Una luz en la oscuridad
No tenía idea por cuánto tiempo la pace llorando, hasta que ya no hubo lágrimas que derramar, permanecí con la vista perdida en la inmensa espesura del bosque, de donde vine era de noche, pero aquí era de día, no sabía que hora era, pero suponía que ya era pasando el medio día, no me moví de mi lugar.
Las horas pasaron, él sonido de las diferentes criaturas del bosque se oía cada uno en sus asuntos y rutinas, la noche cayó y yo seguía sin moverme de donde estába, sentía mis párpados pesados, suponía que se debía al desgaste mental y no precisamente al cansancio físico, cerré los ojos, me pregunto si quedarme aquí, sin moverme, también sería atentar contra mi vida.
Suspire profundamente, no se en que momento me quedé dormido, pero cuando me desperté, los rayos del sol alumbraban débilmente, se colaban por entre las hojas de los árboles, parpadee algo desorientado, creo que estaba más cansado de lo que imaginé, mire a mi alrededor, no sabía que hacer, ni donde ir, pero supongo que no podía quedarme aquí para siempre, me levanté del suelo y empecé a caminar, no tenía un rumbo fijó, sólo camine.
Cuando el dolor está instalado en tu corazón, el sólo hecho de respirar cuesta, no puedes pensar en otra cosa que no sea lo que provoca ese dolor, en mi caso, el hecho de dejar atrás a mi familia sin siquiera despedirme de ellos, era un dolor lacerante.
A eso le sumaba lo que pasó con Leisbef, lo que yo fui capaz de hacerle y lo que él fue capaz de hacerme, también estaba Elena, aún ahora me negaba a creer que para ella no signifique nada, sólo como ella misma dijo, un juguete remplazable.
Pero ya nada importaba, este ahora era mi destino, mi castigo y condena, ¿ Por qué este castigó ? Mi familia no tenía la culpa de nada y sin embargo, sabía que ellos sufrirían mi ausencia, sabía que no descansarian hasta encontrarme, que miestras no supieran que pasó conmigo, no tendrían paz, ni tranquilidad.
Me detuve un momento, no sabía cuanto llevaba caminando, pero debía ya pasar del medió día, no sabía si podría llegar a salir de este bosque, tampoco quería aparecer en otro lado, sólo quería seguir caminando, tal vez así, el cansancio mitigaria un poco el dolor, aunque este dolor se estaba convirtiendo en un sentimiento perenne.
Volví a caminar, no tenía otra cosa que hacer después de todo y quedarme en un sólo lugar tampoco sería de ayuda para mis tantos pensamientos, ahora que lo pensaba, Leisbef ordenó que yo no antentara contra mi vida, más no dijo nada de que otro pudiera hacerlo, tal vez me encontrará con un depredador en este bosque y acabará conmigo o tal vez más adelante me encontrará con algun asesino, como fuera, no pondria resistencia a ese hecho.
Cuando ya sentía mi cuerpo desfallecer de cansancio me sostuve de un árbol, menos mal que nosotros las hidras podríamos aguantar sin beber o comer durante mucho tiempo o mi estado sería peor.
El sol estaba a punto de ocultarse, me senté en el suelo y recargue mi espalda en el árbol, pasaria la noche aquí, cerré los ojos suspirando, después un ruido me despertó, parpadee algo confundido, ya era de noche, delante de mí, ajeno aún a mi presencia estaba un lobo negro, olfateaba por ahí, tal vez buscando alguna presa que cazar.
Ladee mi cabeza mirándolo, él olfateo el aire, sonreí al ver como los pelos de su lomo se erizaba, me había olido y no estaba contento con mi presencia, más sin embargo sólo permaneció en su lugar observandome, percibía que mi poder era mayor que la de él, esperaba un movimiento mío, estaba dispuesto a darme pelea, aunque no pudiera ganarme, ambos nos quedamos mirando el uno al otro, sin movernos.
Yo cerré los ojos ignorandolo, oí sus pisadas hacercarce a mi, sentí su respiración muy cerca de mi cara, no me moví, abrí mis ojos encontrandome unos ojos almendros mirándome fijamente, él volteó su cabeza en otra dirección, una liebre se encontraba serca de nuestra ubicación, volvió a mirarme y luego se hecho a correr tras la liebre que al sentir peligro corrió, yo sonreí, ni un lobo me encontraba más interesante que su cena y al parecer había decidido que yo no era una amenaza para él.
Volví a cerrar los ojos oyendo en la lejanía un aullido, no le di más importancia y poco a poco volví a dormir.
Cuando desperté de nuevo, ya era de día, permanecí por unas horas más sin levantarme, luego me levanté y volví a caminar sin tener un rumbo.
Cinco días duro mi cuerpo antes de colapsar, de repente todo se volvió oscuro y perdí la conciencia.
Cuando desperté, no abrí los ojos de inmediato, sentí una superficie debajo mío demaciada blanda para ser el suelo del bosque, abrí mis ojos lentamente, mire desorientado a mi alrededor, estaba en una habitación, me senté en la cama dándome cuenta que tenía puesto una diferente ropa.
