Pov narrador

El ambiente Pacífico de la noche se había vuelto pesado. La sonrisa que caracterizaba al cazador se desvaneció volviendose sería al igual que la demonio. Ambos manteniendoses fijos en sus sitios, mirandose de manera desafiante.

-Tienes un gran sentido de percepción- dijo entrecerrando los ojos- descubriste lo que soy, incluso teniendo mi presencia oculta.

-Cuando comenzamos a hablar, sentí algo extraño proviniendo de usted, en mi mente vino la idea de que fuera un demonio más no estaba seguro de ello- empezó a hablar este- luego de despedirme estuve a punto de irme, pero hubo una conmoción en el lugar cerca del hospedaje donde, supuestamente se quedaría- ella se mantuvo en silencio- pregunte por usted en el hospedaje, sin embargo, me dijeron que no  había ingresado ninguna joven con su descripción.
Ese accidente- refiriendose al tipo que se encontró Emiko en el callejón- testigos dijeron ver salir de allí a una chica paliplata, con una bolsa en sus manos, y lo peor era que tenía su kimono manchado de sangre.- hizo una pausa al ver que ella no negaba nada de lo que dijo.

-¿También estuvo relacionada en las desapariciones de la ciudad?- cuestionó el Pilar.

Ella se quedó observándolo unos momentos.

-No tengo porque responder a eso- contestó secamente ganándose una mirada penetrante del contrario.

-Asesinar a personas inocentes, es un pecado imperdonable- le recriminó desenvainando su espada y tomando posición de combate- te mataré, no permitiré que te marches.

-Aliento de llamas, primer estilo ¡Mar de fuego!- expresó lanzándose a ella dejando un camino de llamas a su paso, el ataque provocó un corte profundo en el abdomen de la contraria por la que comenzaba a salir borbotes de sangre. Pero segundos después el sangrado se detuvo.

Ella suspiró frustrada desviando la mirada y entrecerrando los ojos, si así iban a ser las cosas así iban a ser, ya no tendría que seguir ocultando su presencia, no se encontraban humanos cercas por lo que no estaría preocupada de lastimar a inocentes. Dejó la bolsa lejos para no dañar su contenido, para luego regresar su vista a su ahora rival; inmediatamente sus pupilas se volvieron verticales como las de un gato.

En la mano derecha de la demonio, comenzó a surgir humo negro que tomó gran tamaño pero no rodeándola, poco a poco se iba desvaneciendo dejando apreciarse una guadaña que sobrepasaba el tamaño de la chica.

El aura que desprendía era densa, comenzaba a sofocarle, y la sensación de miedo le recorría el cuerpo. Pensó en la posibilidad de que fuera una de las doce lunas demoníacas, pero, la peliplata no tenía ningún grabado de números en sus ojos.

-Mi turno...- declaró preparándose para atacar- técnica de demonio de sangre: lluvia de estrellas-  varias figuras de estrellas se aproximaron con rapidez hacia el cazador.

Este retrocedió rápidamente esquivándolas, mientras que otras rozaron su piel y traje,de la cual empezaban a salir pequeños hilos de sangre.

En eso, la demonio tomó ventaja lanzandose dispuesta a atacarlo con la guadaña, en la que él logro esquivarlo a tiempo.

-Aliento de llamas, segundo estilo ¡cielo de llamas ascendente!- contratacó alejándola.

-Técnica de demonio de sangre, gotas destellantes- siguió atacando, este ataque fue más rápido que el anterior, consistía en grandes esferas celestes que al instante tomaban la forma de agujas filosas.

El pilar en un rápido movimiento empleo otro estilo, logrando así disipar la técnica. No obstante, bajo sus pies salió una de esas agujas clavándose en el brazo, y se volvía un líquido espeso. Ese líquido contenía una sustancia que a poco comenzaba a marearlo.

