No fue difícil para mi averiguar quien y qué era él, y me lleve una mala sorpresa al saber que el era un Stragen, Los Stragen eran seres de luz, hechiceros de magia blanca y pura, pertenecían a un clan poderoso y sumamente importante, eran los encargados de impartir el orden y el equilibrio de muchos clanes.

Sus palabras y desiciones eran respetadas por casi todos los líderes de diferentes criaturas, las criaturas de magia negra o seres oscuros, no se llevaban muy bien con ellos, pero apesar de todo aceptaban y respetaban las desiciones  que tomaban con respecto a un tema.

Los Stragen tenían muchas reglas y eran muy estrictas, el que lo incumplía era desterrado o ejecutado, las reglas principales eran.

No asesinar, No herir con ninguna clase de armas, Jamás practicar magia negra, No mentir, Ser justo, Jamás juzgar sin conocer, Esas eran las reglas principales de muchas.

Era precisamente por esas reglas y esa rectitud que los Stragen eran prácticamente jueces de la ley de todas las clases de criaturas existentes.

Su magia les prohíbia ir en contra de un inocente o cometer una injusticia, aún que mi padre decía que los Stragen eran unos hipócritas y no eran lo que pregonaban ser y tal vez tenía razón, no era un secreto para nadie que los Stragen odiaban a las criaturas de magia negra o seres oscuros, se mantenía neutrales y justos cuando tenían que juzgar a uno, pero el desprecio era obvio.

Y era precisamente eso mi miedo, ¿ Como le diría a Leisbef que éramos pareja ? Cuando su familia y la mía no se llevaban bien, nuestro clan no eran enemigas, pero era obvio que a su padre no le haría nada de gracia que su hijo fuera la pareja de un ser oscuro, más siendo hijo de un Arrebel y una Pendragon y para empeorar que estos fueran los líderes de ambos clanes, definitivamente mi suerte iba en mal en peor.

Aunque mantenía la esperanza de que Leisbef me aceptará como amigo he ir tanteando el terreno para decirle la verdad, ellos se supone que no podían juzgar sin conocer a alguien y sinceramente esperaba que eso fuera cierto.

En cuanto a Leisbef, según su historial era el chico perfecto y era también perfecto físicamente, con su cabello negro, sus ojos celestes y su piel blanca y esa aura que tanto atraía, el también era un genio en casi todo, sabía cantar y bailar, era amable con todos, el preferido de todos los profesores, con un historial impecable, como todos los Stragen.

El era el hijo menor del líder del clan, y yo esperaba que siendo precisamente hijo del líder, supiera cumplir con sus reglas, antes de saber quién era él estába emocionado, pero ahora un miedo terrible me embarga, ya no sabía que esperar, quería desesperadamente creer que todo saldría bien, pero en verdad tenía miedo de su rechazo.

Pero jamás he sido un cobarde y no empezaré a serlo precisamente ahora, mañana  me presentaré ante él y le preguntaré si podemos ser amigos y que pase lo que tenga que pasar.

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Cuando baje en la mañana y entre a la cocina buscando a mis padres para despedirme de ellos, mis padres me miraron como si me hubiera salido una segunda cabeza.

___ ¿Que?___Pregunté a la defensiva.

Si, estaba de un humor de perros, no había dormido en toda la noche por pensar en millones de escenarios de lo que pudie paredes de los nervios que tenía, dudaba que pudiera desayunar y no vomitar todo después, tenía el estómago revuelto, era como si una jodida batidora se hubiera encendido dentro, si, ya se qué estaba exagerando, pero no podía evitarlo.

___Nada hijo, sólo que no es normal que te levantes tan temprano ___Dijo mi padre.

Me miró  fijamente como si me estuviera evaluando, me removi incómodo en mi lugar, no me gustaba que me mirarán cuando estába nervioso, sentía que podian leer mi mente fácilmente en ese estado.

___Sólo quiero llegar temprano al colegio.___Dije saliendo de la cocina y  caminando para ir a la salida de la casa, olvidando despedirme de mis padres, pero el llamado de mi madre me detuvo en mi huida.

___ Ven aqui y siéntate a desayunar jovencito.___Me dijo con esa voz que no aceptaba réplicas.

Pero yo no podía comer nada aunque quisiera, me di la vuelta y la mire con mi mejor cara de niño bueno, ella me miraba sería con las manos en las caderas.

___Mami, comeré después, te lo prometo, pero ahora tengo prisa.
Dije rogando que me dejara ir.

Ella nunca podía resistirse por mucho tiempo cuando la llamaba asi, ya se, soy un manipulador, pero situaciones asi requerían medidas desesperadas, ella suaviso su mirada y relajo su postura, prueba de que me había salido con la mía, evite sonreír de manera victoriosa.

___Esta bien, pero al menos llevate una manzana.___Dijo rendida

Mi padre negó con la cabeza sonriendo cuando yo regresé corriendo a darle un beso a mi mamá en la mejilla, luego agarré la manzana que estaba en el frutero y volví a dirigirme a la salida.

___Hey, ¿ Acáso no te despediras de tu padre niño malcriado?.__Preguntó mi padre mirándome con fingido reproche, yo rode los ojos, es que en serio tenía prisa, pero igual volví sobre mis pasos a darle un abrazo a mi papá.

___Portate bien en el colegio .__Dijo mi madre.

___Y si vas a portate mal que nadie te descubra.__ Dijo mi padre, yo me reí divertido al ver a mi mamá fulminar con la mirada  a mi padre.

____Yo siempre me porto bien.__Dije retomando mi camino a la salida y era verdad, no era de los que se metía en problemas por qué si.

___ Igual si te metes en problemas llámame, quiero ver caer al niño perfecto de su pedestal.___Dijo Kainus que iba en dirección a la cocina,
yo le saque la lengua de manera infantil, retomando mi camino a la salida.

Lo último q escuche fue su risa y a mi madre regañadolo por molestarme, pero nosotros éramos asi, pero sabía que si yo en verdad me metiera en problemas, mis hermanos harían lo que sea para sacarme del problema.

Por fin pude salir de mi casa, podría  aparecerme directamente en la entrada del colegio, pero yo quería caminar un poco, además aún era muy temprano para llegar, pero yo estaba tan ansioso que no podría soportar más estar en mi habitación encerrado.

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Los minutos me parecían eternas, estaba sentado sólo en una mesa de la cafetería de la escuela a esa hora eran pocos aun los que habian llegado, normalmente yo iba directamente a mi salón de clases, pero había visto a Leisbef ayer justamente aquí, asi que tenía la esperanza de volverlo a encontrar aquí, además no tenía idea de que clases tomaría él, o si llegaríamos a coincidir en el mismo salón.

Leisbef aún no llegaba o al menos eso pensaba, no sabía si iba venir aquí o iría a su salón, como fuera aún no era la hora de entrada para clases, saque un libro y comencé a leer, me encantaba la lectura, tal vez tuviera algo que ver que fuera un prodigio, pero mi mente nunca podía dezcansar y la lectura era un excelente entretenimiento para mi inquieta mente.

No se cuantos minutos pasaron, pero cuando sentí su presencia instintivamente levanté la mirada buscándolo, él iba entrando a la cafetería con el mismo chico con el cual lo vi ayer, arrugue la nariz, su olor estaba casi mezclado con el de ese chico, no me gustaba, ellos se sentaron en una mesa, yo respire profundamente, era mi oportunidad de acercarme a ellos y hablar con Leisbef, el chico me miro con el seño fruncido cuando me vio acercarme.

___ Hola, ¿Puedo hablar contigo?. Pregunté mirando a Leisbef, él me miro y se encogió de hombros.

___  Lo que tengas que hablar conmigo lo puedes hacer delante de él.__Dijo con molestia, yo parpadee algo confundido, no le había pedido que el otro chico se fuera, sólo le pedí hablar, pero creo que el malinterpreto mis palabras.

___ Me llamó Dreiden Arrembel y me preguntaba si ¿Podemos ser amigos ?. Pregunte sin rodeos y aunque mi voz sono firme por dentro estaba muerto de nervios, él me miro con el seño fruncido como si mi presencia le disgustara y antes de que él hablará yo ya sabía cuál sería su respuesta.

___ Jamás sería amigo de un Arrembel, y prefiero que mantengas tu distancia de mi.__Dijo.

Y aunque ya sabía que ese sería su respuesta, igual dolió como un cuchillo incrustandose de golpe en mi corazón, por su actitud ya sabía que rechazaría mi amistad, no necesito ser un genio para eso, pero dolió y mucho.

Yo solo asenti con la cabeza y regrese a mi mesa para recoger mis cosas he irme de ahí, no quería permanecer ni un segundo más ahí, tampoco me apetecía darle una escena patética mía llorando por su rechazo, mi padre tenía razón, los Stragen eran unos hipócritas, Leisbef acababa de romper una de sus reglas sin siquiera dudarlo, tal vez eran dos, porque también me parecía injusta su actitud.

Vague por el bosque pensando en todo y en nada a la vez, no quería decirles a mis padres de esto, se preocuparían y también se enojarian con los Stragen, tenía que mantener en secreto que ya conocía a mi pareja, fingir que una parte de mi alma no estaba resquebrajada en mil pedazos.

Sabía que mientras me mantuviera alejado y ocupado en otras cosas podía mantener el control o al menos quiero creer que era lo suficientemente fuerte para soportarlo.

Ese día no me presenté al colegio, simplemente vague por el bosque pensando en como sería mi vida a partir de ahora.

Regresé a casa casi a la noche, nos les parécio raro, ya que sólia  hacer eso muy amenudo, me excusé con mi madre diciendo que ya había cenado y me encerré en mi habitación.

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A la mañana  no quería ir al colegio , estaba tentado de fingir estar enfermo, pero dado que mi madre era doctora, eso sería una mala idea, así que sin opción me levanté y me prepare.

Cuando baje todos mis hermanos ya estában terminando de desayunar, mi madre se levantó para servirme, pero yo le detuve dándole un abrazó, sé qué se sorprendió, pero no dudo en abrazarme, no era extraño que yo hiciera eso, era muy cariñoso con mi familia, por eso a nadie le extraño mi actitud.

___ Siéntate mamá, desayunare en la cafetería del colegio, ahora ya voy atrasado.__Dije soltandola.

___Pero  desayunas entendido.__Me dijo dándome un beso en la frente, yo hice un saludo militar.

___ Señor, Si Señor.___Dije, eso le sacó una risa divertida, me despedí de todos y fui rumbo a la escuela.

Sería un largo día, pero tenía que empezar a acostumbrarme, sé que no será fácil, pero soy terco y no voy a rendirme tan fácilmente y perder el control, se qué ahora aún será fácil, porque aún soy joven y no tengo aún el instinto de reclamar a mi pareja, pero aún así duele, pero me acostumbrare.

Fui directamente a mi salón ya que casi era la hora de clases, entre sin mirar a nadie y fui a mi lugar que estaba hasta el fondo del salón.

Mis profesores me ignoraban y dejaban que yo hiciera lo que quisiera, me conocían y sabían que no necesito prestar atención a la clase para sacar una nota perfecta, aunque mis compañeros siempre decían que era más bien porque mis padres tenían amenazado a los profesores y al director o les pagaban, me daba igual lo que pensarán.

Sabía que Leisbef estaba en el mismo salón, juntó con ese chico, casualmente sentía su mirada desde que entre al salón, pero yo no le devolví la mirada, él ya había dejado claro su desprecio hacia mi.

Como le prometí a mi madre después de terminar la clase fui a la cafetería a comer algo, solía sentarme en cualquier lugar, pero ese día decidí que siempre me sentaría en el fondo, había una mesa que estaba casi pegada a la pared y estaba una ventana de vidrio, que dejaba ver el bosque, desde ese día ese sería mi lugar.

Empecé a leer el libro que ayer no había terminado de leer, sentía la mirada de Leisbef en mi, ¿ Qué mierdas le pasaba ? No lo entendía, pero lo ignore, tal vez creía que en cualquier momento me levantaria y mataría a todos, después de todo éso era lo que los Stragen pensaban de nosotros, que éramos violentos y sanguinarios, no estaban tan alejados de la verdad, pero no éramos animales sin racionalismo.

