Capítulo 12.
Aioria de repente se sintió indignado.
Estaba realmente de muy mal humor, el chico no tenía una vida fácil, ser hermano del regalado de Aioros era simplemente agotador, siempre había tenido la vaga sospecha de que cuando su hermano se casará se olvidaría completamente de el, aunque siempre le decía en broma y en tono de reproche que cuando veía a una belleza se olvidaba de el está era la primera vez que en verdad...
¡Se olvidaron completamente de el!
Tanto que le dijo que controlará sus hormonas locas ¡Pero no! Su hermano tenía que perseguir a ese chico y olvidarse de su existencia.
Apesar de que Aioria nació en un campamento gitano y a lo largo de su vida a viajado junto a su etnia por incontables lugares el seguía siendo solo un pre adolescente de dieciséis años de edad, por supuesto que no sabía cómo llegar a Francia sin la guía de un adulto, a lo largo de su vida siempre viajaba con sus amigos divirtiéndose aprendiendo de la vida y conociendo tierras nuevas, sin embargo siempre había un adulto responsable cuidandoles y guiando al campamento, se suponía que en esta nueva travesía de buscar a Milo para evitar que fuera desterrado de los gitanos el adulto responsable que lo guiaría era su hermano, sangre de su sangré pero ¡Oh vaya!
¡El "adulto responsable" era un calentón que a la primera tentación lo abandonó!
Aioria parecía un león enjaulado en ese bosque...no sabía que haría ahora, no era buena idea alejarse por qué no conocía el camino, lo más sensato era quedarse dónde estaba y esperar a que su hermano se dignara a acordarse de su existencia y lo viniera a buscar, dándole un poco de buena fe a Aioros se sentó en la sombra de un árbol a esperar...si, definitivamente el vendría no podía simplemente dejarlo a su suerte ¿Verdad?
Paso una hora.
Aioria aún estaba tranquilo, seguramente su hermano estaba buscando el camino de regreso...si, definitivamente se trataba de eso.
Pasaron tres horas.
Aioria se empezaba a preocupar seriamente...en verdad Aioros no lo dejaría por irse detrás de un chico al que jamás había visto en su vida ¿Cierto?...no, debía confiar en su hermano, crecieron juntos tenía que darle algo de cara y tenerle confianza, solamente estaba exagerando ¡Aioros sería incapaz de olvídalo!
Ya habían pasado cinco horas.
El chico que se había sentado pacíficamente a esperar por su adulto responsable ahora estaba en medio de un descargue de irá golpeando al pobre árbol repitiendo sin cesar.
—¡Aioros tonto, tonto, tonto!—Estaba ensimismado en descargar su frustración que no se dió cuenta que un par de ojos claros llevaban varios segundos observando su espectáculo.
Shaka había decidido ir a meditar para encontrarse a si mismo, estaba pasando por esa etapa de la vida que no eres ni un niño ni un adulto, dónde no sabes que camino tomar y las decisiones son fundamentales para el futuro, estaba muy feliz de que su madre lo haya dejado recorrer las montañas, se sentía muy tranquilo y satisfecho.
Ya pronto se haría de noche y el debía buscar una posado cercana donde pasar la noche, al caer el sol descansaría para despertarse al día siguiente con el arrebol de la mañana para seguir con su travesía, obviamente tenía dinero para pagar varios días de estadía y comida, cuando iba bajando la montaña pasando por un camino arbolado vio a un chico de vestimenta extraña golpear sin cesar a un pobre árbol, a Shaka le llamaba la atención el budismo y la reencarnación, por lo que creía firmemente que en ese árbol había un alma de alguna persona desafortunada que estaba pagando sus karmas anteriores, sin poder soportar más tal aberración salió de entre los arbustos y dijo con voz calma:
—Cualquiera que sea tu problema el árbol no tiene la culpa.
Para Aioria que estaba en medio de su descargue emocional estás palabras fueron como echarle gasolina al fuego, una palabra estaba escrita en su rostro cuando miro al rubio de cabellera corta.
¡No es tu problema entrometido!
De echo eso pensó y eso dijo, normalmente las personas no siempre dicen lo que piensan para llevar una vida tranquila, por qué si todos dijéramos lo que realmente pensamos todo sería un caos, pero el chico no tenía mucho filtro o tacto, apesar de que la otra persona hablo con calma el rugió.
—¡Y que si quiero golpear al árbol! ¿A caso se trata de ti?—Como si no sintiera vergüenza siguió con su acción sin importarle si lo estaban mírando, sin embargo en una patada no midió la fuerza y termino recibiendo un dolor que lo hizo parar.
Shaka se obligó a si mismo a ocultar su gran sonrisa de satisfacción.
Volvió a hablar:—No se trata de mi en estos momentos pero sentí empatía por el, puede que en mi vida pasada fui un árbol y recibí el maltrato injusto de los humanos, no deberías tratar así a los seres vivos o el ciclo del karma puede hacer de las suyas y en tu próxima vida tu será un árbol al que otros pateen—Hablaba con los ojos cerrados, en la montaña estaba leyendo unos cuantos volúmenes budistas y también estaba meditando, se sentía en el punto más alto de la iluminación, además se había pintado un punto de behllemon en medio de sus cejas y según lo que estaba leyendo mantener los ojos cerrados lo ayudaba a mantenerse más cerca de si mismo y sus otros sentidos.
En resumen era un joven con un punto rojo entre sus cejas, con los ojos cerrados, túnicas sueltas hablando de árboles con vida o algo así...
El primer pensamiento de Aioria fue que este chico era muy extraño.
—Okey...—Dijo algo extrañado sin entender del todo lo que menciono el rubio.
—Acabo de darme cuenta hoy que quiero alcanzar la iluminación, la montaña me ha dado la respuesta a las incógnitas de mi vida—Seguía hablando Shaka con tono solemne.
—¿Y eso que tiene que ver conmigo?—Pregunto Aioria, Shaka se sentó a su lado aún con los ojos cerrados e hizo la posición del loto, aunque era algo extraño el chico se veía muy serio en lo que hacia, por lo tanto Aioria también dejo de sobar su pie e inconscientemente se sentó más derecho en espera de lo que diría aquel muchacho flaco de ropa extraña que no parecía mayor que el.
—Pasa que la iluminación a pesar de conseguirse de manera personal no debe ser restringida, cuéntame tus problemas, desahogate, medita y encuentra tu paz interior—En vez de verse como los imponentes monjes Shaka se veía gracioso y tierno diciendo esas palabras siendo tan joven y tomando en cuenta que apenas hoy había empezado a leer sobre el budismo.
A pesar de que era más bajito que Aioria le infundio esa aura celestial, Aioria no se atrevió a volver a decir palabras groseras o comportarse malcriado y respondió.
—Uh...bueno no es como si mi vida tuviera muchos problemas pero el que en verdad me molesta ahora es que...—Tomo aire para intentar tranquilizarse, sin embargo aún no había alcanzado la tan ansiada iluminación y no lo consiguió—EL TONTO DE MI HERMANO ME DEJO EN EL BOSQUE POR IRSE DETRÁS DE UN DESCONOCIDO, ME DEJO SOLO SIN DINERO, NI COMIDA, NI NADA—Inhaló Profundamente para recuperar aire y poder gritar con enojo—VOY A MORIIIIR, SOLO Y EN UN BOSQUE.
—...—Shaka le prestaba atención solemnemente.
Aioria descubrió que después de gritar su frustración y compartirla con alguien más, en verdad se sentía muchísimo más ligero, le dijo a Shaka con emoción—¡Oye en verdad funciona, ya me siento mejor, como si me hubieran quitado un gran peso de encima! Eres genial.
Shaka sonrió orgulloso de si mismo y su arduo trabajo.
