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【Diez】

Diez

Entreabrió sus ojos sintiéndose entumecida, no podía moverse, no tenía fuerzas suficientes para hacerlo, se tomó su tiempo para poder ver mejor lo que le rodeaba. Aisha estaba despertando luego de casi un día entero inconsciente, JungKook se despidió del oficial regresando a la habitación con su prometida. Ante la escena no dudó en acercarse, tomó la mano de Aisha encontrándose con su mirada.

—Tranquila, estamos en el hospital. ¿Puedes escucharme?—al no tener fuerza para moverse sólo podía parpadear y JungKook pareció notarlo—Parpadea una vez para decir no y dos veces para decir sí. ¿Me escuchas bien?—Aisha parpadeó dos veces—¿Me reconoces?—volvió a parpadear dos veces trayéndole alivio, al menos sabía quien era—Mejorarás, te lo prometo—besó su frente dando un suave apretón a su mano—Avisaré al doctor que despertaste.

La puerta de la habitación se abrió llamando la atención de JungKook quien esperó en el pasillo a que el doctor con una enfermera revisaran el estado de Aisha. Los padres del chico habían regresado al hospital apenas JungKook les dijo que había despertado, también había avisado a sus amigos quienes dijeron estar en camino.

—¿Cómo está ella?, dijo que puede reconocerme...

—La señorita Jones parece tener consciencia de ciertos sucesos—informó—Pero debido al golpe en su cabeza parece tener lagunas mentales.

—¿Qué?

—Hay cosas de su vida que parece no recordar. No es una pérdida de memoria grave, con el tiempo esos recuerdos vendrán, por el momento es preferible no forzarla a hacerlo.

—¿Su estado ya no es grave?—preguntó la madre de JungKook ante el shock de su hijo.

—Aun debe permanecer aquí debido a sus costillas. Preferiría que permaneciera acostada hasta nuevo aviso, una de las enfermeras acaba de darle una pastilla para el dolor de cabeza que tiene.

—¿Podemos verla?

—Claro, pero recuerda, no la presiones.

JungKook asintió al entender. Con sus padres entró a la habitación donde Aisha parecía más consciente de su realidad, permanecía acostada con unos pequeños tubos en su nariz sustituyendo la mascarilla. El pelinegro fue donde su prometida tomando su mano, pudo sentir un ligero apretón de parte de ella.

Los sedantes seguían haciendo su efecto aunque no con tanta fuerza como antes.

—Hola—acarició su mano usando un tono dulce—¿Cómo te sientes?

—Algo...atontada por los sedantes y adolorida—hizo una mueca—¿Qué ocurrió?, no puedo recordar nada con el dolor de cabeza.

JungKook miró a sus padres. La señora Jeon tomó la iniciativa siguiendo lo que el médico dijo.

—Tuviste un...accidente—habló con lentitud—JungKook estaba contigo y...

—Apareció Leyna—indicó él obteniendo la atención de la chica. Ésta frunció el ceño—Estás aquí por ella, honestamente.

—¿Leyna Múller?—sonrió extrañada—No, Leyna es mi mejor amiga, sé que ella iba a verse conmigo para los lugares de nuestra boda, iba a acompañarme.

—Eso no es...—JungKook interrumpió a su padre.

—Lo importante es que estás consciente—no quería que ella se asustara de saber que su mente no estaba funcionando correctamente, sabía que debía explicárselo, pero no era el momento.

Así como tampoco podía contarle que Leyna estaba en la comisaría en ese preciso momento.

Los padres de Aisha habían llegado por la noche totalmente preocupados por su hija, JungKook le había pedido a sus padres que se quedaran con ellos ya que tenía otro asunto que resolver. Jimin detuvo su auto frente a la comisaría rompiendo el silencio.

—¿Esto es correcto?—TaeHyung que estaba atrás guardó silencio mirándolos.

—No pretendo evitar que vaya a la cárcel por lo que hizo, pero si pretendo hablar con ella antes.

—¿Esperas que ella recapacite?—intervino su amigo desde los asientos traseros—Aún me sorprende lo que hizo, Aisha era su mejor amiga, ellas...siempre se mostraban tan unidas...

—Creo que Leyna no sentía lo mismo—opinó Jimin—Esperaremos aquí, JungKook.

—Gracias—dijo antes de salir del auto. Se acercó a las puertas de la comisaría presentándose en recepción, el oficial que había hablado con él anteriormente le había contado sobre la captura de Leyna Múller, la chica estuvo en una tienda cerca de donde vivía con un equipaje que se daba a entender que pretendía esconderse, Leyna estaba en shock por completo sin creer lo que había hecho, no dejaba de preguntar a los oficiales por Aisha mostrándose nerviosa.

Se podía decir que estaba arrepentida.

Cuando JungKook entró al cuarto de interrogación Leyna estaba allí sentada con unas esposas en sus muñecas, se veía mal, sus ojos azules se encontraban rojos dejando evidencia de que había llorado, sus manos temblorosas sobre la mesa ocasionaba que las esposas sonaran sobre ella, se levantó en el acto al ver a JungKook. Era primera vez que la veía en ese estado.

—¿Cómo está Aisha?, ¿Está bien?, no quise hacerlo, yo...realmente no sé que hice...

JungKook tomó asiento frente a ella en silencio con un semblante serio.

—Lo siento—Leyna volvió a sentarse—Lo siento, JungKook, te juro que no quise hacerlo...

—Te vi empujarla a la autopista cuando esos autos pasaban y uno de ellos la golpeó.

—No quise hacerlo...

—¡Pero lo hiciste!—para ella era primera vez que lo veía tan molesto—¿Qué demonios tenías en la cabeza?

—No lo sé—comenzó a sollozar llevando sus manos a su rostro—No quise lastimarla—dijo entre lloriqueos—Yo...estaba tan molesta de que siguieran juntos y...

—Estoy harto de esto, Leyna. Acepta de una jodida vez que no estaré contigo, nunca estuvimos juntos, el beso de hace años fue un error, fue producto del alcohol—y añadió—Jamás te hubiera besado estando sobrio.

—Lo siento, JungKook, perdón—intentó tocar su mano resultando herida ante su rechazo.

—No pretendo salvarte de esto. Por tu culpa Aisha está en el hospital con golpes, una costilla rota y lagunas mentales—negó con la cabeza—Estás sola en esto.

—No, por favor, no me dejes sola. No quiero que te alejes...

—Debiste alegrarte por tu amiga en el momento que dimos la noticia de este compromiso, fuiste escalando en tu envidia y obsesión convirtiéndote en esto, Aisha no ha tenido suerte desde que llegó a este país, como dijiste. Aisha ha trabajado tanto como tú y merece ser feliz tanto como tú—indicó—Estoy tan decepcionado de ti, eras mi amiga también, te consideré una amiga y arruinaste todo.

—Quiero disculparme con Aisha, por favor, así arreglaré esto...

JungKook bufó sin creer lo que escuchaba.

—No verás a Aisha, eres un peligro para ella e incluso si te disculparas no arreglará lo que hiciste—se levantó—Enfrenta las consecuencias.

—¡JungKook!—tomó su mano deteniéndolo—Lo siento, por favor, perdóname—suplicó entre lágrimas.

JungKook se soltó alejando su mano con lentitud. No iba a perdonar lo que hizo.

—Esta vez no, Leyna.


El próximo es el epílogo.

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