El pasado y el presente
Narra Yeir
Mis ojos se abrieron de golpe. Parpadeé varias veces tratando de aclarar la vista. Me incorpore del suelo e inspeccióne el lugar.
Me encontraba en una especie de celda, las paredes de piedra estaban manchadas y olían a humedad, un par de antorchas iluminaban pobremente el lugar.
Solo recordaba caminar por un callejón, luego ser golpeado en la nuca y perder el conocimiento. Fruncí el ceño ¿Cuánto había pasado de eso?.
___ Sáquenme de aquí.
Oí pasos bajando las escaleras, dirigí mi mirada ahí y quedé petrificado. No podía ser cierto lo que veía, no, él no, ¡Todos menos él, por favor!
___ ¿Sorprendido Heisl?
___ Arrembel.
El hombre que siempre odié desde que lo conocí, el hombre que siempre anhelé ver muerto. Cuando desapareció me alegré tanto y creí que con él desaparecido de nuestras vidas, todo volvería a la normalidad, pero que equivocado estaba.
Leisbef no volvió a ser el mismo. Es más, cuando él desapareció las cosas solo empeoraron. Él se había ido, pero su sombra seguía persiguiéndonos.
Dreiden Arrembel para mi fue lo peor que pudo sucederme.
___ ¿Tú estás detrás de mi encierro?
Espeté, sintiendo cómo la ira me consumía.
Él se recostó en la pared de piedra, sonriendo burlonamente. Una mujer descendió por las escaleras, y me observó divertida.
___ En realidad, él no tiene nada que ver en esto. Pero yo si.___ Confesó, disfrutando mi evidente confusión. Digamos que sólo quería conocer a la perra de Stragen.
La miré incrédulo. Pocos sabía ya que yo había sido novio de Leisbef. Hoy en dia yo sólo era conocido como su hermano, porque eso éramos mágicamente, hermanos.
___ Siempre me dio curiosidad, Heils ¿ Cómo se siente que el hombre que amaste sea ahora tu hermano?.
La voz de Arrembel me heló la sangre. Giré la cabeza para encararlo, mis ojos ardiendo de furia. Luego, con una sonrisa retorcida que lo dejó desconcertado, respondí.
___ Te responderé esa pregunta, pero antes dime tú ¿ Cómo se siente ver que tú pareja se deja tomar por otro?.
Su mirada gris se volvió tan gélida como el hielo. Siempre supe que él y Leisbef estaban destinados el uno al otro, por eso me obsesioné en demostrarle lo contrario. Con cada gesto, con cada caricia, le recordaba que Leisbef era mío. La mujer que lo acompaña nos observa, incrédula, y luego soltó una carcajada.
___ Así que por eso es tu interés en este asunto, quien lo diría, un cazador enamorado. ¡ Que ternura! Casi me conmueves.
Él la miró con indiferencia, pero sus ojos grises comenzaron a tornarse de un intenso color naranja, como brasas incandescentes. La mujer al notar el cambió, retrocede un paso, pálida.
Luego, soltó un grito de dolor ahogado, mientras se agarrába el estómago, como si algo la estuviera consumiendo desde dentro.
___Becker, no te recomiendo jugar con mi paciencia. Puede que seas inmune a muchas cosas, pero al fuego no lo eres, y para tu desgracia, yo soy el maestro del fuego. Imagina este lugar, convertido en un infierno. No sólo te quemaré, sino que haré que tus aliados, sufran el mismo destino. No soy conocido por ser piadoso.
La mujer aún levemente inclinada, lo mira, sus ojos antes llenos de burla, ahora reflejaban un terror profundo, como si estuviera mirando a un demonio. Nunca había visto a alguien tan aterrorizado, y por un momento incluso yo sentí miedo, pero no se lo demostraría.
___ Una criatura como tú no conoce la piedad, tú y los tuyos son una afrenta a todo lo bueno y justo, deberían ser erradicados, son monstruos y no merecen estar entre nosotros.
Él me mira de manera imperturbable. La mujer, en cambio, me mira con despreció.
___ Si él es un monstruo, ¿qué es Stragen?
Su voz, veneno puro, en sus ojos, además de rabia, veo un profundo dolor. Yo no digo nada, Leisbef se ha vuelto tan cruel, que es imposible defenderlo de cualquier acusación.
___ Heils no tiene nada que ver con los actos de Leisbef y ya te dije que me haré cargo de él. Suelta a Heils y deja esto en manos de los cazadores o vas a tener problemas conmigo.
Yo lo miré sorprendido, la mujer lo miraba con furia.
___ Mira Olwen, si crees que dejaré en tus manos este asunto luego de saber que ese miserable es tu pareja, estás muy equivocado, yo misma lo voy a matar, voy a destruirlo a él y a todo su maldito imperio.
No sé qué habrá hecho Leisbef a esa mujer, pero era obvio que debió ser algo muy malo.
___ ¿Por qué llamaste a Arrembel por otro apellido?.
Ambos ignoraron mi pregunta. La mirada de ambos estaba fija en el otro. Luego él suspiró.
___ Lo siento, pero si esto no será por las buenas, será por las malas.
___ ¿A que te refieres?.
Él no respondió a su pregunta. Un horrible estruendo se oyó arriba, seguido de un rugido de alguna clase de animal. La mujer palideció, sus ojos agrandándose del terror.
___ Dijiste que no harías nada en contra nuestra, yo... te creí.___ Balbuceó, su voz temblorosa.
___ No haré absolutamente nada en contra de ti, ni de tu gente y contarás con mi protección, pero solo si olvidas tu venganza contra Leisbef Stragen, de lo contrario me temo que cumpliré mi amenaza.
Ella lo mira con rabia, pero asiente totalmente derrotada, sabe que no tiene otra opción. Yo miro de manera analítica a Arrembel, él defendió a Leisbef por alguna razón o tal vez solo quiere vengarse él mismo de Leisbef.
No conocía la historia completa de ellos dos, pero sabía que Leisbef tuvo algo que ver con la desaparición de Arrembel, aunque estaba seguro de que, sea lo que sea que Leisbef hizo, lo hizo obligado por su tío.
La mujer y Arrembel intercambian unas palabras que no logro oír, luego la mujer sube las escaleras furiosa y él vuelve a acercarse.
___ ¿ Qué vas a hacer conmigo?.
Una sonrisa burlona curvó sus labios. Sus ojos, gélidos como el acero, me recorrieron de pies a cabeza, inspeccionándome con despreció. Tragué saliva, sintiendo cómo el miedo se adueñaba de mí.
___ Relájate Heils. No te haré nada, yo no toco porquería. El karma es un perro fiel y tiene una forma implacable de ajustar cuentas. En tu caso, la deuda es considerable.
___ No te tengo miedo.
___ ¿ Miedo? Heils, tú no conoces el verdadero significado del miedo. Te aconsejo que no me provoques más, porque te garantizo que si lo sigues haciendo, tu último aliento será un lamento.
Él me saca del lugar y me entrega a un hombre sin mediar más palabras.
El hombre solo me toma del brazo y aparecemos delante de mi casa, y antes de que yo pueda preguntar cómo sabe donde vivo, él desaparece.
Miles de dudas se arremolinaban en mi mente creando caos. Ver a Arrembel, revivió el pasado que tanto quise enterrar.
Debía ir al castillo Noctem, tenía que decírselo, se lo debía a ambos. Tal vez pudieran hablar y aclarar todo entre ellos, porque estaba seguro que él seguía amando a ese hombre. Además, por la manera que Arrembel le advirtió a esa mujer que se alejara y olvidara su venganza, intuía que él también seguía sintiendo algo por él.
Tal vez Arrembel pueda traerle algo de paz. Eran pareja, por algo el destino lo decretó así.
Lo único que lamentaba, era haberlo comprendido tan tarde.
La condena de Leisbef, fue haberse fijado en un Arrembel y su infierno ser el títere de su propio tío, un monstruo sin escrúpulos que siempre lo manejó a su antojó, con chantajes y maltratos, lo peor, es que yo fui parte de esa crueldad.
En mi egoísmo y celos, fui un cómplice silencioso del calvario del hombres que decía amar.
Aún recordaba la primera vez que oí el nombre de ese maldito ser susurrado con anhelo y necesidad.
Flashback
Antes de ir a dormirme, fui a la habitación de Leisbef a desearle las buenas noches, pero él ya se había dormido.
Vi que estaba teniendo una pesadilla, se retorcia en la cama, su cabello pegado a la frente por el sudor, las lágrimas surcaban sus mejillas.
Un susurro escapó de sus labios, un nombre pronunciado con desesperación, como si implorara que lo salvarán de algo.
Me acerqué más y noté los moretones en sus pómulos y labios. Mis puños se cerraron con fuerza. Ese maldito desgraciado se había atrevido a volverlo a golpear.
___ Dreiden, por favor no te vayas.
Su voz quebrada, llamando a Dreiden, despertó en mí un profundo rencor y odio.
Presente
La vida da demasiadas vueltas, sin esperarte vuelves a encontrarte de frente con personas que deseaste olvidar con toda tu alma.
Al cruzar el umbral del castillo, un escalofrío me recorrió por completo. En este castillo era como si la misma oscuridad se hubiera vuelto tangible.
Cada paso que daba en la gran sala, me hacía sentir ahogado, el silencio sepulcral solo intensificaba la sensación de ser observado por miles de ojos invisibles desde las sombras.
___ Espero que tengas un buen motivo para estar aquí Heils.
Me estremezco al oír la voz de Leisbef, fría y sin sentimiento alguno, carente de cualquier indicio de humanidad. Él estaba delante de una ventana, miraba en la lejanía, ni siquiera dio la vuelta para mirarme.
___ Vi a alguien que sé que te va interesar.
___ ¿Quién?.
___ Dreiden Arrembel.
Él se da la vuelta de golpe para mirarme, sus ojos antes celestes, ahora negros oscuros me miran con un odio lacerante. Siento de golpe mi cuerpo arder como si fuego recorriera mis venas. Grito y caigo al suelo de rodillas. Luego, siento algo aprisionarme el cuello y obligarme a levantarme del suelo.
___ Tú no eres digno de decir siquiera su nombre.
Siento que en cualquier momento quedaré inconsciente o muerto, Leisbef estaba parado en el mismo lugar que cuando llegué, era su magia la que estaba por matarme.
___ Le...isbef por fa...vor
Su magia me liberó y yo volví a caer de rodillas tosiendo con desesperación.
Él se acercó lentamente y quedó parado justo delante de mí. Levante la mirada hacía él.
___ ¿ Dónde y cuándo lo viste? Y más te vale que tú respuesta sea de mi agrado Heils.
Yo tragué saliva. Sabía que así sería su reacción.
Él me odiaba desde que supo que le dije a su tío que él y Arrebel eran pareja destinadas.
Pero él y Arrembel merecían verse otra vez y sanar sus heridas.
___ Una mujer me secuestró, no sé cómo se enteró que yo fui tu novio y creyó que podía dañarte por medio de mi.
É
l estaba ahí con ella, de hecho fue él el que ordenó que me liberara.
___ ¿Él está aliado con esa mujer ?
Yo negué con la cabeza, era impresionante el efecto que tenía Dreiden en él, porque en su voz por primera vez luego de que se convirtió en éso, se oía la duda y la angustia.
___ No, no sé que hacía él ahí, pero creo que es un cazador. Sin embargo, él la amenazó, le dijo que no se metiera contigo o se arrepentiría, Leisbef, el da miedo, cambió demasiado, no es ni la sombra de lo que fue.
Él no dice nada, sólo se aleja de mí y yo no puedo evitar suspirar de alivió ante eso, sabía lo despiadado que él podía llegar a ser.
___ Si es tan poderoso y es un cazador ¿Por qué no me busca para vengarse?.
Yo miro a Leisbef, él había vuelto en donde estaba y miraba la espesura del bosque de manera ausente. Creo que ni siquiera su pregunta fue dirigida a mí, sólo una pregunta al aire.
___ Él merece saber lo que sea que hizo tu tío en contra de él ¿No lo crees?.
Jamás supe que fue lo que hizo Ernesto para lograr que Dreiden se fuera, pero debió ser algo grave y que en el proceso dañará de manera irremediable a Leisbef. Luego que él se fuera, él se convirtió en un ente sin vida.
Ni siquiera hablaba, dejó la universidad aún a pesar de la golpiza que le dio su padre, pero a él no le importó. Tanto Liza como su madre vivíamos preocupadas por el cambio en su forma de ser, pero él no dijo nada y en las noches se despertaba gritando y llorando. Lo que me llenaba de rabia y celos era que solo susurraba un nombre, Dreiden.
Era un susurro roto, un susurro lleno de anhelo y desesperación. Era cómo si su vida solo girara en el recuerdo de Dreiden y cada día solo fue a peor.
Dejó de comer, es como si hubiera dejado de sentir.
___ Lárgate Heils, no te quiero en mi reino, vete antes de que olvide mi deuda a tu hermana y te mate.
Yo me estremecí al oír eso. Sabía que si yo seguía vivo y a salvo de su ira era solo porque él se sentía en deuda con mi hermana. Yo me levanté del piso.
___ Oí que su apellido ahora era Olwen, tal vez si lo buscas puedan aclarar todo el pasado.
Él no me respondió. Me di la vuelta y salí del lugar. Había cumplido con decirle. Ahora era decisión suya si buscarlo o no. Sabía que entre ellos había mucho que aclarar.
No necesitaba ser adivino para saber que Ernesto destruyó de alguna manera la vida de ambos.
La prueba estaba en el como Leisbef lo mató, la manera tan horrenda que lo torturó antes de acabar con su vida, Leisbef lo odiaba, se ensañó con él incluso más que con los asesinos de su familia. Algo pasó entre ellos que hizo que lo odiara de esa manera.
De hecho, no me sorprendería que Ernesto tuviera la culpa de la masacre de los Stragen. Ese hombre fue un maldito enfermo que solo le interesaba el poder y destruir a los Arrembel Pendragon...
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