Cuando llegó el día de partir hacía Avalón, estaba un poco inquieto ante lo desconocido, no sabía que me esperaría ahí, pero estaba decidido a intentarlo, ya dirá el destino que pasa,
apenas tuve tiempo de despedirme de la Señora Grachi antes de que la tarjeta empezará a brillar cegandome por unos segundos.

Parpadee un par de veces para aclarar mi vista, estaba delante del castillo, había muchos chicos y chicas, algunos conversaban en grupos de manera animada, otros simplemente observando el castillo, yo mire hacia el castillo, en su entrada había diez pequeñas criaturas, parecían enanitos, suponía que eran los duendes que me contó la Señora Grachi que eran los encargados de guiar a los nuevos alumnos dentro del castillo, aún que no los imaginé tan feos y tan pequeños.

El castillo era enorme é imponente, un castillo sin duda impresionante, el que quedaba justo en medio era él más alto de todos a simple vista podía decir que dentro de ese castillo te perderías si no conocías sus pasillos.

A todos nos condujeron por un largo pasillo, el camino era alumbrado por antiguas antorchas pegadas a la pared, un fuego interminable, llegamos a una sala enorme, había cuatro mesas largas que ni se veía el final de estás, eran separas cada una de las otras, varios estudiantes con diferentes colores de uniformes estaban sentadas a cada lado de las mesas observando con curiosidad nuestra llegada, había una mesa apartada de todas, está estába delante de todas las mesas y se alzaba sobre las demás, era la mesa de los profesores, los cuales estaban de pie tras ella, los pequeños duendes nos ordenaron quedarnos delante de dicha mesa, delante de esa mesa estaba una especie de piedra que se alzaba en el aire girando lentamente, desprendedia diferentes colores como si fueran llamas alrededor.

__ Sean todos bienvenidos a Avalon, mi nombre es, Elidaye Cosver profesora de defensa y bloqueó,
Aquí aprenderán todo lo necesario para controlar a sus criaturas, y para sacarle todo el provecho a todos sus poderes, como también aprenderán todo lo que necesiten para enfrentar a la vida, en estos seis años les enseñaremos todo el conocimiento que sean capaces de aprender.
Ahora, la tarjeta que poseen cada uno en sus manos, empezará a brillar por turno, cuando su tarjeta brille pasarán al frente, colocarán su mano derecha en la piedra que ven, esta piedra decidirá a que casa pertenecen.

Si será en la casa de los Leonés, que posee el escudo del León, el elemento de la tierra y el color marrón.

Si será en la casa de los Fénixs, que posee el escudo del fénix, el elemento del fuego y el color rojo.

Si será en la casa de las Águilas, que posee el escudo del águila, el elemento del aire y el color blanco.

Si será en la casa de los Tiburones, que posee el escudo del tiburón, el elemento del agua y el color azul.

La piedra lo decidirá, cuando la piedra decida en donde pertenecen, el uniforme con su respectivo color aparecerá en reemplazo de sus ropas que ahora tienen puesto.

La directora Aricha Petrov, tiene en su poder un libro, y en cuando toquen la piedra, en ella aparecerán sus nombres, su especie, su elemento, sus poderes y habilidades.

Cuando el color de su uniforme indique en que casa pertenecen, se dirigirán a la mesa con sus compañeros del mismo color de uniforme, ahora pongan atención a sus tarjetas y cuando sea su turno pasen al frente...

Cuando la profesora Cosver terminó su explicación, yo ya tenía claro dos cosas, la primera, la directora sabría cuál era mi nombre y apellido verdadero, la segunda, que era más que seguro que tendría que dar expliciones a la directora y a los profesores.

Uno a uno pasó al frente, y luego de que su uniforme apareciera se dirigían a sus respectivas mesas, cuando mi tarjeta brillo, yo respire profundo antes de ir al frente.

Cuando tuve a la piedra delante mío me estremeci, el poder que emanaba era exorbitante, dude por unos segundos en poner mi mano encima de ella pero cuando lo hice, una calidez me embargo, era como un abrazo cálido y deseado, una magia que buscaba darte paz y tranquilidad.

Fue inevitable que por unos segundos cerrará los ojos, cuando los volví a abrir, ví la confusión en los rostros de los profesores y la directora me miraba con curiosidad, todos cuando tocaban a la piedra el cambio era inmediato, pero yo llevaba mucho tiempo tocando a la piedra y mi uniforme no aparecía y eso me estaba poniendo inquieto.

__ Tranquilo, aún que no es común, aveces suele pasar, eres poseedor de tres elementos y tu criatura posee la habilidad de los tres respectivos elementos, sólo espera un poco a que se decida por el elemento que prevalece por encima de los otros dos.

Yo mire a la directora, sus palabras no me sorprendían, era obvio que un hidra tendría ese inconveniente, pues podría volar, crear y lanzar fuego y también poseíamos magia suficiente para permanecer en tierra luchar y sobrevivir.

Lo que me había sorprendido era la manera en que me hablo, sabía que mi nombre, apellido y especie, ya estaba en ese libro, ella ya sabía quien era y mi nombre y apellido no coincidían con el nombre que había en mi tarjeta, y aún así, ella me hablo de manera tan suave, casi con dulzura.

Cuando la piedra lanzó un resplandor mucho más brillante que las anteriores, mi uniforme apareció en mi cuerpo, era blanco, perteneciente a la casa de las Águilas, bueno, tampoco debía ser eso una sorpresa, los dragones eran conocidos como los amos del aire.

Me dirigí a la mesa de las Águilas sin levantar la cabeza, sabía que todos me miraban, me senté muy al fondo, donde nadie estaba sentado, había suficiente espacio entre yo y los demás, no quería estar cerca de nadie, varios platos de comida apareció delante de mi y un vaso de jugo de maracuya.

Cuando termine de cenar, un profesor se acercó a mi, y me pidió que lo siguiera al despacho de la directora, yo suspire, eso ya lo veia venir, me levanté y lo seguí, podría sentir varias miradas en mi, debía ser en verdad poco común lo que pasó para que generará tanta atención, cuando llegamos al despacho y pase, ahí había muchos profesores que había visto en el comedor, pero había uno que no estaba ahi.

___Siéntate por favor, y déjame presentarte al general de los cazadores, el Señor Thomas Sánchez.

Yo mire al hombre en cuestión con desconfianza, ¿Estaba ahí para llevarme ante los guardianes para que me juzgarán? Pero eso era imposible, nadie sabía lo que pasó, y no había forma de que lo supieran.

__ Tranquilo, el Señor Sánchez esta aquí por el mismo motivo que los profesores, quiero que nos expliques quien y qué eres y el porque cambiaste tu nombre.

Yo suspire, si era verdad ese dicho que en que cada suspiro se te acorta la vida, creo que mi vida sería en verdad muy corta.

Yo les explique todo, incluyendo el motivo por el cual tuve que huir de mi casa, tenían todo el derecho de saber lo que hice, pero para mi sorpresa, nadie me juzgó y dijeron que podía quedarme he incluso no había necesidad de que los alumnos supieran mi verdadero nombre.

__ Eres aún muy joven y todos cometemos errores muchacho y nadie debe juzgarnos sin darnos una oportunidad de enmendar esos errores si estamos arrepentidos y tú muchacho, lo estas, en tus ojos hay dolor y una profunda tristeza, además con lo que te hizo ese chico, creo que él que quedó debiendote fue él, endiendo que lo que hiciste fue grave, pero lo que él hizo fue algo demaciado cruel, raya a lo extremo.___ Dijo el Señor Sánchez, los demás asintieron en acuerdo.

