Fénix
Dedicado a
SIU0901
- Ey!, ¡tú! El del 1084 -gritó la señora con suma molestia, Jungkook recordó el número del departamento ya que ahí vivió por unos meses con Gael y se detuvo, incrédulo de que era a él a quien se referían.
- Señora Chan, por favor -suplico el guardia de los edificios, que salía de la caseta detrás de ella.
- ella quiere destrozar todo el lugar, apuesto que se enredó con uno de los tantos y se quedó dormida -Kook prestó atención a las palabras no comprendiendo la razón.
- La señorita Gael no es de esas chicas, y usted lo sabe perfectamente señora Chan.
- Perdón, pero no logro entender.
- señor Jeon, lamento interrumpir su día -dijo el guardia con amabilidad, pero la mujer lo interrumpió con afán.
- Su amiga está inundando el edificio, el agua comienza a caer por el techo a mi departamento, y cuando subí a informar, note que el agua también sale por debajo de la puerta -exclamó hasta quedar sin aire, tomó oxígeno con profundidad y prosiguió- mira, quizás fue precipitado pedirle que desaloje...
- ¿Qué desaloje?
- Pero, eso no quiere decir que le dé el derecho de hundirnos a todos en su infierno.
- Yo, no logro comprender.
- Podría por favor entrar a su departamento, quizás es una fuga de agua y el edificio debe hacerse cargo de ella, pero la señorita Gael no nos ha informado y no podemos irrumpir sin permiso -explicó el anciano de uniforme.
- Pero ya no vivo con ella.
- Y yo lo sé, en serio que lo tengo en claro, pero, podría hacernos ese favor, al menos de abrir la puerta y así no rompemos un cerrojo.
- Bien -terminó diciendo Kook
Iba a la cabecera del trío directo hasta el departamento 1084, rogaba por qué ella no estuviera presente, Gael no sabía que Jungkook estaba más cerca de lo que esperaba.
No quería verla, y comenzó a dudar de haber aceptado la petición, pero al ver el pasillo con agua, que desbordaba por el balcón hasta en las jardineras comenzó una inquietud en su pecho, alargó sus pasos intuitivamente dejando atrás al par, sus pies salpicaba el agua por los trotes que sin querer comenzó a dar, levantó la protección de los botones e ingreso el código con desespero.
El interior estaba completamente mojado, cocina, living y comedor, siguió el rastro, revisó habitaciones con rapidez hasta que llegó a la principal, al abrir la puerta el agua se volvió más precipitosa.
- ¿Gael?
Por alguna razón intuía que se trataba de algo malo, sus ojos se llenaron de lágrimas, un hueco se alojó en su pecho y la necesidad de gritar se atoro en un nudo a mitad de su garganta, asomó su cabeza al baño, mirando con lástima.
El frasco sobre el lavamanos vacío, el agua que corría por el grifo, una copa quebrada y el cuerpo de ella sumergido completamente en el interior de la tina.
- Gael! -grito y se lanzó hasta ella para sacarla de ahí.
Pesaba, claro que pesaba, estaba inconsciente, con la ropa empapada y fría, quizás no tanto como para dar a conocer su muerte, pero si lo estaría si no se hacía nada para impedirlo.
La tomó en sus brazos humedeciendose propiamente, el cuerpo estilaba, y la saco hasta el cuarto.
- ¡Válgame dios! -susurró con asombro la mujer al verla en los brazos del muchacho.
- Llamen una ambulancia.
- S-si... -el hombre se movió apresurado por la casa hasta salir corriendo a su caseta para finalmente llamar.
La señora Chan estaba inmutada, veía como el chico daba RCP a la jovencita, se arrepintió de todo el daño que le había hecho, todos tenían la razón, ella no tenía la culpa de los desenlaces de su vida, pero nadie la defiende o apoya, todos, la culpan.
- No me dejes -dijo Jeon entre dientes con sus lágrimas cayendo por su mejilla, no quería volver a verla pero, tampoco quería que fuera de esta forma.
Acercó sus labios a los de ella, dejando un casto beso y abriendo su boca para dar aire, haber si así podría quitar el agua que estaba en sus pulmones y tratar de volverla a la realidad.
Pero ese Fénix, no quería revivir.
- Por favor no me dejes -le susurró nuevamente acariciando su rostro.
¿Cuánto daño recibió que decidió tomar ese camino?
Kook recordó una discusión con su amigo mientras volvía a presionar su pecho con esmero, no dándose por vencido a perderla.
•°•°•°•°•
-
No quiero saber de ella -se dejó caer al sofá.
- Estás siendo muy inmaduro y cruel.
- Siempre he sido así.
- Jungkook, la Vi con un hombre afuera -Kook rezongo con molestia, se levantó y caminó por su lado.
- Es una puta -reclamo con ansiedad, pero Jin lo tomó de su pecho y acorraló contra la pared.
- Tu no sabes lo que pasó en su vida, ella no estaba disfrutando de eso, el muy maldito la estaba abusando y tú pudiste protegerla pero en su lugar, eres un inmaduro que solo se deja llevar por las apariencias.
- No me importa, no quiero saber nada de ella, me mintió y nunca se lo voy a perdonar.
•°•°•°•°•
- No -se dijo así mismo- si te perdono, no me importa lo que fueras, si decides dejarlo decido quedarme contigo -volvió acercar sus labios a ella- quédate conmigo, Gael -exhalo aire en sus pulmones- Te amo -junto su frente con la fría de ella- Sarang te extraña, lo sé porque, siempre sonríe cuando le cantó la canción de la arañita que tú le enseñaste, y hace esos movimientos de manitas queriendo imitar la única figura materna que ha conocido.
Tomó las manos de ella y las llevó a su boca, recordó nuevamente esos momentos felices, en los que ella llegaba a casa y convivieron como una familia.
•°•°•°•°•
- Ya llegué -se oyó al abrir la puerta- ¡Hola mi amor! -dijo tomando a la bebé en sus brazos y llenándola de besos en su cuello, escuchando las carcajadas de la infante.
- Hola -se escuchó con una voz ronca que interrumpió la acción de Gael- ¿Cómo estuvo tu día? -apoyó su cuerpo en el umbral
- Bien, ya sabes, niños gritando, uno que otro enfermo y los demás que reclamaban porque sus madres enviaban muchos vegetales en los lunch -se acercó a él besando su mejilla, poniéndose de puntillas para lograrlo.
Jungkook cada vez erguía más su cuerpo desde que ella comenzó con esa manía, no para rechazarla, solo, le gustaba ver el esfuerzo de la chica por lograr sentir su piel.
- En realidad no lo sé -la siguió hasta la cocina- prepararé la cena.
- No -ella tomó una fresa de la nevera que mordió en el proceso- iremos a cenar.
- ¿Es una cita? -sonrieron
- Solo es una salida, ¿quieres o no?
- Sí, quiero, aunque me incómoda que seas tú quien invite y no yo.
- Quizás algún día lo hagas, si es que no te aburres de esta lunática que te tiene aquí por este primor -beso la mejilla de Sarang.
- ¿Es cierto? -ella le vio con incógnita- ¿Estoy aquí solo por ella? -Gael sonrió tiernamente y se acercó a él.
- Estás aquí porque así lo quiero, no hay otra cosa que me llene de felicidad que ustedes.
Ambos se quedaron viendo fijamente, desde hace unos días ambos querían terminar el día besándose, dando a conocer los sentimientos que comenzaron a formar por el otro, pero, los dos, eran demasiado inexpertos en ello.
- ¿Vamos?
- Vamos, iré por una chaqueta para Sarang -se alejó de ambas.
- Es aquí cerca, trae la carriola, quiero caminar por la ciudad.
No había cosa más romántica para Jungkook que la imagen de ambos caminando por las oscuras calles de YeoSu junto a Gael, mientras ella empujaba la carriola con Sarang en ella, una sonrisa se dibujó en sus labios al pensar en ello, tomó un poco de loción, se aplicó, arreglo rápidamente su cabello y al salir por la puerta, Gael retocaba su maquillaje...
Si era una cita.
Al verse mutuamente sonrieron, Jeon dió pasos lentos hasta ella, su aroma lo invadió, dulce y perfecto, se miraba hermosa y no había belleza en el mundo que logrará capturar su atención como Gael.
Bueno sí, Sarang.
- ¿Me veo mal?
- Te ves perfecta -arregló un mechón de su cabello- ¿Y yo?, ¿me veo bien?
- Tu siempre te ves bien, Jungkook, incluso cuando viste un chándal y descalzo.
- ¿Acaso me observas cuando estoy en pijamas? -vio como las mejillas de la chica tomaron un leve color rojizo y sonrió.
- Me pones nerviosa, es mejor ir, o nos quedaremos sin cena.
- Vamos entonces -acomodo la chaqueta de la bebé, y salieron juntos sonriendo, como si esa familia fuera real, como si ambos estuvieran enamoradísimos y la pequeña Sarang era el fruto de ese amor.
Si lo estaban, se aman hasta ya no poder más, y aunque ninguno era el primogénito de la cría, sentían como si así lo fueran.
Luego de una cena entre risas y coqueteos, caminaron por las calles de YeoSu uno al lado del otro.
A Jungkook se picaba las manos por querer tomar de su cintura, lo había intentado un par de veces así como también en su espalda alta y baja, pero antes de rozar siquiera se arrepentía y volvía a meter su mano al bolsillo.
Al llegar a casa, Sarang estaba profundamente dormida, Kook encendía las luces y ella quitaba los seguros de la carreola.
- ¿Me dejas acostarla en su cuna? -lo vio asentir encogiendo sus hombros.
- ¿Te preparo un café?
- Eso sería maravilloso -respondió con una sonrisa en sus labios.
No habían convivido mucho tiempo, pero sí el suficiente para conocer los gustos del otro.
Gael cambió delicadamente a Sarang, la arrulló en sus brazos tarareando una canción y finalmente dejó en la cuna que solo hace días había comprado para ella.
Por su parte, Jungkook preparo café, tomó unas cuantas galletas de la despensa y las dejo en un platillo, el afán de Gael era beber un café junto a unas galletas que siempre contengan chocolate, y reía tierna e involuntariamente al escuchar los tarareos que contenían un toque de desafinación.
- Ya está -dijo al entrar por la cocina, pero al momento de cruzar la mirada con el chico, se mostró nerviosa y ansiosa.
- Gracias por la no cita -rieron y tomaron asiento, uno al frente del otro- no sé si es buen momento, pero, ya llevo casi un mes aquí, y creo que es hora de irme.
- ¿En serio? -esta vez, sus rostros, ambos, estaban tristes o melancólicos- bueno, sí, digo... no siempre puedes vivir aquí, ¿verdad? -lo vio asentir con lentitud- pero, ¿podría ser en otro momento?, me gustaría desocupar uno de los cuartos, creo que hay humedad en el y sería un gran problema, debo, debo quitar el papel mural, limpiar y poner uno nuevo, hay que...
- Yo me encargo -ella dejó de hablar, un pequeño silencio se hizo en el lugar.
- No, está bien, si debes irte, Jungkook, tú, solo hazlo -bebió café y tomo una galleta- terminaré esto en mi cuarto, me siento cansada.
- Sí -murmuró Kook y la vio alejarse por el rabillo, un suspiro lleno el silencio del momento.
Cobardes, cobardes por no decir lo que debían decir.
•°•°•°•°•
- ¿Está muerta? -Jeon despertó de sus recuerdos con la pregunta de la mujer, limpió su rostro de las lágrimas dolorosas y siguió con las compresiones sobre su pecho- Ella no se merece esto -dijo entre sollozos- jamás debí pedirle que se fuera, es buena chica, no tiene la culpa de lo hecho por su padre.
- Señora cállese -le gritó tan gutural que quemó su garganta- no necesito escuchar su voz molesta en este momento -se enfocó en Gael, cansado de no saber que hacer la tomó en sus brazos abrazándola a su cuerpo, meciéndose como si fuera un bebé
Se preguntaba dónde estaba la dichosa ambulancia, ni siquiera sabía si la ayuda que él le estaba proporcionando era realizada correctamente, la intención es lo que valía, la intención de mantenerla viva y quizás, solo quizás, estar junto a ella en un futuro próximo.
- Por favor -rogó desesperado mirando el rostro con expresión tranquila, acarició su rostro decidido a despedirse en ese momento, pero aún en su pecho estaba la más mínima esperanza de su reacción- No me dejes -le dijo por última vez.
Al parecer, e ignorando su deseo, el fénix volvió a renacer y esta vez, del agua.
Su boca comenzó a botar agua, tosiendo y tosiendo casi desvalida. El alivio sentido por Jeon lo llevó a reaccionar, poniendo de costado el cuerpo de la muchacha que al menos ahora ya respiraba por sí sola.
Las balizas de la ambulancia se oían cada vez más cerca, logrando así, una tranquilidad en el conserje, la señora Chan y Jungkook, que agradeció mentalmente a una posible oportunidad.
•°•°•°•°•
- Despidieron a Gael del colegio-dijo Jin al entrar en la cocina.
Al oír las palabras dejó de hacer la leche para la pequeña e insinuó ignorancia.
- No sé quién es Gael.
- Ella te agradaría -le siguió la corriente- ella es la mejor chica que he conocido, de hecho -tomó una taza de uno de los almacenes y preparo un café- en nuestros días de escuela estaba profundamente enamorado de ella -Kook giro en su eje esta vez, viendo con un poco de molestia.
- ¿A sí? ... ¿Y qué pasó? No, déjame adivinar... se acostó con medio colegio y te desenamoraste de ella.
- De hecho, fui yo quien era un don Juan en el colegio, y ella nunca se dió el trabajo de mirarme, la primera en su clase, jugaba fútbol en la escuela, buena bailarina más no cantante.
- Lo sé -susurro recordando las veces que desentonaba al cantar alguna canción infantil.
- Pero su padre se metió en malos juego, comenzó a apostar, su madre quiso divorciarse, pero antes que lo hiciera murió en un supuesto accidente, quien vive alrededor sabe perfectamente que no fue así -bebió de la taza que vaheaba.
- Hyung, ¿A qué quieres llegar? -se cruzó de brazos.
- El bar Invictus es muy conocido en la zona, no solo por las mujeres jóvenes que ofrecen servicios especiales, sino por cómo las consigue, Jungkook, todas son hijas de los hombres que tienen una deuda millonaria en los juegos de azar clandestinos del segundo piso, así llegó Gael a ese lugar.
- ¿Cómo lo sabes?
- Te dije que estaba enamorado de ella, lo sé todo... -se sentó en una de las sillas- Jackson Wang es hijo del dueño, mi ex compañero de curso y durante un tiempo mi mejor amigo, hasta que se enteró de mi -tomo aire y soltó en un suspiro- obsesión por Gael, ahí para él se volvió una competencia, la invitaba a salir y ella le rechazaba, cada día era igual, y cuando creí que la dejaría para yo invitarla a salir, le dijo a su padre que la ama y quería para él -dio una leve sonrisa- aún así ella no se dejó engatusar por ese imbecil, entonces acordaron que ella trabajaría por diez años bailando y solo bailando.
- ¿Cuánto tiempo le queda ahí?
- No tengo idea, sé que su padre sigue apostando, y mientras la deuda crezca ella tendrá que hacer lo suyo, pudo ser la novia de Jackson y la deuda saldada, pero, ella no entregaría su corazón y cuerpo a cualquier idiota.
- Sigues... -aclaró su garganta- ¿Aún sientes algo por ella?
- Siempre será una chica importante para mí, fue mi primer amor y de la que más me engatuse, pero no, años después llegó Moira a mi vida y ahí me quedo, solo con ella.
Jungkook pensó unos momentos, tenía razón, su vida no había sido fácil, ni para él ni para ella.
- Yo la ví, Hyung, mire perfectamente como esos hombres la tocaban, como ella se dejaba -su orgullo se hizo presente, el hecho de recordar aquello le provocaba dolor en su pecho, giró sobre sus pies y siguió con la fórmula de la bebé- si se deja manosear de esa manera, no me extraña que se haya acostado con alguien más.
- Si se hubiera acostado con alguien más no la habrían echado del colegio, Jackson no habría corrido la voz que la maestra de primaria trabajaba en su bar, pero Jungkook, lo que te diga en este momento, por muy doloroso que sea, nunca darás tu brazo a torcer, eres demasiado inmaduro y orgulloso para comprenderlo.
- Buenas noches, Hyung -camino hasta el cuarto alimentando a su hija, pensando en las palabras, convenciendose que su orgullo era lo mejor que tenía.
•°•°•°•°•
Miraba despavorido la puerta de urgencia esperando a que alguien saliera y le diera noticias, hizo un par de llamadas a Jin para que se quedara con Sarang y de paso, le pidió disculpas por no comprender antes de este infortunio.
El médico sale por las puertas y Jeon se acerca a él, duda en darle noticias, pero su rostro temeroso le convence que es lo mejor.
- Hicimos un lavado estomacal, quizás, duerma durante las próximas horas, hay que hacer análisis pero, todo estará bien.
- Si -soltó en un alivio cerrando sus ojos- muchas gracias.
- La pasarán a una habitación, ¿usted es familiar?
- Si, yo... soy su novio.
- Oh... ya veo, entonces, debo informarle que el bebé está bien, a pesar del poco tiempo que la señorita estuvo muerta, el RCP funcionó para mantener a ambos vivos.
- ¿El, bebé?
- Perdón, ¿No lo sabía?
- ¿Está embarazada? -un nuevo llanto se hizo presente.
- ¿No lo sabían?
- Al menos yo no -limpio sus ojos y recordó sus palabras- ella no podía tener hijos.
- Según los estudios Gael tiene ovarios poliquísticose, su caso era muy severo, pero por algun milagro está embarazada .
- ¿Puedo ir con ella?
- Si, pregunté en recepción, ahí le darán información -el doctor se alejó a pasos rápidos.
Jeon volvió a sentarse apoyando sus codos en las rodillas y frotando sus manos, bajo su cabeza y en silencio terminó de llorar.
Por poco, casi lo pierde todo y solo por orgullo.
Voto todo el dolor que sentía, si ella despertaba no quería en definitiva que le viera así, y cuando ya quedó seco, decidió ir en busca de ella.
•°•°•°•°•
- Te gustaría comenzar una nueva vida -miro sus ojos siendo reflejada en los oscuros.
- Si es contigo, sí -ambos sonrieron- quiero una casa, una modesta en la que seamos felices, quiero -volvió a sonreír- que lleves mi apellido y juntos criemos a Sarang como nuestra, y que nunca sepa el origen de su concepción, quiero hijos, que tengan tus ojos, tus facciones pero no tu canto -carcajearon- quiero todo contigo.
- Yo también quiero cada cosa que dijiste, pero, estamos recién conociéndonos, quizás más adelante sepas cosas de mi que te harán odiarme tanto que me querrás ver muerta -sus ojos se cristalizaron ante la imagen mental.
- Jamás te odiaría, si algún día cometes un error, esperaré una explicación y luego decidiré si odiarte o no.
- Lo prometes.
- Lo juro -ella beso sus labios con fuerza y romance.
Aquella promesa fue rota horas más tarde, cuando la encontró en una de las jaulas, bailando para hombres y no permitiendo oír una explicación, dejando deshechos ambos corazones.
•°•°•°•°•
Verla postrada en la cama le dolía, acercó una silla hasta la camilla y tomo su mano sintiendo el calor de esta.
- Tendremos un bebé -dijo en un sollozo- ¿Lo sabías?, ¿Por eso lo hiciste? -levantó la mirada a su rostro- Perdóname por no estar ahí, cumpliremos nuestros planes, princesa, te llevaré lejos de aquí, dónde nadie nos conozca ni a ti ni a mi, así, nunca te recriminaran nada, te alejaré de los malos deseos y los murmullos de la gente, y tú y yo formaremos una familia de la que dijimos, ¿Sí?
Llevó el dorso de su mano a la boca dejando un beso con sus labios tiritones, luego apoyó su frente y las gotas salieron por sus ojos humedeciendo la sábana blanca, tomó aire y par de veces, debía calmarse, tenía qué.
Una enfermera hacia ingreso a la sala para tomar sus signos vitales, Kook no despegaba la vista de la chica, no dejaba de acariciar su mano, manteniendo tomada para que no se sintiera sola, ahí.
La misma enfermera volvió cada dos horas a ver a la chica, y de paso, llevando de comer al muchacho.
Jungkook había salido un momento para estirar sus piernas, e ir al baño por sus necesidades.
Fue en ese momento que Gael abrió sus ojos con lentitud, negando por no cumplir su cometido.
- No -murmuró soltando sus lágrimas- no quiero estar aquí -dijo con la voz seca, la puerta se abrió y ambos se vieron.
