31. Un temor que te paraliza.
Canción en multimedia: NEFFEX - Things Are Gonna Get Better
—Vaya, vaya. ¿Y tu noviecita? ¿Siguen peleados?
Ignoro a Aaron mientras me siento a comer delante de él. Los últimos tres días han sido horribles, aunque Alice no puede decir lo mismo. Para mí también tal vez eso ha sido de las pocas cosas que ha hecho los días medianamente tolerables. Hemos trabajado más en nuestra relación madre e hijo, y aunque aún no puedo llamarla mamá, siento que me estoy acercando más a ella y puedo ver con más claridad todas las cosas buenas que hizo por mí, incluso llegando a ignorar el hecho de que hice cosas realmente malas, y aunque de cierta forma eso no habla muy bien de ella, lo hizo porque me ama.
En cuanto a Blair, eso ha sido lo más difícil de todo. He terminado por concluir que cuando se deprime tiende a aislarse de las personas, probablemente es algo que quedó en ella de su adolescencia. Llevo tres malditos días sin hablar con ella, sin estar cerca, sin sentirla, y aunque la he visto de lejos no es lo mismo. Su ausencia me duele mucho más de lo que pensé. No ha aparecido en el comedor a la hora del almuerzo desde ayer, y no puedo evitar buscarla con la mirada porque sé que ese es el único momento del día en el que compartimos espacio. Incluso si no puedo hablarle, aunque pueda mirarla, aunque sea solo eso, haría de todo esto algo un poco más soportable, pero ahora que no está aquí siento que duele mucho más. Tal vez lo hizo porque no soportaría mirarme, sé que le está costando mucho todo esto. Pero se hizo más doloroso para mí cuando dijo que ella no dejaría de amarme en dos semanas. No porque lo dijera, sino por cómo lo dijo.
Fue como si... ella de cierta forma pensara que no la amo y que tengo dudas. No, está equivocada, no es eso. Es cierto que tengo dudas sobre merecer estar con ella después de todo lo que hice, pero no de que la amo, de eso estoy seguro. La amo más de lo que ella podría imaginar, ella es mi vida y me moriría si le pasara algo. Por eso mismo me pesa la idea de que arruiné su vida de cierto modo y es algo que aún no me deja en paz. Pero odio pensar que esa expresión de tristeza volvió a su cara por culpa mía. Quisiera ir a donde sea que está escondida y llenarla de besitos hasta que vuelva a sonreír.
—Eres un desastre—me pincha Eric con el dedo—. En todo caso, ¿por qué estás haciendo esto? Tú la quieres, ella te quiere, no es tan complicado.
—No lo entiendes—niego con la cabeza—. Yo solo le traigo cosas malas. Tal vez si me alejo un poco deje de pegarle la mala suerte. Además he estado hablando con el detective y quiero mantenerla lo más alejada del asunto posible.
—Obvio que no va a estar alejada, la están amenazando a ella, imbécil—Eric rueda los ojos—. Por cierto, ¿alguien ha visto a Lena?
Aaron abre la boca para decir algo pero su celular suena de golpe. Por la cara que pone me da la impresión de que es una llamada que no esperaba, pero antes de que pueda preguntarle se levanta y contesta lejos de nosotros. Nada ha sido lo mismo desde que pasó lo del libro, ni siquiera él. Es increíble cuanta destrucción causé por un capricho, lastimando incluso a la mujer que amo. Ojalá ella también pudiera entender que merezco ser castigado.
— Lo que estás haciendo es estúpido. Tú eres estúpido —me señala Eric con su tenedor—. Sigue culpándote de tus errores toda la vida y vas a llegar lejos, amigo.
—¿Eso es sarcasmo? —alzo una ceja.
—No sé. Tú dímelo—me dice con una cara rara mientras devuelve la vista hacia su plato de comida.
Miro la comida en el plato, y de repente parece insulsa y simple, aunque no la he probado. Son espaguetis, la comida favorita de Blair antes de que todo esto pasara, y ahora casi no puede ni probarlos. ¿Cómo puede decir que no soy un monstruo? De repente ya no tengo hambre. A lo mejor estoy roto y no quiero asimilarlo, y Blair también lo está. ¿Qué estamos haciendo? ¿Está bien todo esto? Solo quiero sentir que lo que hago está bien.
—¿Entonces qué debería hacer? —me pregunto.
—No actuar como un imbécil—me contesta Eric—. La fuerza de dos es mayor que la de uno.
—Pero no está bien—suspiro.
—¿Y esto lo está? —pregunta.
No necesito planteármelo mucho para saber que la respuesta es que no. Tengo la cabeza hecha un lío. Fuera de eso hoy tenemos reunión con Harmony y con Melanie para ver como va el progreso del libro, y la verdad no he hecho mucho, ni siquiera he hablado con Blair de eso últimamente. Cada vez me siento más basura.
Cuando nos reunimos todos al final de la tarde en la sala de juntas, el ambiente es insoportable. Blair ni siquiera me mira, por más veces que intento conectar mi mirada con la suya. Sé que mirándola a los ojos puedo saber si está bien o no, pero ni siquiera quiere que la mire. Debe estar muy enfadada conmigo.
—Alex, ¿estás escuchando? —pregunta Harmony, moviendo su mano frente a mí.
—Perdón—me enderezo en mi silla—. ¿Qué decías?
Melanie nos mira con duda a Blair y a mí antes de hablar.
—Decía que las investigaciones están progresando y los oficiales no han encontrado nada sospechoso en ustedes—sonríe con satisfacción mientras junta unos papeles frente a ella—. Si siguen así podrán estar lejos de la sospecha muy pronto. Solo tienen que seguir haciendo un buen trabajo. Ahora díganme, ¿cómo va el tema del libro?
—Va bien—Blair se me adelanta—. Ya va por más de la mitad, creo que a este ritmo podrá estar terminado pronto.
No puedo creerlo. Casi ni la he ayudado con el tema del libro, ¿en qué momento avanzó tanto? Ni siquiera la ayudé con eso cuando yo causé que ese libro fuera necesario y todo esto es mi responsabilidad. ¿Qué he estado haciendo?
—Genial—dice Melanie—. Cuanto antes podamos sacarlo a la venta será mucho mejor. Empezaremos con las campañas publicitarias cuando el libro esté casi terminado.
Blair asiente con la mirada fija en Melanie y no me mira ni una sola vez. Su indiferencia me quema, me recuerda a aquella época después de que la encontré, en un punto en el que me ignoraba y no quería saber nada de mí. La destruí, e incluso ahora lo sigo haciendo, pero estoy tan confundido que ya no sé qué es lo correcto.
—Bien, eso es todo—Harmony se pone de pie, y nosotros la seguimos—. Sigamos con este buen trabajo, y pronto podremos dejar toda esta pesadilla atrás.
Pesadilla.
Yo causé una pesadilla.
Blair se levanta para irse. Tengo que ir tras ella, decirle que lamento no haberla ayudado con el libro y que me encargaré de ahora en adelante. Es lo que tengo que hacer.
—Alex, ¿puedo hablar contigo un momento? —escucho la voz de Melanie mientras veo a Blair salir por la puerta. No, se está yendo.
—Espera un momento—No puede irse. Si se va irá a su apartamento y ya no podré alcanzarla sin echarme para atrás.
Cuando menos me doy cuenta estoy caminando hacia la salida. Respiro con alivio cuando atravieso la puerta de la sala de juntas y la veo acercándose a la puerta cerrada del ascensor. Menos mal sigue aquí. ¿Pero qué voy a decirle? Solo han pasado tres días y siento como si la distancia fuera abismal. Esto es un castigo para mí, ¿pero ella? ¿Por qué ella tiene que pasar por esto? Lo único que hizo fue ayudar a un hombre que no creía lo suficiente en sí mismo. ¿Por qué tiene que pagar por eso como si fuera un crimen?
—Blair—me paro detrás de ella. La siento tensarse de inmediato—. Yo...
¿Qué voy a decirle? Piensa, piensa, ¡piensa!
—Yo... me siento muy mal porque has hecho lo del libro tu sola hasta ahora, y mi ayuda ha sido casi nula. Incluso me... me fui a Nueva York y quedaste a cargo de eso, así que... si... si tú quieres me puedo encargar del resto.
No me dice nada. Solo toca el botón del ascensor. Su frialdad me lastima por dentro de una forma que no me imaginé. Solo está ahí, tranquila, serena y fría, ajena a mi presencia, como si yo fuera una molestia para ella. No quiero ser una molestia. Maldita sea, ¿por qué me siento tan inseguro?
—Claro, solo si tú quieres... pero creo que sería lo mejor, después de todo yo causé todo esto.
Escucho un suspiro profundo. Las puertas del ascensor se abren.
—¿Sabes qué? Sí. Encárgate del resto.
Me cuesta despertar, ¿me habló? Antes de que pueda reaccionar, ella ya está dentro del ascensor y las puertas se cierran, y por la mirada que me dirige por un momento es como si le hubiera colmado la paciencia. Y no sé por qué eso me aterra. ¿Ella podría cansarse de mí? Qué patético soy. Me quedo parado frente a las puertas cerradas del ascensor, sintiéndome como un idiota. Creo que podría quedarme parado aquí un buen rato, ya no sé cómo enfrentar las cosas.
—Alex—me llama otra voz.
Suspiro con pesadez. No quiero hablar con ella, sé que no ha hecho nada terrible desde que volvió a aparecer, pero su compañía simplemente no me apetece.
—¿Qué?
—¿Ahora si podemos hablar?
Una vez que me hace pasar a la oficina, me siento delante de Melanie con un sentimiento de hastío, no hay otra forma de describirlo. Es el único sentimiento que me provoca estar aquí sentado con ella en lugar de estar con Blair. Simplemente se siente incorrecto. Sé que quiere otra oportunidad y que respeta mi relación con Blair, pero es difícil para mí hacer como que nada pasó después de todo el caos que provocó. Incluso ahora lo sé. Lo ha intentado con todas sus fuerzas, pero incluso a pesar de eso, no soy capaz de aceptarla del todo en mi vida.
—Alex, ¿Qué crees que estás haciendo?
—¿Sobre qué? —me cruzo de brazos.
—Sobre Blair—Bueno, eso no me lo esperaba—. ¿Te estás alejando de ella por alguna razón estúpida?
—No es una razón estúpida—me pongo de pie—. La estoy protegiendo.
Es la verdad. Incluso ahora tiene escoltas que la vigilan desde lejos para que no le pase nada malo, aunque eso ella no lo sabe. Necesito saber que está segura, y a la misma vez que no la estoy exponiendo constantemente. Solo le he provocado cosas malas desde el momento que me conoció, no me siento tranquilo conmigo a pesar de que sé que no debería castigarme. Pero no puedo evitar hacerlo cada que a Blair le pasa algo malo como consecuencia de ese maldito libro. Ni siquiera me interesé lo suficiente como para ayudarla en algo que yo causé en primer lugar. Estuvo escribiendo el nuevo libro todo este tiempo y no sabía.
—¿Protegiéndola? —sonríe con burla—. ¿Y cómo sabes que no está en peligro ahora mismo? ¿Sabes donde está o qué está haciendo?
—No está en peligro—afirmo—. Está protegida.
—¿Ah sí? —pregunta, bajando la guardia—. ¿Cómo lo sabes?
—Tiene escoltas. Si algo malo le pasa lo sabré.
Se queda pensativa por un momento.
—¿Ella lo sabe? —pregunto.
