después de lo que hicimos?.___Pregunto saliendo de la ducha, agarró una toalla y comenzó a secarse, yo lo mire embelesada, en verdad tenía un cuerpo fascinante.
____ ¿ Te gusta lo que vez?.__ Pregunto mirándome.
__ ¿ Quieres que te suba más el ego?.
___ Mi ego ya está lo suficientemente alta al oir tus gemidos y grito de placer y ruegos de más.__Dijo sonriendo divertido al verme sonrrojar por sus palabras.
__ Eres un arrogante y un mentiroso.__ Dije con reproche.
___ ¿ Por qué dices que miento?.
___ Es que es imposible que siendo virgen tengas tanta experiencia y seas tan bueno en la cama.__ Dije con exasperación.
___ No miento, ya te dije que sólo seguía mis instintos, ni siquiera he besado nunca a nadie antes que a ti Elena, pero me alegra oir que lo hice bién.___ Él se enrollo una toalla a la sintura y otra me lo paso a mi y volvió a la habitación, yo cubri mi cuerpo con la toalla y lo seguí, él estaba revisando su celular.
___ ¿ Algún problema?
___No, sólo tengo varias llamadas perdidas de mi familia, supongo que están preocupados de que ya sean casi las cuatro de la madrugada y yo no haya vuelto aún, después de todo, casi me obligaron a ir a esa fiesta.
__ ¿ Las cuatro ? ¿Tan tarde es? .__ Pregunté sentandome en la cama, él me mostró la pantalla de su celular donde claramente mostraba la hora.
__ ¿ Te irás?.__ Pregunté, siendo sincera no quería quedarme sola y no quería volver al palacio.
___ ¿ Tú padre no está?.___ Pregunto, para nadie era un secreto que mi padre era el peor padre del mundo.
___ No está y no quiero regresar, no aún y tampoco me quiero quedar sola aquí, pero tu familia debe estar preocupada.
___ Puedo quedarme, sólo le escribiré a mi madre que estoy bién y que regresare más tarde.
___ ¿ Y qué les dirás si te pregunta con quien estás?
___ No lo hará, ellos no se meten mucho en mi vida, siempre y cuando sepan que estoy bién y que no me meto en problemas.
Yo sonreí, me gustaría tanto tener una familia que se preocupe por mi, él se puso su ropa y me miro con curiosidad.
___ ¿ No te vestiras? Esta haciendo frío, puedes enfermarte. __ Yo lo mire.
Así que entre sus tantos cualidades también estába la cualidad de preocuparse por los demás, Dreiden Arrembel era en verdad perfecto...
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