___Te llevaré a tu sala junto con tus compañero, para que puedas descansar, mañana muy temprano iré a darles todas las reglas, instrucciónes y lo que estudiarán en este Instituto y por cierto Señor Arrembel, mi nombre es Isadora Stark, jefa de la casa de las Águilas,profesora de transformación y control, cualquier cosa que tú y tus compañeros necesiten díganme, ahora andando. __ Dijo saliendo, yo mire algo confundido a la directora, ella sonrió.

___ Poco a poco irás aprendiendo todas las reglas y personalidades de los profesores de este castillo y el como es todo aquí y una vez más Señor Arrembel, sea bienvenido a Avalon y le deseo toda la suerte en esta nueva aventura que está por empezar. __ Dijo la directora mirándome con amabilidad, yo asenti y me despedí de todos y salí.

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La profesora Stark estaba de brazos cruzados y golpeaba constantemente un pie en el piso, una manía de impaciencia supongo.

En todo el camino que nos llevo llegar al quinto piso donde era la sala de las Águilas, ella hablo sin parar de todas las cosas que enseñaba.
Ella me llevo incluso hasta la habitación donde dormiria con cinco chicos más.

La habitación era enorme casi entrarían diez camas ahi y tenía un baño para nosotros, todas las camas tenían cortinas gruesas que lo rodeaba por completo, para darnos privacidad si lo queriamos, apenas la profesora salio, yo me metí a la cama y cerré las cortinas, así no tendría que hablar con los chicos que desde que entre a la habitación no me habían quitado la mirada de encima, debía estar muy cansado porque apenas unos segundos después me quedé dormido.

Cuando desperté no tenía idea de que hora era, salí de mi cama y ví que mis compañeros aún dormían, así que me metí al baño para bañarme, la Señora Grachi me había explicado que no necesitaba traer ninguna clase de ropa, que apenas entrabas a la ducha la ropa que debías usar aparecía.

Me vestí con el uniforme que había aparecido y salí de la habitación, afuera en la sala no había nadie, ayer cuando entramos a la sala, habia visto una estantería llena de libros y quería leer si encontraba algo interesante.

La profesora había dicho que hoy vendría temprano para explicarnos todo y ya había adivinado que paciencia no tenía.

Llevaba no se cuantas horas leyendo
un libro de posiones curativas, sentado en el sofa de la sala cuando oí una puerta abrirse, levanté la mirada para ver, una chica salió por una puerta que está al costado de nuestra puerta.

Yo volví mi mirada al libro y la ignore, sentí que ella se sentó a lado mío en el sofá, yo volví a mirarla, ella al igual que yo tenía un libro en la mano, pero en ese momento me miraba a mi, cuando yo frunci el ceño ante su mirada tan insistente ella se sonrojo.

___Lo siento, no quice incomodarte. __ Dijo de manera tímida. __ Me llamó Lucía Monsalve ¿ Y tú?.

__ Scarlett Olwen.

__ Es un lindo nombre, aún que, no es común que un hombre la tenga.

__ A mi madre le gusto.

__ Entiendo, significa rojo escarlta ¿ Sabías?.

___Si.

___Creo que iré a ver si todas las chicas de mi habitación despertaron ya, digo, la profesora Isadora dijo que vendría hoy temprano y ya son las seis, no creo q tarde en venir, yo estoy
muy ansiosa porque todo empiece ya, tú deberías ir a despertar a los chicos de tu habitación, mi hermano decía que los que estamos en una habitación somos como un equipo y es nuestro deber velar por no meternos en problemas .¿ No te parece?.

Yo parpadee algo sorprendído ¿ Está chica acaso no necesita respirar? Me recordaba a Liza, ella de un salto se levantó y llevo el libro a su lugar, libro que ni siquiera llegó a abrir, me miro con el ceño fruncido.

___ ¿ No irás a despertarlos ?.

__¿ Tengo que hacerlo?.__ Pregunté.

Pero por las dudas cerré el libro y me levanté, sospechaba que si no hacía lo que quería, iba a darme más de mil motivos del porque debería de hacerlo, fui a la habitación, oía el sonido de la ducha asi que supongo que ya algunos se habían levantado, cuando entre dos de mis compañeros estaban discutiendo, ambos voltearon a verme.

___Oye ¿ Puedes intentar desper a Alan? Tiene un maldito sueño pesado.__ Dijo uno.

Yo lo mire con una ceja arqueada, el chico tenía el cabello azul y en puntas parecía cuerpo espín enojado, y los ojos era una mezcla entre blanco y rojo, nunca había visto a alguien tan extraño, mire a la cama que señalaba, el chico en el dormía profundamente.

___Luf, Tedy y yo ya hemos hecho de todo para despertarlo, Tedy se harto y se metió a bañar.__ Dijo el otro chico.

Yo me acerqué a la cama del tal Alan, era hasta gracioso el como roncaba, yo le apreté su nariz y tape su boca impidiendole respirar, en cuestión de segundos se removió como un gusano lo solté y el se sentó de golpe jadeando

___ Soñé que me ahogaba.__ Dijo, luego me miró. __ Oh hola, morir y ver un ángel es buena señal ¿ No?

__¿Qué?.__ Pregunté confundido, los chicos se rieron divertidos.

___No, no estoy muerto, es imposible que hasta en el cielo me sigan ustedes dos a no ser que este más bien en el infierno.__ Dijo Alan, el chico que estaba en el baño salió.

___ Luf entra a bañarte.__ Dijo se acercó al otro chico y lo besó, yo frunci el ceño y desvíe mi mirada a otro lado, era incómodo ver como esos dos se besaban, incluso hasta el punto de oírlos gemir.

___Que asco Sebas, hagan sus cochinadas cuando estén sólos.__ Dijo Luf y se metió al baño.

___LO QUE PASA ES QUE ERES UN ENVIDIOSO ___Gritó, luego miro con reproche al otro.__ Yo quería bañarme ya Tedy.

___Sebas tu tardas horas en el baño.

Yo salí de la habitación, miestras ellos seguían discutiendo, la sala estaba ya llena de gente, frunci el ceño, demaciado ruido tan temprano no era lo mío, el sofá en el que antes estaba sentado estaba ocupado por varias chicas que hablaban de sus clases y los otros sofás también estában ocupados.

Camine hasta la ventana y mire hacia fuera, por ahi se podía ver un inmenso bosque sin fin, unos segundos después la misma chica de antes, Lucía, también vino, pero ahora no estaba tan animada, parecía que había llorado, miraba el bosque con una mirada perdida, no soportaba ver a una mujer llorar.

__ ¿ Por qué lloraste?.__ Ella se sobresalto ante mi pregunta, no se había dado cuenta de mi presencia.

__ Fui a despertar a mis compañeras y ellas después de un rato me corrieron, vine aquí y busque a alguien con quien hablar pero todos me reuyen.

__ ¿ Por qué?.

__ Les irrita que hable mucho y dicen que soy molesta, nunca he tenido amigos y creí que al venir aquí si los tendría, fui una tonta al pensar eso.

__ Si hablas mucho, pero no eres molesta, ni irritante.

__ ¿ En serío?.

__ Si, las personas aveces ni saben lo que quieren, no les hagas caso.

__ Gracias.__ Dijo yo la mire, ella me sonrío.___Por tratar de levantarme el ánimo, sé que es cierto, tú mismo huiste esta mañana de mi.

__ No huí, tú me hechaste.__ Dije, ella se rió divertida, bueno, al menos su ánimo había vuelto, en ese momento la profesora Isadora entró.

__ Todos los que no son nuevos vayan al gran comedor a desayunar, ya es hora, los nuevos reúnanse aquí, los quiero a todos delante de mi, porque no pienso repetir las cosas.

Yo y Lucía nos acercamos juntos, ella permaneció a lado mío, vi a varias mirarlas mal, creo que mi compañía hará que ella no tenga amigas, mis compañeros de habitación llegaron corriendo, ahí vi que éramos como diecisiete nuevos.