—Se lo llegué a mencionar, pero... —desvío la mirada—no sé si se lo confirmé. Lo único que quiero es saber que está segura. Si tengo que alejarme de ella o ponerle escoltas para eso lo voy a hacer.
Melanie pone las manos sobre el escritorio y me mira fijamente. Siento como si me estuviera regañando, como si todo el mundo no hubiera dejado de regañarme desde que tomé la decisión. ¿De verdad es tan malo? ¿Por qué no pueden entenderlo? Hice algo realmente malo, ni siquiera pagué las consecuencias porque Blair cargó con todo. ¿Cómo esperan que esté en paz conmigo mismo? Blair me hace mas feliz que nadie, incluso más de lo que Melanie me hizo feliz alguna vez. ¿Con qué derecho me merezco eso?
—Entiendo lo de los escoltas, pero con o sin ella no hará ninguna diferencia.
—¿Qué?
—Me refiero a ti—me señala—. Contigo y sin ti sigue estando en peligro al mismo nivel. ¿No crees que enfrentarían mejor esto si estuvieran juntos?
—Pero...
Agacho la mirada. Incluso si eso es cierto, el punto es que quien sea que está detrás de esto puede tratar de lastimarla a través de mí. Me llevo las manos al rostro, ya no sé nada, siento como que todo es un peligro, incluso yo, y eso me desespera. Después de todo el peligro en el que estuvo el año pasado, pensar en la idea de que ese daño se pueda repetir otra vez me exaspera.
—Tienes miedo—sonríe.
¿Qué?
—Por eso te estás alejando de ella, porque tienes miedo. Temes perderla. Temes que muera.
El corazón se me estruja ante la idea. Es verdad. No podría soportarlo, he estado tan cerca de ese escenario tanto en sueños como en la vida real que ver ese escenario finalmente concluido me mataría. Habrá sido por mi culpa, si tan solo no me hubiera conocido todo sería mejor, sería una joven en Los Ángeles con toda una vida por delante y no estaría metida en una caja de ataúd.
—Va a ser mi culpa—digo, pero mi voz suena ahogada. Tengo un nudo tan grande en la garganta que no sé cómo quitarlo.
Me siento tan perdido que no se que hacer. ¿Por qué no podemos estar tranquilos juntos? ¿Por qué siempre tiene que haber algo amenazándola? Aunque ella diga que con mi arrepentimiento es suficiente, no lo es. No para mí. Alguien como yo no debería tener perdón para la atrocidad que hice.
—Estás perdiendo el tiempo —se da la vuelta—. Y ese nunca se recupera. Blair es feliz contigo después de todo, ¿no se merece ella ser feliz?
Ante ese razonamiento no sé qué decir. Blair es feliz conmigo, ¿estaría mejor sin mí? Si puedo hacerla feliz ese sería el mejor regalo para mí. Vaya, no me sentía así de estúpido e inseguro desde hace mucho. Esto es estar enamorado, me hace estúpido.
—¿Por qué no vas a buscarla? —me pregunta—. Habla con ella. Las cosas se dan mejor hablando.
Abro la boca para responderle, pero antes de que pueda decir algo mi celular vibra. Es Joseph, uno de los dos escoltas que está vigilando a Blair. De inmediato me invade el miedo, si me está llamando es por algo malo. Me llevo la mano a la frente y trato de calmarme. ¿Y si le pasó algo? ¡Es porque no estaba con ella, maldita sea!
Contesto.
—¿Qué pasa? ¿Le pasó algo a Blair?
Demasiado al punto, si sigo así voy a perder la cabeza, sin contar que casi no he dormido. Me estoy enloqueciendo. Vamos, no pierdas la calma. No la pierdas.
—Señor—no suena alterado, aunque es un guardaespaldas, casi nunca suenan alterados—. La señorita Johnson entró a una discoteca. Creo que está bebiendo.
¿Qué?
—¿Cómo que está bebiendo? — me paso una mano por el cabello mientras me acerco a la ventana. Ya es de noche—. ¿Con quién está?
—No la he visto entrar con nadie.
Suspiro con pesadez. Blair, por Dios, ¿en qué estás pensando? ¿Por qué vas a una discoteca tú sola si sabes que estás en peligro de muerte? A ella ni siquiera le gustan esos sitios, o nunca ha ido a uno. Ahora que lo pienso, solo la he visto ebria en el campamento, y por lo que me dijeron no tiene mucha resistencia para el alcohol. Si no está acostumbrada a beber va a emborracharse bastante rápido.
¿Se siente tan mal como para ir a uno de esos sitios sola y sentarse a beber? Debería estar en casa conmigo, viendo películas y comiendo palomitas mientras nos abrazamos. Pero soy imbécil.
—No le quiten la vista de encima—les pido mientras Melanie me dirige una mirada de confusión—. Si llegan a sentir que está ebria me llaman enseguida.
—Entendido.
Cuando cuelgo Melanie se burla.
—Si que le gusta llamar la atención. ¿Ves lo que pasa cuando haces estupideces? Tú la quieres, ella te quiere, no es tan complicado.
—Sí... ella me quiere—me quedo pensativo mirando el piso. Me quiere. No, es más, me ama. Aun me pregunto cómo puede amarme después de toda la destrucción que causé. Ahora está triste y despechada por mi culpa.
—¿La vas a dejar en esa discoteca? —pregunta, alzando una ceja.
No sé qué hacer. No quiero, si quería ir a una discoteca debería ser conmigo, para que pudiéramos bailar juntos y divertirnos. O con sus amigas, para que así al menos estuviera acompañada. Pero no así.
—Muévete—me jala del brazo hacia la salida—. Quita esa cara de cachorrito pateado, ya me tienes harta. Vamos por ella.
Llegamos a la discoteca en la que Joseph nos ha dicho que está Blair. Está bastante lejos de la editorial, incluso de su apartamento. Eso me hace sentir aun peor y a la misma vez me enoja. ¿En qué rayos estaba pensando? ¿Cómo pensaba volver después de embriagarse? ¿Pensaba pedir un maldito taxi?
—Melanie... gracias—murmuro sin mirarla—. Pero deberías irte.
—¿Qué? Pero... pero no podemos dejarla aquí.
—Y no lo haré. Pero estaré bien, en serio.
—No voy a irme, seguro que te echas para atrás. Me quedaré vigilando hasta que entres ahí y resuelvas esto de una vez.
Esto es incómodo, no la quiero tan cerca de mi vida de pareja por obvias razones, pero por otro lado tiene razón. Pero no hay ninguna maldita forma de que me eche para atrás después de saber que Blair está bebiendo aquí sola. Eso me demuestra de una forma dolorosa que si me quiere, tanto que está dispuesta a perdonarme por todo el daño que hice y que aun no siento que he podido reparar. Y de repente lo único que quiero es besarla, besarla toda la noche hasta dejarla sin aire y hasta que nos quedemos exhaustos.
Si ella quiere salir al mundo voy a ayudarla. Pero de ninguna forma voy a dejar que empiece a destruirse otra vez.
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Buuuuuu... ¡Estoy viva!
¡Buenas noches gente! Lamento mucho haber desaparecido por tanto tiempo, ¡pero lo importante es que hay salud! Y bueno, realmente me desaparecí por una semana. ¡Pero tenemos capítulo!
¿Qué opinan de lo que dijo Adriana/Melanie? ¿Está Alex torturándose demasiado por algo que aun no ha pasado, o tal vez se lo merece? A veces la culpabilidad tarda mucho en desaparecer, ¿qué opinan ustedes?
¡Muchas gracias por leerme! Aunque a veces me desaparezco jejejejee :') ¡Pero aquí estoy de vuelta! ¡Espero que les haya gustado y nos leemos en el próximo capítulo!
PD: Este es el capítulo de ayer, pero me quedé sin internet cuando iba a publicarlo :'v
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