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Capítulo 30

Al día siguiente al despertar fui en busca de Charlotte, ella estaba bajando las escaleras con una charola de gasas y alcohol.

-Charlotte.- la llamé y ella me miró de inmediato.

-¿Qué sucede hija?- preguntó curiosa.

-Se sincera conmigo, ¿Qué le pasa a Damon? ¿Porqué no sanó su herida? -pregunté acercándomele.

-Él estará bien.- mentía.

-Charlotte...- comencé molesta.

-Ve a verlo y habla con él.- me sugirió.

Fui a la habitación de Damon para encararlo, quería verme molesta, quería saber la verdad. Pero al entrar a la habitación cualquier rastro de enojo se vino abajo, él estaba recostado con los ojos cerrados muy tranquilo en ma cama.

Tenía una capa de sudor en su frente y tosía sin parar levemente. Me acerqué preocupada y limpié su frente con mi mano, se sentía fría, pero algo diferente.

Entonces él me miró y se sentó en la cama para mirarme mejor.

-¿Qué haces?- preguntó curioso.

-Vine a verte.- aseguré tímida.-¿Estás bien?

-Si, ¿Porqué?-dijo y una fuerte tos lo invadió.

-¿Seguro?- dije cautelosa.

-Si, solo tengo calor.- dijo Damon sonriente.

-Pero estas frío y estás tapado.- aseguré al verlo cubierto con sus sábanas.

-Oh... -susurró destapándose.- por eso sudaba.- dijo Damon burlón.

Lo miré exigiendo que me dijera lo que estaba pasando pero entonces entró Austin. Me miró examinándome a mi y después a su hermano.

-¿Te irás?- preguntó Austin curioso.

-Si, solo me doy un baño y me largo.- dijo Damon burlón.

-¡No lo dejarás irse así! -dije seriamente.

-Yo quiero irme.- aseguró sonriendo Damon.

-¿Porqué?- pregunté cautelosa.

-No lo sé, quiero ir a descansar a casa, iré con Charlotte para despedirme de Patrick y después no lo sé.-aseguró él sonriente.

-Okey.- dije no tan convencida.

Austin me tomó de la mano y me saco de allí, cerró la puerta tras de mi y me miró para después suspirar.

-¿Lo corriste?- le regañé.

-No.- aseguró Austin.

-¿Porqué se va? ¿No vez como se encuentra?- dije molesta.

-Ese no es mi problema, él decidió irse.- se quejó Austin.

Enojada por su actitud, lo ignoré y bajé al comedor dejando a Austin sólo en el pasillo, me topé a mis hermanos hablando mientras Tyler desayunaba.

Después de un rato escuché que Austin y Damon se acercaban hablando bajo, susurrando casi

Damon vestido de negro y con un saco azul marino, elegante y sencillo al mismo tiempo. Nos miró a todos fingiendo una sonrisa amable.

-¿Ya te vas?- preguntó Alex tristemente.

-Si, pequeño. -dijo Damon sonriente.

-Cuidate Damon.- le dijo Tyler sonriendo triste.

Damon se me acercó y quitó un mechón de mi frente para después sonreír.

-Cuidate, Mell.- susurró Damon sólo para mi.

-Tu también.- dije tratando de controlar mi tono de voz.-Adiós Damon.

Cuando dejó aquella caricia de despedida se fue, todos nos quedamos en silencio hasta que escuchamos un carro alejarse.

Subí a mi habitación y me di una ducha caliente, me puse unos pans y una blusa de manga; me recosté en un sofá y miré por mi ventana el paisaje a lo lejos.

No podía dejar de pensar en esa última despedida con Damon, él sólo regresó para dejarme las cosas en claro. Estaba pérdidamente enamorada de él.

Entonces Austin entró a la habitación, interrumpiendo mis pensamientos, se sentó a mi lado en el sofá y se quedó en silencio por un rato.

-Estás molesta conmigo ¿Verdad?- preguntó curioso.

-Si.- dije fríamente.

-Mell, él nos hizo prometer qué no te diríamos nada, hasta que todo se resolviera. -se quejó Austin.

-¿Qué rayos pasa?- me quejé.

-No puedo ayudarte.- aseguró.

Entonces recordé la mirada tierna de Damon hacía para conseguir lo que quería, traté de imitarla y miré suplicante a Austin acercándome a él.

-Porfavor. -supliqué.

-Oh no, ¡No me hagas esto, Mell! -pidió Austin.

-Es tu hermano, mi amigo y nos necesita. -aseguré sonriéndole.

-Dijo que iría con Charlotte para que le ayude a sanar su herida.- dijo Austin serio.

-Okey, vayamos con ella y alcancemoslo. -dije levantándome para tomar mi chaqueta.

Soltó un fuerte suspiro, resignado caminó junto conmigo y bajamos para subir al coche.

Conducía rápido, era como si también estuviese preocupado por encontrar a Damon pronto.

Llegamos lo más pronto posible con Charlotte, para toparnos a Patrick en las escaleras al lado de Charlotte, ambos lucían tristes y adoloridos.

