Capítulo 4.
Narra Camus.
Del mismo modo que llegó desapareció como si se tratara de una estrella fugaz, me quedé unos minutos mirando el lugar por donde el se fue y corrí, tenía que volver a mi hogar. Por un momento sentí que nada me restringía, los labios de Milo fueron saborear la libertad. Mientras me encaminó a mi casa no puedo evitar sonreír a la nada, jamás imaginé que mi primer beso fuera con un desconocido bajo la luz de la Luna, fue más de lo que soñe. Tan mágico e irreal que aún siento el cosquilleo en mis labios.
Nunca me había sentido tan orgulloso de mis travesuras, normalmente son impulsos vacíos que me llevan a conflictos pero hoy me siento feliz por mi osadía, no me arrepiento de haberlo besado y tampoco me arrepentiré de volver a su encuentro.
Milo...
¿Eres real acaso? como osas llegar de ese modo y en unos segundos poner de cabeza mi mundo y mi cordura.
Estoy impaciente por qué pasen rápido las horas para perderme en tu mirada eterna, ese universo zafiro de tus ojos que me descoloca y libera.
Antes de atreverme a entrar a mi casa doy una mirada a la luna que fue mi fiel compañera en esta travesía.
Luna, acompáñame en mis futuras aventuras...sigue guiandome hacia cosas hermosas, hoy me llevaste a unos labios embriagantes con sabor a manzana.
¿Que sorpresas me traeras mañana Luna?
Me despedí de mi momentánea sensación de libertad, fue exquisita pero efímera, entraba nuevamente a mi jaula de oro, abrí la puerta suavemente intentando por todos los medios hacer el menor ruido posible, mis pasos eran largos y sigilosos, está casa es gigante y tengo que caminar unos cuantos segundos hasta llegar a mi habitación donde dormiré con una sonrisa imborrable soñando con ese hombre.
Mientras pasaba por la sala mi atención se fijó en el centro.
En medio de todo estaba el imponente retrato de mi fallecido Padré, mi madre mejor dicho. El salvaguardo mi vida en su vientre pero lamentablemente murió por una enfermedad, miró su bello retrato y no puedo evitar sentirme culpable y avergonzado, mi padre a menudo me habla de la persona tan elegante y correcta que eras mamá, el habla de ti con orgullo y yo jamás causo esa sensación en el, espero que desde el firmamento me perdones por decepcionarte y no ser como te hubiera gustado pero no puedo...esto es más fuerte que yo.
Vuelvo a mirar su retrato perdido en la belleza de sus ojos, si un lienzo pudo captar tan bien su mirada brillante y hermosura infinita no me puedo ni imaginar cómo serías en la vida real...no te pude conocer pero me fuera gustado.
Le doy las buenas noches a mi madre y vuelvo a caminar para llegar a mi habitación, hoy ha sido un día lleno de emociones y deseó descansar, sin embargo mi deseo no se haría realidad, la luz de la sala se enciende y entonces lo veo...
Un escalofrío me recorre y el miedo empieza a correr por mis venas.
Frente a mi con su gelida mirada llena de desprecio, asco y desilusión está mi padre, sus pasos son pesados y desprenden furia, yo solo me quedo pasmado en mi lugar y rehuyo de su mirada, el toma mi mentón fuertemente y me obliga a mirarlo.
—Te estaba esperando, debería darte vergüenza aparecer a estás horas, no espero nada de tí y aún así me decepcionas, tuviste el descaro de avergonzarme frente a los Gemak y le hiciste un desplante a tu prometido, y por si fuera poco te escapas como un vulgar...el estaría muy decepcionado de tí—Dijo señalando el retrato—Degel era tan espléndido y perfecto. Ahora debe estar revolcándose en su tumba viendo en lo que te has convertido.
En momentos como estos siento que no quiero a mi mamá...se que no es su culpa lo que me está pasando y apesar de no haberlo conocido por el mi padre espera tanto de mi pero yo no soy el...
Nuevamente me está reprendiendo sin piedad, sus golpes no tienen compasión y apesar de que me duele yo sigo aquí sin hacer nada para evitarlo...pero no estoy dispuesto a seguir de este modo.
Voy a buscar mi libertad, y no la efímera. La quiero por siempre.
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Shaka despertó por el ruido que provenía de la sala, era una persona de sueño liviano y al menor sonido despertaba, se levantó de su cama y nuevamente escucho sonidos, se encaminó hacia la puerta dispuesto a buscar el origen del bullicio pero antes de dar siquiera un par de pasos una voz lo hace detenerse.
—Hijo...es mejor que no vallas.
Giro hacia su diestra y se encontró con la mirada grisácea de su madre, Asmita lo observaba aún sin mirarlo.
—¿Mamá?—Pregunto aún somnoliento—¿Que haces aquí? Ese ruido... acaso mi tío nuevamente...—Abrio los ojos aterrado con aquella posibilidad y el sueño desapareció.
—No hace falta ver para saber lo que ocurre allá abajo, Shaka.
—Lo está haciendo otra vez...¡Lo está reprendiendo otra vez! No es justo mamá...
—Lo sé... créeme que lo sé pero no podemos interferir. No lo hagas Shaka—Le dijo suplicante, intento buscar su rostro para acariciarlo pero el menor se alejó.
—Lo siento pero ya no lo dejaré solo mamá—Se alejo y corrió escaleras abajo.
Asmita angustiado comenzó a seguirle el paso intentando no tropezar, no era su casa y no sabía en dónde estaban algunas cosas pero necesitaba evitar que su hijo se acercará a Aspros...ese hombre era peor de lo que cualquiera pudiera imaginar, el lo sentía en su interior y también lo había descubierto.
Shaka llegó y vio como su tío se alejaban y dejaba a un lastimado Camus en el suelo, se acercó y vio como la conciencia se le escapaba a ratos y la sangre brotaba por sus labios y nariz.
—Camus...—Dijo con tristeza y lo ayudo a ponerse de pie para atender sus heridas.
Se fueron de ahí...
Asmita llegaba a la sala, caminaba con los brazos extendidos para evitar tropezar con algún inmueble, también le gustaría ayudar al pelirrojo pero no sé podía defender así mismo ni a las personas que amaba.
—¿Shaka?—Lo llamo esperando escuchar algo, el lugar estaba en completo silencio y parecia que no había nadie, no sabía llegar a la habitación del galo sin ayuda así que no le quedaba más que devolver sus pasos hacia su recamara.
Dió la vuelta pero antes de dar siquiera el primer paso una respiración tibia rozó su nuca haciéndolo estremecer.
—Esta noche me facilitaste la tarea de subir a buscarte Asmita...
—Aspros...
—Ya te dije que no quiero al metiche de tu hijo en mis asuntos—Empezo a besar ese cuello de porcelana de manera tosca dejando marcas que serían imposibles de ocultar—No me gustaría hacer algo que te pusiera triste bello Asmita...
—B-basta...hoy no.
—Tu no decides cuándo, no me hagas ponerme rudo amor... Vamos a aprovechar que mi hermanito no está en casa—Rio cínicamente.
El rubio quería negarse...huir de ahí, dejar atrás ese lugar y volver a su anterior vida pero no podía.
—Si Aspros...
Otra noche en aquella habitación...más infidelidad, mentiras y miedo.
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—¡No es justo Camus!—Dijo enfurecido Shaka mientras terminaba de poner pomada en los golpes de su primo.
—La vida no siempre lo es Shaka...
—Se que eres un desobediente, un tonto que sale a escondidas sin importar cuántas veces te reprendan y lo mucho que te digo que no lo hagas, no te comes la sopa, andas descalzo, te lo pasas robando dulces de la cocina, bailas y cantas en cualquier sitio, también te la pasas...
—No estás ayudando mucho Shaka...
—A lo que quiero llegar es que no es justo Camus, eres de las mejores personas que conozco y te admiro por ser tan auténtico, libre y verdadero. No entiendo que tiene de malo ser como tú...yo quisiera hacer todas esas cosas pero tú lo haces y te lastiman de este modo...
—No quieras ser algo que no eres Shaka, así como estas eres perfecto. Lo que te puedo aconsejar es que si quieres hacer algo y te sientes cohibido hazlo de igual modo, esta vida es solo un paso y hay que vivirla al máximo como mejor nos parezca.
—No se quién soy ni que quiero Camus...estoy en un proceso en el que me quiero encontrar a mi mismo, quiero que mi pecho sienta a flor de piel emociones desconocidas y quiero saber el por qué y el para que de mi vida, algún día lo haré... aún no estoy seguro de a qué quiero llegar y me da miedo por qué estoy creciendo, no quiero una vida vacía—Ladeo el rostro y sus zafiros se concentraron en la noche.
—Eres tan tierno Shaka...—Comenzo a acariciar el suave cabello corto de su primo—Estas asustado por qué estás creciendo, todos pasamos por esto mi niño, tienes solo dieciséis años y te da miedo crecer y ver en la clase de persona que te convertirás, no quieres ser un adulto vacío...
—Quiero algo que me motive cada nuevo amanecer...tu luchas por tu libertad y ya sabes quién eres pero yo no.
—Aun no sé quién soy...aún somos jóvenes, pero yo me voy a buscar a mi mismo Shaka. Hazlo tu también.
En ese momento el rubio decidió encontrase asi mismo, y lo haría junto a Camus por qué así lo había decidido.
Con ese pensamiento se fue a dormir.
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El día marchaba con naturalidad en el campamento gitano, el bullicio reinaba en la montaña ya que todos desarmaban las carpas y guardaban las provisiones obtenidas con el dinero de la feria, mientras todos se preparaban para partir hacia otro lugar como las personas libres y aventureras que eran el marcharse no estaba en los planes de Milo.
El mundo es un lugar amplio y nunca se conformaba en un lugar determinado, poco a poco al lado de su gente conocería cada rincón del planeta y eso era todo lo que quería y necesitaba, pero por primera vez sintió que no se quería marchar, el siempre era el mas emocionado con las nuevas travesías pero está vez era diferente.
Encontró un mundo más pequeño, misterioso y deslumbrante.
Lo encontró a él.
Encontró a Camus y no lo dejaría.
No después de embriagarse con sus labios, no necesitaba nada más sino eso, su alma lo llamaba. Lo quería, lo necesitaba y para estar a su lado debía dejar atrás todo, se mostraría tal cual era...
Esa misma noche le mostraría quien era realmente.
Un gitano...
Y si lo aceptaba con todas sus creencias, sueños y locuras no dudaría ni un instante en hacerlo su mundo.
—¿Que te traes Milo?—Se acercó a preguntarle Aioria desconfiado—Estas distraído...eso no es común en tí, no sueles ser una persona que se pierda sola en sus propios pensamientos.
—Estas loquito Aioria, te imaginas todo, no planeo nada—Sonrio pero no convenció en lo más mínimo al cenizo.
—Yo puedo tener una idea de que pasa por la cabecita loca de Milo—Llegaba Aioros que después de descargar las botellas con agua que usarían se acercó a los más jóvenes.
—Tu que sabes Romeo—Le dijo el rubio con burla.
—¿Tú qué crees hermano?
—Milo no piensa irse—Dijo Aioros como una afirmación.
—Eso no es verdad Milo sería incapaz de dejar a los gitanos—Dijo el menor riendo ante esa locura pero al ver la cara tan seria de su mejor amigo quedó atónito—¡No inventes Milo nos vas a dejar!—Grito llamando la atención de muchos.
El rubio le cubrió la boca—No hables tan fuerte tonto...haber tu Señor regalado por qué crees que no pienso irme con ustedes.
—Es lógico claro—Contesto el castaño ignorando el apodo—Cuando el amor te flecha es imposible irse del lado de tu amado por qué así vallas al lugar más bello del mundo si no están juntos no significa nada.
—Aioros deja tus babosadas del amor—Dijo Aioria con reproché no creyendo algo tan absurdo pero al ver a su amigo tan serio y pensativo volvió a quedar atónito—¡No inventes Milo en verdad es por eso!
Volvió a gritar llamando la atención y Milo volvió cubrirle la boca.
—¡Disimula Aioria! Por muy libres que seamos si un gitano se va del grupo queda desterrado.
—Que bueno que lo sepas Milo, piénsalo antes de cometer una locura...—Le dijo Aioros—Por muy enamorado que estés hacer algo así sería...
—Aioros hablas muy bonito del amor pero no lo conoces y por eso no me entiendes.
—No lo harás verdad Milo...no nos vas a dejar—Aioria lo miraba suplicante.
—No pero antes de irme lejos le diré quién soy, no le voy a mentir a mi primer amor que será el recuerdo más bello de mi memoria.
Gifer1710.
🔸🔸🔸🔸🔸🔸
Holaa. 💕
Apartir de ahora las actualizaciones serán todos los domingos. 😄
Esa bella imagen de Shaka jóven es una creación de la artista MilkinBlack así se ve nuestro jóven rubio, les recomiendo sus obras. Son puro arte.♥️
Espero les haya gustado, gracias por leer. 🌈
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