Tres

Tener un presupuesto para la boda no era tan sencillo, mucho menos cuando la pareja de novios eran de países distintos con culturas diferentes. Los padres de JungKook querían implementar ciertos detalles de sus tradiciones mientras que los padres de Aisha querían hacer lo mismo, esa tarde la pareja había ido con sus suegros a almorzar en un restaurante. JungKook no le había comentado a su novia sobre la conversación de hace días con Leyna, no quería que esa repentina enemistad aumentara, no dejaba de pensar un poco en las palabras de la chica al intentar seducirlo. Esperaba que ese fuera el último intento que hiciera, su atención estaba puesta en Aisha y siempre fue así.

—¿Tienes una idea para tu vestido de novia, Aisha?—la señora Jeon atrajo la atención de la castaña.

—La verdad no, sé que debo buscar modelos, no sé bien que podría quedar conmigo...

—Todo te queda bien—el comentario de JungKook le hizo sonrojar.

—También deben buscar lugares para la boda—el padre de la chica los miró—¿Piensan hacerlo aquí o en Nueva York?

—Bueno...—Aisha no quería ser grosera. Sí, había mucho en qué pensar, pero cuando se comprometieron se enfocaron más en la posibilidad de estar juntos, si algo compartían era no querer hacer una boda doble por el gasto excesivo, tampoco querían que sus padres aportaran tanto dinero, JungKook tomó su mano sobre la mesa respondiendo por ella.

—Tenemos muchas cosas que evaluar primero.

—¿Han pensado en el tema de hijos?—esta vez el padre del chico causó una pequeña incomodidad en ambos—¿Cuántos quieren tener?

—Papá, un paso a la vez.

—Cuando nos casamos...—opinó la señora Jones—Recuerdo que disfrutamos de nuestro matrimonio por dos años, luego de eso decidimos tener un bebé. Tal vez ustedes hagan lo mismo, es bonito cuando la pareja se toma un tiempo para sí luego de la boda.

Aisha apretó la mano de su novio, esa idea le gustaba.

—Pero, tampoco esperen tanto para tenerlos—opinó su suegra—Los años pasan muy rápido.

Era típico encontrar esas diferentes opiniones, que aceptaran el matrimonio de sus hijos no significaba que sus opiniones en cuanto a crianza o costumbres coincidiría del todo.

La pareja caminaba por la calle queriendo un momento a solas. Los padres de Aisha regresarían al departamento a descansar, JungKook iba tomando la mano de la castaña pensando en mucho y nada al mismo tiempo. Aisha lo estaba notando más pensativo de lo normal, un nuevo temor se apoderó de ella mientras caminaba a su lado.

—¿Sigues queriendo que nos casemos?

—¿Mmm?—éste se detuvo mirándola.

—Hay muchas cosas que planificar, no quiero que te sientas...presionado o...quizás te arrepientes de la idea de casarnos...

—No, no—se apresuró a decir—Quiero casarme contigo, ¿Por qué piensas eso?, sabíamos que una boda es un trabajo estresante, no es de morirse tampoco.

—Estuviste un poco pensativo en el almuerzo...

—No era por eso.

—¿No?—JungKook se arrepintió de haber dicho esas palabras—¿Entonces...?

—Cosas sin importancia—mintió—Creo que debería ser yo quien se preocupe por esta situación, sé que mis padres a veces son...un poco...apresurados al futuro...

—Ah, hablas del tema de los hijos, ¿No?—sonrió divertida—No me molestó. Aunque me parece buena idea lo que dijo mi madre, necesitamos disfrutar nuestro momento de recién casados, quiero disfrutar los primeros años contigo y no sufrir los cambios de un embarazo.

—Tienes que admitir un detalle.

—¿Cuál?

—Será divertido el proceso de hacerlo.

Aisha se echó a reír golpeando su pecho en forma de juego. JungKook también compartió esa risa atrayéndola a él depositando cortos besos a sus labios, ninguno de los dos se daba cuenta que alguien los vigilaba de lejos.

—Es una pena que mis padres estén en el departamento—Aisha había abrazado su cintura mientras él acariciaba sus mejillas.

—¿Le apetece si conseguimos privacidad por unos minutos, señora Jeon?

Ella sonrió divertida aceptando el beso dulce que le dio. La intimidad entre ambos era algo presente, eso de llegar "pura" al altar o esperar a casarse no era algo que ninguno de los dos compartiera del todo.

—Todavía conservo mi apellido, señor Jeon.

Entre risitas sellaron el momento con un beso fugaz. JungKook tomó su mano caminando con más prisa teniendo otra idea en mente.

Apenas entraron a la habitación del hotel los besos fueron subiendo de intensidad. Aisha retrocedió con JungKook devorando su boca, se encargó de quitarle la chaqueta dejándola caer al suelo, los chasquidos de los besos se escuchaban en el cuarto junto a las respiraciones agitadas de la pareja. Aisha se deshizo de sus tacones quedando más baja que el pelinegro, JungKook dejó que desabrochara los botones de su camisa sin dejar de compartir cortos besos que alimentaban las ganas del momento, acarició su cintura por unos segundos, una vez Aisha terminó su labor éste la hizo girar quedando de espaldas a él. Bajó la cremallera del vestido que traía depositando besos húmedos a su cuello que la hicieron suspirar.

JungKook deslizó hacia abajo la parte superior del vestido exponiendo el brasier negro de su novia, Aisha lo invitó a sentarse en la cama colocándose a horcajadas sobre él, un beso apasionado inició combinando jadeos y sonrisitas picaronas, la castaña introdujo sus manos debajo de la camisa abierta de su novio acariciando su torso junto a sus músculos, JungKook era atractivo en todo momento ante sus ojos. Unos toques a la puerta comenzaron a hacerse más insistentes fastidiando la situación.

—¿Quién demonios es?—JungKook miró hacia la puerta con los labios tan hinchados como Aisha.

—No lo sé. Sólo ignoremos eso—lo besó de nuevo abrazando su cuello con sus brazos. Aquel toque le impedía al chico enfocarse, era molestoso.

—Espera un momento—bajó a Aisha de sus piernas dejándola en la cama. Se levantó abrochando algunos botones de su camisa no muy contento, al abrir la puerta todo su enojo se esfumó, no esperaba verla allí—¿Leyna?

—¡Oh!—la chica sonrió con exagerada emoción—Estás aquí—por su forma de hablar supo que estaba ebria—Esto es raro, se supone que me vería con alguien en esta habitación—miró el número de la puerta—205, ¡Ah!, la mía era 502—se echó a reír tambaleándose.

—¿Quién es?—Aisha se acercó con su vestido acomodado—¿Leyna?

—¡Aisha!—la abrazó bajo la mirada confundida de la pareja. Leyna apestaba a licor, el olor sólo consiguió darle náuseas a la castaña—También estás aquí, ¿Interrumpí su momento?—los miró.

—No, nosotros...

—Oh, no—colocó una mano en su boca—Creo que voy a vomitar.

—No, no, espera un momento—Aisha la ayudó a llegar al baño. JungKook se quedó en la puerta al cerrarla. El chico frunció ligeramente el ceño sospechando de esa actitud.

Sospechoso no tan sospechoso xD