Tyler y Xiomara bajaron con unas maletas, al igual que sus hermanas, nos levantamos dejando allí sentados a Charlotte y Reymond.

Xiomara se acercó levemente a Damon sonriéndole apenada.

-Muchas gracias, lamento mucho lo que paso, tenemos una deuda contigo.- aseguró ella mirando a mi esposo.

-No te preocupes, pero, eso no es todo.-comenzó Damon sacando de su bolsillo unas llaves- toma...

Se las entregó a ella dejándola confundida, ella y sus hermanas miraron a mi esposo y luego a mi, buscando mas información.

-Son de una casa en Londres, hace rato que no voy, pero es un hermoso lugar en el campo, creí que les gustará a ti y tus hermanas.- dijo Damon sonriente.
Entonces ella se le abalanzó colgándose de su cuello, le besó la mejilla y derramó un par de lágrimas de felicidad.

-Perdoname por lo malo que dije de ti, por dudar mucho en salvarte. Ahora se que Mellany tenía razón respecto a ti, no eres tan malo.- sonrió ella.

-Está bien... basta de sentimentalismos.- se quejó Damon- y no vuelvas a decir que no soy tan malo, arruinas mi imagen.

-¿Qué pasa Damon? ¿Tienes miedo de hacerte bueno? -se burló Tyler.

-Soy bueno para muchas cosas....-sonrió Damon coqueto abrasándome. -pero soy más bueno siendo malo.

-¿Y... somos libres?- preguntó una de las hermanas de Xiomara.

-Si, lo son.- aseguró Tyler.

-Y tu...- comenzó Damon burlón.- irás a acompañar a estas lindas chicas a su casa en Londres.- aseguró mi esposo giñando un ojo a mi hermano.

-¿Enserio? -dijo alegre Tyler.

-¿Él?-se quejó Alex.

-Si, emm ¿Phil?-llamó Damon a un guardia que pasaba por allí.- dale al chico mi camioneta roja, la que deje aquí hace unos años, Porfavor.

Entonces él vampiro desapareció, miré a mi hermano quien le sonreía a Xiomara, me le acerqué y lo miré seriamente.

-Ten mucho cuidado, me llamas cuando llegues ¿Okey?-le dije autoritaria.

-Si, tranquila.- me sonrió.

Entonces después de verlos irse, me percaté de que Charlotte y Reymond se habían ido también, miré a todos lados pero no había rastro de ellos.

-¿Y Charlotte? ¿Y Rey?- pregunté.

-Fueron a conocerse.- sonrió Damon picaramente- vayamonos.

....

Cuando llegamos a la mansión, me dirigí a la cocina, pues tenía hambre. Cuando vi a mi esposo, lo noté pensativo, estaba triste.

-¿Pasa algo? -pregunté acercándome a él.

-Es que, aun no entiendo porque sigues conmigo, ¿Porqué me amas?-preguntó.

-No lo se.- contesté confundida.- Pero eso no importa, lo que impronta es que te amo.-le sonreí.

-Aún puedes cambiar de opinión.- sugirió bajando un poco la cabeza.

Levanté su mirada y regañándolo en silencio le di un leve beso en los labios.

-Te quiero a ti.- aseguré molesta.

Entonces atrapó mis labios con lujuria, me besó tan apasionadamente que tuve que separarme para tomar aliento.

Me sujetó con cuidado de la cintura y me cargó, enredé mis piernas a su cuerpo y me hundí más en el beso.

Aparecimos en unos segundos en nuestra habitación, me puso de pie para sacarme la blusa, igual que yo la de él. Besó mi hombro y subió por mi cuello, lo sujeté del cabello para hacerlo que continuará, me arrojó a la cama y sin dejar de besarme acarició mi estomago comenzando a subir hasta mi pecho.

Se colocó sobre mi con cuidado y comenzó a bajar mis pantalones, yo le ayude a él con los suyos y volví a atrapar sus labios.

-Mell, no quiero lastimar al bebé. - se quejó.

-No lo harás- aseguré con voz acelerada.

-Lo vamos a traumar. - se burló Damon.

-No seas ridículo y besame.- dije volviendolo a besar.

Lo atrae más a mi cuerpo, y con mis piernas baje por completo mis pantalones y después los de él, se colocó sobre mi y abrió un poco mis piernas. Sujeto mis caderas y antes de undirse en mi me besó en los labios apasionadamente calmando mis gemidos.

Hicimos el amor por un par de horas, hasta que después, exhaustos nos recostados, desnudos el uno al lado del otro con respiración agitada.
Quise colocarme mis bragas pero él no me dejo moverme.

-Te vez bien desnuda.- aseguró seductor.

-No andaré por la casa desnuda. -me quejé.

-Yo te haría compañía.- sugirió coqueto.

-Damon...-regañé.

-Te amo.- me susurró Damon sonriéndome.

-Te amo. - le sonreí acurrucadome en su pecho.

Estábamos en la estancia, los dos solos pues no sabíamos de Austin. Me encontraba devorando un panqueque mientras él me observaba detenidamente.

-Hay que preparar todo para la llegada del bebé.- aseguró seriamente.

-Para eso tenemos que saber que será.- le recordé.

-Obvio que será niño.- sonrió Damon picaramente.

-¿Y si es una niña? -pregunté curiosa.

-Pues la amaré igual y le compraré todo de color rosa... pero se que será varón. - me sonrió Damon. -le compraré un balón, carros de control remoto, un xbox... lo llevaré a los partidos.- dijo Damon entusiasmado.

-Tendrás que esperar a que pueda hacer todo eso.- me quejé sonriéndole.

-Pues mientras él crezca tendré que jugar contigo.- me aseguró antes de besarme.

-No lo creo, tengo que ser una madre seria.- sonreí.

-Jugar con una mamá sexy, suena tentador.- aseguró Damon mirándome de forma provocativa.

-¿Ah si?- dijo Charlotte apareciendo por la puerta.

Yo me ruboricé un poco, pero Damon no le importó y sólo se levantó para saludarla.

-Creí que estabas con Rey.- aseguró Damon sonriendo.

-Jugar con el sexy amigo de mi hijo, suena te tentador.- sonrió ella picaramente.- pero tranquilo, sólo vengo por un par de camisas para Alex. Lo llevaré a conquistar chicas.- me aseguró sonriendo.

-Cuidalo mucho.- pedí.

Cuando ella se marchó miré como Damon estaba pensativo.

-¿Qué pasa?- pregunté cautelosa.

-¿Y si es niña?- dijo preocupado.- habrán muchos imbéciles tras de ella.

-¿Solo eso te preocupa?- reí bajo.

-No quiero pensar en eso, porque será niño.- aseguró Damon suspirando.

Vimos a Charlotte bajar, llevaba topa de mi hermano y una poca de Austin.

-¿Porque esa ropa?- pregunté curiosa.

-Los chicos irán a una fiesta está noche conmigo, pero se la pasan con los video juegos y no saben que se pondrán. - se quejó ella molesta- pero me tienen a mi para arreglar eso, Chao- dijo desapareciendo.