Aún así no era para rendirse, a pesar de eso continuaron luchando como si no pasará nada; lo único que se escuchaba en el ambiente era el sonido de ambas armas chocando la una con la otra.

Para la peliplata, aquel combate comenzaba a fatigarla, fijó su vista al camino que llevaba  al pueblo, si continuaba en eso se le dificultaría llegar.

A causa de aquella distracción, el Pilar se acercó a gran velocidad, acercando peligrosamente su espada al cuello de la demonio amenazando en cortarlo, ella por su parte realizó un nuevo agarre de la guadaña pero sin hacer otro movimiento.

Sin previo aviso,el Pilar fue aventado hacia los árboles atravesando varios de estos.

Su respiración estaba agitada, el cuerpo le dolía como los mil demonios, y un hilo de sangre bajaba de su frente hasta su mandíbula

-¿De quien …?- se preguntaba el cazador, si bien sabía que su contrincante estaba frente suyo y no hizo ningún otro ataque, como también, no sentía ninguna otra presencia de quien sea que lo haya lanzado .

Levantó la mirada, viendo para su sorpresa, una figura idéntica a la chica, a excepción de sus ojos que eran rojos.

En cambio de la peliplata, observaba desde lejos la situación del Rengoku. Eso bastaría para dejarlo un rato allí. Regresó su vista a la figura y con un movimiento de la guadaña se desvaneció.

-No perderé más tiempo contigo- declaró yendo donde había dejado la bolsa tomandola, y comenzando a caminar por el sendero del pueblo. Pero algo la tomó por sorpresa.

-Aliento de llamas, noveno estilo ¡Purgatorio!- aquel ataque se aproximaba a máxima velocidad directo a ella. No tiendo tiempo de retroceder, el corte fue en el pecho cerca del cuello.

Se alejó tocando la herida que rápidamente había dejado de sangrar y miró con desdén al cazador que estaba de pié a pocos metros suyo, este la miraba de la misma manera jadeante y firme en su lugar. Por parte de la demonio, ya no podía quedar allí, debía irse de inmediato, más sabía que este no la dejaría así como así.

Sin más que hacer, optó por darse la vuelta e salir corriendo en la dirección que debía ir. Aunque sabía que el Pilar la seguiría, giró su cabeza para verificar y darse cuenta que tenía razón.

-¡¡No dejaré que escapes!! ¡¡Aliento de llamas, quinto estilo, Tigre de fuego!!

-Tsk...-apretó los dientes con fuerza, la figura de un tigre parecía que iba a devorarla, aunque apenas y pudo esquivarlo, los combates corriendo no eran su fuerte. Realizó un corte en el aire haciendo aparecer nuevamente su figura.

-Técnica de demonio de sangre, cielo nocturno- contraatacó está vez la figura. Varias apariciones de estrellas rodearon a Pilar , este retrocedió dejando que el ataque impactara en el suelo agrietandolo.

Volvió a atacar él tomando impulso logrando acercarse a la figura, pero en el momento que la espada rozó el cuello de la ella, esta se desvaneció al igual que la presencia de la demonio. Se fijó al lugar donde ella debería de estar, pero no se encontraba allí.

Sabía que se dirigía al pueblo, así que se fue en ese rumbo.

Pero, luego de un largo recorrido no consiguió encontrar rastros de ella, había desaparecido. Su vista le daba vueltas, el efecto del mareo se había vuelto más fuerte por lo que tuvo que apoyarse en un árbol mientras jadeaba.

Pero por eso no se rendiría.

La encontraría.

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Konnishiwa! Segundo capítulo!
Nuestros protagonistas han iniciado con el pie izquierdo, peeerooo, el futuro les depara muchas cosas :3.

Pregunta, ¿les gusto el capítulo?
Espero que si.

Poooor cierto, en verdad les agradezco por sus estrellitas y ojitos, son muy importantes para mí. Arigatou!
Sin más que decir me despido, hasta la próxima!

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