Capítulo 2
-Soy yo, digame, ¿para que me necesita?- pregunté cautelosa.
- Se trata de la ultima voluntad de su tatara abuelo.- aseguró mostrándome unos documentos.
-¿Cómo?-pregunté confundida.
-¡Señorita Portman!- gritó mi jefe.- ¡vuelva al trabajo!
-¡Enseguida!- asegure fastidiada.
- Los juzgados del país la citan mañana en la tarde para leer el testamento!-dijo dándome un par de hojas con la dirección y la hora.
-¿Y yo que tengo que hacer ahí?- pregunté.
- Al parecer, es la heredera, señorita- aseguró con una sonrisa amable.
-Okey...- dije guardando en mis pantalones aquellos papeles.-Gracias.
-Hasta mañana entonces.-dijo el señor marchándose.
-¡Señorita Portman!-me llamó mi jefe de nuevo.
-¿Si?-dije aguantando mi coraje.
-Debería estar atendiendo la tienda- regañó.
Entonces cuando caminaba de regreso a mi lugar resbalé con el agua del suelo y tropecé con los celulares del mostrador, haciendo que todos estos calleran al suelo estrellando varios sus pantallas.
Miré a mi alrededor, todos me miraban, pero los ojos llameantes de mi jefe eran los más cerca.
-¡Está despedida!- gritó molesto- y olvídese de su último salario, con eso pagaremos los desastres que causó.- me advirtió.
Demonios.
...
Cuando llegué a casa Tyler estaba viendo televisión, me arrojé al sofá y junto a él, comí palomitas.
- Llegaste temprano.-me dijo sorprendido. - ¿Te fue bien hoy?-pregunto sin mirarme.
-Si...- comencé comiendo palomitas para disimular mi enojo.- mañana no iré al trabajo.- aseguré.
-¿Porque?-dijo cauteloso.
- Le pedí a un chico que me cubra.- dije sacando las hojas de papel de mi pantalón.
-¿Que es eso?-dijo leyéndolos.
-Debo ir a un juzgado mañana para leer un testamento.- dije mirando el papel con mi hermano.
-Interesante.- dijo ignorándome por completo y observando la Tv.
Después de cenar fui a dormír, o más bien a seguir con mis preocupaciones de como mantener nuestra casa. No tenemos a nadie, no tenemos familia, pero tal vez si ese tatara abuelo dejó dinero podría ayudarme un poco.
Me acomodé para dormir, cerré mis ojos y relajé mi cuerpo, escuché como Tyler entraba en mi cuarto y me quitaba los zapatos, para después cobijarme.
-Te amo, Mell- susurró en mi oído después de besar mi frente.
- Y yo a ti- aseguré adormilada.
...
Al día siguiente le preparé el desayuno a Tyler y me dediqué a limpiar toda la casa, una vez que mi hermano se fue, subí a su cuarto a limpiar.
Entré también al cuarto de mamá donde hacía mucho que no entraba, limpié mi habitación y prepare de comer.
Pero sonó mi celular un par de veces.
-¿Hola?-respondí
-¿Señorita Portman?- dijo una voz masculina gruesa y áspera- soy el abogado Walter y quería informarle que la lectura del testamento será en una hora, fue adelantada por una orden superior.-aseguró el abogado amablemente.
-Está bien, ahora voy para allá- aseguré colgando.
Tomé los papeles y chequé la dirección; en menos de 40 minutos el taxi ya se estacionaba enfrente de aquel edificio. Entré a una pequeña recepción, donde una secretaria me indicó el camino.
Caminé por un par de pasillos estrechos, pasando por varias puertas. Al entrar a la pequeña oficina me tope con 2 señores charlando ambos de aspecto serio y con traje.
-¿Señorita Portman?-pregunto el de la voz gruesa( Walter).
-Si, soy yo- asegure tímida
-Éste es el señor Mcwaller.- aseguró el sr Walter señalando a su compañero- Está interesado en una propiedad incluida en el testamento.- me indicó el abogado.
-Es un placer.- dijo el sr Mcwaller
-Igualmente.- le sonreí.
- Solo falta el señor notario para iniciar con la lectura.- dijo el Sr Walter bebiendo café.
Entonces un señor canoso entró por la puerta, traía papeles en las manos y un maletin. Pero no fue el quién llamó mi atención... si no un chico que estaba recargado justo enfrente de la oficina.
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