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Capítulo 15

-Despierta, cielo.- me susurró Austin en el oido.

-Buenos días -le dije despertando.-¿despertó Alex?

-No. -comenzó observándome ir al baño.

-¿Saben algo de Tyler? -dije curiosa.

-No. -dijo entre un suspiro- esto te hará daño, Mell. -dijo Austin preocupado.

-Estoy bien.-aseguré.

Habían pasado más de dos semanas, Alex había empeorado. Sabía que él se preocupaba de que no durmiera bien o comiera poco, pero no podía pensar en nada que no fueran mis hermanos.

-Ven a desayunar. -pidió jalando mis manos.

-Okey, ahora bajo. -le sonreí para calmarlo.

Salió de la habitación y yo cerré la puerta con llave mientras me recogía el cabello, me miré al espejo y no pude evitar llorar al pensar en cómo había cambiado mi vida en tan poco tiempo.

-No te vez linda así. -se quejó Damon burlón.

No me molesté en decirle que la puerta estaba cerrada con llave, me límite a mirarlo mientras secaba mis lágrimas.

-Toma.- dijo dejando una charola con fruta y cereal.

-Iba a bajar a desayunar. -le dije tratando de sonar seria.

-No es verdad.-dijo Damon seriamente- ibas a ir al cuarto de tu hermano y te ibas a quedar allí todo el día.

Sabía que él tenía razón, pero no me apetecía comer nada.

-Damon...-comencé.

-A mi no me harás esperar.-se quejó. -no me iré hasta verte acabar ese plato.

Le sonreí y me senté en la cama para comer un poco, pareció más tranquilo pero aun así no se movía. Cuando terminé Damon desapareció con el plato; en su lugar apareció Austin mirándome cauteloso.

-No bajaste - se quejó.

-Damon me trajo comida aquí- aseguré.-iré con Alex

Llegué a la habitación de mi hermano, dejando a un Austin no muy feliz y lo vi pálido, temblando aún y cuando estaba completamente tapado.

-Hola.- susurró débilmente.

-¿Cómo te sientes?-pregunté alarmada.

-Bien. -mintió.-estuve hablando con Damon anoche -comenzó Alex temblorosamemte.

-¿Qué te dijo?-pregunté curiosa.

-Qué estaría bien, que aguantará lo más que pudiera y que no muriera. -rio bajo mi hermano.

-No es muy delicado -dije pensando en un regañó para Damon más tarde.

-Te amo, Mell. -dijo Alex sonriéndome.

-Y yo a ti.-le dije controlando el llanto -no te despidas, porfavor.

Me abrazó con ternura y me dejó llorar en su pecho.

Después ese día en la noche fui a la habitación de Damon, lo regalaría por su falta de consideración. Estaba recostado en su cama y mirando al techo, al verme se sentó y me observó de pies a cabeza.

-Se nota que no hablas mucho con personas. -me quejé.

-Ahorrate el regañó. -dijo Damon burlón- solo quería darle ánimos. ¿Ya cenaste?-preguntó autoritario.
-No. -dije restándole importancia.

-A cenar. -dijo el cargándome y apareciendo en la cocina.

Estaban unas señoras las cuales no se percataron de las habilidades de vampiro que poseía.

-Preparenle a la señorita Portman algo de cenar- les dijo Damon.-porfavor.

-Ahora mismo, joven -dijo una de ellas comenzando a cocinar.

Me llevó al comedor y me sentó en una silla mientras el servía una copa de agua frente a mi.

-¿No haz bebido? -pregunté burlona.

-Estoy en un experimento.-dijo Damon burlón.

-¿Y no tiene que ver con que te lo pedí? -dije curiosa.

-No. -mintió escondiendo la sonrisa que se pinto en sus labios.

Cuando me trajeron de comer y comencé a probarlo, Damon me miraba. Hablaba sin parar de sus viajes y de cuán rápido era y otras habilidades vampíricas.

Cuando termine sólo lo miré a él y alejé el plato de mi.

-Listo, barriga contenta, mujer contenta.-dijo Damon limpiando mi barbilla con una servilleta.

-Gracias -le sonreí.

Me levante y él hizo lo mismo, lo abracé levemente y me pegé a su pecho, él algo extrañado me dio leves palmaditas en la espalda.

-Gracias, Damon. -dije aún entre su pecho.

-Somos amigos.- dijo algo incómodo.-ahora, ve ahora descansar.

-Okey -dije separándome de él y llendo a la habitación de Alex.

Vi dormir a mi hermano, estaba tan tranquilo y relajado. Pero aún así se veía la enfermedad comiéndole la vida, deposité un beso en su frente y lo abrigue bien.

Fui a mi cuarto y me topé con Austin en la puerta, me sonrió levemente mientras me le acerqué.

-Perdón por no estar contigo, pero fui a buscar a Tyler y a cazar. -dijo pegándome a su cuerpo.

-No importa, te lo agradezco. -dije besándole la mejilla.

-Te quiero.- dijo teniéndome entre sus brazos.

-Te quiero  -le dije sonriéndole.

Bajó sus labios a los míos y me besó con ternura, saboree cada instante cuando me acariciaba la espalda, él prolongó el beso pegándome a su cuerpo.

-Debes descansar.- dijo entre cortas respiraciones.

-Si. -dije recuperándome para despedirnos con un corto beso.

.
Entré a mi cuarto y me acomodé en las sábanas. Me sentía tan cansada pero eso no impedía que me molestara el que Tyler estuviera afuera, era peligroso que él sólo tuviera que cuidarse.

Sólo era un niño.

Cuando al fin logré dormir sentí a alguien cerca.

-Mell. -susurraban en mi oído.

-¿Damon? -le dije adormilada.

-Mañana iremos a dar un paseo.- dijo Damon sonriente.

-Okey, pero ¿No pudiste decírmelo mañana? -dije cerrando mis ojos de nuevo.

Escuché una pequeña risa provenir de él, pero estaba demasiado cansada como para decirle algo más.

-Me gusta fastidiarte.- aseguró acariciando mi mejilla. -Descansa Mell. -susurró.

-Que tengas lindos recuerdos.- dije sonriéndole al recordar que  él no soñaba, si no que proyectaba sus recuerdos.

-Cuento con ello.- dijo por último antes de que me durmiera.



Entonces al despertar me sentí más relajada, me di una ducha y me cambié para ir al cuarto de Alex.

Mi hermano no estaba en su cama, pero me alarmó el ver qué había sangre en la almohada y en las sábanas.

-¡Alex! -lo llamé.

-¿Mell? -dijo mi hermano atrás de mi.

Me giré de un brinco para verlo de pie frente a mi, se veía mucho mejor.

Su cabello estaba mojado, sus ojos estaban brillosos y con pupilas dilatadas, ya no tenía el aspecto amarillo y débil.  Se veía mil veces mejor.

-¿Estas bien?-pregunté cautelosa.

-Muy bien  -dijo encogiéndose de hombros.

-¿Seguro? -dije examinándolo.

-Si, solo aléjate un poco... yo... huelo mal. - pidió nervioso, retrocediendo unos pasos.

-¿Qué pasa?-dije curiosa.

-A..anoche, estaba muriendo.- aseguró mi hermano- pero entonces uno de los hermanos, creo que fue Austin, me mordió.

-¿Qué? -dije cautelosa.

-Morí y desperté así. -dijo algo confundido.-Creo que soy un vampiro.

-¿Me llamaron?-dijo Austin apareciendo.

-¿Qué le hiciste? -regañé.

-¿Yo? ¡Nada!-aseguró Austin nervioso.

-Oye oye... -comenzó Damon -esto es divertido, ver a Austin siendo regañado y todo eso.- Se burló Damon.-  Pero no le daré todo el crédito a mi hermanito.- dijo recargándose en el hombro a Austin.

-¿Fuiste tu?-dije furiosa.

-Estoy ofendido, ¿Sabes?-le dijo Damon a Alex -¿Cómo pudiste confundirme con él?-dijo señalando a su hermano.

-¿Lo convertiste...-dije molesta- en un monstruo como tu?

-Oye, le salve la vida.-se quejó Damon- cumplo mi promesa.

-¿Cuál maldita promesa?-dijo Alex furioso.

-Te prometí que no moriría, bueno... ahí esta. -dijo Damon burlón mirándome.-vivo, gracias a mi.


Salió de la habitación y me dejó desconcertada sobre el asunto de mi hermano, Austin hablaba con él, dándole un par de consejos para soportar la sed mientras yo me recuperaba.

Los dejé hablar a solas, parecía que Alex estaba aceptándolo.

Damon lo había salvado después de todo, no moriría y ya no sufría, ¿y qué hice yo como respuesta?

Le grité en la cara.

Fui a buscarlo a su habitación pero no se encontraba allí, lo busqué en la sala, pero tampoco estaba.

-¡Damon! -grité en mi habitación vacía.

Apareció sentado en mi cama, no me miraba pero supe que se hacía el indignado.

-Lo siento.- comencé acomodandome en la cama. -le salvaste la vida y no te lo agradecí.

-De nada. -dijo secamente.

-¿Seguimos siendo amigos?-pregunté sarcástica.

-Dejame reconsiderarlo.- dijo Damon burlón.

-Todos los amigos tienen peleas.- aseguré.- además quiero ir a ese paseo que mencionaste anoche.



Me miró cauteloso y sonrió bajando la mirada.

-Siempre te sales con la tuya, ¿no? No puedo enojarme contigo.-dijo Damon sonriente.

-¿A dónde iremos?-dije animándolo.

Se levantó y me hizo que lo siguiera, caminamos por el prado en silencio.

-¿Sigues molesto? -pregunté cautelosa -ya te pedí perdón.

-Aún no lo haces bien. -dijo Damon burlón.-fuiste grosera.

-Tienes que entenderme, tenía miedo. -aseguré.

-¿De que fuera como yo?-se quejó Damon mirándome a los ojos- ¿de que fuera un monstruo?

- De que matará personas.- le corregí.

-Eso lo decide él- se quejó- hay dietas especiales -aseguró molesto.

-Perdoname, porfavor. -pedí.

-Olvidalo, entiendo que nadie desea ser esto.-dijo Damon seriamente.


Seguimos hasta que nos introducimos al bosque, me tomó en brazos y se hecho a correr, nos detuvimos en un pequeño riachuelo.

-¿Qué hacemos aquí?-pregunté curiosa.

-No he dejado de buscar a Tyler.- comenzó Damon- pero cuando me le acercó huye y pierdo el rastro.

-¿Lo haz visto?-pregunté alarmada.

-Sólo guarda silencio. -susurró acariciando mis labios con su dedo.-y recuerda que es un hombre lobo ahora.

-Okey -dije en susurro.

Permanecimos en completo silencio por lo que fue un largo tiempo, hasta que se escucharon ramas moverse, algo se acercaba.

Era grande y de un color dorado caramelo, se acercaba al río para beber y arrastraba las patas mientras lo hacía.

-Tyler -dije en un susurro ahogado.

Entonces Damon me sujetó y ne impidió moverme, lo miré suplicante y entonces su agarre se suavizó, caminé hasta acercarme a la orilla y mirar al lobo.

Tyler me miró cauteloso y entonces empezó a retroceder.

-Vuelve. -le pedí- Tyler porfavor, regresa.- comencé a llorar.

Entonces gruño bajo y salió corriendo al bosque perdiéndose de mi vista.


-¡Tyler! -grité corriendo tras él, pero Damon me sujetaba de la cintura.-¡Dejame!

-Mell, no puede sentar allí sola.-me aseguró Damon molesto.

-¡Dejame! -luché por alejarlo pero era inútil.

-Ven, tranquila. -me dijo pegándome a su pecho.-vamos a casa.

-Debo ir por él. -lloré.

-Es mas peligroso para ti que para él. -me aseguró serio.- dejame llevarte a casa.


Estaba agotada, me sentía cansada de repente y no tenía fuerzas, se me había bajado la presión o algo así, porque mi cuerpo rogaba por descansar.

Me cargó de nuevo y regresamos rápido a casa, yo nunca dejé de llorar en el camino, al entrar a la mansión trató de ponerme en pie pero mis rodillas no aguantaban.

-¿Qué le paso?-dijo Austin preocupado.

-Vi a Tyler. -dije sollozando

-Tranquila, cariño. -pidió Austin tímidamente.

-Tienen que ir por él.-supliqué.

-No querrá venir.-dijo Austin serio.

-No tienes manos firmes, hermano.-se burló Damon.

-Traelo. -le pedí a Damon.

Me miró a los ojos y asintió con pesar, entonces desapareció dejándome en los brazos de su hermano. Austin me acunaba tiernamente tranquilizándome.

Él junto con Alex me acompañaban en mi habitación, ambos me miraban como si fuera a desmayarme, mi novio nos dejó solos a mi hermano y a mi para traerme algo de comida.


-¿Te sientes bien?-pregunté cautelosa.

-Es gracioso que lo digas tu ahora.-se quejó Alex - Estoy muy bien, de hecho.

-Me alegra mucho verte así. -dije acariciando su cabello.

-Gracias a Damon. -dijo mi hermano, pero entonces me miró tristemente a los ojos.- se que Tyler estará bien.

-Lo sé. -suspiré.

-Trata de descansar, Mell. - dijo Alex arropándome.

Asentí levemente, cubriéndome con las sábanas.

Me debí quedar dormida, porque sólo pude escuchar voces lejanas en mi sueño oscuro.

-"... quitame tus sucias manos de encima."- replicaban abajo.-" Aléjate de mi"

-Tyler...-susurré despertando.

-¡Dejame salir de aqui!-gritaban abajo.

Salí de mi cama de un salto y corrí por las escaleras, me topé abajo con Tyler golpeando a Damon quien le cubría la salida.

-¡Tyler! -lo llamé acercándomele

-Aléjate, Mell. -dijo Tyler serio.

Me le arroje a los brazos y lo estreché contra mi, tenía unos pantalones de mezclilla rotos y una camisa sin mangas, era un poco mas alto que yo y ahora parecía más fuerte.

-No sabes como te he extrañado.-lloré en su pecho.

-Yo... yo igual.- dijo pegándome más a su cuerpo.

Lo abracé con tanta fuerza que pude haberlo asfixiado, la habitación quedó vacía y sólo estábamos él y yo, fuimos a su cuarto y nos acomodamos uno junto al otro en la cama, me pidió disculpas mil veces y yo sólo lloraba y lloraba de alegría al tenerlo de vuelta.

Me alegraba tanto volverlo a ver cerca de mi y a salvo.

-Te amo, Mell. -dijo Tyler besando mi frente mientras se acurrucaba para dormir.

-yo te amo, Tyler. -dije secando mis lágrimas.

-Damon es muy insistente y persuasivo  -se quejó Tyler- por más que lo golpeé no me soltó.

-Es muy buen amigo. -aseguré sonriéndole.

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