Milo consolaba como muchas veces al leonino menor. Esta vez si que fue un golpe duro para el de la quinta casa. No paraba de mencionar que su hermano estaba vivo y parecía volverse loco.

-Se que no me crees.-dijo al fin.-Mejor vete a tu templo y dejame solo.

-Aioria..-insistió tratando de apoyarlo.

-Vete Milo..es mejor que tengas confianza de verdad a que la finjas.

Lo dicho le dejó pensando. Aioria tenia un buen corazón pero..había veces en que este se negaba a aceptar la ayuda de los demás.

El rubio no quizo insistir para aumentar el problema y le entendió.

-Espero que más tarde estés mejor.-le palmeó el hombro y abrió la puerta.-   Pasaré a verte y no desearía mirarte en este estado.

Se fue y al llegar a la casa de piscis vió que DeathMask y afrodita se reian divertidos. Ambos no se daban cuenta de que el rubio los observava atento.

-Dilo..dilo otravez-pidió el sueco animado apretando la camiseta del peliazul desde el pecho

-No..-se reía.- Se escucha ridículo y me siento un idiota..

-Jajaja no..para nada mi angelo patricio anastacio de italia.

-que? es enserio?-se carcajeaba con confianza.- De donde sacaste eso de patricio anastacio?

-No se..simplemente se me salió.-se encojió de hombros apoyando la risa de su amigo exajeradamente.

-hay veces en que no se si es que te haces o eres así.. Patricio anastacio-repitió.-  jajaja

-ya..-se quejo con una voz melosa y le dio un golpe suave .-Dejame ser como quiero. Angelo.

Todo iba bien hasta que el peliazul notó la prescencia del dueño de la octava casa.

-Eh..afrodita..-llamo para hacerlo callar.

-aa no pares..es la primera vez que te ríes así conmigo.-se quejó haciendo un puchero tierno y una voz pegajosa.

-Es que..Milo está ahí.-apuntó con la barbilla mirando al nombrado.

-Que?¿Donde?-se giró y vio a Milo parado en medio del lugar quien no se movía para nada.

-Yo..losiento por..Mejor me voy.

El rubio nervioso se retiró y bajó con cuidado hacia la siguiente casa.

-Que habrá pasado?-preguntó el peliceleste curioso y algo preocupado por el acabado de pasar.

-Quizas despertó de la cruda de antes de ayer y ahora no sabe que pasó. Según informó el patriarca aioria y Milo estaba heridos por una pelea.

-Que mal..pero no es común ver a Milo así de descuidado. Estaba mas palido de lo normal.

-déjalo..tendrá sus razones por las cuales este de esa forma.
Por cierto..a shura lo he notado mas distanciado. No quiere hablar conmigo..estará bien?

-No lo se..que dices si lo vamos a ver? Es nuestro amigo.

-por supuesto que es nuestro amigo. Así que vamos para capricornio florecita.

-Que no me digas así!

-ya..no me piques!duele!

-pues que te duela con más ganas si es que me sigues diciendo de esa manera.

-está bien...floripondio.

-Angelo!

-Vale afrodita! No te enojes..lo digo de broma.

El peliazul cruza los brazos recibiendo la mirada tierna y enojada del pisciano. En unos segundos ya bajaban escalones abajo para visitar al capricorniano distanciado.

Mientras tanto el rubio que se fue más rapido de lo normal estaba dentro de la casa de acuario. Camus mantenía la mirada fija en un libro y Milo le pedía que le contara todo lo que habia realizado en la fiesta. Y lo que ocurrió después también.

-No te lo diré. Es mejor que te quedes sin saber nada.-contestó aun leendo. Aunque a decir verdad le costaba concentrarse debido a que cierto bicho le seguía insistiendo.

-Aunque sea dime por qué fue la razón de que aioria me golpeó! Te lo pidoo. Es una simple explicación y ya!-reclamó sentandose muy cerca del peliverde.