__ Muy bien, este Instituto les ofrece libertad para decidir que les gusta estudiar y que no, les voy a dar una lista de todas las clases de estudio que hay aqui, y ustedes irán marcando lo que quieran estudiar, y ahí en el mismo papel les aparecerá la hora de su clase.

Ahora bien, las reglas que deben cumplir, es que no deben estar deambulando por el castillo después del toque de queda, que es a la nueve de la noche, aquí en su sala pueden estar hasta la hora que deseen, si son pillados afuera de su sala después del toque de queda serán castigados.

También si faltan el respeto a sus profesores o compañeros serán castigados, también las peleas entre compañeros esta prohibida. ¿ Alguna duda?.__ Pregunto mirándonos, cuando no hubo preguntas ella asintió satisfecha. __ Hoy no tendrán clases, revisen la lista y decidan lo que estudiarán, mañana empiezan, un compañero de grado superior al de ustedes los tiene que acompañar hasta su salón de clases. Ahora vayan a desayunar al gran comedor y son libres de recorrer el castillo, solo no olviden revisar y marcar la lista.

Después de terminar de decir todo ella se fue, algunos la siguieron otros volvieron a entrar a las habitaciónes, yo me senté en el sofá, Lusia y Alan se sentaron conmigo, yo los mire confundido, en especial a Alan ya que ví que Tedy, Luf y Sebastián habían ido tras la profesora.

__ ¿ No irás con tus amigos?. __ Pregunté, él negó con su cabeza agachada.

__ No son mis amigos, sólo los conocí anoche, esta mañana solo me despertaron porque anoche la profesora dijo que castigaria a todos si faltaba uno sólo de la habitación, después que volviste a salir ellos me dejaron claro que yo no sería parte de su grupo.

__ ¿ Y eso por qué?.__ Pregunto Lusia.

__ Les dije que en mi vida me había puesto ropa tan fina y ellos me preguntaron si era pobre y cuando les dije que si, ellos me dijeron que no me querían junto a ellos. __ Dijo cabizbajo, nos miró.___ ¿Ustedes también me hecharan de su lado por eso?. __ Preguntó.

__ A mi me encantaría tener amigos, no me importa si son ricos o pobres, me llamó Lucía Monsalve ¿ Y tú?.

__ Alan Yegros, y encantado de la vida de ser tu amigo.__ Dijo feliz.

Luego me miraron, yo suspire, presentía que no me iba a librar de ellos si les seguía la corriente, pero no perdía nada, además serían muchos años de estar aquí, tener amigos no parecía mala idea.

__ Scarlett Olwen. __ Dije levantándome. __ Vamos a desayunar, quiero ir a la biblioteca luego.

Fuimos hacia el gran comedor, ellos iban hablando sin parar entre ellos, yo fui otra vez a sentarme en el mismo lugar que anoche y ellos se sentaron a mi lado, Alan parecía niño en dulceria, comía como si la vida se le fuera en ello, luego de terminar de comer yo les dije que iría a la biblioteca.

__ Voy enseguida, sólo terminare de comer.__ Dijo Alan.

__ Yo también iré enseguida, pero olvide mi lista, asi que iré por ella para ver y marcarlas.__ Dijo Lucía levantándose he ir corriendo fuera del comedor.

Yo quice aclararles que no los había invitado, pero preferí quedarme callado he  ir a buscar la biblioteca, podía sentir varias miradas en mi, pero yo no les dirigí la mirada a nadie,

Esperaba que mi decisión de venir a Avalon fuera la correpta, que pudiera al menos olvidar un poco el tormento y agonía que se había vuelto mi vida.

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Aveces sin pensar o imaginar, todo puede cambiar y tal vez después de tanto dolor, la vida regale algo mucho mejor, algo muy valioso, algo que muy pocas personas tienen la dicha de tener, la amistad.

C.M.V