-¿Qué pasa?- pregunté cautelosa- ¿Dónde está Damon?

-Se ha ido, dijo que iría a casa.- aseguró Patrick- quiere estar tranquilo.

-¿Qué pasa con él?- exigí saber.

El rosto de Charlotte denotaba tristeza, como cuando una madre llora por su hijo. Me acerqué hasta que tomé sus manos y la miré a los ojos.

-Le prometí no decirte nada.-aseguró seria.

-Porfavor.- supliqué.

Suspiró de frustración y al verme tan desesperada asintió.

-La herida fue hecha por un cuchillo hechizado por brujas poderosas, unas brujas que están bajo las órdenes de los Vancroft.- comenzó ella mirándome, dudando en si decirme lo más grave.- el hechizo fue hecho para que el vampiro, fuera infectado con un veneno y...

Se detuvo bajando la mirada y negando con la cabeza lentamente.

-¿Y..? -repetí molesta.

-Y muriera. -terminó la frase con una voz adolorida.

-¡Hay que encontrar la cura!- dije seriamente alarmandome.

-Sólo si la bruja que hizo el hechizo lo rompe, el veneno se irá.- dijo Charlotte preocupada.

-¿Entonces Damon está muriendo? -dijo Austin preocupado.- ¿Él literalmente dio la vida por mi?

-Te ama.- dijo Charlotte acariciándole la mejilla a Austin.

-Tengo que encontrarlo- dijo Austin firmemente.

Lo miré a los ojos, estaba destrozado, estaba molesto, sus ojos se dilataron por el enojo y cerró los puños. Me le acerque y lo abracé, derramé un par de lágrimas y él las limpió.

-Hay que ayudar a Damon. - dije y el asintió.-Creo que se dónde puede estar.

Austin, Patrick y yo íbamos hacia las casa de Alaska, si él estaba allí, podríamos ayudarle.

En el camino vinos el auto de Damon contra un árbol, estaba estrellado y parecía reciente, cuando comprobamos que no se encontraba allí poco después llegamos a la casa.

Bajé casi corriendo del auto y toqué la puerta. Salió una mujer adulta de color cobrizo y de tez morena, parecía estar limpiando y al verme entrecerró los ojos.

-¿Qué se te ofrece?-preguntó de forma descortés.

-Está aquí Damon? -pregunté cautelosa.

-No quiere ver a nadie.- dijo fastidiada.

-No me interesa.- dije empujándola y entrando.

Corrí por las escaleras y fui directo al cuarto donde se encontraba.

Estaba con los ojos cerrados, su rostro se veía demasiado pálido y sus ojeras eran muy púrpuras.

Estaba cobijado con las colchas y temblaba levemente aún y cuando estaba lleno de sudor.

-Damon...- susurré acercándomele.

-¿Qué rayos haces aquí? -preguntó abriendo los ojos de golpe.

Noté que hizo una mueca de dolor cuando se sentó para verme.

-¿Te duele?-pregunté alarmada.

-¿Qué cosa?- dijo Damon fingiendo no saber de qué hablaba.

-La herida.- aseguré señalando su pecho.

-¿Cuál?- preguntó Damon fingiendo ternura.

-¡La de tu pecho! -regañé.

-No se de que me hablas.- dijo él burlándose.

-¡Ya se lo que te esta pasando!- aseguré seriamente.

-Esa señora no pudo quedarse callada ¿eh?-dijo él molesto.

-¿Porqué no me lo dijiste?- pregunté molesta.

-¿Para qué? ¿Para que te preocuparas y sintieras lástima por mi? -se quejó.

-Nos preocupas.- aseguré tímida.

Quiso reírse pero una tos lo interrumpió ahogándolo con su propia voz. Se recostó de nuevo y se tocó el pecho tomando aliento.

Se le veía cansado, el dolor le impedía hablar normalmente.

Me senté a su lado y entonces entraron Austin, Charlotte y Patrick.

Después de unos minutos, volvió a recuperar el aliento pero se veía débil, pálido y enfermo.

-Buscaremos una solución.- aseguró Charlotte bajando la mirada.

Austin se le acercó a la cama y miró fijamente a los ojos de su hermano con una ternura y preocupación que sólo un hermano puede dar.

-¡No voy a dejar que mueras!- aseguró Austin firmemente. - No se cómo, pero te salvaré.

-Okey...- dijo Damon confundido.

-Traeré algo que te ayude un poco -dijo Austin saliendo de la habitación.

Tras él salió Charlotte y poco después Patrick los siguió dejándonos sólos a Damon y a mi.

-Eso fue extraño.- se quejó Damon burlón.

-Te ama.- dije sonriéndole.

Pareció pensarlo unos segundos y después sonrió levemente.

-Soy irresistible.- se burló- le he hecho cosas terribles y siempre siguió aquí. Me alegra... tenerlo cerca antes de morir.- aseguró entre un suspiro.

-Tu no vas a morir.- corregí.

-Claro.-dijo examinando su herida por encima de la camisa.

-¿Puedo quitarte la camisa?- pregunté cautelosa.

-No he perdido mi encanto aún y cuando estoy muriendo.-sonrió- Eso es bueno.

Lo ignoré y me acerqué, le levanté con cuidado la camisa y observé su torneado abdomen, mientras que más arriba allí estaba la herida. Era de un color púrpura y negro; se veía fatal, se extendía hacia el lado derecho y parecía más profunda.

-¿Porqué lo hiciste? ¿Porqué no dejaste que me matará?- regañé.

-¿Enserio crees que dejaría que algo te lastimará? -me dijo seriamente -Yo escogí eso y no me arrepiento de lo que hice.

-¿Pensabas en irte a morir y no decirme nada?- regañé.- Ibas a irte sin decirle a nadie.

-Pensé que sí creías que me había ido y estaba bien, tu podrías rehacer tu vida con Austin.- aseguró encogiéndose de hombros.

-¡Vas a estar bien!- aseguré comenzando a llorar.

-Te vez tan linda cuando tienes esperanzas.- sonrió secando mis lágrimas -No llores, Mell.

Acomodé su camisa y le sonreí tristemente; tosió un par de veces más y luego cerró los ojos descansando.

Tomé una toalla mojada del baño y sequé su sudor.

La idea de perder lo me atormentaba y me negaba a dejarlo ir. Teníamos que saber la cura, había que encontrar a esa bruja, Austin entró a la habitación y me miró con ojos preocupados.

Me levante y me acerqué a él.

-No sabemos quién hizo el hechizo.- se quejó.

-¿Cómo lo averiguaremos? - pregunté.

-No lo sé.- se quejó Austin molesto- Iré a cazar, Charlotte estará abajo, traeré algo para él.- aseguró.

Tomó mi mejilla con su mano y beso mi frente antes de irse.

-Te quiero.- susurró.

-Y yo.- dije seriamente.

Austin se fue y me senté al lado de Damon de nuevo.

-Tengo hambre.- aseguró Damon suspirando.

-Puedo traerte a la sirvienta...-sugerí bromeando- no me agrada mucho.

-¿Enserio? ¿Mellany Portman me pide matar a alguien porque no le agrada? -se burló Damon sarcástico.

-¿Tienes hambre o no?- dije tratando de hacerlo reír.

-Ella fuma mucho.-hizo un gesto de desagrado- Paso.

-¿Quieres beber de mi?- pregunté curiosa.

-No, te haría daño, Mell.- se quejó.

Entonces una tos ruidosa y agonizante lo interrumpió, él se volvió a la almohada y cerró con fuerza los ojos.

-Tranquilo, estoy aquí.- aseguré- y no me iré.

-¿Porqué?- preguntó Damon curioso.

-Te quiero.- susurré.

-¿Qué? No te escuché -sonrió.

-TE QUIERO, Damon.- dije tomando su mano y mirándole a los ojos.

-Gracias. -susurró volviendo a toser.

Comenzó a cerrar los ojos y regularizó su respiración, durmió tiernamente mientras yo limpiaba su frente de sudor. Al darme sueño, me recosté a su lado y me recargué en su hombro.

Cerré mis ojos y aspiré su aroma lo más que pude, con miedo de que no pudiera hacerlo nunca más.

Besé levemente su mano y la coloqué sobre mi regazo.
No dejaría que muriera,pero como ayudar.

Entraron Alex y Tyler a la habitación y al verme se acercaron silenciosos.

-¿Cómo esta?- preguntó Alex preocupado.

-Débil- me quejé.- Hay que ayudarlo, buscaremos a la bruja.

-Bruja. -susurró Damon dormido.

-Si, ¿Quién es?- pregunté curiosa.

-No puedo decirte. -dijo Damon entre sueños.

-¡Lo sabe!-dijo Tyler -Hay que hacerlo decirnos.

-Damon, ¿Quién es?- pregunté curiosa- ¿Quién hizo el hechizo?

-Xiomara, no le digas a Mell.- aseguró débilmente.

-Hay que ir.- dije a mis hermanos.

Estos salieron de la habitación y cuando yo me levantaría, Damon aún dormido, me tomó de la mano.

-No vayas, porfavor.- susurró débilmente- Quédate conmigo.

-Siempre. -prometí sonriéndole a su rostro inconsciente.

-No quiero perderte, que no vaya Austin tampoco, nadie.

-Tenemos que ayudarte.-me quejé.

-Quédate conmigo. -volvió a repetir apretando con más fuerza mi mano.

Dejé su mano sobre su pecho y besé corto sus labios, me puse mi chaqueta y bajé a la planta baja.

Solo estaban mis hermanos y Patrick, al parecer Charlotte acompañaba a Austin.

-Tyler, tu te quedas.- dije a mi hermanito y estaba listo para negarse -debes cuidar a Damon.

-Okey.- dijo resignado.

-Ustedes.- les dije a Alex y Patrick- ¡Vamos por esa bruja!

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