-No insistas Milo. Si te he dicho que no eso se mantendra así. No me obligues a sacarte de mi templo por las malas. Tengo suficiente con todo el castigo que me heché encima por tu inmaduréz.

-Te han castigado?.-le cuestionó asombrado y mirandolo fijamente.

Ahí fue cuando camus se dió cuenta de que habló mas de lo que debia. Tenia paciencia y era calculador en varios casos. Pero cuando esas imagenes de milo,shura y él en el fondo del lugar en donde se realizó la fiesta aparecían. No podía asimilar ni pensar con claridad.
Ya había soltado lo que no quería y temía soltar demás. Asi que ignoró los ruegos del griego quedandose callado y pasando página a su libro.

-Camus..-hizo ojitos estirando sus labios formando un pico que para muchos seria tierno. Pero para camus eso significaba chantaje y perdida de tiempo.

-Informaré al patriarca que no estás descansando como deberías. Te has levantado antes de que tus heridas terminaran de regenerarse por completo.

-Mirame.!.-se arrebata la camiza y se arremanga sus pantalones girandose a los lados.-no tengo nada! Estoy bien y cuando dices que debo descansar me haces sentir debil. Y sabes que yo no soy de esas personas que se quejan por todo.

-Quieres que te lo cuente.-afirmó.-pues te lo contaré de principio a final ya que tanto insistes.

-Te juro que no haré ningun gesto en el rostro.-dijo colocandose serio e inflando su pecho dando a entender que lo iba a tomar seriamente.

El peliverde cerró su libro y lo colocó a un costado. Miró al frente y empezó a narrar desde que llegaron hasta que se fueron sin interrupción. Y el juramento que hizo milo pues quedó hecho añicos ya que al contarle sobre el beso se quedó con una cara que parecía de pánico puro. Y su aspecto era deprimente pues sus hombros estaban caídos y su espalda estaba agachada. Ni que decir de donde miraba por que miraba directente al suelo avergonzado.

-Y cuando estaba por pelear a muerte con aioria tu te atravezaste y recisbiste la esfera de cosmos que lanzó. En cambio aioria fue golpeado con la excalibur de shura y se desmayo al instante. Shura se fue..Y de allí busqué la ayuda del aprendiz de Mü y te llevamos con el patriarca para que los curara. Y fin..ya no hay más,se acabó y te pido que te retires de mi templo de la forma más educada.

-Espera..

Camus que se habia parado se detuvo sin mirar al rubio quien se había estado mordiendo los labios de la tención.

-E-es verdad que..tu y..yo..

-Si. Lo hisiste y creeme que me arrepiento de no haber podido detenerte. Estabas fuera de tus cabales y shura aunque más conciente estaba igual de hebrio que tú.
Si me haz contado de tus hazañas con varias mujeres pues esta vez me tocó contarte esto sobre un hombre.

No dijo más ya que la pareja de amigos tenian planeado pasar por allí.

-cuando esté mas calor de lo normal deberíamos visitar a camus. Quizas nos permita refrescarnos en su templo.-exclamó death mask en vos alta específicamente para que su dueño lo escuchara.

-Te atrevez a hacer eso y te congelo hasta los huesos.-habló el peliverde advirtiendo lo dicho al peliazul.

-Eh..Camus nos permites pasar por tu templo?-pidió con una sonrisa el peliceleste que hizo a un lado a su acompañante.

-pasen.-dio el permiso y se perdió por las escaleras hacia su biblioteca.

-Bueno..nos vamos. Que te mejores pronto Milo!

Ambos se retiraron y Milo se quedó ahí sentado con la cabeza gacha. Se habia pasado en verdad y los recuerdos borrosos se hacian ver en su cabeza.

-Demonios..que hice.. ya la fregué pero muy fregadamente.-se regaño a sí mismo.-Milo eres un idiota!

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Bueno chicas..el capitulo prometido ya está.