Con lentitud, ella quitó la vista, no estaba en sus planes que él la viera de esa manera, no estaba en sus planes volver a despertar y con mucho dolor en su cuerpo se giró de costado dándole la espalda a quien la dejó sin dar explicaciones, se convencía que solo ella amo.
Jungkook se acercó lento hasta su espalda, aprovechó el espacio que había y se recostó junto a ella abrazando su cuerpo y no pudiendo contener el llanto.
- Gracias por volver a mi -dijo en su nuca entre sollozos provocando asombro en ella- ahora, quédate conmigo, porqué, Gael, no puedo vivir sin tí.
Rápidamente ella giró en su eje, abrazándolo con fuerza, dejando un beso en sus labios, limpió sus lágrimas y las de él y se vieron a los ojos.
- ¿Haremos una nueva vida? -él asintió con un nudo en su garganta- yo no soy como las demás, como...
- Lo sé, siempre lo supe, es solo que, viví tanto tiempo rodeado de ello que, no quise comprender.
- Renuncie, ¿sí?... Ya no habrá más salidas nocturnas, a no ser que sea contigo.
- Te llevaré lejos de aquí -prometió- dónde nadie nos conozca, comenzaremos de cero, tú, yo, Sarang y nuestro bebé.
- ¿No es muy pronto para tener más hijos? -sonrió con ternura, entonces, supo que ella no lo sabía- ¿Pasa algo?
- Pasa que te amo, y sí, quiero más hijos -llevo su mano al vientre- estás embarazada, princesa.
Las palabras sonaron como eco en su interior, no solo estuvo a punto de acabar con su vida, sino también de alguien indefenso que no tiene culpa de los actos adultos.
No sé alimentaba bien, pasaba bebiendo alcohol, dormía la mayoría del día y noche y tomó ciertos síntomas como una fuerte depresión, su periodo siempre fue irregular por lo que no se le ocurrió hacer una prueba.
Decía amar a los niños e intentó asesinar al propio, ¿qué clase de mujer es?, una muy mala al parecer
- No, yo... -miro incrédula- te juro que si lo hubiera sabido jamás lo habría hecho, Jungkook -exclamó con dolor- yo no lo sabía.
- Está bien, el doctor dijo que estaba bien.
- Si algo le ocurre por mi estupidez...
- No -negó tranquilizando el arrebato contra ella- no pasará nada, y si pasa, yo estaré apoyándote, estamos juntos en esto, también es mi culpa.
- No debiste llegar
- Gael.
- No debí despertar, Jungkook -reclamo- sabes lo miserable que será este bebé al tenerme como madre, sabes acaso las atrocidades que le dirán -reclamo- Yo sí, por qué a mí me lo dijeron.
- Princesa, eso no va a pasar, yo me encargaré de...
- Déjame sola
- ¿Qué?... ¡No!
- Ya lo hiciste una vez, no será tan difícil.
Jungkook vio esos ojos fríos que nunca antes tenía, llenos de pena y tristeza, no reconocía esa mirada en Gael.
- No lo haré, no voy a dejarte de nuevo, no permitiré que nadie te haga daño, ni a ti ni a mis hijos, ¿Entiendes?, te llevaré lejos de aquí, dónde nadie nos conozca, buscaré una casa modesta, en la que viremos cómodamente, criaremos a nuestros hijos y tendremos lo que nunca nos dieron nuestros padres, algo estable, lleno de amor y firme, y te haré el amor cada noche de mi vida.
Los ojos de ella dejaron de verse de aquella manera, al menos ahora brillaron un poco, la vio asentir despacio y se besaron con delicadeza.
- Todo estará bien, -prometio- todo será mejor porque te amo, Gael.
- Y yo te amo, Jungkook
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
Sí, para los que me conocen mis finales felices
no son tan atrayentes como los tristes
o eso es lo que yo pienso.
El cap dos era mi final, pero se agradecer a quienes me leen, y solo por ello, es que esto nació en el momento y de ayer a ahorita lo termino.
Quizás haya uno más, quizás no.
Todo depende de comentario y mi imaginación.
Gracias a quienes son fieles y no teman en reprochar si no están conformes, siempre haré lo mejor por ustedes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro