Aioros daba vuelvas en la sala de su cabaña con nervios.

Desde hace quince minutos Saga había entrado al baño a devolver todo lo que había comido, llevaba un par de días de ese modo y la preocupación estaba en su máximo atisbo, instantes después salió el gemelo completamente pálido y tambaleándose, el de inmediato lo ayudo a sostenerse.

—Ya mismo iremos al doctor del pueblo —Hablo con seriedad.

—No es necesario, solo es una nimiedad ya me ha pasado antes, solamente me faltan vitaminas supongo—Trato de no darle importancia pero se mareo tan fuerte que si Aioros no lo hubiera sujeto abría terminando estampado en el suelo.

—No estás bien amor, hoy mismo iremos al doctor y no acepto un no como respuesta —Saga suspiro sin ánimos de refutar, cuando el castaño se ponía terco no había quien lo hiciera cambiar de opinión.

Un par de horas después estaban con el curandero del pueblo más cercano que escucho los síntomas y lo reviso.

—¡Es usted muy saludable, felicidades!—Dijo el doctor con entusiasmo.

—¿Saludable?—Pregunto el castaño con un tono de voz notablemente enfadado —Disculpe doctor pero creo que no presto atención a todos los síntomas que está presentando mi pareja.

—Aio no te molestes deja hablar al doctor, te dije que no era nada grave—Le tomo la mano el gemelo para calmarlo.

—Exactamente es el joven Pólux un doncel muy saludable, los síntomas son normales en su estado de embarazo, felicidades.

Ambos guardaron silencio sin poder creer aquella noticia.

—¿Voy a ser papá?—Pregunto el gitano anonadado, miro a su amado para conseguir una respuesta pero este estaba igual de asombrado, solo movió la cabeza en son de afirmación —¡Voy a ser papá jajaja!—Rio eufórico y hasta le beso la mejilla al doctor.

Los siguientes meses fueron complicados para la pareja.

Primer trimestre: Saga no dejaba de tener náuseas y constantes cambios de humor, el pobre gitano le tenía mucha paciencia por su estado y aún así terminaba durmiendo en el sillón por cualquier tontería.

En el segundo trimestre por fin las náuseas cesaron, ahora la pancita de Saga era muy notable, el menor tenía un gran apetito sexual, a cada instante quería estar con su Aio, este por su puesto que lo complacía pero ya lo tenía delgado por tanta acción.

Antes de que el embarazo avanzara más Aioros consiguió un carruaje y llevo a su pareja a su hogar para darle la noticia a su padre.

Todos los gitanos salieron de sus carpas para ver al doncel que había logrado que Aioros dejara su etnia por amor, un par de ojos celosos quería buscarle algún defecto pero era simplemente imposible, era todo una belleza.

Alto, hermoso y largo cabello azul sujeto en una media cola, ojos esmeraldas y lo más resaltante una pancita de embarazo muy notable, el castaño lo tomaba de la cintura y guiaba sus pasos entre el camino rocoso para evitar que se cayera y lastimara.

Entro a la carpa donde lo esperaba su padre Sísifo ansioso de volverlo a ver después de tanto tiempo, desde aquel día de la invasión a Gemak no había visto a su hijo mayor otra vez a pesar de que esté prometió visitarle seguido, y ahora que por fin había llegado vio el motivo de su tardanza.

—Por todos los dioses—Sisifo se levantó de su asiento y ni siquiera le tomo importancia al castaño que le esperaba con los brazos extendidos para recibir un abrazo, fue directamente a tocar la pancita de Saga—Esto es increíble, que belleza de la vida —Rio completamente contento y abrazo por fin a su primogénito ¡Felicidades a ambos!

—Muchas gracias señor Sísifo, es un gusto para mí conocerlo al fin de manera apropiada.

—Saga, el gusto más grande me lo acabas de  dar con tan bella sorpresa—Otra vez puso la mano en el abultado abdomen del menor sintiendo una patada —¡Que fuerte bebe! Tenemos que celebrar, el patriarca está en un viaje personal, estoy a cargo de la etnia por el momento y el nacimiento de un nuevo integrante merece una celebración.

