Parte 4
Iván y despedida.
Todos se habían ido, tan solo quedó Iván y ella, se quiso acercar a él, poder lograr una buena conexión con él, pues con Nikolai siente que ya tiene un avance, con Sigma no ha tenido oportunidad, y Fyodor... Tan solo desea cuidarlo de su enfermedad, por eso estuvo preparando algo de comida mientras llegaban los demás, Iván se mantenía preparando el te como siempre, normalmente solo lo ve sonreír y sirviendo a Dostoyevsky, nada más.
—Ivan...—Le llamo con calma la joven, el apenas la volteo a ver para seguir con lo suyo.
La mirada grisácea fue a las vendas que siempre cubren su frente, lleva su mano lentamente a esta, el no la detuvo. —¿Que te pasó?.—Cuestiona, pero el solo la aparta bruscamente.
No sé hallo molesta, tampoco triste, solo mantiene su curiosidad por él, ahora que lo piensa no parece ser tan cercanos a los demás, más que a Fyodor pero se podría decir que lo considera un mero sirviente, sujeta las cosas que él iba a utilizar, Iván le da una mirada tenebrosa.
—¿Que quieres?.—Le preguntó, esperando que lo deje en paz, la joven tan solo se encogió de hombros.
—¿Estás bien?.—Fue lo que dijo, Iván agrando su sonrisa.
—De maravilla, siempre, yo no tengo dolor.—Aunque parecían palabras sinceras ella duda, lo mira con tristeza, e Iván no lo entiende, arquea una ceja. —El amo me ayudó para que fuera así, tal como lo hace contigo.—Entonces tomo la mano de él con fuerza.
—Pero... No creo que siempre estés feliz, Iván si te sientes mal, puedes hablar conmigo.—Alzo su voz ella sin soltarlo, pero él solo siguió sonriendo, incluso sonrió burlón.
—No te necesito, ahora déjame seguir con lo mío.—La aparto nuevamente, dando un leve empujón.
A Inés no le importo su rechazo, en cambio siguió a su lado. —¿Q-Que hizo exactamente Fyodor, el te provocó eso?.—Llevo su mirada a las vendas, antes de que Iván le contestara precisamente entro Fyodor.
Se veía más pálido de lo normal, ella se preocupo al instante, no pudo evitar ir a ayudarlo, haciendo que se recargue en ella, Fyodor le indicó que se quería sentar, pronto llegó Iván con algo de comida y te, el apenas probó bocado.
—Deberias comer más.—Ines le pidió preocupada, acercó nuevamente el plato, Fyodor la miro unos segundos, para tomar otro pequeño pedazo, ella sonrió alegre.
—Comere después más... Iván te necesito, ven a mi oficina.—Mentira, el ya no probaría otro bocado, tan solo quería ver feliz a Inés, o más bien complacerla y que no le moleste de más.
Le agrada, más bien su habilidad, Fyodor tiene planes a futuro para ella, si es que puede superar sus expectativas, pues el Dostoyevsky aún sigue viendo a una persona inocente, y no es que ella sea pura, pero la debe corromper, más bien romper para que le sea de verdadera utilidad, para que Copo de nieve se liberé por completo y así tener un monstruo que controlar.
—Ella no debe enterarse de lo que te hice, ¿De acuerdo?.—Le ordenó a Iván.
—Entendido.—Despues de todo necesita mantenerse en el pedestal en donde lo subió, verse como su salvador, un antihéroe, necesita que lo ame para lograr lo que quiere.
En ese preciso momento apareció Sigma, Inés estaba tan feliz de que la familia se reúna, aunque Sigma no está del todo feliz al venir aquí. —¿Has estado bien?.—Se acercó para preguntarle. —Ya se debes tener hambre, te daré algo rico.—El de cabello bicolor pensaba decir algo, pero la azabache se fue al instante para ir por la comida.
El suspiró, parecía una buena persona, Nikolai le contó un poco de ella.
“Ella se contaminara... Se va a empapar como nosotros de sangre"
Cerró sus ojos al recordar esas horribles palabras, Sigma teme el darle su confianza, recordando su padre.
“La vamos a arrastrar al infierno con nosotros”
—¿Sigma?.—Al parecer se perdió mucho en sus pensamientos, no vio cuando ella llegó, trayendo consigo un plato de fruta picada, recuperó la compostura, pero a pesar de eso la mirada de Inés sigue en él.
Ruega en su mente que lo deje en paz, no quiere volver a caer. —¿Te encuentras bien?, Yo estoy preocupada por ti.—Ya que se encontraban sentados ella aprovecho para sujetar la mano de él.
Esto lo había aprendido de su mamá, cuando alguien se sienta mal a tu alrededor solo basta con sujetar o apoyar su mano, así le haces saber a la otra persona que no se encuentra sola, también ofrece una amable sonrisa, dale a entender que lo escucharás si así lo quiere. —¿Tu te encuentras bien?... Hace poco mataste a alguien no.—Quiso desviar su atención por completo, y funcionó.
Inés se quedó en silencio algunos segundos. —Es horrible, no se cómo fui capaz de matar a alguien.—Entrecerro sus ojos, parece que en cualquier momento va a llorar, pero no derrama ni una sola lágrima, incluso sus ojos permanecen secos. —Pero... Si es para protegerlos entonces yo debo de seguir ¿No?.—La vio sonreír con tristeza.
—Haz lo que sea mejor para ti.—El no tenía a derecho juzgar, tenía sus pecados y todo para conservar ese casino, una familia que tampoco es real.
—Lo mejor para mí es que ustedes estén bien.—
—Piensa en ti misma...—
Antes de poder continuar aquella charla apareció nuevamente el Dostoyevsky, acompañado de Iván. —Estamos en peligro de ser encontrados antes de lo previsto... —Comento con una sonrisa tranquila, Sigma sintió el agarre de Inés haciéndose más fuerte, mientras toda su atención está en su "líder". —He tomado una importante decisión, debemos tomar distintos caminos.—La azabache se levantó de su asiento. —Y cortar todo comunicación, hasta que yo diga lo contrario.—
—No...—Apenas llevaban un año juntos, no quería separarse de nadie, después de todo ya era demasiado el no ver a los otros sin saber que pasaba con ellos, su corazón se estrujaba cada vez que pensaba en la idea de que les podía ocurrir algo malo en su ausencia, después de todo siempre estaban arriesgando sus vidas. —Yo... Fyodor debe haber otra manera.—Casi suplico yendo hacia él.
Tan solo la mira con lástima, ah, no debió ser tan amable con ella, pero al parecer se le paso la mano, no tendría caso hacerle lo mismo que Iván, perdería. —No la hay.—Respondio con dureza. —Se que nos ibas a proteger pero la verdad es que eres débil.—Le sonrió con falsa benevolencia para acariciar su mejilla, la joven solo guardo silencio, tenía razón.
Aunque prometió protegerlos, tan solo quería ser su escudo, pero no era capaz de arrebatar una vida, en la primera misión demostró su verdadera naturaleza, tuvo otras pero supo manejarlas sin deber mancharse más las manos de sangre, además siempre había duda en ella cuando atacaba a alguien. —Esa voluntad que tienes no sirve de nada si no eres capaz de matar por nosotros.—Tan vil.
Sigma e Iván no hablaron en ningún momento, no tenía porque. —Pero está bien, toma esto como una manera de hacerte fuerte.—Esa dulce voz venenosa volvió, la joven miro a Fyodor.
—Prometo hacerme más fuerte, daré mi vida por ustedes cuando nos volvamos a ver.—Llevo su mano hacia el pecho, como señal de juramento.
El Dostoyevsky sonrió complacido. —Bien, les diré donde terminará cada uno de ustedes.—
Las ubicaciones fueron entregadas con algunas instrucciones que solo recibieron Sigma y ella, pues Iván permanecerá con Fyodor.
La despedida tuvo que llegar, obviamente la más dolida por esto es solo Inés, que abrazo a Iván con fuerza. —Despues podemos seguir hablando ¿Si?, Voy a pensar en ti siempre.—Le susurra al oído mientras lo abraza, el de cabello plateado le correspondió, pero no hubo sentimiento alguno parte de él. —Te amo.—Tan solo un amor puro, fraternal que siente por cada miembro de la decadencia, es realmente sincero, poco poco empezo a hacer que esto floreciera, de nuevo pudo sentir, aunque la felicidad verdadera sigue sin regresar, tan solo una pasajera, imaginando a la familia que perdió en ellos.
Fue con Fyodor y la recibió gustoso. —Ines, cuida mucho de ti, te amo, no quiero que te pase nada malo.—Sigma quedó anonadado con aquellas palabras.
—Yo también te amo, por favor no descuides ya tanto tu salud.—La chica sonreía felizmente.
Entonces Sigma fue el único que vio esa sonrisa llena de malicia.
—Sigma...—La voz de ella lo hizo reaccionar, creyó que también lo iba a abrazar pero tan solo sostuvo sus manos con fuerza. —No te preocupes, se que aún necesitas tu tiempo para aceptarme.—No dijo nada él. —Animo este tiempo, yo pensaré en ti siempre, cuida bien de ti ¿Si?.
—Claro.—Contesto secamente, las manos fueron separadas lentamente.
—Me voy entonces, y recuerda esto, yo te amo.—Aparecio una sonrisa sincera y ella salió del cuartel, Sigma fingió no inmutarse con aquello, también se fue.
—Por favor aléjate de nosotros...—El murmuró con una enorme culpa.
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Lo sé es de locos que suba dos capítulos en un día (?) Pero como ya lo tenía quería subirlo, además posiblemente esto sea actualizado hasta año nuevo o mediados de diciembre, ya veremos 👀 pues como dije solo debo mejorar unas cosas que escribí para poner aquí uwur
De nuevo muchas gracias por leer 💕 espero les haya gustado
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