Capítulo 5.
No era cierto...
Se negaba a creerlo
El si conocía el amor, amaba a su Padré, adoraba y protegía a su hermano menor y estimaba y apreciaba sus amigos, no creía que no era conocedor de ese sentimiento, el amor es lo que sentía cada vez que veía a alguien querido o a alguien del campamento que le gustará, su corazón era amplio y en el habían muchas personas ¡El si conocía el amor! Tan perdido estaba en sus pensamientos que dejó de lado la tarea que hacía, en unas horas el campamento gitano partiría de Atenas Grecia y se instalaría en cualquier lugar del mundo.
Aioria vio a su hermano mayor con la mirada perdida al cielo pensativo... así que se acercó.
—¿Piensas en historias para contarle a tus nuevas conquistas está noche?—Le dijo riendo acompañado de un golpe amistoso en el hombro.
—Aioria...—Suspiro desanimado, en estos momentos no estaba para chistes malos—Sabes que tengo sentimientos y el que tú y Milo siempre se burlen de ellos y de mis consejos alegando que no conozco el amor me lástima.
—Hermano perdóname por favor, no era mi intención hacerte sentir mal, estoy seguro que la de Milo tampoco—Bajo el rostro sintiéndose terrible, no pensó que sus bromas pusieran triste a su hermano.
—Me niego sabes...yo creo que sí conozco el amor, amo a mucha gente y no es que sea un regalado como ustedes dicen...siento que amo de verdad y a todos.
—Eso es por qué eres una persona maravillosa hermano, tu corazón es tan amplio que no odias y los sentimientos negativos parecen no estar presentes en tu persona. Pero Aioros...el amor, el idilio y líbido son cosas que no han despertado en tu interior ¡Claro que conoces el amor! Todos lo hacemos, pero aún no ha llegado la persona que estremesca ese corazón de oro...—Aioros lo miro sorprendido, esas palabras eran tan acertadas y verdaderas ¿De dónde conocía tanto del amor Aioria?—Pero como no se de esas cosas no me hagas caso.
—¿Por qué haces eso hermano? Dices cosas tan inmensas y después te haces el desentendido, no te avergüences por tus palabras sabias, si no me quieres decir el como aprendiste todo lo que sabes no te voy a presionar pero quiero que sepas que estoy orgulloso de ti y del hombre en el que te estás convirtiendo cachorro—Despeino los cabellos rubios cenizos del menor que se encontraba sonrojado, nuevamente se dejó llevar, después de alborotar la melena de Aioria se encaminó hacia el patriarca de los gitanos.
—¿A dónde Vas?—Le pregunto Aioria siguiéndole.
—Voy a ir con nuestro padre, no permitiremos que destierren a Milo.
—¿¡Van a desterrar a Milo!?—Grito llamando la atención de todos, el castaño tuvo que cubrir la bocota de su indiscreto hermanito.
—Disimula Aioria...—Dijo entre los dientes sonriendo inocentemente a los demás que volvieron a sus actividades—No si lo impedimos, Milo ya conoció ese idilio tan maravilloso del que me hablas, es lógico que no piensa renunciar a ese pelirrojo, así que lo ayudaremos cubriéndolo.
—Uh...y ¿Cómo hacemos eso?—Se acercó susurrando también.
—Hablando con nuestro padre Sísifo. El patriarca de los gitanos.
—Ay no hermano...
—Ay si.
—Pero sabes que al patriarca no parece importarle que somos sus hijos, ¿Que le vamos a decir?—Dijo preocupado, no es como si el patriarca tuviera preferencias e hiciera diferencias con sus primogénitos, con los gitanos todos eran hermanos sin importar la sangre.
—No digas eso Aioria, sabes que papá cambio mucho desde aquella masacre dónde solo vivimos el y yo, vio morir a mi madre y después se enamoró de la tuya que también falleció...—Bajo el rostro, el entendía a su padre, apesar de tener solo cinco años cuando ocurrió la tragedia de los gitanos en su mente aún habían imágenes y habían noches que despertaba con pesadillas temblando con los recuerdos de sangre y los gritos ensordecedores que parecían no abandonar sus memorias jamás, el entendía a su padre...lo hacía como a nadie y por eso lo apreciaba y respetaba tanto.
—Ve tu... yo...no quiero ir—Se alejo corriendo y continuo ayudando a empacar, Aioria le tenía algo de resentimiento a Sísifo, creía que no los tomaba en cuenta nunca ya que los trataba como a cualquier otro, entendía que era el patriarca de los gitanos pero se supone también era su padre y debía tener nuestras de afecto hacia ellos.
Aioros lo vio partir y suspiro resignado, esperaba algún día su hermano entendiera a su padre, lo vio a unos cuantos metros charlando con las gitanas mayores y espero a que dejarán de conversar para pedir derecho de palabra.
—Aioros...que te trae por aquí—Dijo sonriendo casi imperceptible a la vista, pero no para el castaño que veía en aquel gesto el cariño que le tenía.
—Pad-patriarca venía a hacerle una solicitud.
—No te cohibas de llámarme padre, lo soy y lo seré hasta después de mi muerte, hijo. Dime lo que quieras.
—Lo siento papá, es la costumbre—Sonrio algo avergonzado para instantes después mirarlo a los ojos retomando seguridad—Quería pedir la autorización para llegar al lugar acordado unos días después para finiquitar aquí en Grecia algunos asuntos que dejamos pendientes mi persona y unos amigos.
—¿Que asuntos? Estuvimos unas semanas para que hicieran lo que desearán.
—Nos faltó conocer un poco más, nuestra sangre y espíritus nos insita a permanecer en tierra hasta que nos sintamos satisfechos listos para conocer otra parte del mundo.
—Tu y quiénes Aioros.
—Milo, Aioria y yo—Cerro los ojos preparándose para una respuesta negativa, su escusa ahora no parecía tan convincente.
—Esta bien—Concedio el mayor sorprendiendo a Aioros—Se que saben cómo cuidarse pero el camino es largo y peligroso, cuida de Aioria. Los estaré esperando en Francia en la cruz del norte.
—¿E-en la cruz del norte papá?—Pregunto incrédulo—No es ese lugar donde ocurrio...—Su cuerpo tembló un poco y las palabras se quedaron en su garganta.
—Si, dónde ocurrió aquella tragedia.
~•———🔸———•~
Llegó la hora del encuentro y Milo fue el primero en llegar a aquel lugar de ensueño dónde probó por primera vez los dulces labios de ese pelirrojo, movía su pie ansioso en espera del menor, siguió el consejo que le dió Aioria y se mostraría tal y como era. el no se avergonzaba de ser gitano e hizo mal en querer pretender ser alguien que no era.
Su rebelde cabello rubio descansaba magestuosamente en su espalda ancha y una pañoleta roja cubría su frente, portaba una camisa blanca de cuello abierto que no dejaba nada a la imaginación con eso pectorales, sus botas marrones corte alto, su pantalón negro y las inumerables pulseras artesanales que decoraban sus muñecas, los collares se aferraban a su cuello y no podía faltar un arete dorado en su oreja derecha.
Camus llegaba corriendo al lugar donde acordó verse con Milo, tuvo que esperar a que sus cuidadores bajarán la guardia y su padre se durmiera para poder salir de la mansión Gemak, al llegar lo primero que nota es a Milo siendo iluminado por la luz de la luna, sus ropajes eran distintos a los de la vez que lo conoció y si pudiera describirlo en una sola palabra sería:
Deslumbrante.
—Milo te ves tan...—Interrumpido.
—Camus lo siento. Aquel día que me acerque a ti no fui sincero y te mostré algo que no era, accidentalmente te escuché decir que tú padre repudiaba a los gitanos y temía tu también lo hicieras, todo lo que te dije lo sentía y fue verdad pero ese no era yo, yo soy esto que vez... Un gitano. Lamento si te decepcione pero para conocerte en tan poco tiempo haces que mi corazón se acelere y sea tuyo, no le quiero mentir al dueño de mi corazón, si ya no me quieres cerca lo entenderé pero ten siempre presente que serás el recuerdo más bello de mi memoria.
—Esplendido.
—¿Ah?—Pregunto el rubio confundido sin entender pero fue callado de manera inmediata por unos dulces labios.
Camus lo besaba con fogosidad y sin pudor alguno, se dió cuenta de lo que hacía y se separó avergonzado cubriendo sus labios.
—¡Lo siento! Pensarás que soy un urgido...dioses que vergüenza.
—Anda...dime lo que sientes y quitate el pudor—Ahora era el quien lo besaba con intensidad siendo correspondido al instante.
—Deslumbrante Milo, verte en todo tu esplendor y tú esencia es indescriptible, enciendes mi idilio y prendes mi líbido por el simple echo de ser tu, no vuelvas a fingir ser algo que no eres pues asi eres perfecto ¿¡Que has hecho conmigo!? Apenas te conocí ayer y hoy siento que me tienes a tu merced.
—Tu me tienes a mi a tu merced desde el momento en que te Vi danzando tan magníficamente, me vuelves loco Camus. Eres hechizante—Se acercó para perderse en su mirada carmesí pero es entonces que nota un moretón en su mejilla—¿Que es ésto?—Pregunto tocando la zona afectada con sumo cuidado.
—Eso no importa Milo.
—¡Claro que importa! Todo aquel que te lastime merece ser extinguido del universo y no volver a reencarnar jamás, dime quién fue...—Lo tomo del mentón para que sus miradas se cruzaran.
—Fue mi Padré...siempre me golpea lastimandome el cuerpo y sobretodo hiriendome el corazón con su continúo desprecio e inconformidad con mi persona, me odia y no se por que...tal vez sea cierto que soy algo rebelde y no soy sumiso ante sus órdenes pero eso no le da derecho...a veces quisiera irme y no volver jamás, me siento como en una jaula de oro de la cual es imposible escapar, durante años me sentí de ese modo hasta ayer que con tus labios me hiciste saborear la libertad, tú eres tan libre y tan tú, quiero ser yo pero aquí nunca podré...no se que hacer pero de lo que si estoy seguro es que mientras te tenga a ti lo tengo todo.
—Tu no mereces esto Camus ¡Escapa con mi amor! Si bien es cierto que nos acabamos de conocer esto que nos une es más fuerte que la cordura, vámonos juntos, lejos. Muy lejos de todo donde seamos tu y yo siendo libres, ven conmigo, con los gitanos que te recibirán como uno más. Te llevaré hasta donde quieras, sin temor y sin fronteras hasta donde sale el sol.
—Vámonos Milo ¿Que importa la cordura? Contigo soy capaz de lo que sea, no me importa lo que venga por qué ya se a donde voy.
—Esta noche dile adiós a esa jaula a la que nunca más volverás, hoy Serás libre Camus, toma mi mano y no me sueltes. Ahora somos tu y yo contra el inmenso mundo ¿Que podría salir mal?
—Estamos locos—Dijo tomando su mano.
—Las mejores personas lo están.
Corrieron...juntos. hacia un futuro lleno de mil posibilidades.
🔸🔸🔸🔸🔸🔸
Gifer1710~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro