Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

24. Fiestas separadas.

Con la aparición de Melanie el ambiente se había puesto bastante pesado. No era de extrañarse, era una enemiga pública. Pero parecía que realmente quería encontrar su lugar. De cierto modo me recordaba a Blair, pero era difícil de creer que Melanie no tuviera un lugar. Era bastante popular cuando era mi pareja, sus amigos eran mis amigos y viceversa. Éramos toda una gran familia, pero todo se estropeó cuando ocurrió el incidente.

Estoy tratando de perdonarla y de asimilar que no recuerda nada. Incluso yo la odio, más que nadie, pero no puedo cambiar el hecho de que no recuerda nada. Puede que algún día lo haga, pero necesito saber que estoy en paz con ella para poder cerrar el ciclo. De cierta forma también se lo debo porque traté de matarla.

Pero todos parecen dispuestos a interrogarla, o por lo menos aquellos que la conocen directamente. Los amigos nuevos de Blair y el nuevo novio de Sabrina no parecen tener mucha idea del tema. Pero cuando nos sentamos todos sobre un tronco y nos miramos a los ojos, nos dimos cuenta de que teníamos muchas cosas de las que hablar. Pero era incómodo con los invitados nuevos.

Miro a Blair en una súplica silenciosa. Este silencio es muy incómodo.

—Oye... creo que Reed trajo unas cañas de pescar. ¿Podrías ir con tus amigos, con Sabrina y su novio?

—Pero no sé pescar—frunce el ceño, hablando en un tono de voz bajito—. ¿Quieres deshacerte de nosotros por alguna razón?

—Tenemos que hablar de Melanie—suspiro, mientras Melanie juega con sus pies de manera inquieta a mi lado—. Pero no están involucrados o no entienden mucho del asunto. Es mejor que no hagan parte de esto.

Me mira de medio lado, algo dolida. De inmediato me nace la confusión. ¿Dije algo malo?

—Bueno...

— ¿Pasa algo?

—No—se pone de pie y se sacude las rodillas—. Kohana, ¿me ayudas con las cañas de pescar?

— ¡Claro amiga! —se pone de pie de un salto—. ¿Vienes, Shun?

Su novio la sigue, y luego Blair jala a Sabrina del brazo para que la siga. Amablemente invita al novio de Sabrina para que los siga y entre todos terminan alejándose hacia el camino que lleva al río. Me dio la sensación que Blair interpretó otra cosa de lo que dije. Parece más sensible desde que Melanie apareció esta mañana, aunque no es muy difícil imaginar por qué. ¿Está insegura de que la pueda dejar? Eso no va a pasar.

Me volteo para confrontar al resto de mis amigos, pero ya es tarde. Diana está en frente de Melanie mirándola con rabia mientras que Reed está parado detrás de ella con algo de prevención.

— ¿Me explican ustedes dos qué diablos está pasando? —dice ella con rabia.

—No es lo que piensas—interviene Melanie.

— ¡Blair no se merece esto! ¡¿Qué diablos pasa por tu cabeza?! —me grita. Me echo para atrás, está más irritable de lo normal— ¡Es tu exnovia, la que te traicionó por cierto! ¡Por culpa de ella te quisiste matar!

—Diana...

Melanie se pone de pie y se para frente a mí como si tratara de protegerme de alguna forma. Era obvio que no iban a aceptarlo, creo que Melanie debió pensar antes de eso. Pero quiero pensar en que hay una forma de que las cosas mejoren. Para que yo no tenga que seguir torturándome y para que mi madre pueda estar tranquila de que el recuerdo de Melanie ya no me afecta.

—Sé que tal vez hice algo muy horrible, pero Alex no tiene la culpa—interviene—. No te desquites con él.

Se da la vuelta y me da una sonrisa triste.

—Fue una mala idea venir.

—Diana, sé que estás molesta—comienzo a decir, tratando de evitar que Melanie se vaya—. Pero solo quiero superar esto. Estoy realmente cansado de tener que lidiar con esta carga, de no poder dejarlo ir, de no superarlo. Quiero hacer las paces para dejar esto atrás definitivamente.

No me cree. Pero es la verdad, estoy cansado. Quiero pensar que hay una forma en la que todos podamos convivir sin que el pasado nos siga persiguiendo.

Diana retrocede y niega mientras ríe con desconcierto. No entiendo su reacción.

—Ya estás cayendo—dice, incrédula.

¿Qué?

— ¡Estás cayendo de nuevo!

No. Eso no es así.

—No es eso, él solo quiere ayudarme—insiste Melanie—. Blair es mi amiga, y respeto que esté con Alex. No voy a meterme entre ellos, eso lo juro.

—Yo ya no te creo nada—farfulla—. ¡Éramos amigas! ¡Eras la novia de Alex! ¡Se iban a casar! Pero ahora... lo arruinaste todo.

Miro a Melanie con duda. ¿Y si fue un error? Tal vez me estoy haciendo demasiado blando, pero si es verdad que no recuerda nada, si es cierto que ahora es inocente, entonces de cierta forma también podría ser una víctima de lo sucedido. ¿Pero qué me verifica que ya no es la misma persona que fue capaz de cometer un acto semejante?

—Yo... yo...—se agarra la cabeza con fuerza—. Yo no quería... no quería...

Comienza a quejarse y a temblar. Es como si estuviera perdiendo la estabilidad, el control de sí misma. Como si estuviera por darle algo. Me pongo de pie, me recuerda mucho a un ataque de pánico.

—Ella estaba ahí... —balbucea—ella...

¿De qué está hablando?

— ¿Melanie? —pregunto con duda.

—Voy a traerle agua—dice Reed antes de desaparecer.

— ¡No tienes que traerle agua! —le grita Diana—. ¡Reed!

—Erika... —los ojos de Adriana se llenan de lágrimas.

¿Erika?

—Mejor siéntate—la empujo para que se siente sobre el tronco. Reed le alcanza una botella de agua—. Bebe algo de agua.

Diana se acerca con duda, está tan confundida como yo. Erika fue una novia que tuve hace mucho tiempo, no entiendo qué tiene que ver con esto. Además Melanie solo vio a Erika una vez que nos la encontramos en una fiesta, recuerdo que se la presenté. Pero luego de eso no pasó mucho más.

—Recordé algo... —se queja ella—, pero no estoy segura de lo que es. Erika... ella estaba en un incendio.

Me tenso. Eso es imposible.

— ¿Qué?

—Lo siento, es todo lo que recuerdo—sacude la cabeza en señal de confusión—. Lo siento, Alex.

Hasta Diana parece estar dudando de sus ataques contra Melanie. Nos miramos con confusión, ¿es posible que Melanie esté empezando a recordar cosas? Pero no entiendo que tiene que ver Erika en esto. Ella no pudo estar en ese incendio, es imposible. A lo mejor está confundida. ¿Pero es posible que Melanie pueda recordar cosas que aclaren mejor lo que sucedió en el pasado?

Ni siquiera sé si quiero saberlo.

—Va a tener que quedarse—bufa Diana—. No puede volver así. Pero nos deben una explicación, y yo quiero escucharla ahora.

Me siento al lado de Melanie y le pongo una mano en el hombro. Respira con fuerza, como si estuviera tratando de recomponerse. Aunque me siento mal por ella no puedo darle un abrazo para consolarla, no sería correcto y tampoco quiero hacerlo del todo. No es lo mismo que con Blair, aunque sí sé que pasar por un momento de desesperación como ese no es nada agradable.

— ¿Ya estás mejor? —le pregunto en un tono suave.

—Sí—alza la cabeza y me mira con ojos llorosos—. Gracias Alex.

Le sonrío, aunque ahora tengo más dudas que antes. Algo más pasó esa noche durante el incendio, hay algo más turbio escondido detrás y no estoy seguro de si quiero saberlo. Ahora hay una nueva duda que no me dejará tan tranquilo hasta que encuentre algo de luz. Puede que Melanie recuerde cosas más adelante. ¿Podrá ella darme alguna pista extra sobre lo sucedido? Pero si lo averiguo, no voy a poder dejarlo atrás tan fácilmente.

Trato de distraerme con el suave movimiento del agua mientras sumerjo el anzuelo en el agua. A mi izquierda Kohana y Shun están hablando entre ellos mientras pescan, y a mi izquierda Sabrina está muy entretenida con su nuevo novio. Por alguna razón me siento como una solterona. Es estúpido, pero no puedo dejar de sentirme inquieta al pensar que Alex está con ella. Es mi amiga, se supone que debería ser comprensiva. Pero aunque quiera negarlo, aún tengo resentimiento por la forma en la que me marginó en el pasado. Sé que el deber de cada persona es velar por sí misma, pero aun así no era necesario que me mantuviera bajo perfil tanto como lo hizo. También fue culpa mía. Debí saber que habría estado mejor sola que simplemente siguiéndola en silencio a todas partes.

Lo poco que logré en ese tiempo, ella me lo arrebató. Como la oportunidad de participar en un concurso de belleza, ganar un premio o pedirme las tareas cada que pudo. Ojalá pudiera dejarlo atrás del todo, pero tengo miedo. Ella está aquí con Alex. Incluso ella lo tuvo antes que yo. Sé que le hizo daño y él no podrá perdonárselo, ¿pero qué pasaría si algún sentimiento aunque sea pequeño hubiera sobrevivido?

No, tengo que confiar en él. Alex no cederá tan fácil. Me pregunto si cuando dijo que no estábamos involucrados en esto me estaba incluyendo a mí también.

Algo tira del anzuelo ligeramente y me apresuro a sacar la caña. Observo con tristeza al pequeño pececito que lucha por liberarse del anzuelo. Es tan pequeñito que me da pena. Genial, ahora me siento como un monstruo. Atraigo el anzuelo y libero el pobre pez para tirarlo de nuevo al río. Me paso las manos por el rostro. No hay remedio conmigo.

Un peso se desploma a mi lado. De inmediato siento su aroma y su calidez, como si fuera un espíritu cálido que se hubiera acercado de golpe. Se ve algo triste. Debí saberlo, debí saber que esto terminaría de esta forma.

Ninguno de los dos dice nada. Tiro la caña de pescar con desgano de nuevo hacia el agua. Ni siquiera sé por qué pesco, me voy a sentir mal del pobre pez.

Su silencio me está inquietando. Está distante.

— ¿Alex?

— ¿Hmm?

— ¿Pasó algo malo?

No quiere hablar del tema. Sus dedos se mueven inquietamente y sus ojos se centran en el espacio vacío entre nosotros. Como si estuviera vacío, perdido, sin rumbo. Un escalofrío me recorre que me obliga a dejar la caña de pescar a un lado. Se ve incómodo, como si quisiera un lugar donde esconderse. Miro hacia atrás, Adriana está hablando con Reed y Diana. Trago con inquietud, se está adaptando demasiado rápido.

— ¿Y si ella no fue la culpable? ¿Y si pasó algo más? —comienza a balbucear.

¿De qué habla?

Se lleva las manos a la cabeza luciendo muy confundido, a la vez que aprieta las hebras de su cabello entre sus dedos. Sus puños incluso tiemblan, pero luego aligera el agarre y se queda inmóvil. Ni siquiera sé que decirle, algo debió decirle Adriana. ¿Querrá hablar del tema? Es inquietante, como esa misma inquietud que sentía cada vez que lo veía deprimido durante su época de encierro. Es casi como si hubiera olvidado la forma de manejar este tipo de situaciones.

Le pongo una mano en el hombro.

—Lo siento—se pone de pie y respira con fuerza—. Necesito estar solo.

Alex se pone de pie y se va con tanta rapidez que me abruma. No quiero dejarlo solo pero por alguna razón no soy capaz de seguirlo. Tengo que ir con él. Me pongo de pie pero no me puedo mover. A lo mejor le venga bien hablar con alguien, no me gusta verlo tan afectado.

Tengo que ir. Tengo que ver si está bien.

—Espera—una mano me detiene por el hombro—. Yo iré.

No alcanzo a reaccionar hasta que veo a Adriana correr por la dirección en la que se alejó Alex. Una punzada me perfora el corazón, casi como si fuera un dolor sangrante. ¿Por qué tiene que ser ella la que vaya?

Tal vez porque esa es una historia de la que no hago parte.

El ambiente de este campamento se ha apagado bastante para algunos de nosotros. Estoy sentada en mi sitio con un aura depresiva, mientras Diana está sentada a mi lado de la misma forma. Sabrina y Kohana por otro lado se llevan muy bien. Me da una punzada de celos, estoy algo paranoica. ¿Por qué siento que cualquiera podría reemplazarme?

Alex y Adriana ni siquiera han vuelto y está empezando a oscurecer.

—Bueno, ¿qué pasa con ustedes dos? —Pregunta Shun, parándose frente a nosotras—. ¡Estamos de campamento!

— ¡Bien dicho, mi amigo! —Celebra Reed—. Vamos señoritas, ¡anímense!

Reed parece un poco más animado de lo normal. Diana sacude su mano frente a ella.

—Puff, ¿has estado bebiendo? —arruga la nariz con disgusto.

— ¡Pero si trajiste alcohol! —Grita Sabrina escandalizada, alzando unas botellas—. ¡¿Estás loco, Reed?!

— ¿Qué tiene de malo? —le arrebata la botella y la arrulla—. Es mi bebé. Espero que no les moleste beber, señoritas.

No me interesa si trajo alcohol o trajo drogas, solo quiero que esos dos vuelvan para quitarme la incertidumbre que estoy sintiendo.

Diana parece igual de incómoda, me siento mal. ¿Qué clase de amiga soy que ni siquiera le he preguntado sobre sus problemas? Soy una persona terrible. Soy una egoísta, he estado tan centrada en mí misma que no me he preocupado por mis amigos. Debería tratar de pasar el rato. Alex volverá, quiero confiar en eso.

—Vamos, hay que organizar una acampada inolvidable—dice Reed con ánimo mientras nos señala—. Intégrense también, par de amargadas.

Kohana se acerca a nosotras mientras Reed, Shun y Sabrina comienzan a encender una fogata y reunir algo de comida. Tengo que tratar de pasarlo bien mientras Alex y Adriana no están. No debo preocuparme por ellos, tengo que confiar en él.

— ¿Se sienten bien? —pregunta.

—Sí—murmuramos con desgano.

— ¡Kohana, déjalas solas! —le grita Shun.

—Pero se ven tan tristes... —se lamenta mientras nos mira—. ¿A dónde fueron tu novio y la otra chica?

Me encojo de hombros mientras trato de reprimir la corriente de celos que me invade. Dije que iba a confiar en él, tengo que hacerlo, pero estoy a punto de levantarme e ir a buscarlo. Pero claro, es como él dijo, no es mi historia, no estoy involucrada y tengo que quedarme al margen. Ellos dos tienen un vínculo que yo nunca voy a poder igualar.

—Lo que ustedes necesitan es esto—dice Reed al rato, acercándose con un par de tragos—. Beban, beban.

Diana lo mira con furia, y casi podría jurar que tiene los ojos empañados. Recibo el trago con algo de incomodidad. No estoy muy acostumbrada a beber, pero se me viene a la mente un comentario que fue hecho antes. Algo sobre que a Alex le gustaría ir a una discoteca conmigo. No sé bailar mucho y tampoco estoy muy acostumbrada a la bebida, ¿pero podría acostumbrarme? ¿O al menos tolerar la bebida? A mí también me gustaría salir con él, después de todo es una persona sociable. Debe aburrirle estar encerrado conmigo todo el rato. En cambio Adriana probablemente si le dio todos los gustos que yo no puedo darle.

Al menos quiero intentarlo.

—No quiero beber nada—dice Diana con rabia, tirando el contenido de la copa al suelo.

Reed se arrodilla frente a ella, ignorando que estoy aquí. Creo que ya está algo ebrio.

—Vamos, bebe conmigo. Solo los dos—la jala. Ella se resiste—. Ven. No te haré nada, solo quiero estar contigo.

Me sorprende el tono de cariño con el que Reed le habla. Por su mirada, es casi como si ella fuera su mundo. La mirada de Diana parece flaquear, y finalmente se deja jalar por él. Me siento como una marginada, es ridículo. Tomo el contenido del vaso de golpe. Siento como el líquido ardiente baja por mi garganta. Ay, creo que ya me mareé.

— ¡Blair! —Kohana me regaña mientras me arrebata el vaso—. No debes beber alcohol tan rápidamente. Esto se bebe despacio.

— ¡No seas santurrona! —me quejo—. Se supone que soy un adulto, puedo beber estas cosas.

—Sí, pero con cuidado—me regaña—. Blair, eres mi amiga, no soporto verte mal. Ven, vamos con los otros, seguro que te animas.

Me tiende la mano y no puedo evitar sonreír por un momento. Es bonito que se esté preocupando por mí, pero quiero quedarme aquí sola. En serio, voy a estar bien.

— ¡Chicas! —Shun nos llama. Los demás ya están sentados alrededor del fuego—. ¡Vengan! Pongamos algunos malvaviscos en el fuego.

No quiero ir con ellos, no quiero ser social ahora mismo. Estoy preocupada y de cierta forma enfadada. ¡Se fueron ellos dos solitos al bosque para hacer quien sabe qué! No, no, no debo pensar así. No quiero ser una loca compulsiva.

—Está bien—digo con enfado—. Vamos.

Me pongo de pie y camino hacia los otros. Comienzan a contar chistes y trato de integrarme, ha pasado tiempo desde la última vez. Pero Reed y Diana ya parecen algo emocionados y comienzan a repartir tragos. Los acepto. Si Alex quiere hacer su fiesta con Adriana, muy bien. Yo también voy a hacer la mía.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro