II
Nota: para ver imagen sin censura, ir a Twitter de Sayuri❤️
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Ambos hermanos se acercaron a ella, ya no pudiendo contenerse, Kagome miraba todo en cámara lenta, como ellos alzaban sus grandes y fuertes manos y tocaban sus mejillas, como Inuyasha le sonreía y Sesshomaru pasaba su lengua casi saboreandola.
-Iremos a la aldea, allí hay una cabaña que hace mucho no es ocupada y está lejos de los demás, nadie oirá nada- les dijo el híbrido y sin alguna queja Sesshomaru estuvo de acuerdo- vamos, Kagome, sabrás que puedes tener placer con ambos.
Sus piernas flaquearon ante aquellas palabras, esos hombres terminarían deborandola y ella solo podía pensar en cuan afortunada era al tener al demonio más sexy del sengoku allí, llevándola a una cabaña para follarla junto a su medio hermano.
Cuando llegaron, Kagome no sabia que hacer, estaba nerviosa, ansiosa y su excitacion crecía al solo imaginarlos desnudos, ya los había visto a ambos sin sus haori, pero tenerlos como dios los trajo al mundo eras muy distinto, Sesshomaru e Inuyasha aspiraron el aroma, vainilla, gruñeron en aprobación y fueron ellos los primeros en acercarse.
Kagome no deseaba abrir sus ojos por la vergüenza, tener a dos semejantes hombres frente a ella, tocándola y a punto de hacerla suya era excitante, su aroma comenzaba a surtir mayor efecto en ambos hermanos, quienes despojaron las prendas de la sacerdotisa y llenaron su cuerpo de besos.
Sesshomaru fue el primero en arrodillarse y besas aquel lugar prohibido para los demás, Inuyasha se quitaba el haori y luego volteó el rostro de Kagome para darle un beso.
-Te haremos gritar nuestros nombres, nos llenaremos de tu aroma y tu de nuestra esencia- fue lo último que escuchó antes de estar ya recostada recibiendo los dedos de Inuyasha en su interior, y el miembro de Sesshomaru en su boca.
Kagome sentía la lengua de Inuyasha entrando y saliendo, sus manos masajeaban su trasero y Sesshomaru se movía de manera lenta, su sabor era exquisito, era grande y también grueso, estaba segura que pronto terminaría sin aire si no salía de su boca.
Sintió los espasmos por el orgasmo, como Sesshomaru la llenaba en la boca e Inuyasha bebiendo todo lo que ella ofrecía, el youkai salió de su boca, aún duro y con ganas de más, él híbrido le ayudó a ponerse sobre él y con cuidado le ayudó a que se autopenetrara, gimió alto sentirlo llegar lo más adentro que podía, ambos se movieron un poco para acostumbrarse y Sesshomaru miraba ese trasero que pedía ser tocado y usado.
-Quieta- dijo en un gruñido cuando Kagome se removió al solo sentir la punta de su polla, se aferró a las caderas de ella mientras entraba, Kagome arañó los hombros de Inuyasha al sentirlo entrar- que apretada.
Inuyasha bajo Kagome sentía la presión en su pene, y debía admitir que le encantaba, y agregando aún más placer, ella olía a excitacion, le estaba gustando el ser usada en ambos agujeros.
Los hermanos se movieron en sincronía, tocaban su cuerpo e incluso dejaban notorias marcas, Kagome había comenzado a moverse junto con ellos, en busca que llegasen más fondo, sus pezones duros, los ojos cerrados y la boca dejando salir gemidos y jadeos llenaban los oídos de ambos, Sesshomaru dio una nalgada antes de aumentar el ritmo y junto a su hermano llenarla.
-Esto...es de lo mejor- dijo Kagome sintiendo como la dejaban recostada, creyó la cubrirían con una manta o algo, pero en su lugar, Inuyasha tomó asiento y le ayudó a subirse para entrar en su trasero- ¡esperen! ¡ahh!
-¿Esperar? Imposible- susurró Sesshomaru arrodillado y entrando en ella de igual manera, le alzó ambas piernas y ella se afirmó a las rodillas de Inuyasha, comenzó a moverla, haciendo que llevara su cabeza hacia atrás y él aprovecho de chupar sus pezones- Eres malditamente apetecible.
-Una vez no nos bastará Kag- le susurró Inuyasha al momento de morder su oído y llevar una de sus mano a su cintura- necesitaremos más, siempre querremos más.
Antes que pudiera decir alguna palabra, comenzaron a penetrar más duro, golpeando aquel punto dulce, donde delibara, donde lo único que podía pedir era que no se detuvieran, su cuerpo y alma les pertenecía a ambos, así sonara extraño para los demás, su corazón estaba dividido en ellos, un Lord sanguinario que peleo en incontables batallas y en todas salía victorioso, y un Hanyo, quien cada día iba mejorando sus habilidades y que tenía sus sentimientos muy claros por ella desde hace algunas semanas.
No podía elegir, su corazón y cuerpo pedía a ambos, y aquí los tenia, deborando su cuerpo, dándole el doble de placer y por primera vez desde que los conoció, podían coincidir y sincronizarse bien, sus embestidas la hacían delirar, Kagome se sorprendió un poco ante el acto de Sesshomaru, la estaba besando, era lento y placentero, muy contradictorio a como la penetraba, Inuyasha le tomó el rostro y también la besó, Sesshomaru bajaba los besos a su cuello hasta que llegó a los pezones, duros y pidiendo atención.
-¡Me vengo!- informó en medio de gemidos y gritos de placer, su piel se erizó y sintieron los espasmos, pero aun así no se detuvieron, oh no, ellos seguirían, por que olían el placer, por que su mirada pedía más, por que los gemidos de sus labios les hacían no querer dar tregua alguna.
***
No sabía cuantas veces la habían hecho suya, perdió cuenta de las posiciones que usaron y sin duda, estaba segura que los orgasmos que le hicieron tener eran incontables, pero se había sentido en el cielo, esos hombres sí que sabían lo que era el placer, en todo el sentido de la palabra.
Había despertado en medio de ambos, cubiertos por una manta y ambos abrazándola, les dio un beso en la mejilla a cada uno, tenía planeado levantarse y hacer algo de comer, pero su cadera dolía, sus piernas estaban dormidas y su cuerpo pedía seguir descansando.
-¿Que haces? Duerme- habló Sesshomaru tomando asiento, Kagome vio que estaba completamente desnudo y su vista se perdió en medio de las piernas, estaba medio duro y le excitaba la idea- ¿te gusta lo que ves?
Sin escuchar muy bien la pregunta, asintió y se ganó una sonrisa por parte del youkai, quien la puso sobre sus piernas y comenzó a frotarse mientras simulaba embestidas, Inuyasha despertó unos minutos más tarde, viendo el juego de ambos y chasqueo la lengua en desapruebo al dejarlo fuera.
-¿Que esperas Inuyasha? Ella quiere jugar- el mayor la penetro y con sus manos abrió las nalgas de la azabache, quien miró a Inuyasha y movió su trasero pidiendo fuera a ella- seamos lentos esta vez.
Comenzaron a moverse, Inuyasha paseaba sus manos por la espalda y dejaba besos en ella, Sesshomaru jugaba con sus pechos y besaba el cuello, en ningún momento aceleraron, solo se centraron en llenarla de placer, en darle cariño, en mostrarle lo que causaba en ellos, y no podía estar más contenta, quizá los juzgarian, pero ellos eran felices así, estando los tres juntos.
La rivalidad entre hermanos seguía, pero en las noches los unía el amor por Kagome, donde dejaban de lado sus peleas y solo pensaban en ella y las maneras de hacerla suya, delirar por ellos, hacerla pedir más, sus días pasaban lentos, feliz de no haber tenido que elegir entre alguno de ellos y que al menos por ella, no pelearan o se mataran.
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