Defteros se levantó con emoción por ver a su retoño después de meses, alzó sus brazos y corrio hasta donde Shaka y lo abrazo con añoranza, en solo unos meses había cambiado completamente, estaba más alto, sus ropas eran diferentes y su cabello antes completamente corto ahora le llegaba hasta los hombros, con cada día que pasaba se parecía aún más a Asmita.

—Shaka...mi solecito—Lo llamo como cuando era un bebé, apodo que no le gustaba al blondo pero lo dejo pasar por la emoción que le causaba ver a su padre después de meses.

—Papa te he extrañado mucho—Rio abiertamente.

Aioria que se había mantenido al margen sonrió enternecido por la escena...su padre Sísifo jamás había sido afectivo con el, aunque para consolarse a si mismo pensó en el fastidioso de Aioros y sus efusivas muestras de afecto, al rubio cenizo le gustó ver a Shaka en esa faceta tan cariñosa y no como su maestro de la iluminación y benefactor.

—Nos dijo Calvera que tenías compañía —Dirigió su vista hasta el jovencito que miraba a su retoño de cabellos de oro muy sonriente para su gusto de padre protector —¿Quién es?

—Oh papá en mi pupilo Aioria —Hizo un ademan y el gitano se sobresalto por ser nombrado de repente.

—Hola señor—Dijo estático nervioso, el padre de Shaka lo miraba de forma intimidante.

—¿Pupilo?—Pregunto Gemak con extrañeza por el seudónimo.

—Si, ahora estoy en el camino de la iluminación de la mano del budismo y Aioria quiere tomar el mismo camino que yo y lo quiero ayudar —Dijo con orgullo.

El gitano se rascó la cabeza algo incómodo, le parecía genial Shaka pero no quería el camino de la iluminación o lo que sea de lo que estuviera hablando el blondo, era gitano y sabía cuál era su camino, de igual manera necesitaba la ayuda del rubio porque de no ser por el estuviera en un bosque con hambre, frío y perdido, Shaka era un joven con excentricidades inusuales pero aún así era amable y le agradaba, además de su ayuda le gustaba pasar tiempo con el.

—Me parece increíble que quieras aprender sobre ello hijo, recuerda que tú lugar de origen es el Samsara de la india como tú madre—Revolvió sus cabellos con afecto—Encaneo con su mirada a Aioria nuevamente y suavizó un poco su mirada con el rubio cenizo, era solo un jovencito como su hijo, se vía que le agradaba y el no le haría la vida tan imposible como shijima se la hizo para acercarse a Asmita.

—Ven Aioria, te voy a presentar a mi padre doncel y a mi tío Aspros—Tomo la mano del gitano y se dirigio en donde su otro padre se mantenía sentado.

—Shaka que bueno que volviste —Le sonrió con alegría al sentir su aroma.

—Es un gusto conocerlo a usted también señor—Hablo Aioria y le extendió la mano al rubio mayor, le impresionó lo bello que era y lo mucho que se parecía a Shaka.

"Cuando Shaka sea mayor se verá así de bien...que lindo"

No pudo evitar pensar en ello.

—Padre Aioria te está extendiendo su mano —Dijo Shaka y el blondo de inmediato la recibió presentándose—Mi padre Asmita es ciego—Explico y el gitano comprendio el porque no la tomo de inmediato y su mirada tan azul perdida.

Merendaron y pasaron la tarde juntos los 4, Aspros no se encontraba en la alcaldía porque justo antes de ver a Aioria fue llamado de urgencia por uno de sus soldados.

Tal parece que había noticias de su hijo y el secuestrador.

Después de una tarde amena Asmita quería volver a su dormitorio, Defteros se retiró junto a su esposo a su recámara, empezaba a anochecer, ya solos en su cama matrimonial deseoso de volver a probar su piel lo comenzó a besar como sabía que le gustaba pero el rubio no reacciono como estaba acostumbrado, empezó a temblar y eso lo descolocó.

—Asmita mi amor...¿Esta todo bien?—Pregunto extrañado mientras tocaba su cabello, el rubio se maldijo a si mismo por no poder controlar su cuerpo.