Mire hacia la puerta que en ese momento se abrió, una señora avanzada en edad entró, me miró con unos ojos marrones intensos, baje la cabeza escapando de esos ojos analíticos.
___ Me alegra que hayas despertado muchacho, me llamó Grachi Grofs, te encontré en el bosque cuando fui a buscar yerbas medicinales, menos mal que tengo poder o si no, no hubiera podido traerte aquí, no reaccionabas.
Yo la mire algo sorprendido, ¿ Ella me había metido en su casa sin saber quién era? Me sonaba descabellado su acción.
___ Te traeré algo de comer y luego hablaremos sabes hablar ¿No? Si no también sé el habla de las señas.
Sin esperar repuesta volvió a salir de la habitación, yo me recoste en la cabecera de la cama, había salido de ese bosque y ahora ¿Que hacía?.
Ella volvió a entrar al cuarto haciendo lo posible con los platos para que no se les cayera, mi instinto actuó por inercia al verla en esa situación, me levanté y tome dos de los platos que traía, ella me sonrío.
___ Ponlos en la mesa de ahí.__ Dijo señalando una mesita que estaba en la habitación cerca de una ventana, yo obedeci, ella puso los otros dos platos.
___ Acerca las sillas a la mesa y siéntate, yo ya vuelvo, iré por el jugo.
Salió de la habitación, yo mire hacia la puerta.¿ De dónde había salido esta mujer? Me trataba como trataría a un viejo conocido.
Yo hice lo que pidió cuando localice las sillas, más no me senté y cuando ella volvió a entrar con dos vasos y una garra, tome la garra de sus manos y lo puse en la mesa.
___ Gracias, se nota que fuiste educado con buenos modales jovencito, anda siéntate vamos a comer, no es mucho lo que te puedo ofrecer, como verás, no soy precisamente millonaria.
Ella se sentó y aúnque me sentía tentado a rechazar la comida, no lo hice, me senté y al ver que ella comenzaba a comer, tome un pedazo de la carne asada que estaba en mi plato, él olor me decía que era una liebre.
___ Hay muchas liebres en el bosque, es fácil cazarlas, más si eres tan buena como yo usando un arco.__ Dijo riendo, yo la mire, me extrañaba su actitud conmigo.
___ ¿Por qué hace esto? Puedo ser una mala persona que estaba en el bosque porque huía.__ Dije, ella sonrió calidamente, esa sonrisa irremediablemente me hizo recordar a mi madre, trague pesado, ahí estaba otra vez el sentimiento de querer llorar.
___ Lo pensé, pero nunca se debe negar ayuda al que lo necesita, pero ahora me alegro de haberlo hecho.
___ ¿Por qué?.
___ Porque tú no eres una mala persona, en tus ojos mi niño, lo que reina es la tristeza y un dolor tan profundo que escapa de mi conocimiento el hecho de que no estés llorando, cuando es obvio que quieres hacerlo.
Yo baje la cabeza, ¿Tan obvio era que quisiera llorar, que una desconocida podía verlo tan fácilmente? Comí lo que estaba en mi plato, él olor había abierto mi apetito.
___ No tienes que contarme lo que te paso, sólo dime tu nombre.
___ Dreiden.
___ Lindo nombre.__ Dijo, yo la mire de reojo, ella había vuelto a comer.
___ ¿Vive sola?.__ Pregunté, ellá asintió, tenía la boca llena asi que no podía hablar.
___ Desde que mi madre murió, vivo aquí sola, no es tan malo como se oye, se vive en tranquilidad.
___ ¿Su casa queda cerca del boque ?. Pregunté, ella rió divertida.
___ No Dreiden, mi casa está en medio del bosque.___ Dijo, yo la mire sorprendido.__ Bebé el jugo, esta delicioso.
Yo obedeci cuando ella sirvió en el vaso y me lo pasó, tome todo lo que habia en el vaso sólo entonces noté la sed que tenia, ella sonrió cuando yo me sonroje de vergüenza.
___ ¿Cuantos años tienes?.
___ 19.__ Dije.
Ella asintió y siguió comiendo luego de volver a llenar mi vaso, después de eso comimos en silencio, cuando terminamos ella se levantó a recoger los platos y yo me levanté a ayudarle y la seguí afuera de la habitación, ella puso los cubiertos sucios en una pileta.
___ Ponlos ahí, hoy no traje suficiente agua para labarlos ahora, mañana lo haré.
Yo así lo hice, luego la mire, ella cerraba las ventanas, sólo entonces me di cuenta que era de noche.
___ Yo iré a dormir, te quedas en tu casa.__ Dijo mirándome.
___ Gracias, gracias por traeme y tratarme así, sin saber quién soy o porque estaba ahi. __ Dije, ella sonrió.
___ No tienes porque agradecer, cualquiera en mi lugar haría lo mismo.__ Dijo, yo dudaba que eso fuera posible.
___ Igual gracias. __ Dije ella asintió.
___ Buenas noche Dreiden.
___ Buenas noches.
Cuando ella entró en otra habitación yo me dirigí a la habitación en donde había despertado.
Suspire, él dolor en mi pecho seguía siendo abrumadora, pero suponía que tendría que vivir con eso en ahora en adelante, me acosté para tratar de dormir.
Los días con la señora Grachi fueron pasando lentamente, solía ayudarla con las cosa que hacía falta y ella me contaba cosas de su vida, yo aún no le decía nada acerca de la mía, ni porque estaba en el bosque cuando me encontró, tampoco me pregunto nada cuando una noche desperté gritando producto de pesadillas que me atormentaban, ella sólo preparo té y comenzó a hablarme de su niñez.
Tres semanas después decidí que le contaría todo, se lo debía, ella me acogió en su casa sin saber quién era y sólo había sido amable y paciente conmigo, luego de terminar de cenar mientras tomábamos té, le empecé a contar mi vida, lo que hice y lo que me hizo Leisbef, ella sólo se quedó en silencio, escuchando sin interrumpirme.
Cuando termine de contarle, permanecí con la cabeza agachada, evitando mirarle por temor a encontrar en su mirada decepción, ella se había convertido en una persona muy importante para mi, esperaba que me juzgará, esperaba cualquier cosa, menos el abrazo que me dio.
___ Lo siento tanto mi niño y te equivocas, no merecias lo que te pasó, si estuvo mal lo que hiciste, pero lo que te hizo ese hombre, es algo muchísimo peor, lo que te hizo él, si es imperdonable.
Sus palabras llenas de calidez, de compasión, hicieron que volviera a llorar, extrañaba tanto a mi familia, estar lejos de tu familia, de los seres que más amabas en el mundo, era un dolor que no le deseaba a nadie.
Luego después de un rato abrazandome, ella se alejó y volvió a sentarse en su asiento.
___ ¿Recuerdas la historia que te conté, del instituto en el que fui? __ Pregunto.
Yo asenti, ella se levantó y fue apresurada a su habitación, luego volvió y tomo asiento.
___ Avalón en tres dias comenzará sus clases de nuevo, yo no tengo herederos a quien dar esto y tú lo necesitas.__Dijo, tomo mis manos y en ellas colocó una pequeña tarjeta dorada.___ Es el pase a Avalón, escribiras tu nombre y mi apellido en el, he irás a estudiar y a aprender a poder controlar a tu hidra como se debe.
Yo la mire sorprendido, mire de nuevo la tarjeta, ¿ Pero qué sentido tenía hacer eso ahora? Lo hecho, hecho estaba, poder controlar a mi hidra ya no servía de nada, prefería quedarme con ella en este enorme bosque.
___ Dreiden, tu vida no a acabado aún, eres muy joven aún, toma esta oportunidad y tal vez así puedas encontrar otro sentido a tu vida, otro motivo para vivir, he incluso puedes hallar una solución a ese hechizo, la biblioteca de Avalón es enorme, puede que ahí haya un libro que te pueda ayudar.
Mire largamente la tarjeta, tal vez ella tuviera razón, pero tenía muchas dudas con respecto a hacerlo.
___ Tienes tre días para pensarlo y decidirlo, respetaré tu decisión, pero personalmente creo que deberías ir, Avalón es un instinto que puede ayudarte en muchas cosas.
Con eso dicho se levantó y se fue a su habitación, yo salí afuera, me senté en el peldaño de la escalera y mire hacia el bosque, tal vez tendría que ir, no perdía nada yendo.
Cerré los ojos y oí un aullido a lo lejos, sonreí al reconocer el aullido, era el lobo negro que vi en el bosque, más de una vez me lo había vuelto a encontrar y se podía decir que nos convertimos en amigos, él tenía su manada, pero solia cazar en solitario.
Me levanté y me adentre más en el bosque siguiendo el sonido de su aullido, pronto lo hallé, estaba devorando una liebre, me senté en el suelo y recoste mi espalda en un árbol, un rato después él se acercó a mi.
___ Hola amigo, ¿ Qué tal la cena? .___Pregunté acariciando su negro pelaje, él se acostó y puso su cabeza en mis piernas estiradas.
Seguí acariciando su pelaje, mirando distraidamente a la espesura y negrura del bosque, si, iría a Avalón y veria que ocurre, tal vez como dice la señora Grachi, encuentre ahi otro motivo para seguir adelante, dudaba que encontrará una solución al hechizo, pero tampoco perdía nada buscando, eso claro está, si me aceptaban ahí.
Cuando amaneció yo me despedí del lobo y camine de regreso a la casa, le dije a la señora Grachi que iría, ella se puso muy contenta y empezó a hablarme sin parar de todo lo que Avalón podría ofrecerme.
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Una pequeña luz en una inmensa oscuridad, puede ser tan brillante como una brillante estrella.
C.M.V
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