Capítulo 10
Desperté por el ruido de la lluvia en mi ventana y el rugido de un relámpago que iluminó el cielo gris de la mañana.
Eran las 8 a.m cuando bajé a desayunar aún estando en pillama, bajé las escaleras y pude oler el delicioso desayuno.
-Buenos días.-me saludó Austin sentado en una silla leyendo el periódico.
-Hola. -dije aún algo incómoda por nuestra cercanía de ayer.
Estuvimos en silencio hasta que Tyler entró en la habitación arrastrando los pies.
-Te vez mal.-aseguré preocupada.
Su rostro estaba amarillento, sus ojeras eran profundas y se veía débil.
-Si, gracias por mejorar mi estado de ánimo. -se quejó comiendo.
Cuando terminó de comer se levantó y se fue sin decir nada, me levanté para seguirlo pero miré como Austin tomaba mi mano.
-Se siente mal, sera mejor que lo dejes descansar. -sugirió tímido.
-Si, tal vez.-dije no tan convencida.
Subí a mi cuarto y me metí a bañar, al salir me puse unos jeans de mezclilla y una camisa de color rosa.
Me miré al espejo y cepillé muy bien mi cabello para evitar los horribles nudos.
Encontré en mis cosas una cadena de plata, era muy bonita y delgada. Entonces escuché cómo Austin entró a la habitación, al observarlo lo encontré mirándome apenado.
-¿Podemos hablar?-preguntó algo tímido.
-Claro -aseguré sonriéndole amablemente.
-Quería disculparme. -comenzó Austin entrando.-no debí incomodarte.
-Tranquilo, solo olvidemoslo, somos familia. -le sonreí levemente.
-Esta bien -me devolvió la sonrisa.
-¿Me ayudas a ponerme la cadena?-pregunté después de unos minutos en silencio.
-Claro.-aseguró un poco más alegre.
Se acercó a mi y entonces extendí mi mano para darle la cadena. Cuando la plata tocó la palma de su mano su rostro se deformó en una mueca de dolor, soltó la cadena y la dejo caer al suelo.
Llevó la mano a sus labios y lamió su herida.
-¿Qué sucede?-pregunté alarmada.
-Nada, sólo, me rasguñó -aseguró nervioso.
Retrocedió y salió por la puerta rápido, sin decir nada más.
Me quedé mirando la cadena en el suelo y la examiné buscando algún rastro de algo puntiagudo pero no había nada con lo cual rasguñarse.
Entonces recordé algo que leí "para destruir a un vampiro, existen diversos materiales para lograr traspasarlo con éxito, como la madera en estacas, plata..."
Si esto era cierto, ahora tenía un arma contra ellos.
Me coloqué el collar y bajé para salir corriendo por la puerta trasera, me dirigí al campo y seguí el camino lleno de lodo y piedras.
Llegué a la cripta familiar Crauly; con la esperanza de que si ellos estaban muertos, su tumba estaría allí.
Bajé las escaleras y tomé una antorcha que estaba encendida a casi apagarse, me acerqué a las tumbas que no había limpiado Tyler la vez que vinimos, limpié la escritura y me arrodillé para leerlo.
" 1897.. a la memoria de Austin Crauly, un gran hijo y estudiante"
" 1897..a la memoria de Damon Crauly, un gran hijo y músico."
Noté que no estaba respirando cuando mi corazón latía fuertemente contra mi pecho. Todo lo que mi hermano había descubierto era cierto, las supersticiones, las leyendas..
Me negaba a creerlo pero, ¿cuántas más pruebas necesitaba?
Tenía que irme de allí, sacar a Tyler de esa casa.
Corrí de nuevo a la mansión y me apresuré a la habitación de mi hermano, subí casi a tropiezos los escalones, pero entonces me topé con algo duro y fuerte que casi me hace caer del impacto.
-Hey, cuidado.-se quejó Damon burlón -¿porqué tanta prisa?
-Yo...-comencé controlando mi respiración- busco a Tyler.
-Estas pálida -sonrió mirándome.-¿que sucede?
-Nada, esque estábamos jugando.-aseguré nerviosa.
-Estas algo grande para jugar a las escondidas, ¿no crees?-dijo riendo bajo- Pero suerte, niña grande.
Se fue caminando y yo rápido me dirigí al cuarto de mi hermano y cerré la puerta tras de mi.
-¡Tyler! -lo llamé - tenías razón, son vampiros.-dije buscándolo en el baño - hay que irnos de aquí.
No estaba en su habitación, así que tenía que buscarlo por todos lados. Cuando abrí la puerta de nuevo allí estaba Damon sonriendome seductoramente.
-Con que ya lo sabes.-dijo examinándome.
-¡¿Dónde esta Tyler?! -exigí saber.
-No te preocupes por él, mejor por ti.-aseguró amenazante.
-¡¿Qué le hiciste?!- le exigí furiosa.
-Él esta bien. -le restó importancia.
-¡Tyler! -grité corriendo por el pasillo -¡Tyler!
Llegué a la estancia y volví a llamarlo, cuando me giré sólo estaba Damon recargado en el sofá mirándome seriamente.
Entonces Austin apareció alarmado y miró a Damon en forma de regañó.
-¿Qué sucede?-me preguntó acercándose.
-Aléjate de mi.-pedí molesta- ¿dónde está Tyler?
-Descansando en la biblioteca, se quedó dormido. -aseguró confundido -¿porqué? ¿Qué pasa?
-Ya lo sabe. -aseguró Damon molesto.
Entonces el rostro de Austin se puso tenso, me miró cauteloso y retrocedió un paso.
-No te haremos daño -aseguró tranquilizador.
-Nos iremos de aquí, ahora.-dije corriendo a la puerta.
-Eso no podrá suceder,hermosa.-dijo Damon apareciendo para bloquearme el paso.
-¡Dejame ir!-le grité.
-No. -dijo fríamente -ahora que sabes la verdad no puedes salir de la mansión.
-¿Van a matarnos?-dije casi en susurro, en uno muy débil.
-No sería una mala idea, ¿Qué dices tu, Austin?-dijo Damon burlón.
-¡Ya déjala! -le regañó Austin molesto, se acercó a mi y me miró cauteloso.- estarás bien.
-No nos hagan nada, porfavor. -pedí débilmente.
-Ambos estarán a salvo. -me aseguró extendiendo su mano para que yo la tomará, tal vez porque creía que me desmayaría.
-¿Cómo creerte?-pregunté riendo nerviosa.
-No les hemos hecho nada.-me sonrió encogiéndose de hombros.
-Ah..y ¿Cuándo bebimos del niño?-dijo Damon sonriente.
-¡¿Le chuparon sangre a Tyler?!-dije molesta mirándolo con enojo.
-No pasará de nuevo.- aseguró Austin apenado.- Sólo es un poco, es para calmar la sed y que su sangre no nos llame tanto.- aseguró Austin tímidamente.
-¡Pues no lo vuelvas a hacer!-dije furiosa.
-Tranquila, estarán a salvo.-aseguró sincero.
-Por ahora.- dijo Damon lléndose.
-¿Cómo lo supiste?-preguntó Austin curioso.
-Por lo del collar, por las tumbas en la cripta.-dije algo ansiosa.
-Por favor.-comenzó tomando mi mano con ternura - no me temas, no te haré nada.
Lo miré a los ojos y supe que decía la verdad, enserio quería que no le tuviera miedo y no lo hacía.
-Necesito acostumbrarme, con tiempo. -aseguré encogiéndome de hombros.
-Todo el que necesites. -me sonrió-Ah y te llegó correo. -aseguró retrocediendo unos pasos -lo dejé en tu cama.
-Gracias. - le sonreí incómoda.
Pasaron las horas y subí a mi habitación, cerré la puesta con llave y fui directo a la ventana para dejar entrar la brisa de lluvia que se avecinaba.
Me senté en la cama y leí los papeles que recibí, nuestra casa en Inglaterra estaba completamente pagada, me habían mandado unas notificaciones varios bancos y ya habían llegado las pruebas de ADN; también había una carta.
"Mell, soy yo, tu padre..
Solo quiero informarte que ya se dónde están viviendo y que pronto los iré a visitar, con amor, papá"
¿Porqué regresaría ahora? Tal vez por dinero, pero no me interesaba.
Dejé los resultados en un buró al lado de mi cama, y lo demás lo guarde en un cajón.
Me acomodé entre las almohadas y tomé una la cual abracé con fuerza, escuché como la ventana se cerraba con fuerza y me levante un poco para notar como el viento con lluvia golpeaba en ella.
Regresé a mi postura pero noté que algo había cambiado, abrí mis ojos y me encontré abrasando el pecho de Damon quien estaba recostado en mi cama, cruzando los brazos tras de su cabeza.
-¿Porqué no abres el sobre?-preguntó sonriente.
Me alejé de él de un brinco y me recuperé del susto, tomando grandes inhalaciones.
-¿Tienes miedo de los resultados?-preguntó sarcástico.
-No.-le dije molesta -¿Cómo entraste?-pregunté.
-Ahora que sabes la verdad, no tengo porque ocultar las apariencias, soy vampiro y puedo hacer lo que quiera. -sonrió cerrando los ojos y acomodándose en mi cama.
Quise tomar el sobre pero me percate de que estaba sobre el estómago de Damon.
-Dame ese sobre. -pedí mirando su gran sonrisa.
-Ven, recuestate conmigo. - dijo aún sin abrir los ojos y estirándose.
Por un momento lo consideré y quise darme una bofetada por hacerlo, era grosero, petulante y por desgracia de mi familia.
-Damon, solo dame ese sobre.-dije acercándome para quitárselo.
Entonces tomó mi mano ,que ahora estaba sobre su abdomen, abrió los ojos y me examinó con una torcida sonrisa.
-Pareces incómoda.-aseguró sonriendo.
-Tu actitud no ayuda mucho.- aseguré sonrojándome al sentir su mano con la mía tocando su cuerpo.
-¿Qué? ¿Prefieres que sea como mi hermanito? -se quejó.
-No, pero tal vez un poco más amigable y cortes. -dije sarcástica.
-¿Otro Austin?- dijo haciendo una mueca.-no lo creo.
Me liberó la mano y tomé el sobre para abrirlo, venían un par de hojas en el; las estiré y comencé a leer:
"El resultado de parentesco entre Mellany Portman Ganberg y Máximus Crauly son... 99.6% negativo: ningún parentesco.
Tyler Portman Ganberg y Máximus Crauly son... 98.3% positivo: parentesco aceptable.
Los resultados de la paciente Mellany Portman Ganberg y Tyler Portman Ganberg son, 89.7% negativos: debil parentesco".
Mis piernas se debilitaron, derrepente me sentí mareada y las manos me temblaron.
Sentí como Damon se enderezaba y me observaba, pero mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, mi cabeza me llenó de recuerdos de la niñez, todos esos momentos con mi madre y tyler...
Él si era un Crauly, pero yo no.
Y al parecer no éramos hermanos.
Me derrumbé cuando mis piernas ya no soportaron más, pero sentí la mano de Damon acercarme a la cama, me sentó en su regazo y me quitó los papeles para darles una pequeña leída.
-No eres una Crauly.-comenzó sonriendo -¡lo sabia!
-¿ Cómo puedes ser así de insensible? -dije levantándome para alejarme de él.
-Te dije desde que llegaste que no eras una de nosotros.- aseguró burlón.
-¡Cállate! -le dije dándole un puñetazo al pecho el cual no le hizo nada.
Salí de allí con mis ojos desbordando lágrimas, me dirigí a la habitación de Tyler dónde él dormía y lo observé descansar; se veía tan tierno, miles de recuerdos resurgieron y no pude más que empezar a llorar a cántaros.
Salí de su habitación después de dejarle un beso en la mejilla y bajé a la cocina; no encontré a nadie en ella, me serví un poco de agua para calmar la sensación de nudos en la garganta, miré el vaso de vidrio... el enojo se apoderó de mi y arrojé el vaso contra la pared.
Miré los fragmentos y me sentí culpable por la mucama que tendría que limpiarlo. Tomé una escoba que estaba ahí y comencé a barrer los trozos de vidrio.
-¿Sabes? Ahora que te veo bien...-comenzó Damon mirándome- Tal vez si encajes en la familia, ya tienes la pinta de bruja de después de todo. -rio bajo.
-¡Eres un idiota!-dije arrojándole la escoba y saliendo de allí.
Tenía que alejarme de ese lugar, tenía que pensar y llorar tranquila. Fui a la biblioteca y tomé un papel y lápiz, le escribí una carta a Tyler:
"Lamento dejarte de esta forma, pero el dolor no me deja hacer otra cosa, estarás bien con Austin, confío en que él te ayudará.
Cuidate mucho mucho y perdoname, todo estará bien... Mell".
Dejé la carta en su habitación y lo miré por última vez antes de la ir de allí corriendo.
Crucé la entrada principal y me dirigí a la carretera sintiendo como mi ropa se mojaba cada vez más con la lluvia.
Mis lágrimas comenzaron a fluir con mayor rapidez y se confundían con las gotas en mi rostro. No me tomaría más de nueve horas en llegar al pueblo y tal vez dormir en un hotel.
Cuando llevaba no mas de quince kilómetros escuché que alguien venía tras de mi, lo reconocí por su atuendo oscuro y chaqueta negra. Su rostro comenzó a mojarse y su cabello a caer en su frente.
-¡Señorita Portman!- me llamó bajo la lluvia- vuelva no tiene que exagerar las cosas.
-¡Dejame en paz, Damon! -pedí molesta.
-Sólo regrese. -dijo siguiendome.
No le dije nada, no quería hablar con él. Seguí caminando y sollozando, sentí como me seguía pero no me importó.
-Va a enfermarse. -aseguró sarcástico.
Pero solo continúe y continúe.
-Se que la hice enojar, pero debe volver.
Sentí como se detenía a mirarme y yo seguí, no podía parar aún y cuando mi ropa se hacía más pesada y mis piernas estaban débiles, lloré más.
-¿Sólo una carta?-me gritó Damon a lo lejos - Eso es de cobardes.
Parecía molesto, pero no me importó.
Caminé y caminé, hasta que ya no pude mas, el dolor y las lágrimas me cegaron y mis piernas se derrumbaron.
Caí de rodillas en la carretera y me quedé llorando por un rato más.
Entonces vi a lo lejos una luz, una luz muy brillante la cual se acercaba rápidamente.
-Okey, levantate de ahí. -dijo Damon a lo lejos.
Pero no lo hice...
-¡Quítate de allí! -me gritaba molesto. -¿Qué no vez que es un maldito camión?
Cerré mis ojos y lloré en silencio, sentí la luz más cerca de mi, pero no podía levantarme.
-¡Aléjate de allí ahora mismo!-gruño a lo lejos.
Escuché un claxon no muy lejano, y suspiré cansada al notar que no tenía fuerzas, me arrollaría el camión.
-¡Señorita Portman! -gritó Damon furioso- ¡Mellany!
Y entonces sentí mi cuerpo suspendido en el aire..
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