—Lo siento Def...no se que me sucede estos días me he sentido extraño —Mintio, por su puesto que sabía que pasaba con su cuerpo, reaccionaba por si solo ante el mínimo tacto por todo el abuso sufrido por Aspros—Podrias...solo hablarme por favor, te he extrañado mucho quiero oírte sentirte, abrázame por favor, solo háblame.

—Asmita...—Defteros empezó a cantar y lo abrazo hasta que sus temblores se detuvieron, su esposo estaba muy extraño y el averiguaría que estaba pasando a como de lugar.

De lo que que estaba seguro en qué no se volvería a ir al mar por un largo tiempo, con la desaparición de Camus y viendo el estado de Asmita y lo mucho y rápido que Shaka estaba creciendo su familia lo necesitaba.

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Por su parte el blondo menor le daba un recorrido a Aioria por toda la alcaldía que era su hogar, el gitano estaba bastante sorprendido por ver tanto lujo, mientras Shaka continuo caminando el no pudo evitar fijar completamente la atención a un cuadro gigante que abarcaba gran parte de la pared del salón principal.

El la pintura se mostraba un hermoso pelirrojo de ojos amatistas junto a un soberbio hombre parecido al padre de Shaka, solo que su tez era más pálida y su mirada irradiaba prepotencia, Aioria siempre había sido muy perceptivo y esa pintura despertó algo en el, tantos sentimientos en un cuadro sin vida, podía ver reflejado en esa tela con acuarela tanta infelicidad y yugo.

—El es mi tío Aspros, hoy no estaba pero mañana te lo presentaré.

—Esta bien...—Siguió caminando sin poder evitar seguir pensando en esa pintura.

Cómo si su corazón le estuviera gritando que conocer a ese hombre no traería nada bueno.

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Lo único capaz de romper aquel beso fueron sus pulmones clamando incesantemente por oxígeno, un hilo de saliva les unía, Aioros miro a Saga con los ojos bien abiertos aún sin creer lo que había sucedido recién, pensó en disculparse pero está vez no había sido su osadía.

—Saga no me pude resistir lo sien...—Fue interrumpido por otro feroz beso y su cordura se fue al carajo.

Aioros podría ser un charlatán que relata poesías pero también era un hombre experto en las artes del placer, tomo el cabello de la nuca del gemelo y profundizó el contacto, su lengua calida empezó a recorrer con maestría los confines de la boca contraria.

—Mgh...—Gime Pólux perdido por completo en nuevas sensaciones jamás vividas, sintió las rodillas débiles.

—Si quieres que me detenga dímelo por favor...no quiero faltarte el respeto—Hablo el gitano acariciando su mejilla, si bien soñaba hacer suyo a ese hermoso joven no dejaría que sus deseos lo cegaran e hiciera cosas de las cuales después se sentiría arrepentido.

—Aioros no te detengas...quiero más—Su respiración estaba agitada, al diablo todo realmente quería seguir probando el fruto prohibido.

El Gitano continuo besándole con profundidad, sus manos tomaron los glúteos firmes del menor para afianzar la danza de sus lenguas hasta que por fin las rodillas del gemelo cedieron y terminaron acostados en la grama de la colina, el sol se terminó de ocultar por completo y dio paso a una brillante luna llena con el cielo despejado.

Saga podía sentir un bulto sobresaliente del pantalón del castaño en su pelvis, podía sentir hasta la sangre que le bombeaba y el mismo estaba en las mismas condiciones, su cuerpo virginal añoraba atención, tomo al gitano de las caderas y profundizó aún más la cercanía haciendo que sus erecciones rozaran entre si.

Aioros empezó a besar ese cuello largo hasta encontrarse con los pezones del menor, hizo añicos la camisa blanca que portaba y empezó a devorar esos botones rosas con vehemencia haciendo que Pólux gima nuevamente por esa sensación.

—¿Quieres que pare?—Dejo de mordisquear esa piel sensible y con cautela acaricio ese bulto que  le cubría la intimidad insinuando a lo que se refería.

—Ni se te ocurra... Dámelo todo Aioros.

El castaño bajo el cierre del pantalón caqui del menor y dejo al descubierto el pene contrario, largo de un grueso notable y la punta rosada estaba lustrosa por el líquido pre que se asomaba, sin perder tiempo lo engulló en su boca por completo haciendo que le llegará más allá de la garganta profunda, el gitano felaba con maestría, Saga se retorcía entre jadeos desesperados por esa sensación que jamás había experimentado, Aioros continuo su vaivén de arriba a bajo hasta que el heleno no aguanto más y se vino en la boca del contrario.

Se sintió como una explosión de galaxias jamás había sentido algo así, su cuerpo quedó relajado como un papel sin embargo sintió vergüenza de haber ensuciado la boca de Aioros, quería disculparse pero le costaba hablar con la respiración entre cortada, casi se desmaya al ver cómo el gitano limpio con un dedo el semen que escapaba de su comisura y lo saboreo con placer.

—Eres delicioso Saga...—Su voz ronca y ojos penetrates perdidos en el deseo.

—Jamas había sentido algo así...—Admitio extasiado.

—Y es solo el comienzo.

—¿Que-e hay más acaso?—Preguto anonadado.

La respuesta del gitano fue sonreír de lado, se deshizo de las prendas restantes de ambos y levantó la pierna del gemelo haciendo que su prominente erección rozará ese punto sensible, Saga maldijo entre dientes.

—¿Quieres continuar amor mío?—Pregunto con cautela nuevamente.

—¡Demonios no me preguntes más y hazme tuyo!—Grito exasperado, este gitano lo descolocaba por completo.

El mayor lo besó con dulzura y lo puso de espaldas, los glúteos del gemelo quedaron levemente levantados y el castaño tanteo esa zona erógena con un dedo lubricado, el menor se estremeció por la intrusión, pero los besos en la espalda que le proporcionaba el contrario lo hacia relajarse.

La espalda bien trabajada del más joven se arqueaba, un segundo dedo entro con facilidad estimulando el estrecho canal, era un placer diferente al que había vivido recién, era algo doloroso pero mucho más intenso.

—Eres perfecto Saga, te quiero para mí —Aioros metió su rostro entre esos glúteos y su inquieta lengua exploraba con descaro todo los confines más íntimos de ese interior, el gemelo grito ahogado era tan rica esa sensación que sentía que se vendría nuevamente.

El gitano aprovechó que ya no estaba tenso y metió tres dedos simulando embestidas para prepararlo muy bien, Saga estaba perdido por completo pero sentía que quería mucho más, sintió como el grueso y urgido pene de sagitario acariciaba esa zona y se asustó un poco, era muy grueso...pero extrañamente su cuerpo pedía a gritos ser profanado.

—M-metelo...ya no aguanto más por favor —Rogo.

El mayor levantó un poco más ese trasero y entro un poco, de inmediato el gemelo se arrepintió por haber pedido tal cosa ya que le dolió esa intrusión pese a toda la preparación previa.

—Tranquilo...poco a poco dejara de doler —El castaño lo siguió estimulando en sus pezones y en su nuevamente despierta erección, sería paciente y cuidadoso aun cuando su cuerpo pedía engullirse en el interior del príncipe de su corazón.

—Mgh...entra mas—Dijo cuando le pasó un poco el dolor.

Con precaución el gitano entro hasta la mitad y el pasto se mancho de la antigua virginal entrada de Pólux a la vez que dos lágrimas abandonaron sus ojos esmeraldas.

—Saga...—Gimio con la voz ronca, el interior del gemelo apretaba deliciosamente el miembro muy despierto del mayor.

Espero por un par de minutos hasta que el menor estuviera listo para continuar entre estímulos hasta que logro entrar por completo, El gemelo sufrió por minutos la intrusión del gran miembro del gitano pero este fue muy paciente y le decía palabras amorosas y lo hizo calmarse con besos y caricias hasta que poco a poco dejo de doler.

Aioros empezó a moverse lentamente y con cada embestida el dolor comenzó a cesar de Saga hasta que empezó a sentir una sensación agradable, el gitano estaba deleitado con la imagen de su amor platónico entregado a el, sus suspiros y gemidos estarán tatuados en su mente por siempre, al saber que se acostumbro por completo empezó  un vaivén desenfrenado, sus cuerpos chocaban siendo el único sonido de aquella colina junto a los grillos y la inmensidad de la noche.

Aioros tomo del largo cabello azul de Saga y profundizó sus penetraciones, cada vez tocaba y estimulaba el punto G del menor haciéndolo gemir sin control, el mismo no podría evitar suspirar y gruñir con cada estocada que lo apretaba tanto, tan estrecho y húmedo, era como estar en el paraíso, con sus fuertes brazos tomo al gemelo sin romper el contacto de sus cuerpos unidos y lo llevo hasta el tronco de un árbol, el gemelo enredo sus piernas en la pelvis del gitano y este continuo la acción de pie, frente a frente, ambos gemían y sus miradas chocaban.

Los ojos del gemelo llenos de lágrimas de placer y su piel blanca sonrojada, el cabello azul un desastre que se pegaba en su frente por el sudor, el gitano no estaba en mejores condiciones, sus labios entreabiertos húmedos, su cuerpo temblaba por el esfuerzo y cinta roja de su frente desacomodada, Aioros volvió a tocar ese punto dulce y Saga volvió a tener otro orgasmo que lo dejo débil por completo, sus paredes anales se contrajeron y el estímulo hizo que el mayor acabara dentro de él. Aioros tomo asiento con el gemelo en su regazo mientras sus respiraciones se calmaban.

Nuevamente acaricio su mejilla y sus ojos volvieron a su estado puro natural—Saga no sabes lo que esto significa para mi—Admitio perdido por completo.

—Yo...tenía miedo Aioros, pero me siento muy seguro de todo contigo, realmente si quiero corresponder tus sentimientos porque tú también haces estremecer mi corazón.

—Eres lo que quiero en esta vida, por ti estoy dispuesto a dejar mi etnia y libertad porque quiero ser prisionero de tu amor.

—No seamos prisioneros, seamos libres juntos...tu has sido un punto de inflexión en mi vida, no me importan las consecuencias quiero estar contigo Aioros, quiero ser amado por ti y amarte —Lo tomo de los rizos castaños mientras sus miradas no se separaban y le hablo con el corazón.

—Ya eres mi amado, el primero y quiero que seas el último, conmigo no debes temer Saga, te seré devoto y no me importa que no podamos tener descendencia seremos tu y yo.

—Sobre eso...no importa, quiero conocerte mucho más a fondo Aioros.

—Y yo a ti mi amor, descifrar todas las incógnitas de tu mirada.

Desnudos se volvieron a besar, en ese instante Saga Pólux fue el mismo, sin temor a su padre y sin fingir, por primera vez en su vida no era un hombre ni un doncel, solo era el sin temor y sin barreras.

Por su parte Cain Pólux rondaba cerca de ellos...pensó que tenía a su heredero varón entre sus manos pero no confiaba en él completamente y sabía dónde podría estar, por su puesto que con su hijo bastardo, pero no permitiría que Kanon corrompiera a su primogénito con sus ideas descabelladas, si Saga olvidó quien es el se lo recordaría.

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El sonido de una gotera cayendo cerca de él le despertó, sus ojos parpadearon varias veces para intentar acostumbraste a la tenue y casi nula luz de dónde estaba, un dolor insoportable recorrío su cuerpo desde su hombro herido y cuando quiso tocarse para verificar su estado se dio cuenta que estaba encadenado.

—Vaya pero que tenemos aquí...—Los pasos de alguien hicieron eco en aquel calabozo —Te pareces mucho a alguien que alguna vez conocí, también era gitano como tú y yo Aspros Gemak...¡ODIO A LOS GITANOS!

Gifer1710~

WOW que capitulo intenso.