—Papá agradezco tu intención pero yo ya...no soy parte de la etnia —Bajo un poco la cabeza, amaba su nueva vida pero conocía las normas.

—Aioros siempre serás un gitano.

El castaño sonrió lleno de alegría por esa declaración que significaba tanto para el, los tambores y las panderetas empezaron a sonar y los gitanos comenzaron a danzar, Saga miraba todo sorprendido, era muy llamativo y colorido, y parecia que a su hijo también le gustaba el escándalo pues lo había estado pateando sin piedad, su pareja no había quitado su mano del vientre feliz de sentir al bebé tan activo.

—Joven Aioros acompañenos, lo hemos extrañado mucho—Lo invitaron a bailar un grupo de gitanas.

Sagitario se iba a negar pero Saga lo interceptó —No rechaces a las señoritas, quiero ver cómo lo haces tú Aio por favor —Le hablo con ese tono de voz dulce cuando quería algo.

—Saga sabes que no te puedo negar nada.

Aioros empezó a bailar al compás de la sonata sensual, sus movimientos eran sexis y atrevidos, era un verdadero experto, se notaba a leguas que era lo suyo y el gemelo no podía despegar la vista de el mirándolo completamente hipnotizado.

—Antes de que se fuera, el era muy popular entre nosotros —Se sentó a su lado una hermosa gitana de hebras azabaches oscuras—Aioros era un coqueto todas y todos morían por su atención y el nos la daba, oh mira—Señalo como las gitanas se le comenzaban a acercar de más aunque esté las alejara sutilmente...antes disfrutaba tanto descaro pero ahora era un hombre comprometido y de familia.

—Es lógico que fuera muy popular...pero me eligió a mi entre todos —Dijo tratando de parecer seguro aunque en su interior si sintió celos...todos eran bellos y de cierta manera delicadas y femeninas y el no era un doncel con esas características.

—Pareces muy seguro...Aioros siempre ha Sido muy responsable, estoy segura que está contigo porque te embarazo—Dijo Eris con maldad, siempre había soñado con ser la elegida del hijo del anterior patriarca y ahora un sujeto que ni siquiera era gitano ocupaba ese puesto.

—Niñita tu no sabes nada, y lamento romper tu corazón pero Aioros es ...¡MI HOMBRE!—Dijo con firmeza, pasaron por mucho para poder estar juntos y no permitirá que nadie se interponga en su felicidad.

—Ya veremos si cuando aún no estés encinta el seguirá contigo —Dio una risita burlona y se alejo dejando al doncel confundido por sus palabras.

—Mi amor ya vine, no me querían dejar ir —Se sento a su lado el castaño y Saga decidió ignorar lo recien vivido y concentrarse en disfrutar el momento.

—Lo hiciste increíble, eres maravilloso—Acaricio su barbilla y juntaron sus labios en un beso.

La celebración continúo, pero Saga ya estaba sumamente agotado, había Sido un largo viaje y sus pies se le hinchaban mucho por el embarazo, se tocó la espalda que le dolía y de inmediato Aioros noto su incomodidad.

—Vamos a descansar ya amor,fue un día pesado para ti —Le acarició la mano y el gemelo desvío la vista avergonzado, a pesar de los meses y de estar embarazado de el, ese gitano aún lograba avergonzarlo con su profunda mirada.

—Yo iré, tu quédate un poco más disfrutando de la fiesta, se nota a leguas que extrañabas esto—Le sonrió para calmarle y se puso de pie para retirarse, no quería dañarle el momento a Aioros.

—Nada eso, quiero estar contigo, te voy a hacer unos buenos masajes mi amor, te los mereces—Aioros también se puso de pie y lo tomo de la cintura para ir juntos a su carpa que recién habia mandado a poner Sisifo.

—Joven Aioros por favor quédese—Le insistió Eris molesta de que se lo pasará pegado al doncel.

—No señorita, mi familia me necesita, continúen la fiesta sin mi—Todos se despidieron de la pareja con entusiasmo.

Eris los vio alejarse con el ceño fruncido, la etnia entera estaba encantada con el doncel de Aioros y respetaban su compromiso guardando distancia y respetando la presencia de su pareja, la única excepción era la azabache que no podía soportar esas escenas.

Aioros solo estaba con ese sujeto porque lo dejo encita y era responsable, estaba segura de ello...pero se encargaría de que eso cambiará muy pronto.

En la carpa había una pequeña lámpara de aceite que daba una tenue luz al nido de almohadas del centro, el gitano noto que eran el triple de lo normal y en su mente agradeció a su padre por esa acción ya que así Saga estaria mucho más cómodo.

El gemelo de inmediato se recostó en la suave superficie.

—Tu hijo no me ha tenido contemplación, hoy me pateo como un loco—Se sobo su pancita con una sonrisa.

El gitano se recostó a su lado y puso su cabeza en el pecho del gemelo, su mano se poso junto a la de su amado y también le comenzó a sobar la pancita —Hola hijo...ya es muy tarde, tienes que dejar descansar a tu papi doncel.

De inmediato ambos sintieron una patada.

—Se vuelve loco cada vez que te escuchá Aio, creo que sabe que eres su papá.

—Si bebé, soy tu papá y te amo mucho...ya quiero verte—Aioros beso la abultada pancita de Saga y se encargó de darle un asombroso masaje que lo alivio, aunque de los pies subió hasta las piernas y terminaron haciendo el amor en la carpa del gitano.

A la mañana siguiente Sísifo los despidió prometiendo estar presente para el nacimiento de su nieto y le dió manjares gitanos a su yerno que le encantaron y se convertirían en sus nuevos antojos de madrugada, después de un largo viaje nuevamente estaban en su cabaña donde siguieron con su rutina.

Aioros trabajaba la tierra con algunos agricultores que contrato, era su nuevo trabajo y las cosechas iban de maravilla las hectáreas que le otorgó Radamanthys las supo aprovechar al maximo, Saga se encargaba de cocinar y ahora habia mejorado mucho en su sazón para suerte de sagitario, desde que se habian enterado del embarazo dejo de hacer tareas pesadas y se concentro en la cocina y a estar mas tranquilo.

Todo parecía de maravilla hasta que de repente el gemelo enfermo...

Al principio era debilidad que atribuyeron al embarazo pero ahora tenía un par de días con fiebre, se veía muy pálido y hasta había adelgazado un poco, Aioros no dejo pasar el tiempo y mando a llamar al doctor del pueblo que hoy lo examinaba.

—Todos sus signos vitales están perfectos...no encuentro algún motivo de su enfermedad, ni siquiera tiene síntomas propios de un virus—Concluyo el médico.

—Doctor como me puede decir eso, algo no anda bien—Comento el gitano con evidente preocupación.

—No se preocupe, realmente no encuentro algún motivo, con descanso el joven doncel y el bebé estarán bien, esto es muy común en el embarazo.

El castaño acepto sin poder hacer nada, y se encargó de tratar de cuidar a su amado hasta que se sintiera mejor pero no veía progreso...una madrugada Aioros estaba poniendo paños fríos en la frente de un afiebrado Saga que empezó a delirar entre sueños.

—£¢¥¢§^£¢€¥—Empezo a murmurar el gemelo dormido en un idioma desconocido, el castaño se asustó mucho y lo despertó.

—¡Amor despierta es solo una pesadilla!

—Aio—Desperto por fin el menor y empezó a sollozar en el pecho de su marido—Tuve un sueño horrible, sentía que me quemaba y que perdía a nuestro bebé —Lloro más fuerte —Me siento muy mal, no quiero perder al bebé...

—Saga...—Aioros lo abrazo y empezó a besar su frente que desprendía demasiado calor por la insistente fiebre, el también sentía miedo y sabía que algo no andaba bien...había intentado llamar nuevamente al doctor pero su diagnóstico fue el mismo—Te prometo que todo estara bien mi vida.

Al día siguiente Aioros se dedicaba a cuidar de su gemelo exclusivamente, ya ni siquiera iba al trabajo los últimos días pues la prioridad era su doncel, aunque la condición de este no parecía mejorar, sentía que se estaba volviendo loco por ver sufrir a su amado así y no pudiendo hacer nada para ayudarlo.

—Aio deberías dormir...hace días que no duermes—Le susurró el Heleno, no tenía ya fuerzas ni para hablar, el castaño que cabeceada en el respaldo de la cama a su costado se sobresalto.

—Lo siento... no te preocupes mi amor estoy bien, solo importas tu y nuestro bebé, te vas a poner mejor—Acaricio el largo cabello de Saga que no estaba tan brillante como de costumbre..

—Lamento causarte tantas molestias, desde que volvimos de tu etnia no he hecho si no causarte problemas —Dijo apenado, jamas se había considerado alguien debil y ahora que estaba salvaguardando una vida su cuerpo le hacía una mala pasada.

—Tu no eres molestia para mí, eres mi felicidad—Cayo en cuenta de algo —Un momento... Tienes razón desde que volvimos del campamento no has estado bien.

—Si eso es cierto.

—¡Ya se quien nos puede ayudar!—Dijo con emoción.

—¿Mm? Pero Aio ya has buscado muchos doctores y todos opinan lo mismo, creo que el problema soy yo.

—No digas eso mi amor, te prometo que todo saldrá bien, Ya vuelvo debo ir por alguien.

Salió de su cabaña dejando a un confundido gemelo, después de realizar una llamada de los ahora nuevos teléfonos de pared que habían inventado había vuelto a alistar una pequeña maleta.

—Aio ¿Que estás haciendo?—Pregunto extrañado viendolo empacar.

—Recuerdas que dijimos que dejaríamos que Kanon y Radamanthys volvieran de su viaje por si mismos y se encontrarán con la sorpresa —El gemelo afirmó —Eso no será posible amor—La puerta sono justo en ese momento —Son ellos, wow que velocidad.

El gitano abrió la puerta y de inmediato entro un muy alterado Kanon y detrás de el un calmado Rubio.

—¡Cómo es que nos vamos un par de meses y mi hermano está embarazado! —Exclamo Kanon con asombró pero también con felicidad que se esfumó al ver el semblante de ambos anfitriones—Dioses pero que les paso.

—Hermano si supieras todo lo que ha pasado...

—Kanon Rada, gracias por venir tan pronto, después les explicaremos todo por ahora necesito ir a un lugar por ayuda, por favor cuiden de Saga, estaré aquí en un par de días—Se acerco hasta su pareja convaleciente y le beso la mano—Volvere pronto mi amor...todo estara bien Te amo.

El gitano no perdió más tiempo y se fue de inmediato, el matrimonio Wyver se puso al tanto de todo lo que aconteció en su ausencia y se encargaron de cuidar de Saga mientras Aioros no estaba, este se había embargado a una excursión dónde su padre le dijo que estarían la ultima vez que lo vio.

Después de días por fin volvía a su cabaña con su padre Sísifo consigo, al llegar lo recibió un preocupado Kanon.

—Aioros dónde putas estabas mi hermano se está muriendo y los doctores no nos dan soluciones —Dijo llorando, el geme mayor había entrado en un estado de coma.

—Kanon todo estará bien te lo prometo—Lo intentó consolar y de inmediato se adentro a la recamara con su padre.

Sísifo tocó la frente del Doncel y cerro los ojos, instantes después los abrió—Efectivamente es mal de ojo Negro gitano, hiciste bien en llamarme hijo, no tenemos mucho tiempo.

—Papa por favor salva a mi familia —Rogo desesperado, las lágrimas que por semanas había aguantado se escaparon de sus orbes horrorizado ante la idea de perder su todo.

Sísifo los saco de la habitación para empezar su trabajo, duro horas haciendo rezos y constantemente cambiaba el agua de un florero que con cada rezo que realizaba se tornaba negra.

—¿Que es eso del mal de ojo negro gitano? Y lo más importante...mi hermano y sobrino estarán bien—Pregunto Kanon muy angustiado.

—Es una maldición muy fuerte, Saga es muy duro para haberla aguantado, realmente espero que todo salga bien—Volvio a llorar amargamente, sentía que era todo su culpa por no haber cuidado correctamente de su familia.

—Todo estará bien cuñado, mi hermano es la persona más fuerte que conozco —El gemelo menor le dió palmadas en su espalda —Animate hombre, vas a ser papá.

—Si... gracias Kanon.

Después de tortuosas horas salió el gitano mayor de la recamara con una sonrisa y visiblemente agotado —Todo estará bien, alguien ya despertó y quiere verlos, por cierto tiene mucha hambre.

Aioros y Kanon corrieron a la habitación donde estaba Saga por fin despierto, se veía completamente mejor, el castaño beso su frente y después de días por fin no tenía fiebre, El gemelo menor también sintió que le volvió el alma al cuerpo, le dieron comida ya que tenía mucha hambre y necesitaba renovar fuerzas.

Pasaron dos meses más en los que todo fue de maravilla a excepción obvia de las consecuencias propias de un embarazo, el gitano comento que la panza de Saga estaba enorme y eso no fue de agrado del doncel ya que terminó mandando a Aioros a la sala a dormir.

Una noche estaban en su cama como de costumbre, pero el doncel estaba más inquieto de lo normal, despertando al Gitano.

—¿Necesitas algo amor?—Pregunto con un ojo cerrado.

—No, es solo que no deja de moverse y ...ah—Se quejo.

—¿Estás bien?—Se preocupo al ver esa mueca en su rostro.

—Si, solo que me dolió está patada—Se volvió a estremecer con otro dolor—Aioros creo que ya es hora-ahh—Se tomo el Redondo abdomen con dolor y antes de que se dieran cuenta todo estaba mojado ¡Saga había roto fuente!

—Por todos los dioses....es hoy ¿Que hago? Dioses dioses dioses —Empezo a hiperventilar con nervios a pesar de que el no era el que estaba en labor de parto.

—¡Ve por ayuda!—Le grito molesto sosteniendo su espalda baja, las contracciones antes suaves ahora le daban con todo.

El Gitano salió en medio de la madrugada y con pena y afán tocó la puerta de una vecina esposa de uno de sus trabajadores, la señora era partera y con anterioridad se había ofrecido a atender al gemelo cuando fuera el momento.

En la cabaña el gemelo gemia de dolor, la partera le había encargado al padre agua tibia, toallas y montón de cosas más, mientras de encargaba de ayudar al doncel a parir.

—Muy bien estoy viendo la cabeza...¡Puja más fuerte cariño!—Lo animaba la anciana.

Saga gritaba—Aioros ven.

El gitano puso todo lo que le había pedido la mujer a su alcance y tomo la mano de su amado que le apretaba con tal fuerza que sentía que se le quebraria.

—¡Bien bien, aquí está!.

El llanto de un bebé estremeció la habitación después del gran esfuerzo, la partera corto el cordón umbilical y lo limpio, después se lo entrego a los padres pero El dolor de las contracciones del gemelo no habían cesado en absoluto preocupando al castaño cuando le dijo que aún le dolía mucho, la mujer le hizo entrega del bebé que lloraba a un despavorido gitano que sentía que se iba a desmayar por ver tan de cerca el nacimiento y las sábanas llenas de sangre.

—Son dos...—Dijo con asombro, con la cabeza metida entre las piernas abiertas del doncel en trabajo de parto —puja un poco más cariño, ya vamos a acabar.

El gemelo se esforzó grandemente, el sudor cubría su frente y otro llanto se dejó oír en la habitación, la dama hizo el mismo procedimiento y le entrego el segundo bebé a la pareja.

Aioros temblaba con sus dos hijos en brazos, eran bebés idénticos de hebras castañas, siempre se había imaginado este momento pero vivirlo era indescriptible, no solo era padre de un bebé ¡Sino de dos!

—Quiero ver a mis hijos…—Saga recuperaba las fuerzas y pidió a sus retoños—Son hermosos Aio míralos, se parecen a ti

—Saga acabas de hacerme el hombre más feliz del universo, muchas gracias mi amor, lo hiciste increíble—Cada uno tenía un bebé en brazos y no podían dejar de verles con devoción.

La partera ayudo al castaño a limpiar todo, y después de una ducha Saga dormía junto a sus gemelos Tenma y Seiya.

Aioros le agradeció grandemente a la mujer retribuyendo su gran trabajo, todo había salido perfecto, los tres estaban completamente sanos, eran unos bebés saludables y su amado recuperaría las fuerzas con descanso.

—Felicidades por su familia, su esposo se porto a la altura—Dijo la mujer.

—Lo se...es un doncel admirable, muchas gracias nuevamente.

Aioros la despidió y se encargo de dar aviso del nacimiento a su cuñado y padre por teléfono de pared, estos prometieron estar ahí lo mas pronto posible, el gitano entro a su recámara donde se escuchaban las respiraciones calmas de sus tres amores que dormían profundamentes, contempló a Saga agradecido con la vida por esta dicha y a sus dos hijos no podía dejar de verlos...eran perfectos por donde les mirara.

Un par de horas después al amanecer el matrimonio Wyvern estaba en la cabaña con un montón de regalos, Kanon tenía a un bebé y Rada al otro, el gemelo mayor ya estaba recuperado como si nada pero Aioros insistía en que siguiera guardando reposó.

—Son hermosos hermano ¡Felicidades a ambos!

—Aunque te dormiste haciéndolos Saga, son idénticos a Aioros.

El heleno suspiro y se rió un poco —Si, yo sufro los dolores del parto y mis hijos son idénticos a su papá.

—Tranquilo mi amor podemos hacer otros que se parezcan más a ti—Comento el castaño con estusiasmo enamorado de sus bebés.

—Ni lo sueñes —Dijo el gemelo horrorizado, con dos era suficiente.

—Tambien les tenemos buenas noticias...Radamanthys y yo lo logramos después de tanto tiempo ¡Estamos esperando un bebé!

Las felicitaciones no se hicieron esperar, después llegó el abuelo Sísifo junto al tío Aioria con más obsequios y emocionados por los nuevos integrantes.

Saga veía el panorama de su nueva vida con una sonrisa sincera, jamás pensó que sería tan feliz y tendría su propia familia, un beso en la mejilla lo vuelve a la realidad.

—Que tanto piensa el dueño de mi corazón.

—En que antes no quería aceptar todo lo que sentía por ti y ahora somos padres juntos y estoy completamente enamorado de ti Aio, Te amo gracias por hacer de mi vida esto.

—Gracias a ti por permitirme ser el afortunado que conquisto tu corazón, desde el primer momento en que te vi sabía que seríamos tu y yo siempre, eres mi todo Saga.

Con un beso sellaron su amor, un gitano anteriormente enamoradizo y pica flor había conocido el verdadero amor con un Doncel que guardaba tanta tristeza pero que había decidido ser pleno con el hombre que amaba.

Un par de semanas después...

—¡Felicidades están esperando un bebé!—Daba la noticia el doctor nuevamente a la pareja que tenía cada uno a un gemelo en brazos.

A este paso si tendrían 12 hijos...

Fin de Aioros x Saga.

Gifer1710~

Tenía este extra listo, lo iba a publicar después pero no me resistí 😍😍😍

Espero les haya gustado la historia de amor se estos tortolitos, nos leemos en el extra 2.