Se quedaron unos momentos en silencio, Aioria imitó a Shaka y también cerro los ojos para meditar un poco, sin embargo cuando sintió que se estaba quedando dormido el rubio le tocó el hombro despertandolo y le dijo con una sonrisa—Ya casi se hace de noche, vamos a dormir en una posada—Esta vez tenía sus ojos abiertos y sonreía suavemente, sus ojos eran muy bonitos y tranquilos, transmitía confianza y paz solo verle.
—Ah, no tengo dinero para absolutamente nada me quedaré aquí en este bosque frío y peligroso para esperar a que me busque mi hermano o me llegue la muerte, lo que suceda primero—Puso su mano en la frente y fingió desfallecer.
—No te vas a morir cálmate, ven conmigo de ahora en adelante juntos encontraremos la iluminación, puedes estar conmigo hasta que tú hermano te busqué, tengo dinero que me dió mi madre y si se nos acaba iré a mi casa y mi mami me dará más, claro qué esto es hasta que alcancemos la iluminación ya después no necesitaremos algo tan mundano para vivir.
—¡Waaa! ¿Dices que si me voy contigo no moriré y además en el futuro podré vivir sin dinero?—Pregunto completamente emocionado este chico ahora no le parecía extraño, ahora se le hacia completamente genial.
—Asi es—Dijo Shaka con tranquilidad mientras se ponía en marcha, Aioria sin dudarlo le siguió.
De ese modo de conocieron los jóvenes de dieciséis años y empezaron su camino para alcanzar la iluminación.
Muy lejos de ahí...
Aioros mientras se comía los pescados insípidos, quemados y feos de Saga parecía pensativo.
—¿Sucede algo?—Pregunto el bonito muchacho.
—No, es solo que siento como si se me fuera olvidado algo...—Puso su mano en su barbilla pensando pero nada se le venía a la mente, dejo de pensar en ello y mejor se concentro en la bonita cara de Saga.
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El amanecer ya había llegado, Milo y Camus aún dormían profundamente después de haber durado hasta altas horas de la noche conversando, el hermoso gitano de hebras celestes les dejo seguir durmiendo y se puso a hacer el desayuno, después de un rato los despertó el sonido de una ollas chocando justo al lado de sus oídos, ambos se levantaron sobresaltados.
—A comer—Dijo con tranquilidad el moreno que recién casi los mata de un susto.
Ambos estaban aturdidos por un momento pero después les causo gracia y se encaminaron al comedor donde había un desayuno sencillo pero delicioso, en medio del desayuno Afrodita pregunto:
—¿Y ahora que harán? Parece que esos sujetos de anoche no se darán por vencidos tan fácilmente—Pregunto preocupado, el que en algún momento de su vida paso por lo de Camus sabía que sus captores no se darían por vencidos tan fácilmente, quería ayudarles más pero tampoco podía hacer mucho, aquel día que junto a su pareja lograron ayudarles se debío a un golpe de suerte que sin duda no se iba a repetir, además no podía ser tan temerario como en los tiempos antiguos dónde huía junto a Angelo sin importarles nada, ahora debía salvaguardar una vida y cuidar de su hogar, Angelo tenía razón...no podía hacer nada más, ya había contribuido mucho.
El sueco converso en la noche con su pareja y le expreso sus deseos y empatía con esos muchachos, Angelo también simpatizó con ellos por qué les recordaba a su historia con su pareja, pero apesar de que era temerario y no le agachaba la cabeza a nadie y le temía a pocas cosas, su familia era su única debilidad y no quería que Dita se involucrara de más, a tipos como Aspros Gemak no les importaba arrastar vidas si con ello lograba sus objetivos.
Milo suspiro antes de responder—Hemos estado discutiendo sobre ello y llevaré a Camus con mi etnia, estoy seguro que con el patriarca estaremos a salvó.
—Partiremos hoy mismo, en verdad les estamos muy agradecidos por su ayuda, si no fuera por ustedes yo en estos momentos estaría nuevamente en casa—Hizo una leve reverencia agradecido.
—¿Es realmente tan malo allí?—Pregunto Afrodita mirándolo con una expresión compleja.
—Tal vez esto parece una clase de berrinche o que estoy tratando de huir de los problemas tomando un camino incorrecto e inmaduro, se que si hay problemas en la vida solamente correr no es la solución, en mi corta existencia me he pasado los días de ese modo...solo corriendo para poder respirar, está vez no parece muy distinto a esas veces cuando escapaba de la alcaldía para visitar el mercado pero ser libre es muy importante para mí, a pesar de que mi padre es muy duro conmigo y que su comportamiento me hiere profundamente, yo lo amo por qué es sangre de mi sangre, me gusta pensar que solo está haciendo esto por qué no está listo para que me valla, quiero vivir mi vida y tal vez en unos meses o algunos años cuando la tempestad se haya calmado... espero verlo de nuevo y decirle gracias.
Milo lo escuchaba con atención, si bien en primera estancia busco a Camus por qué lo atrapó su belleza, cada día que pasaba a su lado se daba cuenta que lo más bello que guarda una persona es su espíritu, quería ayudarlo a volar...no importa como, el sería el pilar del pelirrojo para lograr sus propósitos.
Afrodita y Angelo sonrieron cuando Camus termino de hablar.
—Entonces solo nos queda desearles mucha suerte, que su camino sea pacífico y que lleguen a su destino con bien, nuestros mejores deseos.
—Que sus buenos deseos se hagan realidad.
De ese modo los jóvenes se despidieron de los gitanos que llegaron en el momento preciso para salvarlos, si no fuera por ellos Camus en estos momentos se encontraría encerrado en la alcaldía siendo reprendido y Milo muy seguramente fuera terminado tras las rejas.
—¿En dónde está establecido tu campamento en estos momentos Milo?—Pregunto Camus mientras caminaba hombro a hombro junto al gitano.
—Específicamente nos dirigimos hacia Francia, hay un pequeño pueblito rural y al pasar por este está la montaña dónde se encuentra el campamento...ah espero que me dejen volver—Susurro lo último pero como el pelirrojo estaba cerca lo escucho con nitidez.
—Milo...¿que quieres decir con eso de que esperas que te dejen regresar?—El rubio no le quería decir para no preocuparlo innecesariamente así que prefirió ignorar la pregunta, Camus frunció el entrecejo y volvió a hablar—¿Estás ignorandome? A pesar de todo lo que hemos pasado no me tienes confianza...—Dijo dolido.
—¡No se trata de eso Cam! Si te tengo confianza es solo que...ah está bien te lo diré, los gitanos tenemos una costumbre; andamos por el mundo y somos libres pero si olvidamos a nuestra familia de corazón seremos desterrados, aunque no tienes por qué preocuparte, no me fui con mi etnia ni pedí permiso pero estoy seguro que el patriarca aún así nos recibirá.
—¡Por qué hiciste eso! Soy muy feliz de contar con tu compañía pero dejaste a tu etnia y puede que te hayan desterrado...todo por un desconocido...no entiendo por qué Milo, los gitanos son tu vida.
—¿Quieres saber por qué lo hice?—Detuvo su andar y Camus también paro sus pasos, en estos momentos se encontraban pasando por el páramo, el verde de las montañas era todo lo que se veía, la suave brisa movía sus cabellos y los refrescaba.
—Si, quiero saber.
—Por que me gustas.
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GiferRj
¡Hola! He vuelto con esta pequeña historia, perdón por la tardanza.
Me dan mucha risa y ternura Shaka y Aioria, son unos bebés.🤣❤️
Bueno de ahora en adelante se vienen las verdaderas pruebas para Milo y Camus.🔥
Espero que todos se encuentren bien y que les haya gustado el capítulo, nos leemos pronto. 🤗
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