Cuando termino la hora del descanso fui a mi segunda clase y así seguí todo el dia, le había pedido al profesor bibliotecario que me dejará sacar un libro que me había llamado la atención, el accedió y por eso me retrase hablando con él antes de ir a casa, él me caía bien porque solía contarme muchas historias de los  libros más antiguos que había ahí.

Cuando salí de la biblioteca todos ya se habían ido, sólo estaba el conserje cerrando puertas y demás, me despedí de él y salí del colegio, me gustaba caminar y por eso pocas veces me aparecía a unas cuadras del colegio  había una banca y en ella una chica estába sentada, cuando pase por en frente de ella, ella se levantó.

___  ¿Puedo hablar un momento contigo?.__ Pregunto deteniendo mis pasos, la voltee a mirar, no la conocía pero se me hacía familiar, yo sólo la mire esperando que dijera lo que tenía que decir.

___ Me llamó Lizandria Stragen, hermana mayor de Leisbef.__Dijo.

Parecía nerviosa por la manera que retorcida el dobladillo de su sudadera, ahora que la miraba bien, tenía el uniforme del colegio y encima tenía una simple sudadera verde y se notaba que tenía frío a esa hora el clima cambiaba y hacia mucho frío,

___Si tu intención es advertirme que no me acerqué a tu hermano, puedes quedar tranquila, no lo haré, ya me quedo claro su desprecio hacia mi. Dije sin mostrar nada en mi expresión más que frialdad.

___  El me contó lo que pasó.__Dijo y me miro ya que todo el tiempo a tenido la cabeza agachada.___Te pido disculpas, él se deja manipular mucho por mi padre y sus creencias, pero yo si puedo y quiero aceptar tu amistad.__Dijo mirándome esperanzada, yo frunci el ceño, sabía que su propuesta era sincera, pero no entendía el porque de tal cosa.

___ ¿Por qué quieres ser mi amiga.
Pregunte

___ ¿ Y por qué no serlo? Te vi hoy, estabas muy solo y yo también lo estoy, no me lleve bien con ninguna de mis compañeras y estar con mi hermano es tedioso, siempre está con Yeir y además Leisbef siempre a sido popular y a mi no me gusta estar rodeado de tanta gente.__Dijo yo la mire casi impresionado.

___ ¿Siempre hablas mucho ?.__ Le pregunté.

Ella se ruboriso y a mi me pareció tierna ¿ Por qué no era ella mi pareja? Pareciera que el mundo tiene algo en contra mia, va y me empareja con el hermano que me desprecia.

___ Esta bien, si quieres que seamos amigos no tengo problemas, pero nadie tiene que saberlo.__ Dije quitandome mi abrigo.

___ ¿ Por qué ?.__Pregunto confundida

___ Por que a tu padre ni a tu hermano le parecerá buena idea.__Dije poniéndole mi abrigo. Vamos te acompaño a tu casa.__Dije, ella me regalo una linda sonrisa.

Lisa era muy diferente de su hermano y me agradó su compañía y hablar con ella era entretenido.
Desde ese día siempre hablábamos, claro, a escondidas de todos, sabía que su cercanía conmigo le traería problemas con su familia, por eso cada vez que nos veíamos y cuando ella se despedía de mi, yo borraba mi olor de ella y el de ella de mi.

Tres meses habían pasado desde que conocí a Leisbef y me hice amigo de Liza, mi rutina había cambiado un poco en el colegio, tanto Lisa como yo nos escapabamos hacia el bosque en la hora de descanso para hablar.

Y también me dedicaba a ignorar  magistralmente la existencia de Leisbef y Yeir, en ese tiempo Leisbef se había convertido en uno de los alumnos más populares del colegio, siempre rodeado de personas a su alrededor.

Sentía que mi vida no había cambiado nada y a la vez cambiado todo, pero lo que me aliviava era que mi hidra apesar se todo estaba tranquilo, mi familia tampoco sospechaba nada y eso era un peso menos para mi.

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          Y como dije que seguiría escribiendo esta loca historia, aquí estoy😎
Si hay alguien por estos lares de locura, deje un comentario.

     El manto oscuro de la noche
Siempre es el resguardo del mal
Cuidado, la noche oculta mucho más que sólo oscuridad y misterio.

                                       《CMV》